NOTAS DEL AUTOR

NOTA DE EXCLUSIÓN DE RESPONSABILIDAD:

Ninguno de los personajes, lugares, habilidades u otros elementos aquí mencionados son de mi autoría, con excepción de mis Personajes Originales, así como algunas de sus Técnicas y Habilidades. Todos los créditos corresponden a sus respectivos autores, en el caso de Touhou Project a ZUN y Team Shanghai Alice.


COMENTARIOS:

Bienvenidos a este FanFic. Un proyecto que comencé a formar un par de meses atrás, luego de llevar unos siete u ocho años sin escribir ficción.

¿Qué me llevó a esto? Principalmente la existencia misma de Touhou Project, la cual gracias a las especiales políticas de Derechos de Autor que ZUN tiene, se ha convertido en un enorme lienzo, y a la vez en inspiración, para incontables personas expresándose en muchas formas de arte.
También debido a los numerosos fanfics de Touhou (Tanto normales como crossovers) que he estado leyendo estos meses, realmente han servido para alimentar mi imaginación. Agradecimientos especiales a los autores de "Collapse of Eastern Fantasy" (El primero que leí, el que comenzó con todo), "Touhou: Unchained Distortion of Reality", "Unparalleled Ayakashi Incident" y "Touhou Chronicles"; realmente disfruté sus historias, e hicieron que despertara en mí la curiosidad de saber si podía crear algo similar.

¿Qué puedo decir sobre esta historia? En términos realmente simples, es otro Gappy Sue (a.k.a. "Yukari lleva a los personajes a Gensokyo"), aunque trataré de darle algunos enfoques distintos. La he planificado como un proyecto largo, de varios Arcos, cada uno con enfoques y objetivos distintos; espero de verdad poder llevarla hasta el final (O al menos hasta un punto decente).
También contará con elementos de otro famoso Manga de larga duración. Aunque el título les dé una pista al respecto, por el momento no haré mención a dicho manga más allá de pequeños detalles. En su momento ya sabrán a cuál me refiero, pero tranquilos, que trataré en la medida de lo posible evitar los spoilers, o dar las justas advertencias en el caso de que se mencionen en la historia.

Y bueno, es todo por ahora. Tengo como meta publicar un capítulo cada 10-15 días, aunque en caso de Intermedios o de este Prólogo, las siguientes publicaciones vendrán más rápido.

Sin más que decir, ¡que comience la aventura!


GUÍAS Y PUNTUACIONES:

He aquí un listado de todas las marcas y puntuaciones que utilizaré al escribir este FanFic, para así facilitar su lectura:

*Narrativa:
Este texto es el de la narración. En caso de palabras o frases importantes, puedo llegar a usar cursiva, o en algunos casos negrita.

*Diálogos:
"Esto es un diálogo normal, usando doble comilla."
"Sin embargo," añadió Hercules_Poirot para dejarlo en claro, "también puedo usar cursiva para palabras importantes. O en el caso de acciones graves como gritos, usar negrita."

*Pensamientos:
(Y desde el interior de mi mente les traigo la forma de escribir pensamientos. Siempre entre paréntesis, y con todo el texto en cursiva.)

*Flashbacks:
Los Flashbacks van así, totalmente en cursiva y entre estas... Cosas, como sea que se llamen.

No importa si están separadas por puntos o párrafos. Todo lo que esté entre estas cosas es un flashback.

*Activación de una Spell Card:
Porque el orgullo de las chicas Touhou merece sus propias marcas, las Spell Cards se activarían así:
「Love Sign: Master Spark」

Por el momento, creo que son todos. Si llego a utilizar alguna marca nueva, actualizaré esta lista.


Prólogo: Antesala al Gran Viaje — The_Tale_of_the_Adventure_Hunters.


"Fuuwaaaa~h."

