Disclaimer: Los personajle pertenecen a la gran Hiro Mashima.
Éste es mi primer Fanfic de Fairy Tail, espero que os guste de verdad.
Había pasado una semana después del ataque de Phantom Lord y Lucy se sentía bastante culpable, ya que su padre Jude Heartfilia había contratado el gremio oscuro para secuestrarla y llevarla de nuevo a su casa. Su pasado había herido a los seres queridos de su gremio, los cuales consideraba su familia. Su familia, Fairy Tail.
Hacía tiempo que había huido de la gran mansión de los Heartfilia. No quería volver allí de nuevo. Los recuerdos de su padre indiferente, duro, impasible no podía quitárselos de su mente.
Todo había comenzado con la muerte de su madre cuando aún era una niña. Vagamente recordaba su rostro, sonrisa y encanto. Su padre la amaba con locura, y su muerte lo trastornó. Lo convirtió en un ser que llegó a odiar a su propia hija, porqué era la viva imagen de su madre Layla Heartfilia.
Lucy heredó los poderes de su madre (magia de espíritus estelares).
El trato que tenía con su padre empeoró cada vez más. Así creció Lucy, sin el amor de un padre y de una madre. Sin embargo, nunca estuvo sola. Sus espíritus estelares era también su familia y los quería con locura. Los espíritus estelares, por otra parte, también estaban orgullosos de servir a ésa joven rubia de ojos chocolateados, porqué muchas veces los espíritus eran vistos como herramientas.
Des de muy pequeña aprendió de su madre a respetar los espíritus celestiales. Eran seres inmortales, pero eso no quería decir que no podían sufrir o tener sentimientos.
A pesar de sufrir los constantes gritos de su padre y su comportamiento agresivo con ella, nunca perdió la esperanza de recuperar a su antiguo padre. Sin embargo, a los dieciséis años su padre arregló su matrimonio con un conde rico y ella harta huyó de casa.
Estuvo por un tiempo viajando por su cuenta por todo el reino de Fiore y aprendió a ser fuerte. Además, sus constantes viajes sirvieron de inspiración para sus libros.
Su antigua casa, es decir mansión, tenía un salón para todos los libros. Con ellos aprendió muchas cosas y a incrementar su habilidad intelectual. También, le sirvieron para evadir el sufrimiento y la soledad que sentía en esa casa. Si no fuera por sus amigos del mundo Celestial, los criados y los libros, Lucy no quería pensar en cómo habría sido su vida.
Después, encontró a Natsu al puerto de Hurgeon, quién iba en busca de su querido padre Igneel (un dragón de fuego). Happy, un gato azul con alas de color blanco era su compañero y amigo de aventuras.
Natsu la salvó de ser vendida como una esclava por Bora, un mago expulsado de un gremio de magos.
Natsu fue quién la condujo a su nuevo hogar, Fairy Tail. El Dragon Slayer del fuego le abrió las puertas hacia la calidez de una nueva familia. Por una vez en mucho tiempo, volvió a ser feliz y a sonreír como siempre hacía. Sin embargo, el ataque de Phantom Lord le recordó que nunca podría huir de su pasado.
Su padre le quería de vuelta. Después de un año de viajar por el reino de Fiore, ahora la quería de vuelta.
Lucy no quería volver. Su padre era un hombre sin corazón, a quien solo le importaba el dinero y el poder. Volver, rompería su corazón en mil pedazos.
Después de pensar en todo su pasado y en el ataque que hizo José al gremio de Fairy Tail, supo que los había decepcionado.
-Si tan sólo hubiera sido más fuerte-pensó Lucy mientras unas lágrimas gruesas rodaban por sus mejillas mientras miraba la luz de las estrellas por la ventana de su apartamento.
Lucy escondió la cabeza entre sus rodillas y abrazó sus piernas, mientras sollozaba encima de su cama con edredones de color rosa.
Una resplendor dorada apareció a su lado y de la nada salió Leo alias Loke, su amado y leial líder de los espíritus del Zodíaco.
Loke:Princesa…me duele mucho verte así-dijo mientras la recostaba en su pecho- Sabes que no es tu culpa querida.
