Casa no es lo mismo que hogar

Casa, por fin. Había sido un día frustrante para Francis, había estado bloqueado todo el día y no había podido hacer nada para escribir ninguna palabra decente para alguna canción. Uno de sus músicos de apoyo había renunciado y otro se había roto el brazo. El hecho de que su manager no parara de repetir estas noticias una y otra vez como histérico, además de fechas y fechas para hacer cosas no lo ayudaba en absoluto. Se había sentido muy tentado a volverlo en una nueva guitarra para su colección y solo se había detenido por que había alguien presente para entrevistarlo.

Claro, esto tampoco fue muy bueno para su cabeza, pues la señorita tenía las preguntas más molestas y más que algo profesional, parecía que su único objetivo era saber si era soltero y ¡ah! "¿Algún otro compromiso después de la entrevista?" el conde se había excusado sobre un dolor de cabeza y que no haría nada después excepto dormir. Al final, se había podido retirar del estudio e ir a casa.

Y al llegar, de lo único de lo que se había librado era de las personas, pero no del malestar. Juana seguía sin estar en casa, pues había tenido que salir de improviso para asistir a Scatty, que estaba teniendo algo de problemas para afrontar una hiedra. Suspiro. El mismo se había ofrecido para acompañarlas, pero su manager había sido excelente con el tiempo para llamarle a una de sus "urgencias". Su esposa llevaba tres días fuera, y aunque era poco, la extrañaba.

Extrañaba sus ojos castaños que siempre le miraban con cariño, su piel bronceada, el cabello oscuro hasta los hombros que corría como un río y su piel, tibia a su tacto. Esperaba el momento en que ella volviera a sus brazos para susurrarle te amos y poderla llenar de besos, ver su rostro, escuchar su risa. Quería escucharla hablar de todo lo que tenía decirle, por que no había nada más interesante que lo que ella tuviese que contarle.

Fue a su cama, reconfortado por saber que al final la tenía a ella, pero la sensación se fue al sentir su espacio vacío. Tardo un rato en quedarse dormido, imaginando que ella pronto estaria ahiLo sueños fueron cortos y tranquilos, y su descanso bastante normal, hasta,por lo menos,las tres de la mañana.

Fue entonces que sintio como alguien entraba a su habitatación, pero reconoció el aura de su amada enseguida y empocionado se incorporo en la cama. La luz estaba apagada,pero el prendio la lampara a su lado.

-Franics- empezó Juana con voz cansada- No quería despertarte-.

-No lo hiciste,- dijo soñoliento pero sonriendo -te sentí y no podía esperar verte-

Juana mostro una sonrisa -Yo tampoco, amor- volteo a ver la cama-¿te molestaria si solo me pongo una camiseta para dormir? Se que necesito un baño pero no puedo moverme más-

-Mañana nos encargamos de la ducha-dijo mientras ella se cambiaba rapido- ahora ven a descansar-añadio haciendo ademan al espacio en la cama. Ella entonces avanzo uns pasos hasta el clchón donde se sento mientras el se acercaba y empezaba a masajearlo los hombros. Juano solto un suspiro cansado y de alivio al sentir las manos de su marido. Al final se acostaron bien en la cama y ella se acomo sobre su pecho mientras el la rodeaba con sus brazos y corria la mano por su espalda.

-mmmhh, te extrañe- le dijo Juana en un susurro mientras empezaba a dormirla el cansancio. –Tambien te extrañe- dijo Francis- moria de ganas por decirte que te amo- y dejo sombras de besos en la corona de su cabello mientras le seguía diciendo palabras bonitas y el mismo se quedaba dormido. Ahora estaba en su hogar