Como en muchas ocasiones anteriores, la mañana de Hans Bergersen comenzó con un largo bostezo. A pesar de haber dormido lo justo para una persona de su edad, nunca podía evitar despertarse con una sensación de pereza.

Saliendo lentamente de la estructura que él y sus hermanos llamaban 'nuestra carpa', alzó la mirada para ver el hermoso amanecer que cubría el cielo y sus nubes. Sin importar lo que su cuerpo sintiera, el mundo le decía que realmente era hora de levantarse.

Decidió entonces ir a un río cercano a buscar agua fresca para lavarse la cara. Realmente no necesitaba hacer algo así, pues 'su carpa' contenía todo lo necesario. Pero aunque en sus viajes era algo común dormir a la intemperie, poder hacerlo cerca de un río con aguas cristalinas no era algo que sucediese todos los días. Para Hans, que valora las experiencias vividas sobre todo lo demás, era una oportunidad que no quería desperdiciar. Además, seguramente la fría agua lograría despertarlo por completo.

Recorriendo el corto camino que llevaba al río, la mirada de Hans iba de un lado a otro, mirando el campo en el cual se encontraba. Ya lo había visto ayer en la noche, pero el amanecer y su aura de luz le daban un toque realmente hermoso.

Una vez más, Hans se sintió agradecido de poder ver algo así, a la vez que llegaba al río.

"Tenía razón, el río realmente se ve limpio… Bien, espero que no esté tan helado."

Acercándose a la orilla, Hans vio su reflejo en la superficie. Un rostro que conocía demasiado bien, pero que esta vez decidió mirar cuidadosamente… mientras superaba su pequeño temor al agua seguramente helada que lo esperaba.

Un rostro joven, aunque sus facciones ligeramente firmes le hacían aparentar un par de años más de lo que tenía, pero sólo un par. Cabello negro, ojos marrones, y 1,80 mts de estatura. Nada fuera de lo común para un joven de 18 años proveniente de Suramérica.

(… Bueno, quizás la estatura sea poco común en el lugar al que iremos. Pero realmente no importa. De todas formas ese lugar no tiene nada de común.)

Finalmente, habiendo despejado su mente de ideas -y de temores-, Hans sumergió su cabeza en el agua helada.

Un par de segundos después, un grito pudo escucharse en sus cercanías. (Tal vez… hubiese sido mejor idea lavarme tomando un poco de agua entre mis manos), pensó Hans, completamente despierto… Y con el rostro ligeramente entumecido por el frío.


Habiendo cumplido con su deseo de tener una nueva 'experiencia vivida'… aunque fuese más allá de lo que hubiese querido, Hans regresó hacia donde estaban durmiendo sus hermanos. Mientras caminaba paso a paso, comenzó a recordar los eventos de los últimos días, como solía hacerlo. Los hermosos paisajes que nunca dejaban de sorprenderlo, las personas que conocían de vez en cuando, las pequeñas vivencias con sus hermanos.

Y… esa carta. La última de una serie de correspondencia que tenían los hermanos con cierta persona.

Inconscientemente, Hans dirigió su mano hacia su bolsillo para sacarla. Cosa imposible de lograr, pues en ese momento tenía puesto un pijama sin bolsillos, mientras que la carta estaba en uno de sus pantalones dejados en su 'carpa'.

Igualmente era una acción innecesaria. Desde que la recibió, hace ya más de 7 días, Hans ha leído una y otra vez esa carta. Tanto así, que es capaz de recordarla a la perfección sin ningún problema.

Antes de que pudiera repasarla mentalmente, sus pasos ya lo tenían en frente de la 'carpa'. Dos personas ya estaban ahí, despiertas y en pijama al igual que él.

"¿Dónde estabas? ¿Fuiste a dar un paseo así, en pijama?"

La voz correspondía a la hermana menor de Hans, Isabel Bergersen. 17 años, 1,75 mts de estatura. Cabello negro, y ojos color verde oscuro (Seguramente por herencia de su madre). Una chica de facciones suaves, no lo suficiente para ser descrita 'como una muñeca', aunque sí lo suficiente para darle un toque de 'chica guapa'. Una 'bonita latina'.