Lucy: Loke-dijo con una voz débil a causa de los constantes sollozos-. No…quiero decepcionarlos de nuevo, han pasado por todo esto sólo por mí. No es justo.
Loke le dió un beso en la frente y le susurró en su oído con una voz suave:
Loke: Fairy Tail siempre luchará por sus Nakama. Ellos creen los unos con los otros y luchan para protegerse mutuamente. Sé se sobras que tú también harías lo mismo por ellos. Y créeme; llevo tres años en éste gremio y sé que es ser parte de esta maravillosa familia. Lucy-dijo mientras acariciaba su cabello.- Eres fuerte. Llevo menos tiempo contigo que otros de tus espíritus y nunca podré agradecerte lo que has hecho por mí, pero apostaría a que puedes ser más fuerte o igual que Natsu, aunque te cueste creerme. Tu amabilidad y la grandeza de tu corazón te hacen ser alguien admirable. Nunca decepcionarás a Fairy Tail ni serás una carga para nadie.
Lucy: No tienes que agradecerme nada; te salvé porque me preocupo por ti y por todos mis espíritus-dijo con su sonrisa encantadora.
Había dejado de llorar y se encontraba mucho mejor en brazos de su león leal. Ella lo quería como a un hermano mayor que se preocupaba por su hermana pequeña.
Loke: Vete a dormir ahora. Natsu, Erza y Gray están muy preocupados por ti. No has aparecido aún por el gremio.
Lucy bajó la mirada.
Lucy: Lo sé…sólo estaba pensando que si hubiera hecho caso a mi padre quizá no hubiera herido mis nakama.
Loke sintió su corazón estrujarse. Fuera de sí cogió por los hombros a Lucy y le hizo mirar a los ojos.
Loke: ¡Jamás vuelvas a pensar en eso! Ellos no han luchado por nada, han luchado por ti. ¿Me entiendes?
Lucy lo miró con miedo a los ojos. Nunca lo había visto así, pero sabía que tenía toda la razón. Que hubiera pasado si no hubiera entrado en Fairy Tail? Nunca podría haber conocido a su verdadera familia. Ahora tenía que ser fuerte también para ellos.
Una nueva determinación brilló por sus ojos y miró a Loke.
Lucy: Tienes razón. Pero quiero hacerme más fuerte para protegerlos a todos.
Loke: Yo te ayudaré a entrenar si eso es lo que quieres, pero ahora a dormir.-dijo mientras recostaba a su ama en su cama y la tapaba con sus edredones de color rosado.
Lucy no tardó en cerrar los ojos y se durmió con una sonrisa en sus labios.
…...
A las afueras de Magnolia…
Una silueta observaba des del bosque a la gran ciudad de Magnolia. El viento movía su rubio cabello peinado hacia atrás y terminado en punta. Tenía una cicatriz en forma de rayo que le cruzaba su ojo derecho.
Era un hombre de unos 23 años, alto, enorme y bien musculado. Laxus Dreyar, el nieto de Makarov Dreyar, era un mago de clase-S del gremio de Fairy Tail.
Acababa de llegar de una misión y se encontraba ahora en el bosque de las afueras de Magnolia, donde había construido su campamento para pasar la noche.
Laxus era un hombre egocéntrico, arrogante y poco empático. Decía ser el miembro más fuerte de Fairy Tail y poco le importaban sus nakama.
Además estaba furioso con el ataque de Phantom Lord, ya que había destruido su hogar y también había desacreditado aún más las opiniones que tenía la gente del gremio de Magnolia. Eso lo sacaba de sus casillas.
Volvió su vista a la ciudad de Magnolia, ahora dormida y apretó con fuerza los dientes para controlar su ira que incrementaba con sólo pensar en los insultos que la gente hacía hacia su gremio. Todo había empeorado aún más con los numeritos de las famosas mujeres de Fairy tail, en prendas de baño, en la revista Sorcerer Weekly.
Pero tenía que reconocer ésas mujeres eran las más bellas de todo Fiore.
Jiji…Tenía que haber sacado su lado pervertido ahora, gracias a su abuelo Makarov.
Los ciudadanos de las diferentes ciudades se burlaban de ellos y decían que sólo completaban misiones destruyendo prácticamente todo lo que encontraban y las chicas se exponían ante el público para atraer la atención de los demás.
