La monocromía de mi vida sin ti.
Hola a todos los que estén leyendo este Fic, es el primero que escribo y espero que les guste, me estoy esforzando
No se confundan he! Mi personaje favorito es Itachi, pero siempre me ha gustado Sasusaku.
Comenten y critiquen mi trabajo.
Ai no kotoba
Lo tenía todo…
Todo lo que alguna vez soñé, una buena familia, unos excelentes amigos, una hermosa casa, el trabajo que siempre quise y lo más importante… el hombre de mis sueños.
Estaba casada con el hombre más bueno del planeta entero, amable, gentil, tierno…guapo, y así podría seguir pero en simples palabras lo describo como: El amor de mi vida.
¿Cuándo comenzó a ser doloroso hasta el respirar? ¿Cuándo mi vida se torno de este color?
Un color oscuro y frio, tan… lleno de dolor. ¡¿Cuándo empecé a sentir dolor?!
Ni siquiera sé cuándo todo comenzó, sabía que algo no cuadraba pero el destino a veces se disfraza de felicidad y te hace una mala pasada, yo pensé que todo estaba bien, que la vida me decía "buenos días" como siempre pero… no importa cuanto dure el día, siempre cae la noche.
¿Quieres que te cuente lo que me pasó?
Entonces comencemos en aquel día, dos semanas antes de mi aniversario de bodas.
Capítulo 1: mi vida era perfecta contigo.
Esa mañana desperté con una sonrisa en el rostro, cuando lo vi a él a mi lado, era domingo y él muy pocas veces tenía tiempo libre con ese trabajo suyo que me hacia vivir angustiada, pero no hablemos de eso, me levante de la cama sin hacer ruido para no despertarlo, quería tener listo el desayuno para cuando el despertara.
Me dirijo a la cocina, abro las cortinas para que entre un poco de aire fresco, con el viento se metieron algunos pétalos de sakuras, los árboles están floreciendo aquí… hermoso.
Preparo una malteada de fresa para él y una de chocolate para mi, unos hot cakes con miel, pongo flores en la mesa… me falta algo, ya se: dango, el dango le encanta; porque no hay edad para dejar de comer dulces.
Subo hasta nuestra recamara, abro la puerta y… ¿Dónde ésta?
-amor ya está listo el desayuno… Itachi…
-Bhuuu!-
Dios casi se me sale el corazón y eso que no sufro de hipertensión, Itachi estaba tras la puerta y salto detrás de mí para ¿besar mi cuello? Me estremezco toda, eso no se puede evitar.
-me asustaste- dije en tono alegre, cogiendo una rosa que sostenía en sus manos- creí que seguirías durmiendo en tu día libre, como siempre te pasas trabajando a veces no tienes tiempo ni para descansar pero...- le ofrezco una sonrisa - al menos hoy estas en casa.
-¿Sabes una cosa?- pregunto en un tono coqueto.
-¿qué?- dije arqueando una ceja siguiendo su juego
-eras la mujer más maravillosa del mundo -dijo sonriendo - te amo – tomo mi cara entre sus manos y me beso con amor y ternura
-yo también te amo, te amo más que nada, por eso siempre espero que te cuides por ti, y por mí;
¿Sabes? a veces pienso "que aria si no vuelve alguna vez"… yo…- decía comenzando a balbucear, pero Itachi me detuvo con otro de sus besos
-Ya te dije que no me pasara nada. Sakura, te amo pero si puedo hacer algo por otras personas lo voy a hacer, porque ese es mi sueño, y si puedo cumplir ese sueño lo voy a hacer sin importar que tantas veces arriesgue mi vida, pero… quiero que sepas que siempre intentare volver por ti… a tu lado…
-intentarlo no es suficiente, solo digo que si seguirás ahí, te cuides… yo solo… quiero que seas feliz, por eso siempre te apoyare
- preciosa… ya soy feliz teniéndote a mi lado -dijo esto y volvió a besarla- ¿sabes una cosa Sakura?-
-dime- dije regalándole una sonrisa
-El desayuno se está enfriando – tratando de hacerme reír y después…
-¿sabes una cosa? Ya existe el microondas… ¿por qué no mejor hacemos algo divertido?-
-Mmm…Señora Uchiha eres una traviesa - y comenzó a besarme nuevamente con devoción.
