Hola mis queridas lectoras (no digo lectores porque son las chicas las que postean) aunque parece una cosa descabellada hace meses tengo esta idea para un fic, al fin me puse manos a la obra. Se supone que este es mi segundo fic individual. Les advierto que este es un fic de rating M que se irá poniendo cada vez más candente en cuanto avanzamos, cuando lleguemos al lemon pues le diré.
Para contextualizarlos este fic se ubica luego de un año de la boda fallida, Ranma y Akane están cerca de cumplir sus 18 años… Bueno espero no decepcionarlas. Procedan a leer… Espero que este les guste tanto como La Fuente de los Deseos…
Los personajes no me pertenecen son de la maravillosa, pero cruel, de Rumiko Takahashi, la cual debido al trauma que me dejó me obligó al vicio de leer y escribir fanfics.
Simbología
-kkk- los personajes hablan
-kkk- los personajes piensan
Capítulo I El Hechizo del Maestro
Un año había pasado luego de la boda fallida entre los dos jóvenes artistas marciales, el tiempo se había encargado de alejar la idea del matrimonio, pero no había logrado borrar las peleas ocasionales y los malos entendidos entre la pareja, a pesar de que discutían menos que hacía un par de años siempre salía a la luz la inmadurez de los dos. Tampoco se superaba esa timidez que les impedía pasar de una mirada llena de sentimientos a algo más…
Era un día común en el cual Ranma y Akane regresaban de la Preparatoria Furinkan. El chico como de costumbre caminaba sobre la valla de metal cerca del río, su andar pausado le marcaba la pauta a su linda acompañante, ambos se dirigían a su casa silenciosos sin cruzar palabra, solo disfrutando de la brisa y cálido sol de la tarde.
Cuando se terminó la valla el muchacho descendió ágilmente quedando al lado de su prometida, siguieron su camino hasta llegar muy cerca de la casa, doblando en la esquina una persona que manejaba su automóvil de manera imprudente estuvo a punto de embestir a la menor de las Tendo de no ser por su compañero el cual la tomó entre sus brazos y dio un saltó rápido hacia uno de los tejados.
La chica se sonrojó notablemente al sentirse entre esos brazos que la sujetaban con delicadeza, sin duda los encuentros físicos con Ranma cada vez le resultaban más extraños, cuando lo tenía cerca un nerviosismo recorría su cuerpo y tendía a perder la noción del tiempo, no se dio cuenta en el momento en el que su prometido había bajado del tejado.
Aún con la chica en brazos maldijo -¿Qué le pasa a ese imbécil? Casi te lastima-
Al darse cuenta que aún sujetaba a la muchacha su rostro se cubrió de un ligero carmín, procedió a ponerla con suavidad en el suelo… -¿Estás bien Akane?- preguntó preocupado mientras colocaba sus manos en los hombros de ella.
Los ojos de ambos se perdieron por unos instantes… -Yo Ranma… este… estoy bien…- acató a decir torpemente mientras le seguía mirando intensamente.
Ambos se sonrojaron y quedaron silenciosos observándose con atención el uno al otro -Maldición Akane ¿por qué me miras así?, casi podría jurar que te gusta estar cerca de mí, sin tan solo pudiera animarme a confesarte lo que te dije en Jusenkyo aquella vez, pero esta maldita timidez no me deja… Aún no estoy seguro que sientas lo mismo que yo siento por ti…-
-Ranma… Como quisiera que te animaras a hacer algo… Ya no soporto esta incertidumbre, quiero saber qué sientes por mí, siempre es lo mismo, si tan solo estuviera segura de que me quieres te juro que dejaría de lado de tantas cosas… Me gusta tanto sentirme protegida en tus brazos…-
El muchacho comenzaba a ponerse cada vez más nervioso, sentía como algo extraño se desarrollaba en su vientre, debía reconocer que desde el día de la boda algo en él había cambiado, las ganas de estar cerca de ella, de su contacto físico, de protegerla eran cada vez más intensas.
Seguían ahí mirándose, sin decir nada pero queriendo expresar cada angustia, cada palabra del alma con la transparencia de su mirada. Inconscientemente se acercaban cada vez más quedando a unos poco centímetros de distancia, hasta el ruido de una bocina les hizo dar un leve respingo. El chico quitó las manos que tenía sobre los hombros de ella y la miró con ternura.