Pronto acabaría con eso. Él lo sabía. Cuando fuera maestro de Fairy Tail sólo dejaría entrar a magos fuertes. Sólo ellos pordrían permanecer en Fairy Tail. Los miembros de Fairy Tail no deberían depender los unos de los otros, eso es para débiles-pensó enojado Laxus.
Phantom Lord había lo había enfurecido. Él se encontraba en una misión cunado había ocurrido. ¡Son unos estúpidos magos! Si hubiera estado allí les hubiera mostrado de lo que era capaz un auténtico mago fuerte de Fairy Tail. Además Mirajane lo había llamado para ayudar a la chica rubia nueva. Eso le había dado la razón de qué Fairy Tail era patético y que estaba formado por débiles.
Laxus: Esto esculpa de esa estúpida niña nueva. De seguro que si esa mujer de pechos grandes hubiera hecho caso a mis condiciones no habría pasado nada de esto.-dijo para sí mismo y apretando con furia sus puños.
Flashback:
Laxus se encontraba en medio de una misión cuando Mirajane lo llamó haciendo uso de la lácrima que siempre llevaba consigo.
Al principio pensó que al final la mujer-demonio se había dado cuenta de lo atractivo y sexi que era y que quería pasar una noche con él. Hacía tiempo que le gustaba el carácter de la mujer albina. Mucho más, antes de la tragedia que cambió su personalidad por completo. Sin embargo, estaba equivocado. El rostro de Mirajane mostraba preocupación.
Poco a poco se desvanecieron sus fantasías y la miró con desprecio.
Así que sólo me llamas cuando necesitas que te eche una mano. Tsk.
Mirajane: Laxus…
Laxus: Uh?-soltó un gruñido y la miró con arrogancia.
Mirajane: Eres nuestra última esperanza…el maestro está seriamente herido y no podemos contactar con Mistogan.-dijo mirando hacia abajo. Esperaba que volviera a ayudar a sus Nakama o al menos a su propio abuelo- Vuelve por favor…es una emergencia.
Laxus: Qué se joda ése viejo! Hahahaha.- soltó su risa maquiavélica. - No me interesan vuestros asuntos. Cuidaos de vosotros mismos.-dijo tajante y con su mirada de superbia.
Cana que se encontraba con mirajane delante de la lácrima no pudo aguantar la superbia del nieto del maestro del gremio.
Cana: LAXUS! ERES…!
Laxus: Ése viejo ha empezado todo este lío, por qué tendría que solucionarlo yo?
Mirajane: Laxus, el objetivo de Phantom Lord es nuestra nakama Lucy.
Laxus: Uh? Quién es esa Lucy? Ahh ya recuerdo la novata tetona.-rió para sus adentros.- ¡DILE QUÉ SOLO LA AYUDARÉ SI SE CONVIERTE EN MI MUJER! ¡ Y DILE A ÉSE VIEJO QUE SE RETIRE YA PARA QUE YO PUEDA OCUPAR SU LUGAR!
Cana no podía creer que faltara al respeto a sus nakamas de ésa forma.
Cana: ¿Cómo te atreves…?-dijo apretando con fuerza sus puños y clavándole una mirada asesina al rubio que tenía una marca en forma de rayo en su ojo derecho.
Laxus: Hey, hey,… ¿Es así como le hablas a alguien a quién le estas pidiendo un favor? Por qué no te desnudas para mí, nena? Eres muy sexy…
Cana lo miró con furia y estuvo a punto de reprender sus palabra cuando Mirajane destruyó la lácrima con su magia.
Fin del flashback
Esa maldita Mirajane... De seguro le había quitado a Laxus una noche con la sexy Cana y con esa tetona rubia Lucy.
Tenía que admitir que des de que Natsu, el cerebro de fuego, la trajo al gremio no le había quitado los ojos de encima. Era muy sexy, eso lo sabía y sólo el sentir su cuerpo contra el suyo y hacerla suya le hacía hervir la sangre.
Maldito abuelo…de todo lo que me has enseñado tenía que ser también tu lado pervertido.
Bueno ahora que lo pienso tampoco tengo que darme por vencido con ésa rubia. Hay esa misión que el abuelo mencionó hace poco…quizá pueda llevármela conmigo.
