¡Felicidades, es una niña!
Sinopsis: Miranda y Krory han encontrado algo más que inocencia en su última misión. Ahora tendrán que cuidar de una pequeña bebe y cumplir una misión todavía mas importante
(Esta historia estará dividida en tres o cuatro capítulos, aun no lo he decidido. La idea se me ocurrió hace un mes, mientras trabajaba de niñera, y por alguna razón me vino a la cabeza que sería muy divertido ver a estos dos tratando de hacer lo mismo.)
Advertencia: DGM (obviamente) no es mío. Si así fuera, Krory y Miranda saldrían juntos XD.
…
Capitulo 1: ¡Felicidades, es una niña!
Cuando habían sido enviados en aquella misión, les habían advertido de los extraños incendios que ocurrían en aquella región. Pero nunca se habrían imaginado que quedarían atrapados en uno.
El fuego lo consumía todo minuto a minuto, y cada vez resultaba más peligroso el estar dentro de aquel vestíbulo.
—¡Tenemos que darnos prisa! —grito Lavi, al darse cuenta de que la estructura del edificio no soportaría más tiempo.
Pero su misión no había terminado. Si los akuma habían atacado ese lugar, la inocencia que buscaban no debía estar muy lejos.
Acababa de decir esto cuando Miranda se asomó por el barandal del pasillo sobre él, gritando:
—¡No pude encontrar nada!
Luego llegó Krory, corriendo desde el pasillo a su derecha.
—En sótano también está vacío —informó con rapidez.
—También las habitaciones de este piso —indicó Lavi—. Maldición, ya no hay tiempo. ¡Miranda, baja de ahí, tenemos que salir ya!
Miranda asintió y de inmediato comenzó a correr en dirección a las escaleras, pero, entonces, algo la hizo detenerse.
—¿Escucharon eso?—preguntó alarmada.
Krory se detuvo y aguzo el oído. Había un sonido que no podía identificar.
—¿Qué es eso? —preguntó.
—¿Qué? Yo no escuche… ¡Miranda, vuelve aquí! —gritó Lavi. Pero ya era tarde, la chica acababa de salir corriendo hacia el pasillo detrás de ella a pesar de su advertencia.
Krory, al notar esto, dio un gran salto, y subió al segundo piso, dispuesto a ir tras su compañera antes de que resultara herida.
—¡Krory!
Lavi trató de seguirlos, pero antes de que pudiera dar un paso, una parte del techo colapsó. Lavi apenas y había podido esquivarlo, saltando con su martillo hacia el pasillo detrás de él. Ahora no podría seguir a sus dos compañeros, ya que los escombros habían bloqueado la única entrada, y se vio obligado a salir de aquella habitación en llamas que comenzaba a derrumbarse.
—¡Miranda!
Mientras tanto, Krory corría de habitación en habitación, sin poder encontrar a su compañera. El humo le nublaba la visión, las llamas crecían con cada segundo y el piso amenazaba con ceder a cada paso.
Acababa de asomarse dentro de un cuarto, cuando escuchó una voz al final del pasillo:
—¡Krory!
De inmediato, se dirigió hasta aquel lugar, y entonces la vio. Miranda se encontraba de espaldas frente a una cuna, sosteniendo algo entre sus brazos. Krory se aproximó hasta ella, y quedó boquiabierto al darse cuenta que era lo que sostenía.
—Eso es…
Entonces, de repente, algo negro rompió la ventana frente a ellos. Se trataba de una gran garra negra, que se abalanzó contra los dos exorcistas a toda velocidad, dispuesta a capturarlos. Krory tomó a Miranda por el brazo y ambos lograron apartarse justo a tiempo. La garra se estrelló contra la pared detrás de ellos, asiendo colapsar parte del techo en llamas sobre de ella. Se escuchó un fuerte alarido, y la monstruosa extremidad se retiró por el hueco de la ventana, con una enorme herida sobre ella.
Krory y Miranda se dirigieron una mirada de alivio. Estaban a salvo, pero no por mucho tiempo. La garra había logrado dañar la frágil estructura de la habitación. Se escuchó el sonido de algo que se quebraba, y entonces la pared colapsó. El techo y el suelo cedieron, y ambos cayeron en el aire.
Lavi acababa de salir del edificio cuando un fuerte alarido llamó su atención. Se volvió deprisa. En el techo, detrás de él, se veía la silueta de algo negro y grande que aullaba de dolor. Lavi lo miró desconcertado, sin saber de qué se trataba.
Apenas un segundo después, se escuchó el sonido de algo que se derrumbaba. La extraña criatura en el techo pareció notar esto, y de inmediato huyó hacia la parte de atrás, perdiéndose de vista. Lavi tomó su martillo, pensando en que lo mejor sería seguir a aquel ser, cuando el sonido se repitió, y un segundo después, miró horrorizado como el edificio frente a él se venía abajo. Lavi se cubrió con ambos brazos mientras una gran nube de polvo y escombro se levantaba a su alrededor. En ese momento su mente solo pudo pensar en sus dos amigos que seguían adentro. ¿Acaso estarían bien?
Lavi comenzaba a temer lo peor cuando la nube se dispersó. Y entonces, apenas a unos cuantos metros frente a él, encontró una señal de esperanza.
Algo dorado y brillante resplandecía entre los escombros. De inmediato, Lavi se percató de qué se trataba y se acercó corriendo hasta el lugar, en el que dos figuras yacían en el suelo.
