La familia de un Hokage

Prólogo

-¡Naruto, baja que llegamos tarde!-dijo una pelirrosada llamando a cierto rubio que conocemos todos

-¡Ya voy!-contestó el otro-Maldita boda, maldito esmoquin, maldito día, maldito Sasuke, maldito todo-refunfuñó por lo bajo

Una vez se vistió, bajó las escaleras para encontrarse con su novia, que, por cierto, estaba radiante. Su vestido, rojo pasión, se ceñía en su cintura y caderas, dando paso a unos sugerentes muslos. Arriba, el escote dejaba ver parte de unos bien formados pechos, pero, a Naruto, ya acostumbrado a verla vestida de esa manera en otros eventos, no le afectó a "cierta zona sensible", como le sucedía mucho antes, sin embargo no pudo reprimir unas palabras.

-Estás preciosa-le dijo mostrando una sonrisa

-Y tú...-la chica quedó en silencio un momento, para comenzar a reírse-Jajaja... Naruto, mira como vas, jajaja... ¿Cuántas veces te he dicho que la corbata se pone así?-rió la chica arreglándole el traje. Una vez terminó le besó y le dijo-Así ya vas como las personas normales.

-Mph-emitió Naruto, imitando a su amigo Sasuke

-No te burles de Sasuke, hoy es su día-le regañó su pareja-Aunque estás simpatiquísimo cuando lo haces.

-Ves, si al final te gusta-sonrió el rubio

-¿Quién, tu imitación o Sasuke?-preguntó ella dando un último arreglo a la corbata, en tono burlón

-¡Te gusta Sasuke!-exclamó Naruto apartándose con brusquedad de la chica-¡Lo sabía!

-Naruto, era broma-dijo ella tratando de calmarlo

-Ya lo sé, pero me gusta exagerarlo todo-bromeó besándola

-Anda, vámonos, que llegamos tarde-le dijo ella riendo a la broma

Cuando llegaron al lugar, que ni mucho menos parecía insignificante, como lo había descrito el moreno, sino que era tan alto que parecía una catedral, más que una iglesia, con puertas doradas, y, en el interior, una estupenda decoración, adecuada para todos los invitados que allí estarían presentes. Las vidrieras de las paredes, a pesar de los años, relucían como el primer día. En el altar, se encontraban dos asientos, y una especie de sofá, para los novios. Arriba, en un pilar, se encontraban los tubos del órgano, altos como estacas de vía telefónica, y, abajo, donde se sujetaban, un órgano de madera, brillante, daba la sensación de que emitía un sonido increíble, aún sin tocarlo.

Sakura se sentó junto a Ino, que se encontraba con Shikamaru, sentados juntos, en uno de los bancos, mientras que Naruto, se colocaba en el lugar correspondiente al padrino. Poco a poco se fue llenando el lugar, se vio con Hanabi al otro lado, como madrina, y Sasuke justo a su lado, mirando la entrada, esperando que apareciera por ella su futura esposa. Cuando ya estaba a punto de gritarlo, de los nervios que tenía, las puertas se abrieron y Sasuke se tensó. Vieron aparecer una figura blanca, de cabellos negro-azulados, y ojos sin pupila, totalmente blancos, como perlas. El vestido deslumbraba entre todos los demás. Ni siquiera una descripción hecha por mí, podría definirlo completamente con todos los detalles, pero recuerdo que era blanco, muy blanco, como su piel y ojos. Aquel velo, le tapaba la cara, pero lo hacía más hermoso aún. Encajaba perfectamente con su figura, sin mostrar mucho ni poco. El mejor vestido de novia que había visto nunca.

Se dirigió a donde lo esperaban los padrinos, su prometido, y la Hokage, quien realizaría la ceremonia. Transcurrió todo normal y tranquilamente. En el momento en el que le hicieron aquella pregunta no dudó.

-Hinata Hyuga, ¿aceptas a Sasuke Uchiha, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en a pobreza, hasta que la muerte os separe?-preguntó la mujer

-Sí, quiero-contestó ella sin dudar

-Y tú, Sasuke Uchiha, ¿aceptas a Hinata Hyuga, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte os separe?

Pero Sasuke guardó silencio. Un minuto pasó hasta que Sasuke sonrió y dijo:

-¿Tú qué crees... vieja?

Hinata rió levemente.

-Bueno-Tsunade suspiró-Puedes besar a la novia.

Y Sasuke ahí no dudó. Levantó el velo de Hinata lentamente, le cogió la cara con las manos y a beso lenta y apasionadamente. Varios segundos después se separaron, con parsimonia. La gente se levantó de los asientos y comenzó a aplaudir, ni siquiera esperaron a que la pareja saliera del lugar para comenzar a echarles el tradicional arroz.

-Ha sido la mejor experiencia de mi vida-le dijo Sasuke a Hinata, una vez en el coche

-Y la mía, cariño. Y la mía-le contestó sonriendo, y su esposo, no pudo evitar hacerlo también

La fiesta se celebraba en un lugar íntimo, pero suficientemente grande como para todos los invitados. Cuando comenzó la música romántica, las parejas se juntaron y bailaron un baile lento. Cuando terminó, Naruto fue hacia el escenario y cogió el micrófono.

-¡Sakura! ¡Sakura Haruno!-dijo, mientras un foco iluminaba a la nombrada, dejándola sorprendida-¿Querrías casarte conmigo?

Los presentes exclamaron un "¡Oh!" mientras que Sakura quedó en estado de shock. Poco a poco, los ojos se le llenaron de lágrimas y gritó con alegría contenida.

-¡Por supuesto que quiero casarme contigo! ¡Y no dudes en que voy ha hacerlo, Naruto Uzumaki!

Naruto estalló de alegría. De un salto bajó del escenario. Se arrodilló junto a la joven, mostrando un anillo de diamante, y colocándoselo en el dedo. Acto seguido, una vez levantado, la besó, apasionadamente, como nunca antes había hecho.

-Te amo...-le susurró ella

-Yo también...-dijo él-Oíd, no es por quitar protagonismo a los novios, pero... ¡Amo a Sakura, y voy a casarme con ella!-exclamó

Los que allí se encontraban, solo pudieron aplaudir y silbar, en señal de felicitación. Sí, definitivamente, aquel era el mejor día de su vida.