Ella no se resistirá al gran Laxus Dreyar...
Con esos pensamientos el mago de rango S, apagó la fogata que yacía encendida en su campamento y se fue a descansar en su tienda.
…...
A la mañana siguiente…
El sol ya iluminaba el apartamento de la joven maga celestial, cuando ella empezó a entreabrir sus ojos chocolateados. Aún tenía mucho sueño, ya que la semana después del ataque de Phantom Lord no había dormido lo suficiente. Pero había prometido a Loke que no preocuparía más su equipo, el Equipo Natsu, y que hoy iría de nuevo al gremio.
En un abrir y cerrar de ojos, Lucy se levantó del cama y fue hacia el baño. Se lavó los dientes y se dirigió hacia su tina. Abrió el agua caliente y dejó que corriera el agua hasta llenarla. Después de comprobar que la temperatura era la adecuada, se dio uno de aquellos famosos baños con su champú y jabón de fresas y vainilla. Necesitaba despejarse un poco antes de marchar hacia el gremio que tanto quería. Poco después, salió de la ya fría agua de la tina y envolvió su cuerpo en una toalla de color blanco y secó su cabello.
Para vestirse Lucy cogió una de sus llaves que le permitían convocar a sus espíritus.
Lucy: ¡Ábrete puerta de la virgen! ¡Virgo!- entonó mientras tenía la llave de la criada en la mano.
Un resplandor dorado apareció y una joven criada se hizo presente.
Virgo: ¿Es la hora del castigo, princesa?-preguntó con un brillo especial en sus ojos, todo capeando sus manos como si fuera una niña pidiendo un regalo.
Lucy: No, no es la hora del castigo.-dijo mientras una gota de sudor aparecía en sus frente (estilo anime).- Pero sí que necesitaría alguna de tus ropas del Mundo Celestial. Algo que no acapare mucho la atención como el traje de conejita que una vez me trajo, pero que sea bonito y simple para ir al gremio.
Virgo: ¡De acuerdo, princesa! ¡En un momento te traigo el traje!-dijo mientras desaparecía hacia el Mundo Celestial y volvía a aparecer con un traje para su ama.
El atuendo que Virgo le entregó era un top de color morado que hacía conjunto con una minifalda de color blanco, unos leggins que le llegaban hasta las rodillas y unas botas blancas de combate. Para acabar, Virgo le dio, también, un cinturón de color negro que le permitía sujetar su látigo en forma de corazón en la punta y sus llaves.
Se miró en el espejo de su baño y aprobó el buen gusto que tenía Virgo con la ropa.
Lucy: ¡Éste atuendo es fantástico Virgo! Aunque…también me veo un poco más sexy en él.
El top morado marcaba mucho sus enormes pechos.
Me pregunto cuál será la reacción de mis amigos…jeje-pensó mientras una gota de sudor caía al lado de su frente (al estilo anime).
Virgo: ¿El atuendo no es de su agrado, princesa?-preguntó el espíritu-criada cuando vio la forma extraña de actuar de su ama.- ¿Es la hora del castigo?
Lucy volvió a la realidad y sonrió a su querido espíritu.
Lucy: No, Virgo. El atuendo es fantástico. Puedes volver.-dijo con una sonrisa.
El top marcaba los notorios pechos de la joven rubia.
Virgo desapareció al Mundo Celestial.
Ahora sólo hace falta arreglar mi cabello y ya podré ir a ver a Natsu, Happy, Erza, Gray, Levy, Mirajane, Cana…todos mis queridos amigos.
Lucy: ¡Ábrete puerta del cangrejo gigante!¡Cáncer!
Un resplandor dorado apareció y un hombre con patas de cangrejo y unas manos con unas tijeras metálicas apareció delante de la joven maga celestial.
Cáncer: ¿Cómo quieres tu peinado, ebi?-preguntó el espíritu celestial.
Lucy: Por hoy sólo lo quiero suelto, pero ¿podrías arreglármelo para que quede bien liso y espumoso?-preguntó con educación.
Lucy quería mucho a sus espíritus y les respectaba muchísimo. Des de muy pequeña su madre le había enseñado a respetarlos.