-Me alegro que estés bien, vamos a casa ya estamos cerca…-
Al llegar a la enorme puerta de madera de la entrada Akane fue la primera en ingresar, detrás de ella iba Ranma, caminaron hasta la puerta principal, se descalzaron, el chico miró a su alrededor y centró sus sentidos en el ambiente, luego dirigió su expresión de extrañeza hacia su prometida.
-Hay algo raro aquí- menciono él volteando su cabeza de un lado para otro.
-¿A qué te refieres Ranma?- respondió ella observando de forma extraña el comportamiento del muchacho.
-No te das cuenta… Hay demasiado silencio-
La joven arqueó una ceja, -Tienes razón… No parece haber nadie en casa-
Ambos siguieron caminando hasta el salón, sobre la mesa se encontraba una nota.
Hola Ranma y Akane, se averió el calentador andamos en los baños públicos, volvemos en un par de horas, volveré para hacer la cena. Atte: Kasumi
La chica miró a su prometido y le dirigió una dulce sonrisa, -Ves no pasa nada, todo esta bien…-
Ranma seguía algo inquieto mirando a su alrededor, sus sentidos de artista marcial le decían que algo no andaba bien -Es extraño, siento que algo raro pasa aquí, creo que no estamos solos en casa-. Entre el silencio aparente una presencia le resultaba extraña… Junto con Akane comenzó a subir las escaleras hasta que la joven se percató de un sonido extraño que provenía de algún lugar de la casa.
Ella al escuchar el ruido se sintió muy asustada por lo que se sujetó fuertemente del brazo de su prometido buscando refugio en ese musculoso cuerpo. Ranma al sentir la proximidad de Akane no pudo evitar sonrojarse furiosamente.
Notablemente nervioso le preguntó -¿Qué… eee…. te pasa… Akane?-
-¿Acaso no oíste Ranma? Algo extraño anda en la casa…- dijo preocupada aferrándose aún con más fuerza a él.
-Seguro fue algún ruido de afuera, a mí no me pareció escuchar nada- le contestó con inseguridad, todavía alterado por la cercanía y ese calor que emanaba de la muchacha que se aferraba con fuerza a su brazo.
De nuevo se escuchó otro estruendo al cual ambos reaccionaron con un ligero respingo.
Muy asustada ella se dirigió de nuevo a él -¡Ves algo raro está pasando!-
-Tranquilízate Akane, iré a ver que pasa quédate aquí- respondió el muchacho intentando soltar el agarre de ella.
-¡Estas loco¡Ni creas que me voy a quedar aquí sola!- le contestó la chica enojada mientras se pegaba aún más a su cuerpo. Esa proximidad, sumado a sentir ciertas formas redondeadas sobre su brazo estaba llevando a Ranma al borde del colapso, sin saber como reaccionar intentó volver a persuadirla utilizando un tono de voz confiado…
-Hazme caso, si vas solo estorbaras, sea lo sea que esté ahí yo puedo vencerlo-
El rostro de Akane se desencajó por completo, la furia ardió dentro de ella al notar como Ranma subestimaba como de costumbre sus habilidades, decidida lanzó un golpe certero a puño cerrado a la cara de muchacho.
-Eres un cretino Ranma, además de un presumido de lo peor…- se soltó bruscamente del brazo del cual antes se sujetaba, se disponía irse pero de nuevo se escuchó otro estruendo.
Ranma se incorporó, intentó con sus sentidos percibir de dónde provenía el extraño ruido… -Iré a ver que sucede-
La chica se pegó a la espalda de él y nerviosa agregó -Sí… Vamos a ver que sucede-
Algo molesto el joven espetó -Podrías dejar de estar encima de mí, creo que no necesitas que este presumido te proteja… ¿No eres tú la que siempre anda diciendo que puede cuidarse sola?-
-Cállate y camina Ranma- dijo la chica mientras lo empujaba sin dejar de estar refugiada detrás de su prometido.
