No he muerto! Aun respiro y he llegado con este fic como estreno de este nuevo y maravilloso año 2012! Pido disculpas de antemano por no haber publicados los fic que tengo prometidos, pero les aseguro que todos están en desarrollo y próximamente se los traeré para que disfruten
Con respecto al crossover Resident Evil- Naruto, déjenme decirles que esta algo mas complicado de lo que creí en un principio X_x, e tenido que leerme un par de novelas de resident y buscar información acerca de cada monstruo de la corporación umbrella, ya que este crossover pondrá a algunos personajes de Naruto dentro del contexto de resident Evil, mas específicamente, en la tragedia de Raccoon City. Es algo complicado que enmaraña muchas cosas y quiero hacerlo bien, así que por favor, paciencia…
También are mención de mi grandisima amiga y muy, MUY paciente beta, Aedora-chan que como últimamente ha hecho, me ha ayudado con este fic, Aedora se que detestas lo rosa y solo te pido que no mueras de diabetes y resistas un poco mas… Gracias Por Todo!
Bueno y ya sin mas palabras, A Leer!
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Míralo Nada Más
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-Míralo nada más, se pasea tan inocente que pareciera que lo hace a posta…- escuchó a su lado, pero no abrió los ojos – es obvio que esta consiente de lo lindo que es ¡y ni se molesta en disimularlo!- el grito sumado al codazo en su brazo le irritó lo suficiente, dirigió sus ojos inyectados en rojo hacia su compañero prometiéndole mucho dolor si continuaba con su molestia- jejeje tranquilo… no lo puedo evitar ¿vale?, nada mas verlo se me hace agua la boca- lanzando un suspiro resignado condujo la vista hacia el famoso punto de interés
Al principio nada se había salido del cuadro ordinario, los mismos estudiantes en los mismos lugares. Las chicas coqueteando, maquillándose, hablando tonterías, arreglándose el cabello o simplemente sacando cosas de sus casilleros. Lo mismo se repetía para los muchachos sólo que ellos se saltaban la parte del acicalamiento por el patético despliegue de burdo machismo, rogando el interés de las féminas. Tal vez uno que otro estudiante saliera o entrara a los salones, quizás los profesores se dirigieran presurosos a sus próximas clases, lo más anormal, el intento de chica de la Haruno discutiendo con el líder del club deportivo Lee, un no se que de desaire con el que le pedía su ruptura de noviecitos, patéticos
-Estás viendo hacia el lado equivocado mi hermano- le comento Suigetsu nuevamente colocando la palma de la mano sobre sus negros cabellos para rotarle la cabeza como si fuera enrroscable- Dulce bomboncito relleno recién ingresado, becado a cuarto año por estudios en ciencias y artes, quince años recién cumpliditos, libre y sin dueño, nada mal ¿eh?- lo siguiente de lo que se enteró fue que su muñeca había girado tres grados más de lo sanamente permitido, haciendo sonar sus huesos provocándole un dolor terrible - ¡Serás Bestia! – gruño apretándose la mano
Satisfecho con el grito de dolor, regresó sus oscuras pupilas hacia el pasillo, procurando esta vez, concentrarse en la dirección que Suigetsu se empecinó en mostrarle
Entonces lo vio, y se sorprendió de tenerlo tan cerca, realmente. Delgado, delicado, muy hermoso, de piel canela, estatura media, cintura fina, caderas anchas, el cabello rubio intenso como el oro algo alborotado tomado del lado derecho por un par de ganchillos azules, tenía los ojos cerrados tras unas abundantes pestañas rubias, marcas lineales en la cara y labios cereza
Permanecía parado a un lado del casillero de Sabaku no Gaara mientras el pelirrojo le instruía acerca del horario de clases sacando libros para meterlos en su bolso
-Tranquilo Naruto, en una semana te acostumbraras a la rutina- Sasuke frunció el ceño cuando aquel mal nacido mapache rodeó con sus brazos al más chico, pegándolo contra su pecho mientras le acariciaba los dorados cabellos- vamos, te llevaré a tu dormitorio y luego iremos a comer algo- tan caballerosamente como nunca Gaara cargo con la maleta que yacía a un lado de los dos, rodeó la cintura de Naruto con el brazo libre y se adelanto a caminar con él vía los dormitorios del cuarto año
-cierra la boca o te entraran moscas- se burló su compañero aun sobándose la muñeca, no había perdido detalle de cómo el pelinegro se había quedado viendo al nuevo- ¿y bien?
