Quiróptera

No se exactamente como sucedió todo. Solo recuerdo que estaba con mi novia, paseando después de ver una película. Era nuestro 2º aniversario.

Planeaba pedirle a Roxane que se casara conmigo en cuanto pasáramos por encima del puente que a ella le gustaba tanto.

Lo que no sabía era que me convertiría en eso.

Justo cuando pasamos por los alrededores de la base militar de donde vivíamos escuchamos una voz preciosa. Sonaba como un ángel caído del cielo. Por lo que pude ver en un cartel de la entrada se llamaba Diva. Ningún nombre le podía venir mejor que ese.

Dejamos de sonreír en cuanto empezó a cantar de verdad. Sentí un extraño dolor en el cuerpo, en lugares que no sabia que existían, en músculos que no sabía ni pronunciar. Vi como mi cuerpo empezó a convulsionar. Oía a Roxane gritar desmesuradamente junto con la gente que estaba alrededor.

No recuerdo nada mas hasta que sentí como alguien me hacia unos agujeros a distancia. Luego me acorde de que era una pistola, pero en ese mismo instante mi cabeza solo podía pensar en una cosa. Necesitaba sangre, quería sangre.

Me abalance sobre el hombre que me disparaba hace apenas dos segundos. Aterricé sobre su pecho y pude ver como su cabeza salía volando a 3 metros del lugar. Toda la calle se lleno de una sangre que se veía deliciosa. Rectifico, se veía deliciosa hasta que olí algo que me gusto mas, era algo que no se puede describir con palabras.

Como si de repente te encontraras con un billete de 100 en la acera, como si tu amor platónico te dijera que te amaba, era miedo. Si, miedo. Miedo mezclado con un aroma a nachos y palomitas. Era Roxane.

La vi medio tirada en la calle, con una cara horrorosa para muchos, pero que a mi me llenaba de una inexplicable sed de sangre. Vi como la vena de su cuello palpitaba varias veces cada segundo. Cada vez era más difícil aguantar las ganas de morderla. Vi como se llevaba las manos a la cabeza, creo que fue porque aullé tan fuerte que le hice daño.

Había mas gente en la calle, si, pero yo solo tenia ojos para ella. La quería de una forma tan intensa, tan animal, que moría de ganas por saber como se sentiría tener su sangre, de seguro caliente, en mi boca.

Al segundo estaba encima de mi amor, con la cabeza en su cuello, con los dientes rasgando su delicada piel. Seguía oyendo esa canción. La canción más bonita que había oído en mi vida. Quería ir al lugar de donde salía esa genuina voz, pero al acabar de beber toda la sangre de mi amada Roxane, sentí otro olor. Un olor tan fuerte y más atrayente incluso que el de mi novia.

Este no tenia miedo mezclado en el, sino valentía y coraje. Era un olor tan bueno que deje a un lado la voz de la cantante para poder buscar la fuente de tan encantadora fragancia.

Me dirigía en camino a ella cuando sentí un dolor más insoportable que el de las balas. Sentí cono me arrancaron el brazo derecho y una pierna. Vi a tres soldados, pero en vez de llevar armas de fuego, estos llevaban una especie de espada muy larga en sus manos.

Me acorralaron y luego de que dos de ellos me las clavaran en el tórax, el tercero vino por el aire para atizarme el golpe final.

En aquellos escasos segundos lo único que pude pensar con claridad fue que debía haber tomado otro camino en dirección al puente donde iba a pedir matrimonio a mi Roxane.


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