Cáncer: Claro ebi.
Dejó su cabello suelto y lo peinó y arregló como sólo él sabía. Al cabo de unos minutos, la chica de 17 años parecía toda una mujer.
Lucy: ¡Muchas gracias Cáncer!-dijo mientras abrazaba al hombre-cangrejo y le daba un beso en la mejilla.
Cáncer le sonrió un poco sonrojado.
Cáncer: Llámame cuando necesites otro peinado ebi.
Lucy: Claro ^^.
Después de hacer volver a Cáncer al Mundo Celestial, salió del baño, cogió dos tostadas y salió para el gremio.
Cuando miró a la llave de Horologium y vio que eran las 10:00 de la mañana se apresuró a llegar al gremio.
Por el camino convocó Plue para que le acompañara hasta el gremio.
Como siempre, caminó por el muro del canal.
Pescadores: ¡Lucy-san! ¡Ve con cuidado, no te vayas a caer!
Lucy: ¡Tranquilos, no me voy a caer!-les dijo con una sonrisa.
Cuando ya estaban llegando al gremio, Lucy ya empezaba a oír los gritos de las peleas que Fairy Tail normalmente tenía. Aunque durante la semana posterior al ataque de Phantom Lord los miembros habían estado ocupados construyendo de nuevo el gremio, las peleas no cesaban.
Se sentía un culpable por no serles de mucha ayuda en construir el gremio, ya que el ataque era culpa suya. Sin embargo, el Equipo Natsu insistió en que recuperara las fuerzas que necesitaba.
Ha pasado una semana y aún no he vuelto al gremio. Tendré que disculparme con mis amigos. A partir de ahora ayudaré en todo lo que haga falta por hacer.
Hizo volver a Plue al Mundo Celestial cuando se encontraba delante de las puertas del gremio y poco a poco las abrió.
Lucy: ¡Hey Minna!¡ He vuelto!-saludó a sus nakamas con esa sonrisa suya.
Natsu y Gray pararon de pelear y fueron a abrazar a su amiga.
Natsu: Luceee! ¿Por qué has tardado tanto en venir? ¡Nos tenías a todos muy preocupados!-dijo mientras abrazaba a su amiga con tanta fuerza que casi la asfixia.
Lucy: Nat…su…no puedo…respirar-tartamudeó por la falta de aire.
Gray: Cerebro de fuego! Las estas asfixiando!-dijo mientras le daba un puñetazo en la cabeza.
Natsu: Los siento Luce!-dijo mientras deshacía el agarre.-I tú! Calipo helado! NO ME PEGUES CUANDO ESTOY CON LUCE!
Gray: ¿¡QUÉ!?¿! CÓMO ME HAS LLAMADO DRAGÓN LLAMEANTE!?-gritó enojadísimo.
Erza: PARAR LOS DOS AHORA!-gritó la maga de cabello escarlata con una aura demoníaca a su alrededor que paralizó a Natsu y Gray.
Natsu y Gray se abrazaron con uno de sus brazos y exclamaron: ¡Aye!
No cambiarán nunca…jeje^^'-pensó Lucy.
Erza volvió su mirada a Lucy y le dijo:
Erza: Lucy estoy muy contenta que hayas venido al gremio. ¿Cómo te encuentras?-preguntó preocupada.
Natsu y Gray la miraron con inquisición.
Lucy: Estoy realmente bien chicos. No hay de qué preocuparse.-les dijo con una sonrisa.- Estoy deseando de volver a hacer misiones con vosotros. Quiero ser más fuerte y entrenar para proteger a la gente que quiero. La razón por la que no he podido ir al gremio es porqué he estado pensando en todo lo que ha ocurrido y me siento culpable por ello. Además, vosotros habéis estado ayudando a construir al gremio y yo no. Siento sólo he sido una carga para vosotros.
Natsu la cortó.
Natsu: Luce! No te culpes por lo que ha pasado, fue tu padre, ése hombre ansioso por poder y dinero y quién no ha hecho nunca una mierda por ti o pensando en tus sentimientos. No tienes que sentirte culpable por esto, porqué fue él el causante del ataque de Phantom Lord.-dijo Natsu tratando de consolar a su amiga.