-Creí haberte escuchado decir que no tenia novio…- habló por fin, su tono grave de voz erizándole los vellos de la nuca al de cabellos blancos
-¿Lo dices por Sabaku? Relájate, el mapache sin cejas actúa tan cariñoso porque el bomboncito es su pequeño primo… -
-Por eso y porque están comprometidos idiota – les habló Karin, la muchacha celosa ante el interés del moreno dio a conocer lo que ella sabía del nuevo- escuché hablar de la rectora Tsunade junto con el consejo que el becado formaba parte de familia noble y que su primo era por acuerdo su futuro esposo, lo siguiente no lo entendí bien se formo un barullo incomprensible que no tenia comienzo ni fin… -
-Vaya que eres lista cuando te provoca ¿eh Karin?- Suigetsu tuvo que esconderse tras Sasuke cuando la chica trato de golpearlo, riendo nervioso- pero tengo que reconocer que has averiguado algo muy importante, no me cabe en la cabeza como dos hombres pueden ser comprometidos pero bueno… -
-eso es porque el chico rubio no es hombre- todos, hasta Sasuke se giraron sorprendidos al escuchar la voz de Jugo, el sujeto jamás abría la boca- ha nacido doncel como mi hermano Kimimaro…- finalizó extendiendo la mano fuera de la ventana en la que enseguida un ave se reposó
-¿Sangre Noble, Comprometido y doncel? ¡Jah! Yo que pensaba secuestrarlo todo un fin de semana para "enseñarle" a usar mi colección de "juguetes"- doblaba los dedos para imitar las comillas
Claro que el asunto del compromiso no le bajó ni un poco a Sasuke el interés, él era un Uchiha, y un Uchiha siempre conseguía lo que deseaba y ese día lo que deseaba era al recién ingresado
Como si las cosas se dieran para él sí porque sí, al día siguiente se dirigió hacia el rubio, estaba como el día anterior parado calladamente junto al casillero de Sabaku esperando que el pelirrojo llegase de su clase. Sin miramientos ni delicadeza lo jaló por un brazo dentro de un salón ya desocupado en cuya puerta se apostaron Jugo y Suigetsu para que nadie entrara. Lo azotó contra la primera pared que se cruzó en su camino, hundió la rodilla en medio de las temblorosas piernas, le rodeó la cintura con la zurda y sujetó los cabellos dorados de la nuca con la diestra, inmovilizándolo para que recibiera el beso fogoso e indeseado
En medio del forcejeo que bien no le afectaba demasiado al moreno puesto que las fuerzas del menor eran reducidas comparado con las de él, pudo notar el color de ojos que poseía, al contrario del día anterior tenía los parpados separados a más no poder, la cortina de espesas pestañas sin interferir con el azul zafiro de aquellas pupilas acuosas y asustadas que le veían sin parpadear. Se permitió un sólo segundo verse a sí mismo reflejado en sus ojos para perder la concentración de lo que hacía, al segundo siguiente estaba a un metro de distancia del rubio sujetándose la mejilla, donde la pequeña mano canela le había golpeado, de su labio corría un caminillo de sangre que lamió perversamente dirigiéndole una mirada mas que excitada con sus oscuros ojos
Naruto se encogió un poco pero no cambió su expresión de repulsión, era como una fierecilla enjaulada que se resistía a doblegarse ante el cazador a pesar de estar atrapada completamente. Aquello excitó a Sasuke como nunca nada lo hizo pero no pudo tan siquiera ponerle un dedo encima cuando el puño mucho más fuerte de Sabaku no Gaara le cruzó la cara en un parpadeo y sin que ni él ni el asustado rubio se lo esperaran. Aparatosamente logró mantenerse en pie luego de llevarse por el medio un par de mesas, levantó la cara cuyo pómulo reventado dejaba correr una zanja ensangrentada y sonrió prepotente, nunca se le había ocurrido que el pelirrojo golpeara tan fuerte
-¡Gaara!- Naruto corrió hacia su primo siendo atrapado enseguida en un abrazo protector
-¿Estás bien?- los ojos aguamarina se intercalaban entre su asustado prometido y el bastardo Uchiha
-S-si, Gracias- enterró el rostro en el pecho contrario mientras le empuñaba la camisa para aferrarse a él
-Ya oíste Sabaku, está bien, perfectamente. De hecho lo pasábamos estupendo antes de que llegaras…- Gaara apretó un poco más el cuerpo de su pequeño primo mirando rencoroso a ese bastardo. Sasuke se estaba recostado sobre una mesa, con los brazos cruzados y su rostro limpio a excepción del pómulo, su expresión prepotente de costumbre y los ojos fijos en ellos
