Un día me desperté pensando en como había llegado hasta esta situación. Era muy difícil para mí afrontarlo pero, ya no tenia caso negar algo tan obvio.

Me levante de mi cama y me aliste para irme al instituto, tome mi desayuno y me fui.

Cuando llegue al punto de encuentro de mis amigas, hay estaba como siempre de espaldas con su coleta de lado, era simplemente maravilloso poder verla.

Me puse a su lado y me saludo como de costumbre.

-buenos días Fate-chan- regalándome una cálida sonrisa.

-bu,…buenos días Nanoha- por alguna razón siempre me hace tartamudear cuando me mira de esa forma única y especial.

Después llegaron las demás chicas y como siempre Hayate molestándome.

Durante el camino empecé a recordar todos esos momentos tan grandiosos que pasamos juntas, y de nuevo ese sentimiento volvió a mí ser. Yo ya no quería a Nanoha solo como una amiga, sino como algo más. Eso era lo que mas me asustaba, que pensaría ella de mí si le revelara mis verdaderos sentimientos, se alejaría de mí, ya no querría ser más mi amiga y eso me dolía demasiado, el simple hecho de perderla para siempre me lastimaba.

El día en el instituto pasó rápido y llego la hora de regresar a nuestras casas. Como siempre Arisa y Suzuka se fueron a sus clases de música y Hayate se fue a las instalaciones de TSAB para terminar unos reportes, así que solo quedamos Nanoha y yo.

Empezamos a caminar y yo me quede tan absorta en mis pensamientos que no mi di cuanta cuando cambiamos de rumbo y llegamos a….

-¿Nanoha?-

-Fate-chan….-

-¿te sientes bien? ¿Necesitas algo? ¿Qué tien…-

-no tengo nada…. Es solo que…. Quería hablar contigo sobre algo..-

-a…bueno… y ¿Qué es?- por alguna razón esta que me moría del miedo y la desesperación por lo que diría.

-yo…..-

De repente empezó a llorar y por inercia la abrase, la abrase con todas mis fuerzas para que supiera que estaba con ella y nunca la dejaría sola.

-tengo miedo Fate-chan- decía mientras sollozaba en mi hombro.

-pero ¿a que le tienes mied…-no pude completar la pregunta porque mis labios fueron cerrados por otros mas suaves. Mis ojos se abrieron como platos y mi corazón no dejaba de latir como a mil por hora, sentía que se me saldría del pecho. Después de lo que fueron segundos Nanoha salió corriendo dejándome pasmada por lo que paso, cuando reaccione fui tras ella y la tome de la mano haciéndola voltear hacia mi.

-Nanoha… no te vallas-

Sentí como se tenso un poco.

-Fate-chan.. yo.. yo no quiero perderte por culpa de mis estúpidos sentimientos-

-no digas eso!- le dije- si piensas que tus sentimientos son estúpidos los míos son mas-

-Fate-chan- Mire su cara de sorpresa.

Y entonces ya no pude más y simplemente la bese. Fue un beso corto pero me pareció eterno. Cuando nos separamos juntamos nuestras frentes y con una sonrisa boba en nuestras caras nos quedamos así por un rato.

-así que ahora…. ¿Que sigue?- le pregunte.

-mmmm pues no se…dímelo tu-

-jaja, bueno.. – Aclare mi garganta un poco- Nanoha ¿te gustaría ser mi novia?-

-claro que si! – me abrazo.

Sellamos nuestra nueva relación con un beso.

Y así fue como en ese lugar en el que una vez nos despedimos y nos volvimos a reunir nos juramos amor eterno.

Mis dudas y mis miedos desaparecieron con el simple hecho de saber que ahora ella estaba a mi lado.

Fin.