Lucy: Lo sé es por eso que tengo que hacer algo al respeto….
Gray: Por una vez en la vida Natsu tiene razón- lo dicho provocó una mirada de reojo por parte de Natsu hacia Gray.- Somos nakama. Por eso actuamos juntos y si estamos en peligro nos protegemos mutuamente. Recuerda todo lo que hemos hecho juntos. Lullaby, la Isla Galuna…lo hemos hecho juntos. NO eres ni nunca serás una carga para nadie. Cuando luchas no te escondes detrás de tus espíritus, luchas con ellos. Además, la energía que usas para hacerlos permanecer en la Tierra te hacer ser fuerte, por qué no muchos aguantarían a muchos espíritus convocados.
Erza: Es así como deberían funcionar los gremios de verdad.-Erza continuó el diálogo de Gray-. Lucy tú no eres débil. Todo lo contrario. Muchos no sabrían que hacer ante situaciones en que tú te has visto involucrada.
Lucy: Minna…-dijo minetras una lágrima caía por su mejilla.
Happy ahora había entrado por la puerta del gremio. Cuando vio a Lucy fue volando hasta su pecho para abrazarla.
Happy: Lussshyyy!-dijo con lágrimas en los ojos.¡ Juro que jamás te diré gorda, o que comes mucho¡ Pero no vuelvas a desaparecer durante una semana!-dijo mientras enterraba su cabeza en el pecho de la ahora sonrojada maga.
Sólo espero que nadie haya escuchado lo que Happy ha dicho-cogió el gato por las mejillas y las estiró.
Lucy: ¡No vuelvas a llamarme así, gato estúpido!-dijo nerviosa y con una cara totalmente roja.
Natsu: No te preocupes Luce. Nadie lo sabrá aparte de nosotros. ^^-rió como un niño pequeño.
Lucy: ¿Eeeeh? ¿¡NATSU TU TAMBIÉN!?-exclamó la maga de espíritus celestiales.
Claro cómo no. Es un Dragón Slayer y tiene unos sentidos muy bien desarrollados. Ha escuchado lo que Happy ha dicho y además lo expone en público. ¡PERO SERÁ BOBO!
Lucy miró de reojo a Natsu y se fue al bar a hablar con Mirajane y a almorzar alguna cosa.
Lucy: ¡Hola Mira! ¿Puedo tomar un batido de fresas con vainilla para almorzar?-preguntó Lucy a la camarera Mirajane.
Mirajane: ¡Lucy! Buenos días, claro ahora te traigo tu batido favorito.-dijo la alegre camarera y se fue dentro de la cocina.
Cana que se encontraba bebiendo encima de la barra bajó de golpe la y miró a Lucy.
Cana: Lucy…que has estado haciendo por una semana eh?-dijo de forma pícara.
Lucy: No lo que tú piensas Cana ^^'.
Cana: ¡Oh, venga! Con ése cuerpazo que tienes seguro que tienes a los hombres colgando de tus pies, ¿no tengo razón? Así que dime, ¿quien es el afortunado o afortunada?-la molestó.
Lucy la miró con cara aburrida y le dijo.
Lucy: ¿No has bebido suficiente ya por hoy Cana?-cambió de tema. Los chicos eran un tema bastante delicado para ella. No es que no le gustaría tener una cita con alguien. Pero, no tenía experiencia como Cana o incluso Mirajane.
Cana: ¡Qué va! Sólo llevo 12 barriles. No cambies de tema Lucy.
Lucy la miró con ojos como platos.
QUÉ TIPO DE GENTE SE ENCUENTRA EN MI GREMIOOO!
Cana: Venga dímelo. Aquí hay muchos hombres apuestos. Gray y Natsu aunque son aún unos niños para mí tienen buen cuerpo. Los pectorales de Elfman se ven deliciosos…-explicaba de forma soñadora.
Lucy: ¡No sigas, no sigas!-dijo evitando el tema.
Cana: Pero el hombre que yo creo que es más apuesto es Laxus. Pero ese sinvergüenza se pierde con su superbia, arrogancia y además que es muy egocéntrico.
Lucy: ¿La-xus? ¿Apuesto?-preguntó con incredulidad a Cana.