-Mal nacido…- si no fuese por Naruto ahora mismo estaría asesinando a ese Uchiha
-Gaara por favor sácame de aquí- los pares de ojos negros y agua marino giraron hacia el menor, ya no parecía asustado, apoyaba la cabeza en el pecho del pelirrojo mirando a Sasuke con una expresión indescifrable que logró incomodar al moreno
Un instante después Uchiha se hallaba solo en el salón, Gaara guió a su primo fuera, rodeándole la cintura, cuando la puerta se abrió pudo verse a los hermanos mayores Sabaku aun discutiendo contra Jugo y Suigetsu, y Sasuke entendió como era que había burlado la guardia de esos dos
Por encima de todo aquello ahora el moreno presentaba un enorme problema, ya no deseaba un simple recostó con aquel muchachito rubio, aquello sería demasiado pasajero y poco apreciable, deseaba disfrutarlo, lentamente para poder saborear la victoria. Lo consideraba como una retorcida manera de cazar, en el mismo instante en que fue visto con asco su orgullo se vio afectado, nadie le había rechazado antes y mucho menos golpeado para oponérsele a un contacto sexual y eso simplemente le excitó, que fuese prometido de Sabaku y que contara con la protección del mismo sólo agregaba más reto a la cacería para hacerlo más divertido
-Jum…- repasó con los dedos sus labios, recordando aquellos ajenos contra los suyos, tibios, suaves y dulces. Sonrió nuevamente, esta vez saboreando la sangre de la pequeña herida en su labio- Naruto…no sabes lo que te espera…
Las siguientes semanas podría decirse que trascurrieron con tranquilidad, todos los días Naruto esperaba a Gaara junto al casillero del mismo, y si se llegaba a topar con Sasuke o con alguno de sus amigotes estando él solo, simplemente los ignoraba. En una ocasión el Uchiha se atrevió a tomarlo de la cintura y atraerlo hacia él, cuando pasaba por el pasillo, pero éste simplemente le sonrió prepotente y le robó un beso fugaz antes de que Gaara apareciera, dejando al rubio confundido
No era que el Uchiha temiese a los Sabaku pero era mil veces más divertido acosar al pequeño prometido del pelirrojo en aquel juego de huidas
En otra ocasión Gaara cegado por los celos y la rabia le gritó a Sasuke lo cerdo y depravado que era al acosar a su prometido, los gritos se escucharon hasta el despacho de la mismísima Tsunade, para cuando la mujer llegó al lugar del alboroto ambos chicos de sexto año se liaban a puñetazos en medio del campus de ciencias. El castigo fue dictado después, al Sabaku se le ordenó permanecer los fines de semana en la biblioteca como asistente del asesor de estudio por un semestre entero, y a Uchiha le tocó quedarse en horas de la tarde en la facultad de medicina cumpliendo el enlistado de tareas pendientes que el profesor Orochimaru se encargaba de jamás dejar vacía
Por supuesto, la rectora sabía del poco agrado que tenía cada muchacho con los castigos que se les asignó, precisamente para castigarles. Sin embargo aquello era una treta, una muy elaborada treta del Uchiha
A la semana escasa, a Naruto tuvieron que llevarlo de improviso a la enfermería, aquella que se ubicaba convenientemente dentro de la facultad de medicina, presentando dolor de estomago severo, afirmaba haber comido en la cafetería el menú diario por lo que no se sabia que pudo causarle tal reacción, mas una inyección suministrada por la enfermera Shizune fue suficiente para que el joven rubio se aliviara. Gaara le fue a visitar al término de las clases de mediodía escuchando atentamente el diagnóstico de la enfermera, ella le pidió que le dejara descansar
- A Naruto-kun le vendría bien un pequeño reposo, Gaara-kun permítale dormir aquí mientras lo mantengo en observación, cuando llegue la hora de cierre de clases de la tarde puede buscarle- fue lo que dijo Shizune y Gaara no tuvo mas opción que obedecer e irse al turno de la tarde
Una hora después Shizune fue llamada porque una alumna de quinto se había intoxicado con químicos mientras pintaba escenografía en el club de teatro y era requerida en el lugar. Inevitablemente Naruto se quedó sólo en la enfermería, justo cuando la facultad de medicina cerraba por ese día y Sasuke Uchiha tenía que acudir a cumplir con su castigo