En ese momento yo era feliz. Faltaban dos semanas para nuestro segundo aniversario de bodas. Si, "FELIZ" Era la palabra correcta.
/
Ya en el comienzo de la tarde, ambos salimos a comer a un restaurante de comida tradicional que estaba cerca de la casa, de verdad soy afortunada ya que hoy no quería guisar; luego caminamos hasta el parque y miramos el hermoso carmesí que se pintaba en el cielo
-Mira Itachi, parece un cielo encendido en llamas…
-sí, es simplemente perfecto, hoy es un día perfecto porque estoy con la persona que más amo –volteando a verme tomo mi mano- No sabes lo feliz que soy Sakura; perdón…
-Hghh?, perdón ¿por qué?- aquello me extrañó
-Porque siempre hago que te preocupes por mi
-¡Pues claro! –Dijo con tono de broma- ¡Que diría la gente si tu propia esposa no se preocupara por ti!
Objetivo cumplido: Hacerlo reír
- Además de preciosa buena, ¿realmente abre hecho algo tan bueno en mi otra vida?
-no lo sé… yo me pregunto lo mismo cada día que despierto a tu lado…
El aire fresco que nos envolvía a los dos entre pétalos de cerezos me daba una sensación de felicidad interminable, nos miramos a los ojos y el tomo mi mano, a pesar del tiempo que ha pasado, no pude evitar sonrojarme
-¡HELADOS! –Pregonaba un señor por las calles- ¡HELADOS!-
-me compras un helado?... Amor…
-¿Qué?- pregunto como si no me hubiese prestado atención
-que si me compras un helado, despistado-
Itachi no pudo evitar sonrojarse, en ocasiones, se portaba como un chiquillo enamorado, pero qué más daba, si bien no éramos niños, si estábamos enamorados.
-Lo que quieras, MI amor.
Después de comprar el helado, caminamos tomados de la mano hasta la casa, que solo estaba a unas cuadras de ahí, en el camino nos topamos con Chiyo-Sama, una anciana agradable que vivía frente a nosotros. Esa señora siempre me ha caído bien, es muy amable con nosotros y hasta nos hornea pies, aunque detrás de esa dulzura hay mucha tristeza, alguna vez me conto que toda su familia había muerto en un incendio, debió ser muy duro para ella, pero de eso ya muchos años, nosotros la tratamos como de la familia.
Nos saludo y nosotros le devolvimos el saludo
-Al rato les llevare un pie ya casi salen del horno –
-Gracias, Chiyo-ba-sama, entonces la esperamos para comer…
Como prometido, media hora después ahí estaba comiendo con nosotros, los tres en la mesa disfrutando en un ambiente agradable.
Al día siguiente, Itachi me despertó con un beso, pero para desgracia de ambos, ya era lunes, yo iba al jardín de niños y el a su central, como ya es jefe, tiene más responsabilidades, desayunamos, nos bañamos y luego cada quien nos dirigimos a nuestros respectivos trabajos.
Inicio de semana: Fue un Día pesado.
Después de conducir como media hora, llego a la escuela, pasó a saludar a Hinata-chan, mi buena y tímida amiga que da clases en el salón de junto.
Entro al salón de clases, veo a mis niños, luego recuerdo como cada vez que entro al salón de clases el día que Itachi me pidió matrimonio.
/Era el primer año que impartía clases, Itachi era solo mi amigo, aunque ambos estábamos enamorados en "secreto", lo digo así porque al parecer todos se habían dado cuenta menos nosotros.
