Eso no fuegraciosoIt Was Not Funny
Por Royal blueKitsune
Traducción:Inniyah
Eso no fue gracioso. En consecuencia, él no iba reír o incluso esbozar una sonrisa.
Sin embargo, su boca se rehusaba a obedecerlo y parecía desarrollar un tic que hacía que las esquinas de sus labios movieran por sí solas. En cualquier momento… en cualquier momento iba a ocurrir lo inevitable y él no podría contener su mal dirigido humor. La situación, en definitiva, no debería haber sido tan cómica y por esa y sólo esa razón, él lucharía para no emporar las cosas.
Por ello, él se arrodilló a su lado y la levantó del suelo de manera gentil, como si de una pluma se tratara. "¿Te encuentras bien Hikaru?" Lantis mantuvo su tono amable y sus toques ligeros y consoladores. Esa sí que había sido una caída
Ella lo observó con los ojos nublados, tan parecidos a los de un niño pequeño y movió el labio inferior sobre el superior en un gesto testarudo, intentando no llorar. Lantis se sintió como basura. Culpable. Incluso apanicado.
¿Por qué Hikaru estaba llorando? Sus ojos rápidamente examinaron su cuerpo, buscando heridas ocultas o lesiones serias. ¿Quizás la caída había sido más fuerte de lo que él había anticipado?
"Soy un desastre," sus manos frotaron en forma violenta la tierra en sus mejillas y en la punta de su nariz, en un vano esfuerzo por limpiarse el rostro. Luego tomo aire. "Esa fue la declaración de amor más horrenda que jamás haya escuchado."
"Tonterías." dijo Lantis mientras hacía a un lado las manos de Hikaru y utilizaba su capa para limpiar los restos de suciedad y lágrimas que corrían por el rostro de la joven. "Pudo haberle pasado a cualquiera."
Para probar su punto, el caballero besó la punta de la nariz de la chica y deshizo su ahora, enmarañada trenza, peinando con sus manos el largo cabello de Hikaru.
"Lantisacabo de declarte mi amor. Entonces intenté besarte… y caí sobre mi trasero porque eres mucho más alto que yo y tu armadura es resbaladiza y estoy segura que tiene algo contra mí ¿Qué podría haber sido peor?
Las útlimas palbras terminaron en un tembloroso sollozo. Más lágrimas rodaron por sus mejillas aunadas a pequeños sobresaltos, o un fuerte ataque de hipo.
Con sobriedad, Lantis observó dos cosas:
A. Con cada minuto que pasaba, el espadachín mágico se sentía más y más como un bastardo. B. Su mente permanecía en blanco cuando trataba con una mujer llorando. En especial la mujer de la que, casualmente, estaba enamorado.
"Hikaru, no llores." Su mente luchaba por encontrar las palabras que no saldrían y por el consuelo que no tenía idea de cómo dar de otra forma que no fuese en silencio. Era parte de su naturaleza. "Yo también te amo. No llores. No soporto verte triste."
"En… ¿en serio?" Sus ojos se abrieron enormemente y abarcaron la mayor parte de su rostro en forma de corazón. Ahora, él no sabía a ciencia cierta qué hacer y maldijo su incapacidad de obtener buen pie cerca de ella. Lantis hizo la única cosa de la que estaba seguro.
Asintió con la cabeza.
Hikaru lanzó un grito bastante inapropiado- algo infantil- para la líder de las Guerreras Mágicas y arrojó sus brazos alrededor del cuello de Lantis - al parecer olvidando que hasta hace unos segundos había estado lloriqueando- y sintiéndose en forma repentina, llena de felicidad.
"¡Yo te amo también, Lantis!" Lantis rió sin poder evitarlo, debido al contagioso entusiasmo de Hikaru, sintió el corazón ligero e incluso se atrevería a decir, tan conttento como la joven. Era propio de Hikaru encantar a aquellos a su alrededor con su sincera inocencia.
Después de todo, ese era el motivo por el que se había enamorado de ella en primer lugar.
Fin