En la habitación del maestro Happosai algo irregular sucedía, para empezar no había una sola prenda íntima en los alrededores, el ambiente algo siniestro denotaba el inicio de un ritual.
En el suelo cinco velas negras se encontraban dibujando la forma de una estrella, en el centro de la forma se situaba el maestro sentado quien preparada una mezcla extraña en un tazón, lanzó unos polvos, luego le prendió fuego al recipiente.
Comenzó a recitar un hechizo… "Que lo que no pasa ahora, pase de ahora en adelante, los instintos se despertarán y pronto lo anhelado llegará. Dioses oigan este hechizo y concedan a esta alma su petición"
Bebió de un recipiente que tenía cerca un líquido verde viscoso, arrugó el rostro al sentir el contacto de la bebida en su lengua y la escupió de inmediato.
-¡Guácala, esto sabe horrible!- comenzó a lloriquear desesperado -Buaaaaa porque estas cosas le pasan a un viejito tan bueno como yo Buaaaa- escupió un poco más pero de nuevo recobró la seriedad, -Tengo que hacer esto, es la mejor manera para conseguir chicas- tomó de nuevo el recipiente y algo atemorizado bebió el resto que quedaba dentro.
Los ojos del maestro de nuevo se pusieron llorosos y su rostro cambió a una expresión de envenenamiento -Esto sabe peor que la comida de Akane- luego se tambaleó un poco hasta caer inconciente por algunos segundos.
Algo perturbado Hapossai se levantó para terminar con el hechizo de pasión que había conseguido hacía un par de días de unos de los escritos que había robado en uno de sus tantos viajes. En si el hechizo consistía en un ritual el cual le daría a su ejecutor la atracción de las personas del sexo opuesto.
Seguro de que a través de este hechizo al fin conseguiría una chica joven y bonita para modelar su colección el anciano procedió al último paso. Se puso en pie en medio de la estrella y comenzó a recitar unas palabras inteligibles… Alzó sus brazos extendiendo su energía de batalla y lanzó unos polvos grises que tenía en una de sus manos…
Ranma y Akane caminaban con un andar pausado entre los pasillos de la casa, buscando alguna irregularidad entre las distintas habitaciones.
-Es raro, no parece haber nadie- dijo la chica más calmada.
Ranma seguía mirando con desconfianza a su alrededor -Sigue habiendo algo que no me gusta- continuaron hasta que llegaron cerca de la puerta de la habitación del maestro.
El chico de la trenza notó un humo que provenía del cuatro del viejo libidinoso, -Mira Akane- le indicó señalando hacia el suelo -El viejo debe estar haciendo algo extraño- crujió sus nudillos -Pero ya verá lo que le pasa por asustarnos-
Iba decido a entrar a la habitación de Hapossai, había colocada su mano en la manija cuando se escuchó un fuerte ruido, ambos dirigieron sus miradas hacia la puerta, pero un gran onda roja expansiva los golpeó a ambos dejándolos inconcientes en el suelo…
El maestro brincaba como loco por toda la habitación -¡Viva! Al fin lo he logrado- sus ojitos de cordero hicieron aparición -Chicas ahí les voy, no se resistan más- salió por la ventana dando saltos por toda la ciudad de Nerima -Ahora no habrá mujer que se resista a Hapossai Jijijijiji-
La joven pareja se fue incorporando a lo largo de unos minutos, Ranma fue el primero en levantarse -¿Rayos… qué pasó?-
Akane se puso en pie mientras se sujetaba con fuerza la cabeza -No lo sé, pero me siento algo extraña-
-Ahora que Akane lo dice también me siento algo raro, pero debió ser por el golpe… Ese viejo libidinoso ¿Quién sabe que cosas extrañas está haciendo en su cuarto? Ya verá- abrió de golpe la puerta para encontrar ante sus ojos solo una habitación vacía, solo quedaban las velas en el suelo apagadas.