Cuando el timbre de cierre de la facultad se dejó escuchar, Naruto despertó algo exaltado con un mal presentimiento en el pecho al que trató de no darle importancia, sabiéndose solo salió de la enfermería una vez vestido con el uniforme. Era un poco espeluznante caminar por los pasillos vacíos y silenciosos, pero continuó caminando, si no mal recordaba necesitaba bajar por las escaleras y salir al campus, caminar en dirección a las oficinas y atravesar las canchas deportivas para llegar a los dormitorios, se concentró en recordar como salir de allí, tanto que casi no escuchaba el traquetear de algunos frascos dentro del ultimo salón junto a la escalera, sino hasta que estuvo frente a él
Un instante le invadió la curiosidad pero negó con la cabeza, se giró hacia las escaleras para irse, y ahogo un grito de susto cuando se topo de frente con Uchiha. Parado frente a las escaleras, recostado en el barandal lo miraba de aquella forma lujuriosa y prepotente como siempre que lo acosaba. Naruto dio un paso atrás, ensanchando la sonrisa del moreno, le daba gracia como reaccionaba el pequeño rubio
-Lo encontré…- escucharon desde la puerta del salón y al girarse, Naruto vio al chico de cabello blanco y dientes cerrados que siembre acompañaba al Uchiha
En la mano tenía un frasco de vidrio que lanzaba al aire y atajaba una y otra vez cual pelota de goma –Toma… - le arrojó el frasco a Sasuke por sobre el rubio y se encogió de hombros- iré a llamar a Jugo, el idiota ese se está tardando demasiado… -
Caminó a un lado de los dos, bajando por las escaleras silbando alegremente con las manos en los bolsillos. Una vez solos el silencio se tornó pesado e insoportable, Sasuke no parecía tener intenciones de moverse y Naruto no sabía que hacer
-¿Te doy miedo?...- preguntó el moreno al fin ojeando el frasco
El rubio apretó la mandíbula llevándose las manos en puño al pecho, sus ojos quemando como llamas azules a aquel sujeto que estaba comenzando a odiar de verdad
-¿Eso es un no?...- esta vez rebuscaba en uno de los bolsillos del pantalón, jugando con el frasco en la otra mano- tal vez si me temes, eres incapaz de moverte cuando me acerco a ti y no esta tu querido Gaara para cuidarte ¿no es así?
La voz grave y la mirada intimidante de ese sujeto estaba causando estragos en el cuerpo del joven, no podía negar que le tenía cierta repulsión, desde el día que le besó a la fuerza, cultivando ese sentimiento a medida que los acosos se hacían más y más frecuentes, las miradas lascivas, los gestos vulgares, las palabras susurrando cosas indecentes y las notas o mensajes en su casillero y dormitorio. Todo se había desencadenado el día que le contó a Gaara, su prometido fúrico se fue contra el Uchiha y ambos terminaron castigados
Pero algo no andaba bien, Naruto lo sabía. Antes de que las cosas se fueran por otros lados decidió salir corriendo de ahí. Caminó lo mas aprisa que pudo a un lado del moreno tratando de no cruzar mirada con él, colocó el pie en el primer peldaño de la escalera tratando de bajar enseguida sintiendo como algo le rodeaba la cintura
-¿Sabías que…? -los vellos rubios se erizaron al sentir el aliento contrario sobre su nuca, llevó las manos al brazo que le aferraba, tratando de soltarse. Enseguida un pañuelo húmedo de olor extraño fue colocado sobre su boca y nariz, obligándolo a respirar aquella sustancia- ¿el cloroformo es un químico que se consigue con facilidad en el laboratorio? ¿y que era usado como anestésico en el campo de la medicina en los años 1847?
Luchaba por quitar aquel pañuelo de su cara, pero el moreno lo presionaba rudamente impidiéndoselo, pataleó desesperado consiguiendo que el brazo en su cintura le apretara hasta que le provocó dolor, sus azules ojos dejaron entonces correr un par de lágrimas antes de cerrarse inconscientes
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-¡Gaara-kun!- le llamó la enfermera Shizune desde el otro lado del pasillo- que bueno que te encuentro así podremos ir juntos a la enfermería a por Naruto-kun ¿Ne?