Krory sostenía a Miranda sobre sus rodillas y la abrazaba con fuerza, al parecer, la había atrapado en el aire mientras caían. Miranda, por otro lado, se aferraba fuertemente a la capa de él con la mano que tenia libre. Por fortuna, había sido capaz de activar su inocencia antes de quedar sepultados entre los escombros. Ambos mantenían los ojos fuertemente cerrados, como si temieran que algo mas fuera a pasar, pero no era así. Krory fue el primero en mirar.
—Miranda… ¿te encuentras bien? —preguntó .
Miranda abrió un ojo y observó a su alrededor.
—Krory, ¿seguimos vivos?
Krory miró a su alrededor con preocupación.
—Eso espero.
Miranda suspiró aliviada al oír esto.
—¿Qué era esa cosa en la habitación? —preguntó entonces.
—No tengo idea —contestó Krory. Luego hizo una pausa, recordando un detalle sobre la criatura— Parecía como un dra…
—¡Hey!
Ambos voltearon. Lavi había llegado a su lado, y observaba la escena con interés.
—Parece que se encuentran bien —comentó Lavi, sin poder ocultar una sonrisa.
Hasta ese momento, ambos se percataron de cómo se encontraban. Krory se apresuró a dejar a Miranda en el suelo, la tomó de la mano y la ayudó a ponerse de pie. Fue entonces cuando Lavi notó que Miranda sostenía un bulto envuelto en mantas con la mano derecha.
—¿Que fue lo que…?
En ese momento se escuchó un fuerte llanto. Por un momento, Lavi no pudo distinguir de donde venia, pero luego se dio cuenta que el bulto que sostenía Miranda, se movía. De inmediato se asomó entre las mantas y quedó boquiabierto al darse cuenta de que se trataba: entre los brazos de Miranda, se encontraba un bebé de no más de un año, llorando fuertemente ante la repentina sacudida por la que había pasado. Miranda comenzó a arrullarlo.
—¡¿Pero…pero qué es eso? —preguntó Lavi con cara de espanto.
La mirada de Krory pasó del bebé en brazos de Miranda, a Lavi, simultáneamente.
—Yo diría que es un bebé.
—Ya sé que es un bebé —dijo Lavi con molestia —. Ahora, ¿podrían explicarme que hacen ustedes dos con un bebé?
—Lo escuché llorar cuando corría —respondió Miranda deprisa, sin dejar de arrullar al bebé que había comenzado a calmarse —. N-no pude evitarlo—añadió ante la mirada de Lavi—, de haberlo dejado ahí, abría muerto.
—Yo estoy de acuerdo con ella —exclamó Krory—. No podíamos dejarlo ahí, Lavi.
—No estoy diciendo que estuvo mal el rescatarlo —soltó Lavi—, pero ahora esto se ha complicado —Hizo una pausa, pensando en alguna solución. Finalmente dijo—: Lo mejor es que lo llevemos al siguiente pueblo, todas las personas evacuadas se dirigían hacia allá. Si nos damos prisa llagaríamos en un par de horas. Luego podemos dejarlo con las autoridades; alguien se encargara de ella.
Miranda y Krory quedaron desconcertados al escuchar esto. Como si algún extraño interruptor de repentina preocupación se hubiera encendido dentro de ambos.
—¿Dejarlo… ahora…?
—Es nuestra mejor opción. ¡No podemos llevarlo con nosotros de regreso a la orden!
—Pero… —Miranda observo el cielo nocturno con preocupación— ¿No deberíamos esperar hasta mañana?
Lavi parecía a punto de decir algo cuando Krory lo interrumpió.
—Yo estoy de acuerdo, Lavi. Sería peligroso llevarlo en medio de la noche. Podríamos perdernos.
—Y podría haber bandidos en el camino—agregó Miranda.
—Sin mencionar los akumas —continuó Krory.
—Tal vez…
—…podríamos…
Y en ese momento, fue como si una extraña conexión se estableciera entre Krory y Miranda. Ambos parecían estar pensando en lo mismo, y voltearon a verse con una enorme sonrisa.
—¡Podríamos cuidarlo hasta mañana!
—¿Eh? —Lavi no podía creer lo que escuchaba.
—Yo podría cuidarlo durante la noche. No importa si no duermo.
—Y yo podría ayudar… aunque… nunca he cuidado un bebé —admitió Krory.
—Bueno… la verdad es que yo tampoco —dijo Miranda con una tímida sonrisa.
Krory no pudo evitar sentirse extrañamente feliz al oír esto. Pero Lavi seguía sin poder creer lo que oía. ¿Cómo es que aquellos dos podían sentirse tan confiados tratando de hacer algo de lo que no sabían nada?
—¡P-perfecto!
—Si… solo nos queda…
Entonces, ambos se voltearon hacia Lavi, con expresión suplicante.
—¿Lavi?
El chico pelirrojo dudó por un segundo, pero al ver que no habría manera de convencer a sus compañeros, accedió.
Está bien—contestó finalmente—, si ustedes dos quieren jugar a la casita por mi está bien, siempre y cuando no se encariñen demasiado con…
Pero nadie lo escuchaba. Miranda acababa de encontrar un relicario con forma de corazón colgando del cuello del pequeño. Ambos se inclinaron para leer lo que estaba escrito en este:
«Rachel.»
Ambos se miraron asombrados. Y luego contemplaron a la bebé con una sonrisa melosa en sus rostros.
—Es- es una niña, Lavi —exclamó Krory con emoción, sin quitarle los ojos de encima a la pequeña que Miranda abrazaba cariñosamente entre sus brazos.
Lavi suspiró apesadumbrado.
«Demasiado tarde.»
Notas finales:Espero que les haya gustado. Prometo actualizar lo más pronto que pueda, pero si quieren que me de prisa solo háganmelo saber . Como siempre, reviews, quejas o sugerencias son más que bienvenidas.