La menor de las Tendo miró con extrañeza las velas, -Esto está muy raro, pero el maestro siempre hace cosas así, cuando regresé le preguntaremos que pasó, vamos Ranma-
El muchacho reaccionó ante las palabras de su prometida, ambos salieron del cuarto del maestro y se dirigieron a sus respectivas habitaciones…
La mañana amaneció radiante en la ciudad de Nerima, en el salón de la familia Tendo todos desayunaban, Ranma entró al comedor buscando con su mirada a su prometida…
-Si buscas a Akane ya se fue a la escuela- le advirtió Nabiki, al oír estas palabras el ceño del muchacho de inmediato se frunció -Niña desagradecida, todo lo que hago por ella y ni siquiera se digna a despertarme-
Al ver la expresión de disgusto del joven la mediana de las Tendo agregó -Vamos Ranma no te pongas así, Akane dijo que debía llegar temprano porque tenía unas cosas pendientes…No debes preocuparte por ella- finalizó guiándole un ojo.
Ranma se sentó bruscamente mientras tomaba un tazón de arroz -Nadie se preocupa por ella Nabiki, así que no pongas palabras en mi boca-
La castaña se burló de él con entusiasmo -Jajajajaja pues eso no parece querido, cada vez que ella no esta cerca se nota la falta que te hace-
El chico se puso de pie -¡Que no es cierto Nabiki… Deja de molestarme, a nadie le interesa esa fea marimacho, poco romántica, violenta, mala cocinera de Akane!- cogió una torta de arroz de un plato que estaba sobre la mesa y salió rápidamente del comedor.
-Nabiki acaso nunca vas a dejar de molestar a Ranma- la recriminó Kasumi.
La mediana de las Tendo puso de inmediato una expresión de inocencia -Hermana yo solo digo la verdad, es Ranma el que no quiere aceptarla-
Cuando el joven artista marcial llegó a la preparatoria todos sus compañeros y compañeros se encontraban afuera para iniciar la clase de educación física, con rapidez ingresó a los vestidores y se cambió sus ropas chinas por su atuendo deportivo.
Al salir al campo se sentó junto a Daisuke y Hiroshi para observar las clases, sus amigos miraban embobados a las chicas…
-¿Qué miran con esas caras de pervertidos ustedes dos?- preguntó con decepción Ranma ya conociendo la probable respuesta.
-Hola Saotome- le saludó Daisuke.
-Miramos la belleza femenina- le respondió Hiroshi.
El rostro del muchacho mostró toda su antipatía por el tema, de mala gana se sentó junto a ellos, miró a sus alrededores, cuando Daisuke de nuevo expresó…
-No cabe duda que tienes suerte Saotome, Akane cada año está más linda-
Hiroshi se acercó intentando ahorcar al muchacho con sus brazos, -Ranma no es justo que Akane sea tu prometida-
-¡Cuántas veces tengo que decirles que a mí no me interesa…!- antes de que pudiera terminar la frase sus ojos color mar se situaron en una figura femenina que corría ágilmente por la pista.
Observó como esas largas y esbeltas piernas se movían con gracia, la forma en que esos cortos shorts rojos dejaban tan poco a la imaginación. Tragó en seco al observar la estrecha cintura que se dejaba ver de vez en cuando al levantarse la blusa amarilla. Su vista inevitablemente contempló los pechos de la chica danzar de arriba abajo mientras corría. Por último vio ese rostro angelical el cual les sonreía a las compañeras que la apoyaban para terminar pronto con el ejercicio.
Un calor nunca antes experimentado subió por el cuerpo del artista marcial y sus mejillas se sonrojaron notablemente mientras que sus ojos seguían perdidos en la atractiva figura que no paraban de contemplar, -Que demonios me pasa, nunca antes había visto a Akane de esta manera… Se ve tan linda… Me resulta tan…- sus pensamientos fueron interrumpidos por sus compañeros…
-Sabes Ranma por la forma en que la miras, parece que si te interesa mucho Akane- le dijo picadamente Daisuke.
-Tienes suerte, si Akane fuera mi prometida desde hace mucho yo ya habría avanzando en mi relación con ella- ambos jóvenes empezaron a reír y decir por lo bajo esas cosas tontas que los hombres hablan cuando están solos, pero Ranma se levantó sin decir nada dejando a ambos chicos atrás sorprendidos por su actitud.
