Disclaimer: Shingeki No Kyojin es propiedad de Isayama Hajime.


Advertencias:

Lenguaje Soez. Situaciones para adultos. Fluff. Sexo Explícito.


Soundtrack Recomendado:

Kiss With a Fist.—Florence And The Machine.

My Pony.—Ginwine.


-Te juro que no tengo nada en contra de que le guste que le metan la longaniza por detrás, te lo juro…—Insistí inútilmente a mi rubia prima, quién se echó a reír—Menos mal…

-…pero es la millonésima vez que nos metemos a este barrio por él, que nos exponemos a que algo nos pase, nada más porqué a este traga sables le gusta ver a su noviecito secreto moviéndole el rabo—Tori se arrancó a carcajearse ante mi histeria y yo por instantes quise, de verdad quise asfixiarla con la servilleta que tomé de una mesa cercana.

-No entiendo de qué coño te ríes…

-Levi, por favor, ¡relájate! Marco solo quería ver a Bert de nuevo, no pasará nada.

-Oh, claro que no, Tori, querida. Seguramente solo nos asaltarán y nos secuestrarán, nos matarán y desmembrarán para evitar dejar rastro y al final por alguna razón me culparán a mí, sólo eso, ¿a qué sí?

Sí, suelo ser un tanto exagerado. No me juzguéis. Joder, soy el primo mayor, mi deber es ser un histérico paranoico. Un histérico paranoico enano que debía cuidar a este par de enfermos que gustaban de clubs puteros –por qué no, ahí no sólo bailaban- y enamorarse de los puñeteros strippers, cómo era el caso de Historia y cómo no, también del maricón de Marco.

-Creo que en vez de estar tan tenso deberías relajarte y buscar a alguna chica o chico que te guste, primo—Instó Historia con una sonrisita traviesa. Yo me ofendí. ¿Yo? ¿Buscar culo en un club de strippers? Ni que estuviera tan desesperado…

...bueno, quizás sí. Pero solo un poco.

Le volteé la cara, indignado.

Y en ese momento lo vi.

Pero quizás os encontréis algo confundido. ¿Quién es este enano pesado que está más tenso que Frodo Bolsón en una joyería? Bueno, me llamo Levi. Levi Ackerman. Gay aún en fase de negación.

Más o menos. Bueno, me van los tíos, pero tengo novia, que sabe que me van los tíos y me apoya. Y hasta me da consejos y eso a la hora de follar, que aprecio, de verdad aprecio. O lo haría sino me frustrase tanto el hecho de ser más virgen que ese caro aceite de oliva que venden en el súper.

Me estoy desviando.

El caso es que me llamo Levi, soy gay aún en etapa a medio negar, y justo ahora estoy a punto de enamorarme de una persona no correcta para mí, todo por acompañar a mis primos –la enana rubia y el marica de pecas- a ver a sus respectivos caprichitos.

Que ninguno pudo haberse enamorado de algún chico de por la cuadra, no, se tuvieron que enamorar de strippers, y de paso, claro, cómo es su santa costumbre, me llevaron con ellos entre las patas.

Si tan sólo los hubiera dejado ir solos, con suerte y alguien les asaltaba, les secuestraba, les mataba, les descuartizaba para no dejar rastro y me dejaban así vivir una vida tranquila.

Pero no, tuve que ir, tuve que acompañarlos y tuve que girar el rostro haciéndome el ofendido justo cuando aquel pedazo de queso –lo digo por lo salado, por lo buenorro, pues- salió de quién sabe dónde, medio desnudo y mostrándose ante todos, todo orgulloso él de su inmensa belleza.

Gracias Dios, por los sagrados alimentos, fue lo primero que pensé cuándo lo vi.

Y cuándo el me miró…bueno, aparté del parón en mi respiración, el bajón en mi ritmo cardíaco, y la hipotensión que me provocó, pude sentir, muy, muy en el fondo, más allá de mi páncreas y eso, que ése hombre, precioso hasta un extremo que puede considerarse pecaminoso, me llevaría a la ruina.

Pero bueno, en ese momento estaba demasiado ocupado enamorándome de él a primera vista así que eso último lo pase muy por alto. No pude evitar sonreír cómo toda una doncella cautivada.

Él me devolvió la sonrisa.

Joder, pensé. Menudo pedazo de pan me acabo de encontrar


Todo fue por Culpa de Historia & Marco.

Capitulo I.

"Los Dilemas del Histérico"


El novio de Marco se llamaba Bertholdt. Era un tío enorme, cómo de dos metros que tenía siempre cara de haber matado a alguien. Excepto claro, cuándo miraba a mi primo. Y cuándo bailaba.

Cuándo bailaba ponía cara de macho semental y movía el rabo cómo si le pagasen por ello. Oh, espera, si le pagan. Bastante. Sin embargo a pesar de ser stripper y que su trabajo básicamente se basase en mostrarse ante medio mundo, Marco no se había encelado nunca en el año que llevaban de relación secreta.

No tenía razones, la verdad. O bueno, sí que las tenía, pero Bertholdt estaba completa y auténticamente idiotizado por mi primo. Solo hacía falta verlo para notarlo.