Estábamos en plena primavera, los niños ya me querían… ni siquiera era novia de Itachi pero aquella mañana cuando entre al salón, todos los niños ya estaban dentro, cada quien sostenía una cartulina fosforescente en sus manos y estaban vestidos de blanco, de pronto comenzaron a levantar cada quien su cartulina y se leía una frase que decía "cada vez que te veo, no me atrevo a decir lo que siento por miedo, soy tonto confesando sentimientos, pero la verdad es que no puedo estar sin ti, solo tenerte cerca me hace sentir feliz, así que por favor, si quisieras hacerme feliz cada día del resto de mi vida; por favor dime que si, VOLTEA"; en el momento que voltee vi a Itachi arrodillado y en sus manos un anillo de compromiso…
–Sakura, sé que no hemos sido novios, y que tú me ves como un amigo pero te prometo que si…-
Por dios estaba todo rojo y ¿sudando?, aunque no tanto como yo lo estaba, ni siquiera deje que terminara la frase cuando le dije con todas mis fuerzas
-¡SI!, yo también te amo- y ambos nos besamos…/
-si… yo también te amo -
-Sakura… preciosa despierta… -
Perdón, ¿no les dije?, ya había llegado a mi casa, me quede dormida en el mueble leyendo un libro
-sabes… jamás me arrepentiré de haberte dicho "acepto casarme contigo"-
-Yo menos amor, yo menos…
Otro día normal de mi vida comienza, un martes ¿Cómo cualquiera? No lo creo…
Llego a la escuela… lo de siempre
-buenos días señorita Haruno- dicen los niños
Varios cuchicheos por ahí…
-de grande quiero ser como ella…
-algún día me casare con alguien como Itachi-San…
-que hermoso cabello tiene…
-sí, es tan largo y sedoso…
Un chiquillo de los que siempre se creen el centro del mundo:
-pues sí, su cabello es hermoso pero… ¿que con su esposo…? lo tiene casi igual que ella…
-¡te da envidia! ¡Te da envidia!
-¡no es cierto!
Así comenzaba otro día típico, al menos eso pensé
Al salir de la escuela, recibí una extraña llamada…
-¿bueno?
-Hola!, querida, solo te hablo para decirte que mañana iré a visitarlos y me quedare unos días…
-¿QUEE?¡¿Cómo que vas a la casa mañana para quedarte unos días?! ¿Por qué no me avisaste antes?, Mamá sabes que Itachi y yo estamos casados, tú sabes… queremos un poco de privacidad…
-¡Así que era eso!... ¡Picara…! –mi madre, Tsunade, no pudo evitar soltar una carcajada, así es, Tsunade es mi madre, aunque hacia casi 6 meses de que no la veía, por qué llegaba tan de repente- No te preocupes… no los interrumpiré si eso quieres…- y comenzó a reír de nuevo.
-Mamá… por favor, no digas esas cosas…-
-¿Por qué?(soltando un suspiro)… cariño, eso es algo normal, como sea mañana te veo Bey…
-pero… - (….) típico, que cuelgue antes de que le diga algo.
Como sea, hacia mucho que no la veía y la extrañaba, realmente era feliz.
/
Como últimamente, ese día Itachi llegó tarde: últimamente ha habido muchos incendios…
Estaciono el carro de la central, abrió la puerta y me miró, de seguro por mi cara, algo raro.
-Mi madre vendrá a visitarnos- y se le dibujo una sonrisa, para el mas que una suegra era una madre.
Mi madre, hiso algo que nunca ni con toda mi vida podría pagárselo, mi madre quería que Itachi fuera mi novio y ¡él fue y me propuso matrimonio! con esa típica frase de ahora o nunca; si bien mi mamá le dijo una que otra mentirita, lo hiso para vernos felices.
Después de la boda Itachi me lo dijo, lo que hiso mi madre por él.
-Itachi, cariño, sé que amas a mi hija y sé que mi hija te ama a ti, lo sé cada vez que los veo juntos… pero si no te apuras a decirle lo que sientes por ella, hay alguien que te va a ganar el puesto, "ese" alguien de cabello rubio y de obvias intenciones hacia mi hija que cada vez que la ve intenta algún tipo de "acercamiento"-
Aquello fue algo que impulso a Itachi (pero la verdad, Naruto solo era y es mi amigo)
-¿cuándo? –
-Mañana –
No sé porque pero ambos nos reímos como locos esa noche, porque en el fondo, más que incomodidad, se sentía un ambiente familiar, la felicidad de estar la familia unida. Cuando era pequeña papá murió, los padres de Itachi también, solo tenía un hermano que hacía años no veía. Como yo he Itachi éramos amigos desde que tenía 16, y él me visitaba muy seguido, mi madre lo veía como a un hijo.