La menor de la Tendo había completado su parte del ejercicio cuando se dirigió hacia los bebederos para tomar algo de agua. Acercó su boca al chorro de agua y tragó el preciado líquido, al levantar la mirada notó una sudadera gris y al subir su rostro sus ojos se encontraron con unos azul-grisáceos que la miraban embelesados.
-Toma Akane- dijo Ranma entregándole una toalla -Luego de correr pensé la necesitarías-
-Gracias Ranma- le respondió tomando la toalla entre sus manos, un ligero sonrojo cubrió sus mejillas y comenzó a limpiarse el sudor de la frente. Por alguna extraña razón sentía un calor inusual recorrer su cuerpo, el ver a su prometido mirándola de esa manera tan poco familiar la puso en extremo nerviosa, le pareció de repente tan atractivo en esa ropa deportiva, que si bien no dejaba ver mucho, sin duda le sentaba muy bien.
Ella continuó secándose el sudor de su rostro, una traviesa gota comenzó a rodar por el lado izquierdo de su cuello. Ranma no pudo evitar ver el recorrido que empezaba a tener el hilo cristalino que surcaba ese blanco cuello que de repente lucía tan deseable, sin saber el porque de su reacción se acercó un poco y pasó su dedo índice por el lugar, no pudo evitar la tentación de sentir la suavidad de esa piel.
Al sentir el roce sobre su piel Akane se paralizó por completo, un escalofrío recorrió por entero su cuerpo al sentir los dedos de Ranma deslizándose confiados por su cuello, con un carmín cubriendo por completo sus mejillas intentó balbucear unas palabras que parecían no poder salir de su garganta.
-Te veías muy bien corriendo hoy- le dijo el chico clavando esos iris azules en los marrones de ella.
-Yo… este… gracias…- contestó ella torpemente, recorrió con su mirada de arriba abajo al muchacho -Tú también te ves muy bien hoy-
Él iba a continuar con otra frase, pero fueron interrumpidos por Yuka -Ranma, Akane, deben volver a las prácticas sino la profesora los castigará-
Ambos miraron al mismo tiempo al la muchacha -Sí ya íbamos Yuca- le contestó la joven.
-Bueno entonces vamos Akane- dicho esto la joven se puso en marcha, antes de que la menor de las Tendo emprendiera camino hacia la pista, Ranma la sujetó con delicadeza por el brazo.
-Me gustaría hablar contigo al final de la clase… a solas- le dijo por lo bajo con un tono de voz algo inusual para la ella, especialmente ese "a solas" que se podía decir sonaba hasta seductor.
-Claro Ranma nos veremos detrás del gimnasio…- luego de esto le dedicó una amplia sonrisa la cual dejó al chico de la trenza deslumbrado, él solo la miró alejarse…
Continuara…
Notas de la autora
Acá estoy de nuevo con otra historia, vaya riesgo que me estoy tomando, tengo muchas cosas que hacer y espero no dejar mucho tiempo sin actualizar. Intentaré aplicarme todo lo que pueda se los prometo, espero subir un capítulo por semana, pero si me demoro más ruego por sus disculpas.
En cuanto a la extensión les avisó que manejaré entre 7 y 10 páginas, solo les daré más si estoy muy inspirada. Así que por fa no pidan más de eso porque mi cabeza no me da para tanto Jejejeje.
Como ven algo raro les pasa a Ranma y Akane, de repente están más atrevidos, por lo menos Ranma, al fin se anima a acercarse. Creo que les explicaré la situación conforme avancemos, pero puede que ya algunas hayan entendido por lo que puse en el resumen. Les diré que nuestros protagonistas irán superando esa timidez, tengan paciencia...
Perdón si va una que otra falta de ortografía por ahí, la verdad no soy una master en estas cosas, pero sé que podría ser peor…
Espero que este nuevo fic les guste, quiero saber sus opiniones sobre el capítulo, críticas, sugerencias, halagos, espero recibir reviews de todas ustedes, les doy las gracias a las personas que se tomaron la molestia de leer este primer capítulo.
No saben lo contenta que estoy con la idea de esta nueva historia y con todos los planes que tengo para este fic, la mente pervertida va a tener acción.
Si leen, no sean malos y malas, nada les cuesta dejar sus comentarios.
Besos AkaneKagome
