Prólogo
La noche era fría, al frente se alzaba un orfanato, de una estructura vieja pero resistente, la escaleras eran un tormento para ella, pero sabia que era lo mejor para su pequeña hija de apenas unos meses de nacida.
Ella deseaba que fuera diferente, que no tuviera que hacer esto, pero sabia que la otra opción era quedársela pero viéndola morirse de tristeza al ser ella incapaz de mirarla a la cara y que las lagrimas salieran a flote, su carita celestial era idéntica a la de el, a excepción de sus ojos idénticos a los de ella. Su padre no estaba de acuerdo, decía que no era necesario dejarla en un orfanato, que por los gastos no se preocupara que el la apoyaría en todo, o que incluso le podrían decir a el que ella tenia una hija, una hija fruto de una noche de amor desbordado, pero ella se negaba, ya que no quería que el echara a perder su vida.
El error fue de ella, no de el, ella fue la que le insistió, no el, ella fue la que no quiso esperar a que el regresara de la universidad para casarse y así poder entregarse. No, no fue el, fue ella, por la que seria ella la que tendría que enfrentarse a las consecuencias.
Sin el, ella era un muerto en vida, no podía dejar que su hija sufriera con ella, simplemente no se lo merecía. Su hija viviría feliz en una familia que le daría todo, no solo tristezas que era lo único que ella podía darle. La amaba más que a su propia vida, por eso, esta era la decisión más difícil que jamás había tomado. Pero todo era por su bien.
Sin mas recorrió los últimos escalones que quedaban y la dejo ahí, con un diamante que el le regalo, atado a su frágil cuello, y con una carta escrita por ella, diciéndole todo lo que la había orillado a hacer eso. Sabia que mañana su padre vendría por su nieta, ya que el la adoraba, pero no se la entregarían, lo máximo que harían seria dejarla verla, cosa que ella se privaría para siempre.
Lo que no sabia era que el mundo siempre hace de las suyas y cuando menos lo esperara la volvería a ver. Pero aquí la pregunta era, ¿la aceptaría nuevamente, o la odiaría por su abandono?
Sin mas toco el portón y se despidió con un beso y con lagrimas en los ojos. Y susurro:
-adiós, mi bebe, mi vida, espero que alguna ver me perdones, te amo renesmee.
soy yoop con una nuevaa historia jejejeje eh estado muy inspiradaa y dicidi publicar otra historia, comenten si quieren que continue porfaaa! los comentarios son de lo mejor para un escritor, aparte de que te inspiran y te dan ganas de actualizar mas rapido, buenoo las invito a que comenten mis otras dos historias "recuerdos de un amor" y "LOL" y estoy planeando continuar la historia de LOL no solo dejarla como un one shot. :-)