"Sólo me estaba lavando la cara… Sí, sé que tenemos agua dentro del cubo, pero igualmente quería-"

"'Quería experimentar una nueva sensación', ¿no es así? Aun cuando no es la primera vez que te lavas la cara, o te lavas en general, en un río."

La otra voz provenía del otro 'hermano' de Hans e Isabel, el tercero y último.

15 años, y 1,78 mts de estatura. Una curiosa combinación que lo hacía ser el menor de los tres, pero a su vez el segundo en estatura, casi igualando a Hans.

Pero lo que realmente lo diferenciaba de los otros dos era su aspecto. Sus ojos negros no tenían nada de particular, pero su cabello rubio, y una piel mucho más blanca que la de Hans e Isabel, eran claras señales de su herencia caucásica.

Sí. Quienes los vieran juntos difícilmente podrían decir que Daniel Hastings era hermano de Hans e Isabel… y no estaban del todo equivocados. Su relación de hermanos era una poco común, pero igualmente atesorada por los tres.

"No tiene nada de malo. Además Dan, te equivocas al decir que ya lo había hecho antes. Cada experiencia vivida es distinta."

"Bueno, espero que hayas disfrutado el frío de tu 'experiencia distinta'."

"… Así que me vieron." Hans no pudo evitar poner una ligera expresión de desagrado, como la de un niño a quien atrapan en una vergonzosa travesura.

"No exactamente." dijo Isabel, con una mueca burlona. "Tu pequeño y poco masculino grito pudo escucharse magníficamente por aquí."

"… Kuh." La expresión de molestia aumentó a la par de su vergüenza. Era algo común que los hermanos se fastidiaran mutuamente de esa forma, pero obviamente no era agradable ser el que recibía las burlas.

"Bien, ¿qué haremos hoy? Se supone que es nuestro último día por acá, ¿no es así?" Preguntó Daniel.

"Bueno… Supongo que veremos más paisajes. Y tal vez vayamos al pueblo cercano a comprar algún último recuerdo. Y tomar fotos, claro está."

"Hans, no olvides que hay que llamar a los de la Fundación, para decirles que estaremos 'fuera de cobertura' por una larga temporada."

"Tenemos todo el día para eso. Se supone que la contactaremos a medianoche." Luego de una breve pausa, Hans pregunto. "¿Creen que necesitemos más suministros?"

"… Si llegas a meter una sola cosa más en mi cubo, me enfadaré." Dijo Isabel.

"Hans, llevamos casi dos semanas almacenando suministros. ¿Realmente vamos a necesitar tantos?"

"No, pero… Uno nunca está lo suficientemente preparado."

"Excepto cuando las preparaciones comienzan a llevarte a la paranoia." Dijo Daniel en un tono despreocupado.

"…" Hans no tenía forma de contraatacar. Tal vez sus preparaciones se habían salido un poco de control.

"Entonces está decidido," dijo Isabel, "no más estúpidos suministros. Es el último día, así que, ¡aprovechémoslo!"

"Comencemos por aprovechar la comida entonces." Respondió Daniel, claramente deseando llenar su estómago.


Como en muchas ocasiones anteriores, la mañana de los tres hermanos comenzó con conversaciones casuales, y un desayuno al aire libre.

El desayuno no era nada espectacular. Pan con queso y unos delgados trozos de carne comprados el día anterior.

Mientras comían sus emparedados, los hermanos acostumbraban a hablar sobre lo que harían próximamente. Pero durante los últimos días el tema de conversación ha sido sólo uno: El 'viaje' que pronto emprenderán.

"Así que... *ñam ñam*… 'Gensokyo'. Un nombre un tanto raro, supongo que será cuestión del idioma." Comentó Daniel, con una nota de curiosidad en su voz.

