¡Hola!

Este fic lo escribí como reto a una pregunta en un foro y tuvo bastante éxito; por eso he decidido colgarlo aquí. Es muy breve, de hecho lo escribí en la misma ventana de review del foro XD.


No hace falta decir que los personajes no son míos, sino que pertenecen a SquareEnix. De lo contrario, otro gallo cantaría XD

¡Espero que os guste!

REFLEXIÓN

Eras la persona más apática del mundo, y es así como aun te recuerdo, aunque ahora sonrías a más no poder y me mires desde los ojos de otro. Sé que sigues siendo tú, pero en cierto modo no lo eres. Ni ese es tu cabello, ni esa tu mirada, ni esa tu forma de andar o de demostrarme cuan superior eres y que poco temes al mundo.

Yo siempre te he deseado desde la distancia, desde la prudencia. Nada evidente, que pueda incriminarme o ponerte en un apuro. Creía que así estaba bien, ya que lo que yo siento no es normal. No puedo declarar que me atrae un compañero, no puedo explicar que me gusta otro hombre, no puedo confesar que deseo a un crío. Mmmmm, soy de lo que no hay, eso es un triple tabú.

Ahora ya no estás en un lugar que pueda alcanzarte, o no sé cual es el precio que se me exige por ello. Encuentro lo que ahora eres, y lo veo marchar con paso seguro hacía un destino impreciso, buscando a un amigo sin saber que en realidad no lo es. Ni es amistad lo que los une, ni es amistad lo que desean. Y no se da cuenta, ninguno de los dos se da cuenta. Recorren el mismo camino desde direcciones opuestas condenados a encontrarse en algún punto, más cerca están a cada paso y siguen sin ver la realidad de sus setimientos. Y yo lo veo y me crispo, porque le recuerdo cuando antes tampoco eras capaz de ver lo que yo sentí... porque no puedo jurar que tú sintieras algo así. Que tuvieras sentimientos siquiera.

Si pudiera le partiría la cara, quizás al dolor abra los ojos, quizás necesita que le griten al oído interno "¿¡Es que no ves que te quiere!?" , y quizás en ese instante sería sincero consigo mismo. Porque si no puede ser mío, que al menos sea de otro si eso le hace feliz. Y si es feliz, podré ver la sonrisa que no te pertenece; pero imaginaré que es tuya.

Creo que estoy actuando de una forma muy patética siguiéndole así, esperándote ver aparecer en su lugar, cuando ni tú ni yo estamos seguros en qué necesitas hacer para salir de ese cuerpo. Siempre has tenido una llave muy especial, pero parece que no es capaz de abrir esa prisión en la que te encuentras. Alguna vez estuve tentado en preguntarte si con la misma podrías abrir mi corazón; pero después recordaba que yo no poseo tal cosa. A pesar de todo, tu me hacías sentir como si lo tuviera.

Y ¿sabes?, a veces es un peso muy doloroso, como ahora.