Hola, gracias por leer la historia. Este es un proyecto pequeño de unos pocos capítulos. Espero les guste. Entrarán en juego más personajes además de los presentados oficialmente en el programa. Pero, no inventados. No más pistas. Empieza el primer capítulo.
Capítulo 1: Instinto maternal
Salta, se impulsa con el mástil de una bandera, corre, salta a otro edificio y lanza el yoyo dejándola en la parte superior de la torre Eiffel. Sin duda era una vista espectacular con el cielo nocturno iluminado por las luces de la ciudad.
-"¡Es tan hermoso!"- Dijo la heroína sentada en una viga columpiando sus piernas.
-"Gracias my lady. Me halagas"- Dijo el héroe de rubia cabellera ofreciéndole una rosa por atrás.
-"Chat Noir, no esperaba encontrarte hoy. ¿Qué haces acá tan tarde?"- Le saludo Ladybug mientras su compañero se sentaba a su costado.
-"Los gatos solemos salir a pasear de noche my lady"- Respondió Chat Noir con una sonrisa que no notó Ladybug que escondía algo más- "Si no venías a hacerme compañía, ¿Cuál es el motivo para honrarnos con tu presencia?
-"Es solo que quería pensar un poco con aire fresco. Pronto será…"-
-"El día de las madres"- Le interrumpió Chat Noir y Ladybug asintió.
-"Quería planear algo especial… y esperar a que nadie sea akumatizado"- Bromeó Ladybug.
-"Yo podría inspirarte"- Chat noir acercó bastante su rostro al de su compañera y esta, rodando los ojos, lo apartó con un dedo.
-"Lo consideraré minou"- Ladybug se levantó y estiró lista para retirarse –"Bueno Chat, debo retirarme. Hasta la siguien…"- Cuando por fin volteó a verlo, pudo observar ese semblante triste en su compañero- "¿Chat?"- Este salió de sus pensamientos y reaccionó- "¿Te encuentras bien?"- Él la miró por un momento y sonrió.
-"Solo estoy cansado. Este gato necesita descansar ya"- Chat noir se levantó también para estirarse y rápidamente besar el dorso de la mano de Ladybug- "Buenas noches bichito"- Se retiró utilizando su bastón para impulsarse.
Así es, al día siguiente se celebraría el Día de las Madres en París. Se podía ver a muchas familias paseando por las calles principales. Algunos iban al cine, otros salieron a comer o cualquier otra actividad. La familia de Marinette Dupain- Cheng no era la excepción. Tom y Sabine Boulangerie estaban caminando por el centro comercial de compras antes de almorzar en un restaurante junto a su hija.
-"¿Ya comeremos?"- Preguntó Marinette a sus padres quienes caminaban delante de ella.
-"Ahora que lo mencionas, es justo ahí donde comeremos"- Indicó su padre señalando un restaurante elegante de dos pisos.
-"Genial. Creen… ¿Qué puedan ir adelantando?"- Dijo con una sonrisa nerviosa Marinette rascándose la cabeza.
-"Claro cariño pero no demores"- Le respondió su madre antes de adelantarse con Tom.
Marinette se fue caminando hasta la fuente y se sentó en el borde. Miró en el bolso que siempre llevaba consigo.
-"Tikki, ¿La envoltura no se ha arrugado?"- La kwami cogió la cajita con envoltura de regalo roja y listón negro para mostrársela a su portadora.
-"Todo se encuentra en orden Marinette. No te pongas tan nerviosa. Le va a gustar el regalo"- Tikki le dio un guiño y una señal con sus manitas de que fuera. Ya más tranquila Marinette se paró encaminándose hacia el restaurante.
-"Gracias Tikki, tienes raz…"- No se dio cuenta mientras caminaba que tropezó con alguien haciendo que esta persona cayese al suelo – "Lo siento mucho, yo no me fije por donde caminaba. En verdad disc… ¿Chloé?"- Miró a su compañera del salón en el suelo con un rostro de completo fastidio.
-"¡Marinette Dupain Cheng! ¡¿Es qué no puedes fijarte por donde caminas?!"- Chloé intentó limpiarse inútilmente el zumo que se había tirado encima.
-"Chloé, en serio, lo siento. No estaba concentr"-
-"Siempre intentando perjudicarme, panadera"-
-"¡Ey! Tampoco es para que me trates así. Ya te pedí disculpas. No voy a ponerme de rodillas si eso esperas"- Marinette estaba comenzando a malhumorarse.
-"Marinette hazme un favor y piérdete"- Chloé le dio la espalda. Marinette estaba comenzando a ponerse roja. Iba a responder hasta que alguien más interrumpió la conversación.
-"¿Qué está sucediendo aquí? ¿Por qué le hablas así a mi hija?"- Apareció Sabine sorprendida y molesta con la discusión que todos venían observando a su alrededor. Chloé miró a la madre de Marinette con un ligero gesto de vergüenza antes de volver a su máscara de petulante.
