Summary:"Después de la guerra todos viven en paz, a excepción de Hermione que quedó sumida en la depresión y el desespero, llegando así a atentar contra su vida. Veamos si el amor de su mejor amigo, logra rescatarla del infierno en la cual se halla sometida. Es un H/H.

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"Amor en las Tinieblas"

Capítulo 1: "Sonrisa de Cristal"

De nuevo me encuentro encerrada en mi habitación, escuchando como todos celebran en la sala común, si, al fin logramos acabar con Voldemort. La lucha fue intensa, Harry dio todo de sí y al fin, con ayuda de todos nosotros y la presencia de sus padres en su mente y corazón pudo pronunciar esas dos palabras asesinas: Avada Kedavra.

Desde ese día reinó la paz en el mundo mágico y yo también fui feliz, sin embargo, era la primera vez que sonreía desde la muerte de mis padres, asesinados a mano de Bellatrix Lastrenge. Sin embargo, sucedió algo que hizo que toda la felicidad que tenía se fuera a la punta del cerro. Ahora solo me queda resignarme a lo que sucedió e intentar ocultar mi dolor.

Toc,toc, ¿Hermione estás allí? - pregunta Ginny desde el otro lado de la puerta.

Hermione alarmada se limpia las lágrimas, se echa unas gotas en los ojos para ocultar su irritación y se pone rápidamente un polerón de manga larga para ocultar sus heridas.

Si Ginny, pasa, me estaba vistiendo –dijo Hermione sentada en la cama con un libro abierto.

No bajarás a celebrar el 1 mes si la presencia de Voldermort haciéndonos la vida a cuadritos –Bromeó Ginny.

-mmm es que no me apetece ver como se embriagan –Dijo Herm en forma dudosa.

Pues te aconsejo que bajes o Harry sube a bajarte, lleva horas preguntando por ti –le advirtió Ginny.

Harry –susurró Herm, asomándosele una pequeña sonrisa.

-Cuándo le dirás que estás enamorado de él –le reprochó Ginny

No sé de que hablas Gyn. Oye y cómo vas con Dean- dijo rápidamente Hermione.

Pues bien, Feliz, ahora sé que me he enamorado y no sabes cuánto lo Amo Hermy –dijo jubilosa Ginny.

Me alegro por Ti Gyn –dijo Hermione sonriéndole a su amiga con sinceridad.

Toc, toc, Hermione te sucede algo que no bajas - preguntó Harry preocupado desde la puerta.

Nada Harry, me quedé conversando con Gin, pero ya bajo –le gritó.

Viste Hermione, será mejor que bajemos, te daré tiempo para que te arregles por qué pareciera que no hubieses dormido en días –dijo Ginny cerrando la puerta.

Si tú supieras Gyn, si supieras –dijo Herm mientras se dirigía al baño para arreglarse.

Dios que haré con Harry, pensaba Hermione vistiéndose y arreglándose para bajar a la sala común. -Necesito alejarlo de mí un tiempo para que no se dé cuenta de mis marcas y… de ti –finalizó susurrando. Al terminar estos pensamientos se puso el aro que le faltaba y se miró por última vez al espejo, el reflejo que se veía era de una muchacha de 17 años, alta, delgada, con sus curvas bien formadas y en el lugar donde debería estar, lo oscuro de esa hermosa chica era la ropa que la cubría, jeans negros algo holgados, converse negras, polera ajustada del busto en forma de V,d ejando ver el nacimiento de sus pechos y el pollerón negro que era dos tallas más grande que ella para cubrir bien sus brazos. El maquillaje era sencillo,

….

Mientras tanto en la sala común se notaba la alegría a km del castillo. Los alumnos de séptimo año de Gryffindor le pidieron a los elfos que se encargaron de las bebidas y la comida, tenían un banquete para un batallón, incluso habían alumnos de otras casas e incluso uno que otro Slytherin y para sorpresa de muchos Draco Malfoy, no era un secreto para muchos que fue el quién dio información relevante para poder destruir a Voldemort y de a poco se hizo amigo de Hermione, cosa que ni a Ron ni Harry les cayó en gracia, para ellos siempre será el hurón saltador, como lo bautizó Ron en cuarto curso.

Malfoy, ¿Qué haces aquí? –preguntó Harry con desdén.

Si, qué haces aquí huroncito, se te perdió la correa –secundó Ron con burla.

Que chistoso Weassel, vine a ver a Mione –dijo Malfoy con suficiencia.