El pelirrojo asintió desgarbado echándose el bolso al hombro emprendiendo el camino junto a aquella mujer hacia la enfermería, en el camino se preguntaba como sería el estado en que se encontrara su primo, sabía muy bien la condición que presentaba y pensar que el tiempo se acortara y…
-¡Aah!...- apenas si reaccionó a tiempo para tomar en brazos a la morena cuando ésta desequilibrada, casi y se cae escaleras abajo- L-lo siento Gaara-kun me he enredado con ese pañuelo- apuntó a un pequeño recuadro de tela algo amuñuñado en un costado del escalón
Regresando a la mujer de pie, se agachó a tomar el trapo, tal vez era de alguien que conociera si éste tenia las iniciales bordado, al ver el símbolo Uchiha no pudo evitar fruncir el ceño mucho más cuando Shizune tomando previamente el pañuelo mencionó que olía a cloroformo
-que extraño ¿verdad?- ella giró el rostro hacia el muchacho sólo para enterarse que este corría directo a la enfermería
-¡Naruto!...- abrió la cortina que daba privacidad a la camilla en donde sabía se encontraba el chico, pero lo que vio lo dejó sin aliento
-G-gaa… Gaa-ra-kun no está permitido correr por los pasillos…- entró jadeando la morena quedándose estática al ver el reguero de sangre sobre las sabanas de la camilla y…- o por Dios…- corrió hasta el escritorio, tomó el teléfono y marcó un numero mientras se dirigía a la camilla, echando a un lado a Gaara con algo de brusquedad, manteniendo el aurículas entre el hombro y la oreja, procedía a hacer su trabajo- Clínica Konoha, llamo desde el instituto de estudio La Hoja, necesitamos que traigan una ambulancia inmediatamente…
Gaara permanecía quieto, solo viendo el estado de su primo, casi ni escuchaba todo lo que Shizune decía, simplemente se quedo allí, de pie, tratando de entender que pasaba, Naruto está ahí, en la camilla de sabanas revueltas y manchadas de rojo, estaba pálido, frío, no se notaba su respiración, tenía el cuerpo algo cubierto con su camisa escolar rota y abierta, arrugada y sucia, todas sus demás prendas estaban esparcidas por el piso. Las muñecas estaban atadas al cabezal de la camilla con hilos de sutura que se hundían a su piel causando profundas heridas, el labio roto, el pómulo inflamado y los ojos casi cerrados dejando caer lágrimas
-… si ya he llamado para pedir una ambulancia- seguía Shizune hablando, esta vez con Tsunade- Gaara-kun quédate con él, yo iré un segundo abajo para indicarle la dirección a los paramédicos…- la mujer cortó los hilos de las manos, envolviendo las muñecas rápidamente con unas gasas para salir corriendo de la enfermería
El pelirrojo reaccionó entonces, colocándose a un lado de su primo tocándole el rostro con cuidado, tratando de saber como se encontraba
-Naruto…- sintió el escozor de las primeras lágrimas en años en los ojos, pero luchó contra ellas, evitando que salieran – Amor responde…- se sentó en la camilla, tomó el pequeño cuerpo entre sus brazos apretándolo todo lo que podía sin lastimarlo- ¿Qué paso?... ¡¿Qué Demonios paso?- gritó luchando nuevamente contra el llanto
-Gaara…- escuchó en un susurro notando como una pequeña mano acariciaba su rostro
El pelirrojo se separo de él, viendo con dolor como los ojos azules, cansados y tristes, trataban de enfocarlo
-¿Qué paso?- repitió tomando la pequeña mano con la suya, entrelazando los dedos- ¿Quién te ha hecho esto? ¿Quién te ha lastimado así?- apretó los labios, Naruto negaba forzando una sonrisa mientras atraía sus entrelazadas manos hasta su pecho
-ya no importa… él… él me ha tocado antes que tu… me ha tocado Gaara… me ha usado - habló en medio del llanto que luchaba por contener, sus lagrimas resbalando por las canelas mejillas, rompiendo el corazón del pelirrojo- no soy… digno de ti ahora…- olvidó la sonrisa dejando caer las lagrimas a borbotones escondiendo el rostro en el pecho de su primo- ¡no podré casarme contigo!, me han usado como a una perra Gaara…no podré… no soy ya digno de ti…
