Hola!
Ando con la vena creativa activadísima, es increíble que ya lleve tres fics (o cuatro, francamente no recuerdo bien) en una sola semana.
Este en particular, se me ocurrió escuchando (era que no) Breaktrhou de QUEEN, mientras viajaba en tren a Rancagua.
Son siete capítulos muy cortitos, y, todo el fic en total, dura más o menos lo mismo que los otros, pero quedaba mejor dividido.
Disclaimer: Ningún aspecto de Harry Potter me pertenece, son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Brothers.
Detalle: En este universo, Ron y Hermione no se dieron el beso de la Batalla de Hogwarts.



When love breaks up

When the dawn light wakes up

A new life is born

Somehow I have to make this final breakthru . . .

– ¡Apúrate, Ron!

– ¡Ya voy, ya voy! –Refunfuñó él, arrastrando su baúl de mala gana a lo largo de la plataforma 9 ¾– Y más encima me apura… ¿No le basta con haberme convencido de hacer el séptimo año? –Masculló en voz baja, de un modo muy parecido al de Kreacher.

Con un movimiento desganado de varita, el baúl saltó desordenadamente hacia el tren. Ron volvió a gruñir; ahora tendría que soportar…

– ¡Ron, por Dios¿No puedes ser un poco más civilizado? –Hermione había sacado la cabeza por la puerta, y a juzgar por su expresión, estaba parada sobre los cachivaches de su compañero, desperdigados por el suelo del pasillo.

– ¡Bauleo! Hermione, por favor, deja ya de retarlo; es sólo que la idea de volver al colegio no le agrada demasiado –Luego de cerrar la tapa del baúl (y ocultando el desorden en su interior) Harry se lanzó en defensa de su amigo.

Hermione bufó y se metió a un compartimento, no sin antes decir: "¡Debemos completar nuestra educación!". Cuando la portezuela se hubo cerrado con un golpazo, Harry le tendió a Ron una mano para ayudarlo a subir al tren.

–Podrías ponerle un poco más de entusiasmo –sugirió–. Ella lo hace por nuestro bien.

– ¡Pero si el ministerio nos dijo que con la experiencia que acumulamos el año pasado bastaba para cualquier cosa! –Saltó Ron, enfadado–. Encarcelarnos de nuevo en ese castillo es una soberana tontería. Y además todavía tenemos el puesto de prefectos, y nos concedieron Premios Anuales honoríficos ¡Imagínalo! Es el doble de responsabilidad.

–Sería mejor que lo vieras por el lado positivo ¡Hasta podrías tener un club de fans! –Intentó animarlo Harry, con la excusa más tonta que había inventado en toda su vida.

–Ja, ja, ja –rió Ron, sarcástico, obviamente–. Te lo digo, Harry, Hermione es…

–Ron…

–… tan o más…

–…yo que tú…

–…insufrible…

–…pararía de hablar…

–...que cuando la conocimos.

– ¡Ahora!

Muy tarde. Harry la vio venir, pero Ron no: Hermione los miraba dolida desde la puerta abierta del compartimento; en sus manos sostenía ranas de chocolate y pasteles con forma de caldero.

Now!

– ¿Eso piensas de mí? –Susurró con voz peligrosa.

–Eh…

–Y yo que pensaba pedirte perdón por haberte obligado a venir –interrumpió Hermione, poniendo los dulces con brusquedad en los brazos de Ron–, e intentaría animarte, para que no la pasaras mal. Pero ya que todavía soy una insufrible…

–Hermione, no creo que Ron quisiera… –Habló Harry.

– ¡No intentes defenderlo! –Gritó Hermione, con la voz crispada. Harry notó lágrimas brillando en sus ojos.

–Con permiso… –Escupió con rabia, y se marchó pasillo abajo; su ira era tan evidente que incluso su tupida cabellera castaña parecía chisporrotear.