¿Mione?, desde cuándo eres tan confianzudo Malfoy, te prohíbo que la busques –le gritó Harry con rabia.

Mira cara cortada, lo que yo haga o deje de hacer con MIONE es asunto de ella y mío –le contestó Malfoy empezando a cabrearse.

Qué pasa acá –dijo Hermione acercándose a ellos, los gritos se escuchan desde la escaleta, les reprochó.

Nada Mione, a todo esto te vez preciosa, solo que algo fúnebre, mucha junta conmigo –le dijo Draco en forma de Broma.

Jajajajaj, acostúmbrate a verme de negro Malfoy, es mi tono favorito. Hola Harry, por qué estás tan rojo –preguntó curiosa Mione.

Nada Herms, mejor vamos a tomar algo –dijo Harry. Vamos Ron.

Espera Harry, quisiera hablar con Draco de algo, luego vuelvo –le dijo Hermione tímidamente.

Pero Herms, te has demorado en bajar, esto terminará y quiero compartir contigo y tú te vas con este…Hurón –dijo Harry en forma celosa.

Harry, no le digas así, sabes que Draco es mi amigo y debo decirle algo importante, luego vuelvo y te busco para conversar –dijo Herms en forma amistosa.

Sabes qué, haz lo que quieras, vamos Ron, está claro que prefiere estar con esta serpiente –dijo Harry Marchándose sulfurado y seguido de Ron que también estaba enrabiado con la actitud de Herms.

No les hagas caso Herms, esta celoso, pero mejor conversemos afuera –la consoló Malfoy.

Si vamos –dijo triste.

Salieron de la sala común y se dirigieron al lago negro, para sentarse en el árbol predilecto de Herms para conversar. En el camino fueron charlando de cosas triviales y saliendo del castillo se encontraron con el profesor Snape.

Srita. Granger, joven Malfoy, a dónde van a esta hora –cuestionó Snape

Al lago señor, hay algún problema –dijo Draco.

No, ninguno, procure cuidar a al Srita Granger y ud. Granger pase a mis despacho para darle una poción para el sueño y parece que se ha juntado mucho con Malfoy, le contagió el estilo de ropa–se burló Snape.

Pues sí señor, me agrada el negro, creo que viéndolo a ud todos los días me contagió su entusiasmo por este color –dijo sarcástica Herms.

Cuidado Srita Granger, aún soy su profesor –bramó Snape.

Lo sé señor, ahora con su permiso, vamos Draco, lo veo a la noche profesor –dijo Hermione mirando por última vez a Snape para dirigirse al lago junto a Malfoy.

Hermione no debiste tratarlo así, el sabe lo que te sucedió y si quisiera le podría contar a Potty y weassel –dijo Malfoy con sorna y preocupación a la vez.

Malfoy –chilló Hermione, -te dije que no les dijeras así y en relación a Snape, me tiene sin cuidado.

Wooow, Herms, estás muy cambiada, por qué no le dices a tus amigos lo que te sucedió hace unas semanas –dijo preocupado Malfoy

No sé de que hablas, yo estoy bien –se defendió Herms.

Vamos Mione, no podrás ocultar mucho tiempo tu depresión y el hecho de que… bueno tú sabes, además yo tengo miedo de lo que puedes hacer mujer o es que crees que no me doy cuenta de que estar cortándote los brazos –dijo Malfoy alterado.

Shhhhhhhhhh cállate, nadie puede saber, además no es grave y si fuera así no te importa –gritó Herms desesperada y levantándose para echarse a correr al castillo

Espera – gritó Malfoy y también se echó a correr siguiéndola.

Le dio alcance en unos segundos y la abrazó con fuerza susurrándole palabras de aliento.

-Tranquila cariño, tanquila –la consolaba Draco. Mientras le acariciaba el pelo y colocaba su mano en la barbilla y acercaba sus labios a la mejilla, como un beso de hermandad.
Hermione por una parte se sintió tranquila, al sentirse apoyada por alguien y se dejó llevar en lso brazos de quién se estaba convirtiendo en su mejor amigo.

Lo que no sabían es que una persona de hermosos ojos verdes veía la escena desde la ventana de la sala común, cerraba los ojos de dolor, apretó los puños y maldijo por lo bajo.

Muy bien hurón, esto no se quedará así –se dijo Harry con pena y rabia, y se volvió para esperar a la castaña, no importando la hora en que llegaría.

Dejen sus comentarios, ya llevo escrito 3 capítulos!

Ojala les haya gustado