"Dan, mastica o habla. Haz una de las dos cosas."

"Lo siento, Isa."

"¿Realmente estás seguro de querer ir, Dan? Después de todo, será un mundo completamente aislado de Europa."

"¿Sigues con eso, Hans? No me asusta lanzarme a una nueva aventura, sea en este o en otros mundos."

A pesar de estar hablando con una actitud tranquila, Hans e Isabel vieron en los ojos de Daniel un interés y curiosidad que crecían poco a poco. Un sentimiento que ambos conocían muy bien.

"Nuevos escenarios, y nuevas oportunidades," continuó Daniel, "definitivamente no las perderé por nada."

"…" Hans e Isabel no pudieron evitar esbozar una leve sonrisa.

"Y, retomando mi punto. ¿Qué saben sobre Gensokyo?"

"…" Los hermanos Bergersen se miraron uno al otro por unos instantes, para luego responder…

""Casi nada"".

"… Eso pensé."

"Las pocas cosas que sabemos son de notas de más de 30 años atrás. Seguramente a estas alturas no sirvan de mucho." Respondió Hans de manera despreocupada.

"Y por más que le hemos escrito para que nos diga algo, ella siempre se niega y le da largas al asunto. Como en muchas otras cosas."

"Ella, eh… La tan famosa 'Mujer del Traje Morado'."

Esta vez la voz de Daniel tenía algo más que simple curiosidad. También tenía pequeñas trazas de desconfianza.

No era de extrañarse. Daniel Hastings era alguien que desconfiaba fácilmente de los extraños; y una persona que sólo se comunicaba por cartas que aparecían mágicamente y sin dar detalles sobre sí misma, sólo alimentaba las dudas en la mente de Daniel.

"Entiendo que te moleste su actitud, Dan." Hans decidió dar sus opiniones, al ver a su hermano dubitativo. "Incluso yo creo que su forma de ser es un tanto… 'excéntrica', pero que no te quepan dudas sobre sus buenas intenciones. Después de todo, nos ayudó mucho en el pasado."

"… Lo sé." Respondió Daniel, hundiéndose poco a poco en sus pensamientos.


La 'Mujer del Traje Morado', como los hermanos la conocían. Una 'persona' realmente misteriosa.

Lo que Daniel sabía sobre ella era lo que Hans e Isabel le contaron. Su relación con ella data de mucho tiempo atrás. Hace algunos años salvó sus vidas, y desde entonces mantiene un contacto con ellos.

El contacto era siempre de la misma forma: Con cartas que siempre aparecían debajo del cubo. Si deseaban responderle, debían dejar una carta en el mismo lugar donde ella dejaba sus cartas, guardada en el mismo sobre que ella le ponía a sus cartas.

Una extraña forma de comunicación, donde ella decidía cuándo comunicarse.

Desde que Daniel supo de esta misteriosa mujer y de sus cartas, casi todas tenían una 'propuesta' similar.

Los invito a mi mundo, la tierra de los youkai. Vengan a Gensokyo

'Youkai'. Un ser sobrenatural. Alguien que, sin importar su apariencia, no podía ser definida como 'humana'.

A pesar de que semejante revelación hubiese sido considerada como la mayor sorpresa de su vida para cualquier otro individuo, para Daniel no lo fue ni de lejos. Aún sin saber nada sobre youkai u otras criaturas sobrenaturales, Daniel era perfectamente consciente que en este mundo (Y tal vez en otros) existían fuerzas y seres que no podían ser explicados por métodos modernos. El simple hecho de que él estuviese vivo era una prueba concluyente de esa realidad.

En cuanto a la propuesta de esa mujer, Hans e Isabel la habían rechazado una y otra vez… Hasta hace unos tres meses, cuando Hans decidió repentinamente que era un buen momento para aceptarla.