Se unió al llanto del pequeño, abrazándolo aun más, tratando de comprender como alguien podría lastimar de aquella manera a un ser tan frágil e inocente como Naruto. Resistió las ganas de gritar como lo hacía su primo, tenía que permanecer firme, si se desmoronaba él también, no habría forma de sacar a Naruto de aquel estado
-Dime su nombre…- gruño conteniendo su rabia
- no vale de nada… -
-¡Dímelo!- grito mirando fijamente los ojos azules
-Uchiha… Sasuke…- respondió con tristeza casi al tiempo que unas manos desconocidas le sostuvieron mientras apartaban al pelirrojo de él
Los paramédicos ingresaron al lugar, e interfirieron haciendo lo suyo, en un suspiro ya estaba dentro de la ambulancia siendo llevado a la clínica Konoha
-Llamaré a sus representantes, tienen que saber de esto - escuchó hablar a Tsunade, Shizune comenzaba a sucumbir ante la situación ahora que el estudiante de cuarto no estaba y Gaara permanecía serio mirando al piso- Sabaku será mejor que vayas a tu dormitorio
No se dijo más, tarde aquel día la familia Uzumaki recibió una llamada del instituto de estudio La Hoja informándoles que Naruto Uzumaki había sido llevado de emergencia a la clínica Konoha, se enterarían después de boca del mismísimo director del hospital, Hiruzen Sarutobi, viéndolo más correcto informarles él mismo a tan prestigiada familia de nobles, que su hijo había sido sujeto de abuso y violación, por sobre toda la angustia y coraje que conllevó recibir la noticia también fue un gran impacto saber la consecuencia que acarreaba. Kushina estaba devastada, no paró de llorar durante horas en la habitación donde residía su hijo, rezándoles a todos los santos y culpándose de todo. Minato por otro lado se hallaba en un estado de cólera contenido, por primera vez en quince años, desde el nacimiento de su hijo probó un cigarrillo, al que luego le siguió una caja entera, buscando serenar su mente para poder pensar, claro que era duro estarse tranquilo con su único hijo dentro de la habitación de una cínica de cuyo interior no paraban de oírse los lamentos de su esposa
A la brevedad la familia Sabaku se presentó con ellos, poniendo a disposición todo su apoyo y cuanta ayuda pudieran brindarles. Sin embargo, el menor hijo no se apareció, Gaara no estaba en el instituto La Hoja cuando fueron por él, los Uzumaki pensaron de ello lo peor, después de todo, posiblemente el pelirrojo estuviera consternado porque su futuro prometido ya fue despojado de su dignidad, no valía nada ahora
-Minato, yo… sé muy bien lo que estarás pensando de Gaara pero créeme, ni a él ni a nosotros nos importa lo ocurrido, el joven Naruto continua siendo el futuro prometido de mi hijo- le hablaba Tadashi Sabaku el padre de familia, sentándose a su lado, pasando un brazo en son de apoyo, sobre los hombros de un destrozado Minato
-No digas eso Tadashi, sabes tan bien como yo lo que esto le ha hecho a nuestros hijos y lo que nuestra sociedad establece…- una tensa pausa sucedió del hombre quien luchaba contra las lagrimas- un consorte despojado de pureza es lo mismo que un sirviente sin valor…
-¿Cómo puedes decir algo así de tu propio hijo Minato?- gruño escandalizada Karura, noble esposa del patriarca Sabaku- el Joven Naruto es un caballerito en todos los aspectos posibles, pasarían años antes de que apareciera otro consorte mas digno para nuestro Gaara -
-lo que ha pasado hoy es algo que se escapa de la voluntad de tu hijo, Naruto siente un gran respeto hacia su prometido y guarda mucha lealtad a su compromiso, lo mismo se puede decir de Gaara- continuó Tadashi, incorporándose para tomar las manos de su esposa y presentarles cara al líder Uzumaki- ¿acaso le negaras a Gaara su derecho como prometido?
