Las crónicas del primer amor.
Cuando conocí a Kanon, quien era mi vecino, yo tenía unos escasos 16 años de edad. En realidad fue algo muy curioso, puesto que nunca había visto a un par de gemelos frente a mis ojos. O al menos no que me causaran tanto interés como esos dos. Al primero de los dos que conocí fue a Saga, quien se presentó educadamente a nuestra familia, puesto que recién se había mudado hacía un par de días al vecindario. Parecía ser un sujeto prudente y muy respetable, incluso halagó a mi madre por su belleza, regalándole un panqué de cortesía y excusándose por las molestias de todo aquél ruido de la mudanza…el cual nosotros no habíamos siquiera notado hasta que él lo mencionó. Por lo que me di cuenta, era un hábil orador pues mi madre quedó encantada con sus cortesías.
Después…estaba él. Parecía algo incómodo detrás de Saga, cruzado de brazos y con una bolsita colgando de su brazo, por la transparencia de la misma me percaté que ahí traía los panquecitos que seguro estaban repartiendo a todos los vecinos. El mencionado tenía un aura bastante diferente a su educado hermano, a pesar de lucir idénticos. La verdad y siendo honestos, en ese instante solo se me cruzó por la cabeza lo altos que eran ambos…y que sus ojos eran de un verde muy llamativo. Pero solo eso. No fue amor a primera vista ni mucho menos, aunque estaba claro que eran hombres de buena apariencia.
Mi madre les ofreció pasar a tomar café, por lo cual se quedaron un momento a conversar algo que yo estaba seguro sería de lo más cotidiano…y aburrido del mundo. Mientras tanto, yo estaba riendo mentalmente por la cara de tedio que ponía el aún desconocido hermano de Saga. No me gustaría estar en su lugar.
—Vamos hermano…sé cortés con la hermosa dama y su hijo. — Pidió Saga.
El otro suspiró e hizo caso, inclinándose un poco en modo de saludo.
—Mi nombre es Kanon… un gusto. —
Sonreí amplio y me presenté con ambos, luego de eso me despedí educadamente y salí de casa puesto que tenía un compromiso para ir al cine con mis amigos del colegio. Aioria era de los más puntuales del grupo así que más valía llegar a tiempo si no quería aguantar sus caras largas todo el rato. En resumidas cuentas, mi primer encuentro con Kanon fue algo por completo casual y muy simple, nada fuera de lo común. No solían interesarme los hombres o mujeres mayores y por eso no le tomé mucha importancia. Aunque eso duró poco…no pasó demasiado tiempo para darme cuenta de todo lo que Kanon tenía de interesante.
La primera vez que tuvimos una conversación medianamente más fluida, fue un sábado que llegaba del colegio, un par de semanas después de la mudanza de aquellos que asistir al entrenamiento del club de soccer y por eso también asistí a la escuela ese día. Traía el uniforme deportivo del instituto y mis audífonos puestos, los cuales me colgué al cuello una vez observé a mi vecino frente a su auto, parecía tener problemas para bajar de la cajuela un montón de bolsas llenas de compras del supermercado. Iba a pasar de corrido, después de todo el vecino era un hombre fuerte y joven capaz de arreglárselas en esa situación tan cotidiana, pero algo llamó mi atención. Antes de que tomara contra su pecho un par de bolsas de papel con víveres dentro, noté el estampado de la camiseta de Saga… ¿O era Kanon? En ese momento aún no los distinguía bien. Se trataba del logo de una de mis bandas de rock preferidas.
— ¿Le gusta Dragon - pistols? — Señalé su ropa al preguntar aquello y llamar su atención, aunque el hombre no podía ver muy bien lo que estaba señalando por todo el bulto de compras que cargaba entre sus brazos. Verduras, frutas y quien sabe que más.
— ¿Dragón…? Oh…te refieres a la ropa. En realidad es de mi hermano Kanon, por las prisas tomé su camiseta, suele ocurrir seguido. —
Sonreí al saber quién de los dos era, si mencionaba a Kanon, entonces él debía ser Saga.
—Le echaré una mano con eso… ehmn… ¿vecino?...—
El hombre sonrió en respuesta y entonces llevé las bolsas restantes dentro de la su casa. Era la primera vez que entraba ahí, por lo cual mi curiosidad fue más grande y no pude evitar husmear discretamente por los alrededores.
—Llámame Saga, muchacho. —
Añadió al fin luego de dejar las cosas que cargaba sobre una mesa, y yo sonreí por la corrección.
—Entonces...usted es el hombre educado de los panqués…así le llama mi madre desde ese día. —
Dejé los víveres sobre la mesa, imitando al mayor mientras él, apenado negaba con la cabeza por mi comentario y se alisaba la camiseta que me había interesado.