Aquella noche, luego de haberle visto bailar, mi primo, cómo todo el macho pecho lampiño, abdomen de espartano que era, corrió tras bastidores para ir a darle su arrimón, dejándonos, cómo se había vuelto su costumbre, a Tori y a mí solos.

Pero bueno. Eso no importaba mucho, porqué luego llegaba la otra gigantona a por la enana y se la llevaba a quién sabe dónde por un buen rato, seguramente a magrear y amarse secretamente. Dicho y hecho, luego de cinco minutos hablando con mi irresponsable prima rubia, llego Ymir, la bartender del lugar y se la llevó, dejándome a solas.

-No pongas esa cara, tapón—Dijo Ymir, mientras rodeaba a mi inocente –ya, inocente, claro- prima con uno de sus poderosos brazos de lesbiana golpeadora—El show que sigue te lo dedican a ti…

Alcé la ceja—¿Cómo dices?

-Le gustaste a alguien de aquí—Confío ella guiñándome el ojo—Disfrútalo, y ya que estamos, llévatelo a algún cuarto. O deja que él te lleve a ti, en su defecto, para que te quite esa cara de culo que tienes siempre.

-¡Que te follen!—Grité, mientras ella se marchaba con Historia, muy risueñas las dos. Perras, pensé, con el corazón acelerado. ¿Yo? ¿Le había gustado a alguien? ¿Sería al pedazo de pan de ojos verdes?

No, Levi, no pienses en el bizcocho ese, piensa en otra cosa. Cómo en el sermón de hora y media que le darás a los dos cabrones que tienes por primos cuándo llegue la hora de volver a casa, sí, en eso mismo…

Debo admitir que esa determinación no me duró mucho. Cuándo las luces se bajaron nuevamente y Ride My Pony comenzó a sonar por todos lados, supe que me perdería. No, que ya estaba perdido.

Bien, bien jodido.

Decir que ése hombre era perfecto era quedarse corto. Era alto, pero no en exceso –cómo Berto o la lesbiana de pecas- sino que era alto con un cuerpo tan bien proporcionado que me hizo preguntarme seriamente si ser tan sexy no era ilegal. Lo sé, lo sé, soy un as en esto de los piropos.

Y tengo más, debo confesar.

Su rostro era de un ángel, pero la mirada que esos ojos verdes me lanzaron desde la distancia era tan lasciva, que me hizo enrojecer cómo semáforo del centro.

Ósea mucho, porqué seamos sinceros, esos nunca cambian de color, parece que solo tienen el rojo.

Me estoy yendo por la tangente, muchachas, avísenme.

Su cuerpo era un puto pecado y ya no hablemos de su manera de moverse. Joder, pensé, con las mejillas ardiéndome, con el corazón a punto de explotar, ninguno de los otros strippers compañeros de Bertholdt me habían hecho ni parpadear, pero ahora… él era perfecto, pensé. Me lo repetí, porqué joder… sus caderas estrechas, su abdomen cincelado, su piel color canela y su cuerpo cubierto en sudor…

Necesitaba urgentemente un manual acerca de cómo volver a respirar solo, porque de un momento a otro, me encontré sin aliento, perdido, perdido de verdad. Ni siquiera cuándo vi la película de Magic Mike por primera vez me había quedado tan en blanco.

Pero lo siento, Channing Tatum, pensé, con la vista fija en aquel baile perfecto, ni tú, todo buenorro y alto te comparas con la belleza de ahí, del escenario que me está viendo sólo a mí.

Momento…

Jo-der. ¡Joder! ¡Joder!

Me estaba viendo sólo a mí. ¿A mí?

Nah, no lo creo. Tal vez había alguien sentado tras de mí muy guapo. Y seguramente no era a él a quién se refería la pesada de Ymir. No, seguramente no. Sino a algún tío normal que no pareciera un dios griego ni que se moviera mejor que el esposo de Sofía Vergara en la segunda parte de esa educativa película(1)…

Sí, piensa eso, Levi. No salgas de tu fase de medio negación, si lo haces y dejas a Petra, las familias se enfadarán, te arruinarás la vida, serás odiado, posiblemente exiliado, y, y…

No sensual extraño, no te acerques a mí…

Mis cientos de temores se tomaron la libertad de revolotear un instante más en mi aturdida cabeza. Pero cuándo la belleza del escenario se dirigió a mí, aún con la música resonando en todas partes y el gentío a mi alrededor enloqueciendo en ovaciones, en ése preciso, preciso momento, mande todo a la mierda.

-Hola—Saludó con una sonrisa. Una sonrisa muy sexy, cabe destacar—Me llamo Eren.

¿Te llamas Eren, querido? ¿Enserio?

Pues vale, que yo te llamaré bizcocho.


Continuará.


Primero que nada, aclaraciones bonitas:

(1): Magic Mike XXL: La segunda parte de una serie de películas super educativas. Bueno, quizás no mucho, pero es bastante artística, si ustedes saben a lo que me refiero.

Ahora sí; les traigo este pequeño nuevo fic, espero que os guste. Será ligero y estará lleno de comedia. Os prometo también que la actualización de Mad First Love estará lista el Viernes. Perdonen tanto por la tardanza y gracias, gracias por todo su precioso apoyo.

¡Les amo con todo, todo, todo mi corazón!