-si él no esta aquí ahora se sobreentiende lo que desea…- respondió, encendiendo otro cigarrillo- no pretendo negarle nada al Joven Gaara, fue él quien desposo a Naruto en primer lugar, solo pienso que él estaría en todo su derecho de romper su compromiso dadas las circunstancias…- terminó, soltando una nubecilla de humo por la nariz
-de acuerdo… pactemos esto- habló Karura, retirando de un rápido movimiento el cigarrillo de la boca del rubio, lanzándolo lejos con una expresión de asco- dejemos esto en manos de nuestros hijos, que sean ellos los que hablen y decidan si el compromiso sigue o no en pie, pero permíteme afirmarte algo Minato, Gaara no le dará la espalda al Joven Naruto… - y colocando las manos en su pecho concluyó- ya que el amor verdadero no se rompe tan fácilmente -
Ante aquellas palabras el hombre no pudo decir ni agregar nada mas, sólo pudo soltar un largo suspiro de rendición antes de incorporarse y cerrar la discusión con un apretón de manos hacia el líder Sabaku. Una media hora después, Kushina y Karura se retiraban a la cafetería de la clínica, siendo la castaña quien tratara de animar a su deprimida amiga. Minato ingresó a la habitación donde permanecía su pequeño y frágil hijo, y tuvo que contenerse usando todo su autocontrol y vieja crianza fuertemente arraigada en su formación de caballero, para no romperse a llorar allí mismo, ponerse destruir cuanto estuviera a su alcance y gritar como un corriente campesino. La antes preciosa estampa de Naruto se veía tan rota y pisoteada que si no fuera porque él mismo, su padre, le había visto crecer, no creería que se tratara de la misma grácil y feliz criatura que naciera de su amor con Kushina. Y así, ante el dolor de un padre por su hijo, cayó pesadamente sobre la silla a un lado de la camilla, tomando una de las lastimadas manos entre las más grandes suyas, pidiendo mil veces perdón por no haberlo protegido, aun cuando nadie hubiera podido evitar aquel premeditado horror, era de esperarse que naciera dentro de su pecho la ácida y quemante culpa
Cuando llegara la medianoche, un desarreglado Gaara no Sabaku entraba a la clínica, parecía un muerto viviente, pero para sorpresa de sus padres, no apestaba a alcohol, como se adivinaba desde la distancia, Tadashi intuyó que su joven hijo se había ido a algún sitio a descargar su furia, y comprendiendo sus razones no lo molestó en ningún momento. El pelirrojo tomó lugar junto a su prometido en la habitación, velando su sueño a pesar que él mismo parecía infinitamente agotado, y para asombro de ambos pares de padres, no se separó en ningún momento del lastimado doncel a lo largo de toda la noche
Y al llegar la mañana, cuando un débil Naruto de ralentizados sentidos se despertó, fue Gaara el primero en abrazarle con dulzura, en colmarlo de de besos y expresar su infinito alivio en palabras algo incoherentes pero rebosantes de alegría. El resto de la familia se unió después, los Uzumaki no tardaron en saturar a su pequeño hijo con un Sin fin de palabras que iban desde lo referente a la preocupación hasta a la alegría más pura, los Sabaku también le prestaron su tiempo y aunque no fueron tan efusivos a Naruto le llegó su preocupación y también sus palabras de aliento. Lo más doloroso llegó al nuevo anochecer, cuando los prometidos se hallaban solos luego que el doctor Sarutobi les presentara la información referente al caso del joven doncel
El viejo doctor les había comunicado todo, desde cuales fueron las heridas y lesiones a tratar una vez ingresado Naruto a la clínica, hasta el resultado de las pruebas que se le realizaran momentos después a su tratamiento. Una profunda limpieza interna y un incomodo tratamiento de inyecciones que ya se había iniciado, garantizaban que el pequeño no quedara embarazado de su abusador, también se habían recogido muestras de semen para la identificación del mismo, exámenes que por el momento aun no daban resultados, pero una vez que estuviera en manos de Minato, seria una mortal prueba para arruinar la existencia del que había osado tocar a su hijo, sin mencionar que los Sabaku también planeaban presentar cargos, y sumado el comité del instituto La Hoja, seria imposible que el culpable no hallara justicia tras las rejas, quien sabe si algo peor
Informar que Naruto había sido despojado de su virginidad fue algo innecesario pero obligatorio de decir, y por más doloroso que fuera de aceptar también fue aclarado que la antes inconsistente salud del muchacho había sido gravemente afectada y por consiguiente sus contados años de vida se reducían drásticamente. Fue un golpe muy duro para todos, aun mas para la comprometida pareja, pero el silencio se impuso cuando la quebradiza voz del doncel preguntó en medio de las voces adultas
-¿Cuándo termina el tratamiento con inyecciones?- Sarutobi guardó silencio, mirando al pequeño en la camilla con evidente preocupación, sin embargo era su deber como medico responder
- En una semana -
-¿Y cuándo estarán listos mis órganos para una gestación?- preguntó de nuevo, haciendo tragar saliva a más de uno en la pequeña habitación, claro que nadie abrió la boca para replicar, no era su derecho, era el de Naruto
-C-con el debido reposo… en un mes posterior a la finalización del tratamiento- estaba a punto de agregar que aquello que pensaba era prácticamente un suicidio pero Kushina le pidió silencio con la mirada, teniendo que tragarse sus palabras después
-un mes y una semana…- susurró el chico, con los ojos cerrados- ¿podrían dejarnos solos?-
Y allí estaban, Gaara sentado en la camilla sosteniendo a su pequeño primo en los brazos, mientras éste lloraba sin hacer un sólo sonido, su respiración tranquila engañaría a quien sea que no fuera el propio pelirrojo, que sentía la humedad en sus ropas, pero al cabo de unos minutos por fin reunió las fuerzas necesarias para hablar
-no te pediría esto si no estuviera realmente seguro Gaara- susurró sin apartarse de su refugio- no aceptare que sea un desconocido, quiero que seas tú, siempre has sido tú…
-¿de que estas hablando?