Sin duda era feliz: No quiero que piensen que tan solo les hablo de momentos felices, yo solo quiero que sepan cómo me sentía, como era todo antes de aquel incidente.
Ese día sentí que mi vida era como el cielo azul en donde se pintaba un hermoso arcoíris.
/
Despierto temprano, como de costumbre tomo un baño, Itachi ya se había ido, como siempre, no podía fallar. Desayuno, salgo para la escuela… creo que todo está listo, ya había limpiado la habitación de huéspedes, solo faltaba comprar: no tenía nada en mi despensa.
Mientras conducía a la escuela, sentí algo de preocupación: otro incendio hoy. "espero que Itachi esté bien"… luego algo mas invadió mi mente: "ojala que mamá llegue después que yo a casa; pobre… no me la imagino esperando hasta que yo llegue y abra… con lo desesperada que es…".
Pero nunca es bueno preocuparse tanto por cosas que no pasan, solo hay que preocuparse cuando sea el momento, en el fondo, se que todo estará bien: Mejor respiro
-todo estará bien-
A veces termino pensando que soy una paranoica, siempre me preocupo demasiado y al final todo sale bien.
Salí a las tres, me tope con una de mis mejores amigas, mejor dicho, con mi hermana, para mí eso era, lástima que tenía prisa.
-hola Sakura-chan – siempre tan cordial y alegre, no me extraña para nada que allá querido ser maestra de pre-escolar aun cuando su padre se oponía, siempre le han gustado los niños, pero es un poco tímida y no tiene novio, pero si uno que otro pretendiente pues ella en verdad es bonita aunque ella los ve con ojos de inocencia.
-Hola Hinata-chan, -
-Sakura… yo quería saber…eto… si podemos hablar algún día de estos… es que…eto- quiero un consejo.
-Claro que si, uno de estos días nos reunimos con Ino-chan, pero ahora tengo que irme, mi madre llega a la casa y quisiera estar ahí, tú la conoces… es muy desesperada. Si no me encuentra de seguro se intenta meter hasta por la ventana –ambas reímos
-es verdad, salúdamela de mi parte –
Esa Hinata, siempre ha sido tímida; "un consejo", creo que le empieza a interesar alguien, espero que sea alguien que valga la pena, ella lo merece.
Salí como loca al supermercado a comprar algo para hacer la comida, unos cuantos vegetales, algo de carne, y un poco de sake… a mi madre le encanta.
Tenía prisa de salir de ahí, luego pensé "que despistada soy", de seguro que si mamá no viene hoy, no compro nada hasta la otra semana.
Estaba un poco desesperada, la fila en la que estaba parecía no moverse y todo porque parecía que la cajera se había encontrado con una vieja amiga, ¡Sí! a la que estaba atendiendo y con la que parecía charlar muy alegremente, realmente esto me frustra: tienes prisa y tienes que esperar a que un par de cotorras terminen de chismear lo que no se han contado, aunque… eso me recuerda a Ino y a mí, pero qué más da, ella y yo no platicamos en el trabajo… tal vez porque no trabajamos juntas
¡Sí! Seguro es eso.
-quisieran darse prisa por favor –dije un poco nerviosa- los demás también tienen una vida que atender- diablos la cajera me mando una mirada fulminante, pero por suerte dejo de platicar y la fila avanzo.
Salí como 15 minutos después, subí las cosas a la camioneta y conduje hasta mi casa, conduje un poco rápido pero prudente, me pareció que el tiempo se pasó volando, me hice 20 minutos en llegar, estaba emocionada, hacia algo de tiempo, que no veía a mamá y tenerla en casa me hacía muy feliz, excepto por sus comentarios incómodos, pero que rayos, siempre estaba feliz de que estuviera ahí.