Un par de charlas con su hermana bastaron para convencerla. Luego vino el trabajo de convencer a Daniel, aunque eso tampoco llevó mucho tiempo.

A partir de ahí comenzó el trabajo de reunir suministros, contactar a allegados, y prepararse para el día del viaje… El día de hoy.

"Supongo que ya tendremos tiempo de presentarnos cuando la veamos frente a frente." Daniel respondió, finalmente saliendo de la nube de ideas donde había estado sumergido.

Puede que Daniel Hastings no conociese a esa 'mujer del traje morado'. Pero conocía a Hans y a Isabel, a sus hermanos. Y confiaba plenamente en ellos.

Completamente.


Luego de terminar su desayuno, los tres hermanos se pusieron en marcha. Su destino estaba sólo a unos pocos kilómetros de distancia, así que avanzaron sin mucha prisa.

Mientras caminaban, los hermanos observaron el hermoso paisaje que los rodeaba. Praderas cubiertas de verde en casi todas las direcciones. Árboles de diversos tipos creciendo a lado y lado. Pequeñas agrupaciones de flores de varios colores. Todo acompañado con un suave viento frío y un sol radiante en el cielo. Un tiempo perfecto para admirar los paisajes.

En ese momento y ante semejante paisaje, Hans no pudo evitarlo. Sacó de su bolsillo su confiable iPod, y comenzó a escuchar una suave música. Una pequeña manía suya, un tanto cercana a un vicio, como sus hermanos podían certificar.

Poco a poco las praderas fueron cediendo para dar paso a claras señales de civilización. A la distancia podían verse poco a poco con mayor claridad las formas de las casas, y de algunas otras edificaciones que iban desde torres hasta un castillo en la distancia.

Finalmente, tras una hora de viaje a pie, los hermanos estaban en su destino, Râșnov.


Râșnov, un pequeño pueblo de menos de 16.000 habitantes, ubicado en el Distrito de Brașov, en el centro mismo de Rumania.

Este pintoresco lugar fue el elegido por la mujer del traje morado como la 'última estación' antes del gran viaje.

Eran aproximadamente las 11 de la mañana cuando los hermanos llegaron. Aún tenían bastante tiempo de sobra antes de que llegara la hora prometida, así que los tres hermanos decidieron hacer lo que más les gustaba hacer al llegar a un sitio así.

Pasear, tomar fotos, y disfrutar.

Y así, los hermanos se dedicaron a recorrer el hermoso pueblo y sus sitios de interés. Afortunadamente, en Râșnov había sitios así de sobra, así que los hermanos podrían emplear sus horas restantes sin aburrirse.

"Bien, mis queridos aventureros," dijo Hans, usando un tono exageradamente dramático para la situación "¡a conseguir buenas memorias!"

""¡Sí!"" Respondieron al unísono Isabel y Daniel, con un entusiasmo nada inferior al de Hans.


Cinco de la tarde. El sol comenzaba a bañar todo con las características tonalidades del atardecer.

Los hermanos ya habían recorrido gran parte de los atractivos turísticos del pueblo, en una especie de carrera frenética, sólo deteniéndose para almorzar. Ahora simplemente estaban mirando las casas y calles de Râșnov, sin dirigirse a algún sitio en particular.

"Tengo que reconocerlo," dijo Daniel "esa persona escogió un muy buen lugar para nuestro viaje."

"Seguramente fue debido a que lo teníamos cerca. Igual, no llegamos sino hasta el último día de plazo."

"Porque nos pusimos a ver los pueblos cercanos." Comentó Hans. "Igual, estamos en el día correcto. Sólo nos falta el lugar correcto y la hora correcta."

"…"

Daniel parecía que quería decir algo, pero sus labios no soltaban palabra alguna.

"Así que el gran 'No me asusta lanzarme a una nueva aventura, sea en este o en otros mundos' está inquieto, ¿eh?" Hans rompió el silencio con un ligero tono burlón.

"¿¡Qué!?"