—Mi hermano Kanon es bastante aficionado a ese grupo y a la música en general, incluso imparte cursos de guitarra de vez en cuando. Quizás alguna vez lo veas practicando en la cochera. —
— ¡¿De verdad?! Me gustaría escucharlo alguna vez. —
No pude evitar responder entusiasmado, si a ese tal Kanon le gustaba mi banda favorita, quizás teníamos más gustos musicales en común. Además, estaba intentando aprender a tocar un par de instrumentos, que él supiera aquello me resultaba algo interesante.
—Así que ya llegaste Saga…desgraciado, siempre te llevas mi camiseta favorita. —
Y el susodicho bajó las escaleras mientras revolvía su cabello de forma descuidada.
—Kanon, tenemos visitas. —
Kanon alzó la ceja, pero pareció no darle mucha importancia a mi presencia.
—El mocoso de la otra vez…que gran honor que pises nuestros aposentos. —
—Saga…no molestes a …—
Yo solo me reí. No podía tomar a mal los comentarios de alguien como él, quien parecía aún medio dormido a pesar de ser más de las 3 de la tarde.
—Milo. Mi nombre es Milo.—
—Milo…exacto. Le comentaba a Milo que eres bueno con la guitarra, quizás esté interesado en clases particulares.
Alcé la ceja. En ningún momento mencioné tal cosa…al menos no aún, pero Saga parecía empeñado en promocionar a su hermano.
—Oh~ así que es eso, haberlo dicho antes, querido hermano mayor. —
El semblante adormilado y apático cambió de repente en Kanon, acercándose y palmeando mi hombro con total familiaridad. Acto seguido me habló de costos bastante accesibles para aprender a tocar la guitarra. Sí que había caído en la trampa, pensé enseguida…aunque poco importó puesto que después de una breve demostración de Kanon tocando en la cochera, accedí a ser su alumno un tiempo, así tuviera que gastar todos mis ahorros pagando sus clases. El tipo era un experto guitarrista y eso no estaba a discusión. Realmente me dejó muy asombrado.
•••
— Buen trabajo con el mocoso, Saga. —
El mayor de los gemelos suspiró pesadamente mientras acomodaba las compras en su lugar respectivo. Kanon por su parte, husmeó en las compras, buscando su cereal favorito, abriéndolo sin cuidado y comiendo directamente de la caja. Normalmente no lo hacía así, pero Saga estaba ahí en frente y sabía que eso no le gustaba.
— ¿No crees que ponerte mis camisas para promocionarme fue demasiado? — Agregó Kanon.
Saga le miró mal y le pasó un pequeño platito hondo para que se sirviera el cereal.
—Faltan dos semanas para que entre a trabajar en la universidad… necesito que empieces a ganar algo de dinero, para variar. —
—¿Te olvidas quién pagó la mudanza, huh?. —
—Tú olvidas que estás sin un centavo gracias a eso. Y yo no estoy en mejores condiciones —
Kanon gruñó de mala gana y se metió un puñado de cereal a la boca.
—Estarías en las mismas que yo, si no fuera porque había una vacante para un maestro de historia en la escuela esa cerca de aquí. —
—Ciertamente. Pero mientras consigues acomodarte en este lugar, no podemos desaprovechar tus…talentos. —
Kanon torció la boca, sabía que a Saga le daba igual su pasatiempo, pero eso no le daba derecho a referirse a el con ese tono apático y despreciativo.
—Suena como si estuvieras prostituyéndome. —
Saga solo rodó los ojos.
—Termina de acomodar esto…y por favor, usa el plato. —
Nota mental de Kanon: apresurarse a ganar rápido algo de dinero. Le serviría para mudarse a otro lugar aparte y no tener que aguantar a su aburrido y perfeccionista hermano Saga.
…
Notas de la autora: Me gusta mucho el Kanon x Milo. No sé por qué hay tan poco material del mismo, pero es una lástima. Me he aventurado a escribir uno, empezando con un AU muy sencillito y espero que no sea tan mal recibido… Quizás el bichito consentido esté aún muy pequeñajo para un Kanon que le lleva 8 años, o sea que los gemelitos tienen ya sus 24…pero no se preocupen, no corromperé la 'pureza' de Milo…o al menos no mucho. xD
Hehe, esos gemelos desgraciados haciendo de las suyas enseguida ni bien empezara el primer capítulo. Todo era un plan malvadamente malvado para conseguirle alumnos a Kanute. Lástima que solo han atrapado a Milo…por ahora. Por cierto, lo que menos me gusta de escribir un fic, es buscarle un título…disculpen si es demasiado simple. Eso es todo por el momento, actualización en un par de semanas…o hasta que termine el siguiente capítulo XD ¡que las buenas ships los acompañen!