Abrí la puerta, todo parecía normal, ¡ALIVIO! Aun no llegaba, pero de repente, algo se me hiso extraño, un olor delicioso saliendo de la cocina, fui rápido a ver y, ahí estaba, ya hasta había hecho la comida, de seguro estaba esperando a que Itachi y yo llegáramos, me miro y su cara dibujo una sonrisa, la mía igual pero no pude evitar mi curiosidad
-mamá… ¿Cómo es que entraste?- pregunte extrañada y luego algo cruzo por mi mente, Salí rápido a ver si la ventana estaba rota- no… ¡qué alivio!-
-así es como saludas a tu madre Sakura, ni siquiera me saludas y ya sales corriendo- dijo en tono de broma
-lo siento mamá, claro que estoy feliz de verte –dije mientras la abrazaba- pero… me pregunto cómo es que entraste…
-Por eso fuiste a ver la ventana!, ¿qué clase de loca crees que soy? por primera vez quisiera que me vieras como gente civilizada –se aclaro la garganta y dijo: La última vez que vine le saque copia a tu llave
-¡¿Qué?! Como lo dices solo así, que rayos… ¿Cuándo? –pregunte confusa
-cariño, no debes de dejar las llaves al alcance de todos –dijo despreocupada
-mamá, las llaves estaban en el buro de mi habitación –dije con seriedad, pero… una mirada de mi madre bastaba para hacerme reír, de repente las dos ya estábamos riendo, ella volvió a abrazarme
-te extrañe mucho, hija- me encantaba que me mimara, así que la abrase y me acurruque en su pecho, los cuales eran un poco (emrmemrm) enormes por cierto, pero qué más da, luego ella siguió hablando- por cierto Sakura… ¿Dónde está ese Itachi? Ya quiero verlo, los he extrañado a los dos…
-de seguro no tarda pero depende de cuánto trabajo tenga hoy –dije con aire de melancolía
-Ese Itachi, aun trabaja ahí no es cierto? –Yo asentí- no te preocupes Sakura, la misma historia no se tiene que repetir dos veces ¿sabes? –me dijo y me estrujo más fuerte.
Escucho el sonido de un carro estacionándose, Itachi había llegado, como siempre abrió la puerta y me empezó a buscar
-Amor… ya llegue.
Se le hiso extraño ver que no respondía, pero yo quería que fuera a la cocina y se diera cuenta de que mi madre había llegado. Así que deje que buscara.
Se guio de seguro por el olor de la comida, había preparado onigiri, salmón junto con algunas verduras y café tradicional japonés que le gustaba a Itachi. Al abrir la puerta este se percató de quien había llegado, sonrió alegremente y la abrazo
-que gusto volver a verla suegra – realmente se veía feliz, él ya había sufrido mucho en su vida y al fin se merecía algo bueno, y ese algo éramos nosotros, una familia.
-A mí también me da gusto verte hijo…-le decía mi mamá mientras se percató de algo- Itachi, aun no te has cortado el cabello –Itachi se puso rojo como un tomate.
-no… creo que así me gusta –respondió el un poco apenado y quitándoselo de las manos
-¡Vaya! sí que lo tienes largo, si sigues así lo tendrás más largo que el mío –dijo mi mamá jugando, pero al ver la cara de Itachi que estaba hecha una manzana, se echó a reír- no lo tomes enserio hombre!, es más, ni pienses en cortártelo que lo tienes bien guay!, oye, dime… te echas algún tratamiento o algo ¿nee? –decía ella tan calmadamente, mientras que la cara de Itachi estaba a punto de explotar
-mamá, ya deja de acosarlo, Itachi no se echa nada, es natural… y sí, mi marido es todo un guapo –dije sonriente.
Al final de la plática los tres nos sentamos a comer, charlamos, reímos… nos contamos lo que nos había pasado mientras estábamos lejos… en fin; un típico cuadro familiar, seguro éramos pocos, pero con amor de sobra.
El ambiente era cálido, agradable, hacía tiempo que no probaba la comida de mamá y enserio ella guisa delicioso, yo también, claro, eso es algo que aprendí de ella, pero probar su comida me hacía recordar cuando Itachi iba a comer a la casa, ella le preparaba su platillo favorito y el encantado, platicábamos como ahora, reíamos como ahora, pero ahora había una gran diferencia, Itachi ya no estaba de visita, ahora era mi esposo, pero aun así seguíamos como hace años. Felices como una verdadera familia. Nada podía estropear mi felicidad. Nada.