"No puedes ocultarlo, Dan." Isabel decidió tomar la situación bajo su control. "Podemos ver perfectamente que estás inquieto, y no precisamente por la emoción."

"… Sí, es cierto." Daniel una vez más cedió, sabiendo que no podía ocultarle a sus hermanos lo que sentía.

"Puedo entender un poco lo que sientes." Isabel fue la primera en hablar. "Lo que estamos a punto de hacer no es precisamente el típico viaje de turismo que siempre hemos hecho. Es un lugar como ningún otro en el que hemos estado."

"¿Te preocupa no volver a este mundo?"

"… Tal vez." Daniel respondió con sentimientos encontrados.

Luego de una ligera pausa, Hans decidió responder de nuevo, con…

"We're leaving together

But still it's farewell

And maybe we'll come back,

To earth, who can tell?"

"… ¿Por qué demonios cantas The Final Countdown?" Preguntó Daniel, con una ligera expresión de incredulidad en su rostro.

"Encaja bien con esta situación, ¿no crees?"

"Tú y tu manía con la música…" Isabel no pudo sino suspirar.

En respuesta a esto, Hans respondió con otro gesto melodramático. Cerrando sus ojos, y alzando su mano izquierda, "La música es una de las grandes glorias del mundo, queridos hermanos." respondió.

Isabel suspiró de nuevo. Al menos este pequeño acto había disipado un poco el nerviosismo.

"Además," prosiguió Hans, "no es como si nos fuésemos para siempre. Duraremos una larga temporada, pero no eterna."

"Heh… Tu actitud despreocupada nunca deja de sorprenderme, hermano." Daniel respondió con una ligera sonrisa, más calmado.

"El atardecer está por terminar. Es mejor que continuemos."

""Como digas, Isa."" Respondieron ambos hermanos al unísono.


Once de la noche. Sólo una hora para el momento señalado.

Los hermanos ya habían dejado de recorrer el pueblo algunas horas atrás, y se habían quedado en una pequeña plaza concurrida.

Pero ya con la medianoche a la vuelta de la esquina, las calles del pueblo habían quedado prácticamente vacías. Algo que no incomodaba a los hermanos, pues lo que estaban a punto de hacer era algo que no necesitaba testigos.

A medida que caminaban, los hermanos hablaban sobre Gensokyo, el lugar al que irían. Lo que conocían, lo que esperaban encontrar, de todo.

"Principalmente, como el nombre 'Gensokyo' lo sugiere, es un mundo con una fuerte influencia oriental. Mejor dicho, es un mundo que nació en tierras orientales, en Asia." Hans le explicaba a Daniel, que era el que menos información tenía de los tres.

"Eso trae entonces otro problema para mí, lo sabes."

"… Sí, es algo en lo que también había pensado." Dijo Isabel. "Supongo que tendremos que pedirle ayuda a ella con ese detalle."

"Además, según lo que hemos leído, a pesar de su origen oriental, poco a poco ha recibido influencias occidentales. Incluso, el traje que usa ella es uno completamente occidental." Añadió Hans.

"Bueno, es un detalle menos."

"Ahora, otra cosa que debes saber, es que Gensokyo ha estado aislado del resto del mundo desde su origen," continuó Hans con su pequeña lección, "tanto así que podría decirse que ya no es 'parte de este mundo'. Por tanto, los humanos que viven ahí están un tanto… 'atrasados' tecnológicamente."

"En cierto modo, no sólo será un viaje a otro mundo, sino también al pasado."

"Eso será interesante de ver." Respondió Daniel, imaginando algunas situaciones absurdas, alimentadas por los animes de historias del pasado que ha visto.

"Aunque al parecer hay algunos youkai que tienen tecnología casi igual, o incluso superior a la que existe en el mundo actualmente."

"… ¿Qué demonios? ¿Tecnología, no en manos de humanos, sino de youkai?" Daniel esta vez no pudo evitar sorprenderse ante tan extraña revelación.