-"Dígale a su hija que deje de fastidiarme. Hay límite para sus bromas"- Comentó Chloé antes de marcharse. No tenía ganas de discutir con la señora.
-"¿Me lo puedes explicar? Como te demorabas en ir, vengo para buscarte y me encuentro con esto"- Le preguntó a Marinette con los brazos cruzados.
-"No tiene importancia. Es solo un día más de vida"- Respondió cabizbaja Marinette- "Mamá, ¿Puedes darme un minuto? Ve avanzando al restaurante. Papá debe estar esperando"- Su mama se lo pensó por un instante dudando- "Por favor"- Su madre no satisfecha con lo acontecido asintió y se retiró de regreso al restaurante.
Marinette se quedó mirando fastidiada por donde se había ido Chloé momentos antes. Podía sentir la preocupación de la kwami en su bolso, pero no podía salir por la cantidad de personas que transitaban por ahí.
-"¿Pero ahora cuál es su problema? Ni que haya sido a propósito. Que niña tan mimada"- Pensó en voz alta sin darse cuenta que alguien la estaba escuchando atrás suyo. Alguien que también observó parte de la discusión desde un poco lejos no pudiendo intervenir.
-"No puedes ser tan dura con ella, Marinette. No será perfecta, pero deberías entender que fechas como esta son difíciles para algunas personas como ella… o yo"- Marinette se sobresaltó de la sorpresa y se encontró con esos ojos verdes mirándola con tristeza.
-"¡Adrien! Yo… no pretendía… es que ella…. Olvidaba que ella… que tu… lo siento"- Se sentía tan avergonzada. Olvidaba el hecho de que Chloé no tenía a su mamá en Paris para poder celebrar el día. De forma similar, el amor de su vida no debía estar pasándola bien en ese día. Se sentía tan egoísta de no pensar en ellos.
-"No te preocupes, no es tu culpa. Debo irme. Nos vemos, Marinette"- Le respondió con una sonrisa fingida de costado antes de retirarse en la misma dirección que Chloé. Era probable que hayan salido juntos para pasar el rato.
-"Este día no me puede ir peor. Alya me habría detenido antes de decir una tontería. Lástima que haya hecho un pequeño viaje con su familia"- Suspiró. Sabía lo que tenía que hacer.
El instinto de madre le hacía sentirse tan molesta. No le gustó para nada como la hija del alcalde trataba a su hija. Ella solo se cubría bajo el poder de su padre para menospreciar a quien quisiese. No lo habría creído si no lo hubiese visto con sus propios ojos.
Discutiendo consigo misma frente al restaurante no vio la mariposa oscura que se posaba en esa hermosa rosa que tenía en su cabeza. El mismo adorno que utilizó cuando salió a celebrar su aniversario con su esposo.
-"Ohhh. Lo que haríamos por proteger a nuestros hijos. La prêtresse, soy Hawk Moth y te daré el poder que necesitas para defender a los tuyos, pero a cambio quiero que me entregues los miraculous de Ladybug y Chat Noir"- Le dijo aquella voz en su cabeza.
-"Lo que desees, Hawk Moth"- Sabine tenía una sonrisa malévola cuando el miasma la envolvió.
-"¿Qué fue eso? ¿Un pequeño desahogo?"- Se asomó ligeramente de su chaqueta el kwami negro mientras las personas no se percatasen de su presencia.
-"No quería hacerla sentir culpable. Pero me sentía mal por Chloé. En esta fecha suele deprimirse. Yo la entiendo perfectamente"- Respondió Adrien decaído.
-"¿Y por qué dejaste sola a Chloé? ¿Qué no aceptaste acompañarle en sus compras?"-
-"Porque conociéndola, quiere ahora estar sola. Lo mejor sería ir a casa. Tampoco es que yo tenga ganas de seguir paseando. Hay demasiadas familias en las calles como para caminar tranquilamente. Al menos en casa estará… bueno, al menos estará Natalie"- Respondió decaído y Plagg se mantuvo en silencio un momento antes de esconderse de nuevo en la camisa.
Marinette caminó a paso rápido buscando con la mirada hasta que la vio. Se encontraba hablando por teléfono en la puerta del centro comercial, quizás esperando a su limosina. Se acercó temerosa de cómo pudiese reaccionar.
-"Chloé"- Ella se volteó sin despegar el oído de su celular- "Antes de que digas algo, quería pedirte una sincera disculpa. Yo no pretendía tirarte la bebida encima. Yo… creo que eres valiente. Sabes manejar situaciones difíciles mejor de lo que yo lo habría hecho"- Chloé se quedó mirándola un momento sin cambiar su expresión. Al final, por un momento parecía que quería sonreir. Una sonrisa amable. Algo que no se veía así nomás. Y que tampoco llegó a ver porque los gritos de las personas las interrumpieron.
-"Pero qu…"- No pudo terminar la oración debido a que unos palillos con fuego en un borde fueron lanzados como flecha en su dirección.
-"Jajaja. Señorita Bourgeois. Es hora de que aprenda buenos modales"-