Ya por la noche, cuando los tres estábamos cenando, a mi madre se le ocurrió hacer otra de sus preguntas indiscretas, que para mi sorpresa era algo que ya había planeado, algo que siempre quise pero que vendría más adelante.
Estábamos sentados en el comedor, tranquilamente hasta que, sin más ni más, mi madre empezó a hablar.
-Apropósito hija, no piensan tener hijos? –dijo en un tono serio, yo casi me atraganto con el pan, Itachi se puso rojo, pero comenzó a hablar
-Claro que sí!, eso es algo a lo que nunca hemos dicho que no, pero por ahora, ambos tenemos trabajo y para nuestros hijos queremos todo el tiempo del mundo –dijo decidido, pero mi madre quería una respuesta más concreta.
-No es que yo esté tan vieja como para querer unos nietos pronto, pero… ya les falta poco para cumplir dos años de casados, ¿no creen que han esperado suficiente? –si, ella es insistente, pero yo tome la palabra
-claro mamá tu aun eres muy joven –dije en tono de broma, mamá ya tenía 50 años, pero bueno…-pero la verdad Itachi y yo ya habíamos discutido este asunto, solo esperaremos unos meses más…
-Es cierto, solo me falta juntar un poco más de dinero para comprar una casa más grande donde quepamos todos –dijo Itachi.
-Todos! Pero si esta casa ya es muy grande –
-sí pero Sakura y yo tendremos a lo mínimo unos cinco hijos! –dijo en un tono un poco pícaro, mi madre casi se atraganta al escuchar eso
-¡cinco hijos a lo mínimo! –repitió perpleja- pero cómo es posible…- yo le pegue un codazo a Itachi y ella siguió hablando al mirar el gesto- haaa!, me están tomando el pelo, ya verán! –dijo en tono acusador
-Bueno, bueno, solo serán dos pero lo de la casa no es broma-dijo Itachi agitando las manos- Si me retiro en unos años todo el tiempo para ellos ¡¿no suena genial?!
-y para mí no tendrás tiempo –pregunto fingiendo desconsuelo y con una cara de niña de 5 años a lo que Itachi respondió con unas pequeñas risas
-yo siempre tendré tiempo para ti mi amor, porque tú eres mi vida entera –mi madre se nos quedó viendo y comenzó a hablar ¡OTRA VEZ!
-Lamento interrumpirte Romeo pero mami está en casa! –dijo en un tono risueño con una cara que no aguantaba la risa y termino por estallar, Itachi y yo nos pusimos rojos y ella continuo
-pero vaya que no quiero arruinar sus momentos especiales, solo bromeaba –dijo sacudiendo las manos y luego cambió su tono a uno un poca más serio- a propósito hija, ya que estoy aquí, mañana podrías llevarme con Jiraya después de tu trabajo?
-Claro mamá, ahora que lo mencionas, yo tampoco lo he visitado en un tiempo, me gustaría ir a visitar a mi padrino favorito! –dije entusiasmada
-Si quieren… yo las acompaño –dijo Itachi
-eso me encantaría –respondí.
Y así se nos fue el tiempo, entre risas y planes, y por cierto en planes, ¡Pronto me reuniré con las chicas! seguro que ellas me ayudan a planear algo lindo para mi aniversario, el año pasado, Itachi pidió el día, me dio rosas, me llevo de día de campo, fuimos al parque, caminamos, me llevo a un restaurante lujosísimo, y al final terminamos con una velada hermosísima, ¡Itachi era todo un romántico!, a decir verdad siempre lo fue; pero esta vez quería sorprenderlo! Planear algo hermoso e inolvidable, seguro que Ino-chan y Hinata-chan me ayudaban en eso, ellas siempre me impulsaron para que le dijera a Itachi que lo amaba, pero bueno, el me gano primero!, además… que mejor que planear cosas con tus amigas, cosas…
Capitulo siguiente: Planeando el momento especial
Espero que les haya gustado y no se desesperen, ténganme paciencia, intentare mejorar mi estilo de redacción, los espero la otra semana y gracias por leer.
ai no kotoba