"Es un mundo extraño en el que vivimos… Y Gensokyo es aún más extraño." Fue la respuesta de Hans.


Diez minutos para la medianoche. El momento adecuado y el lugar adecuado estaban a punto de sincronizarse.

Los tres hermanos llegaron a una pequeña casa abandonada a las afueras de la ciudad. Seguramente había sido abandona hace poco tiempo, pues mostraba pocos signos de deterioro.

Hans rebuscó entre sus bolsillos, sacando un sobre de papel. La famosa 'última carta' estaba ahí.

El sobre era uno tamaño carta, hecho con un papel de magnífica calidad. La parte frontal estaba completamente en blanco, pero en el reverso un sello de una forma muy inusual protegía su contenido.

Hans abrió el sobre, y sacó la carta. La desenvolvió, y extendiendo su mano leyó sus contenidos, permitiendo que sus hermanos también la pudiesen leer.

Estimados hermanos,

Espero se encuentren bien. Me alegra saber que a pesar de todo, no han dado marcha atrás en vuestra decisión de venir a Gensokyo. Les aseguro que no habrá arrepentimientos.

Luego de hacer los preparativos adecuados, finalmente puedo anunciarles que ya he seleccionado el lugar y la hora en la cual podré traerlos.

En una semana a partir de hoy, a las 11:59 del X de Marzo, los esperaré en el pueblo de Râșnov, en una cabaña abandonada al sur, a las afueras de la ciudad. Es la única en la zona, así que les será fácil encontrarla.

Una vez que lleguen ahí, tomen esta carta y quémenla. Esa será la señal.

Espero que disfruten su última semana de viaje por Europa, y que disfruten aún más el nuevo mundo que les espera.

Los estaré esperando. Saludos, y les deseo lo mejor.

La carta terminaba ahí. Sin nombre, ni dirección, ni nada. Una carta formal, en un papel cuya calidad no tenía nada que envidiarle a la del sobre, escrita en inglés con una preciosa letra cursiva. Igual que todas las que vinieron antes que esta.

… Aunque en la opinión personal de Daniel, había algo de falsa formalidad en todas esas cartas, y esta no era la excepción. Pero dada la opinión que Hans e Isabel tenían de esa mujer, nunca expresó abiertamente esta opinión.


Dos minutos para la medianoche. La hora había llegado.

Hans se acercó a la entrada de la casa, extendió la carta, y con un pequeño chispazo esta comenzó a arder en una punta. Mientras el fuego comenzaba lentamente a expandirse, comenzó a emanar un humo con un fuerte color morado. Sin lugar a dudas, una pequeña muestra de la 'Mujer del Traje Morado'.

Algunos segundos pasaron, mientras Hans no dejaba de mirar la carta ardiendo en su mano, la cual ya había perdido la mitad de su forma. Pronto tendría que soltarla.

"Hans… ¡Mira eso!"

"¿Eh…?"

Ante la señal de su hermana, Hans alzó la mirada para ver… Letras.

Poco a poco, y quizás como reacción al humo morado, letras moradas comenzaron a aparecer en la puerta. Las letras emanaban un ligero resplandor fluorescente.

Lentamente, más y más letras surgieron, cada vez con mayor claridad. Y cuando finalmente la carta -que previamente había soltado Hans- se había quemado por completo, las letras revelaron una frase completa, escrita en un perfecto inglés.

FOR YOUR FIRST ADVENTURE: FOUND ME.

"Para vuestra primera Aventura…" Comenzó a leer Daniel.

"… ¿Encuéntrenme?" Hans terminó la frase.

Fue sólo por un instante.

Debido al extraño mensaje, los tres hermanos se descuidaron por sólo un instante.

Y entonces… sucedió.

Una enorme brecha oscura se abrió a sus pies.

"¡…!"

"¿¡Qué demon-!?"