-se que nuestro compromiso esta anulado, pero por favor… yo aun quiero cumplir parte de mi sueño… Gaara te lo ruego… aun quiero a mi bebé
-todo sigue igual que antes- tomó el rostro hoy más recuperado y compuesto del rubio y besó sus temblosos labios como muestra de sus palabras- te prometí que formaríamos una familia y eso es lo que haremos
-Gaara... tu… tu te mereces algo mejor…- susurró derramando nuevas lagrimas que fueron retiradas al instante por el pelirrojo
- No hay nada que sería mejor para mí, tú eres todo lo que necesito para ser feliz -
- P-pero… lo que paso… -
- Eso no importa, nada de lo que ha pasado importa…- con infinita delicadeza, tomó el cuerpo de su prometido en brazos cargándolo y separándole de la camilla, comenzando a girar acompasadamente por la habitación - seré yo el que te reciba en el altar, seré yo el que te acepte ante Dios, seré yo quien baile a tu lado en nuestra fiesta y el que te lleve de luna de miel al lugar del mundo que tu desees, seré yo el que te tome lentamente y con amor, con quien compartas lecho en nuestra primera noche, será mía la esencia que crecerá en tu seno, quien será el padre de ese niño y quién les protegerá no importa lo que pase, y definitivamente seré yo el que sostenga tu mano el día que dejes este mundo- Naruto lloraba en sus brazos, pero rodeaba el cuello de su prometido con mucho cariño escuchando todas y cada una de sus palabras- no hay lugar en nuestras vidas para ese bastardo, lo que ha hecho no tiene perdón, pero no permitas que también te arrebate tus sueños, no dejes que esto se entrometa en nuestras vidas ni en nuestra felicidad -
-Gaara…- con una mirada intensa de sus preciosos ojos azules el pequeño doncel miró fijamente al pelirrojo, sus ojos aguamarina retenían tantos sentimientos que al principio le costó descifrarlos, pero luego pudo verlos con claridad, todos los sentimientos de amor y entrega que su primo guardaba para él y solo para él, y pudo estar seguro que no habría nada sobre la tierra capaz de hacer que Gaara cambiara de opinión, y eso no hizo más que conmover al joven prometido, quien aceptando las palabras del pelirrojo cerró los ojos para besarlo - Te Amo…- el mayor sonrío complacido estrechando aún más el pequeño cuerpo entre sus brazos, haciéndolo girar una vez mas
-lo se, yo también te amo…- Naruto sonrío para él y se acurrucó en su brazos disfrutando del lento bamboleo, y como si fuera un niño pequeño se quedó dormido, arrullado por su prometido quien lo depositó en la camilla y le cobijó con cariño, besando su frente y ubicándose en la silla, listo para pasar otra noche en vela, cuidando el sueño del pequeño
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Continuara…
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Lista la entrega de la primera parte, en la continuación se sabrá que hizo Sasuke para dejar así a mi pobre Naru-chan (Jubi: en otras palabras el lemon viene para el próximo capitulo) Cállate eso es confidencial! Cof cof*…. Se agradecen REVIEWS! Sino no subiré nada!
Nos leemos! Sayoooooooo \_^o^_/