Los hermanos reaccionaron rápidamente, saltando hacia un lado.

Pero, esa acción fue inútil.

En menos de un instante, la brecha se expandió varias veces su tamaño hasta alcanzar las dos decenas de metros.

"¡Ah…!『FUTU-』"

Hans intentó algo más para evitar la caída.

Pero nuevamente, esa acción fue inútil.

Antes de que pudiese hacer algo, Hans sintió como si una mano lo tomara por el tobillo, halándolo con gran fuerza hacia la brecha.

De hecho, por un instante vio algo similar a un guante blanco sujetando su pierna. Pero no tuvo tiempo de comprobarlo.

La gravedad, ayudada por esta misteriosa fuerza, rápidamente reclamó a Hans Bergersen, haciendo que cayera por la brecha.

Sin su ayuda, sus hermanos tuvieron simultáneamente el mismo destino.

""¡AAAAAAAAAGH!""

"¿¡PERO QU…!? ¿¡OJOS!?"

Mientras caían, Daniel pudo ver cómo el ambiente nocturno de Râșnov rápidamente se transformaba en un extraño mundo oscuro, con tonalidades negras y moradas. Pero lo que se llevaba el premio gordo de lo extraño eran los ojos que había en todas partes.

De todos los tamaños, ojos de color dorado miraban a los hermanos caer en lo que parecía un pozo sin fondo.

Esa fue la última imagen que tuvo Daniel antes de perder la consciencia, al igual que sus hermanos.


El X de Marzo del 2012, tres jóvenes trotamundos desaparecieron del pueblo rumano de Râșnov. Nadie en ese pueblo los conocía, así que todos simplemente asumieron que los tres habían seguido con su viaje.

Pero no era un asunto del cual preocuparse, pues los tres no habían sido víctimas de algún crimen o tragedia.

Simplemente habían dado el primer paso hacia la más grande aventura…

una aventura en tierras lejanas.


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Touhou Project × ?

Extrañas Aventuras en Tierras Lejanas, Parte 1:
Illusionary Land — Un Gran Viaje.

To be Continued…

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NOTAS DEL AUTOR:

Y con esto terminamos el Prólogo. Un poco más largo de lo que esperaba, y seguramente más para quienes lo hayan leído y no hayan encontrado nada de Gensokyo más allá de unas simples menciones.

Pero como dije al comienzo, he planificado este fanfic como un proyecto largo, y como tal no quise escribir un Prólogo donde simplemente fueran enviados a Gensokyo y nada más. Decidí aprovechar para escribir detalles sobre mis protagonistas, 'los tres hermanos', sus vivencias y puntos de vista antes de dar el gran salto.

Seguramente hay muchos detalles que les llamaron la atención a lo largo del Prólogo. Las respuestas de algunos son tan evidentes como el sol al mediodía, mientras que otras son imposibles de deducir por el simple hecho de que no he dado la información suficiente.

Todas esas dudas y detalles tendrán respuesta, se los aseguro. En lo personal no me gusta cuando un autor aclara esos detalles en notas al final, siento que le quita algo de esencia a su historia. Es por eso que no esperen saber por notas como ésta a qué se refieren los hermanos por 'el cubo', 'la Fundación', u otros detalles. Todo será revelado en su respectivo momento y en su respectivo Capítulo.

Y bueno, finalmente el próximo Capítulo será en el Gensokyo que todos amamos. ¿Cuánto tardarán en encontrarse con la -no tan misteriosa, al menos para nosotros- 'Mujer del Traje Morado'? ¿A quiénes conocerán en el camino? ¿Habrán Combates de Spell Cards? Pronto lo descubrirán.

Por favor no olviden dejar comentarios sobre este fanfic. No tengo problemas en recibir críticas de cualquier tipo… Excepto los comentarios trolls. Esos serán ignorados.

Este es Hercules_Poirot, que se despide. Hasta la próxima.

¡Nos vemos!