Recordó el día que Mirajane llamó a Laxus por la lácrima para pedirle ayuda durante el ataque de Phantom Lord.
Ese maldito sinvergüenza…sólo aceptaba ayudarme si me volvía su mujer y Cana se desnudara para él.
Es un maldito canalla…jamás estaría con alguien como él.
Lucy: ¡Es un maldito pervertido! ¡Jamás iría con alguien como él!-dijo indignada la joven maga rubia.
Cana: Uhh? Eso no lo sabrás si no lo intentas-dijo para molestarla. Sabía que Lucy era muy inocente en esos temas.
Lucy: Como sea.-Lucy se giró y se encontró con Mirajane, quién ya le traía su batido.
Mirajane: Cana no molestes a Lucy. Acaba de llegar. Hace una semana que no pasa por el gremio.-dijo mirando de reojo a Cana.- ¿Lucy, como te encuentras?-dijo mirando de nuevo a la maga celestial con una sonrisa de oreja a oreja.
Lucy: ¡Mucho mejor Mira!^^.-le sonrió. Después de terminar su comida dio un vistazo al cartel de misiones y preguntó a la camarera.- ¿Oye Mira, sabes si hay alguna misión para que pueda hacer con el Equipo Natsu?
Mirajane: No tengo alguna en concreto. De momento sólo hay misiones en que se tienen que atrapar ladrones, encontrar objetos perdidos…misiones en qué la recompensa no es elevada.
Lucy suspiró y golpeó su cabeza contra la mesa del bar.
Lucy: ¿Qué voy a hacer? ¡Necesito pagar el alquiler de mi apartamento dentro de una semana!
Mirajane: Cuando encuentre una misión puedo guardártela. Así no tendrás de preocuparte tanto de encontrar alguna.-le dijo para animarla.
Lucy: Gracias Mira^^.
Pagó por su batido de fresas y se fue en la mesa donde se encontraba el Equipo Natsu.
Natsu: ¡Hola Luce! ¿Encontraste una misión? ¡ Me muero de ganas de tener un poco de acción! ¡Estoy encendido!-dijo con un brillo de determinación en sus ojos de color negro.
Lucy: Lo siento Natsu…-suspiró- No he encontrado nada. Sólo misiones de recompensas demasiado baratas. No podré pagar mi alquiler con ésas misiones.
Natsu: ohh…-miró hacia el suelo desanimado-.
Lucy: Pero no te desanimes seguro que mañana encontraremos alguna-le dijo con sus típica sonrisa-. Además, Mira nos guardará una misión para nosotros cuando llegue alguna que nos interese.
Natsu: ¡En ese caso, no puedo esperar! ¡Cuando Mira nos dé la misión partiremos de inmediato hacia la estación de tren jeje.
Lucy: Natsu, ¿estás seguro que quieres ir hacia la estación de TREN?-preguntó con una sonrisa divertida.
Natsu: Me siento mareado…-el Dragón Slayer de las Llamas se puso verde en sólo pensar en el medio de transporte.
Natsu… eres el mismo que siempre^^'-pensó Lucy
De pronto la puerta del despacho del maestro del gremio se abrió y Makarov Dreyar caminó por el segundo piso hacia el balcón.
Makarov: Lucy, qué bueno que has llegado. Ven a mi despacho, tengo que hablar contigo.
El gremio quedó en silencio por un momento y observaron cómo Lucy se levantaba de la mesa, dónde se encontraba su equipo, y subía las escaleras que daban al segundo piso y entró con el maestro en su oficina.
Natsu: No sé qué quiere el viejo con Lucy.-dijo el Dragón Slayer del Fuego.
Erza: Seguro hablarán del ataque de Phantom Lord y de porqué su padre estaba detrás de todo esto.-dijo mientras comía su tarta de fresa favorita.
Gray: Espero que sólo sea esto…-dijo preocupado Gray.
Gray quería a Lucy como a una hermana pequeña.
Erza: A qué te refieres.-dijo ahora una muy preocupada maga de cabello escarlata.
Gray: Lo digo porqué ya Lucy mencionó que su padre la quería de vuelta para casarla con alguien de estatus elevado y así conseguir dinero. Así que el maestro ya debe saber eso. No entiendo por qué tiene qué hablar de eso con ella ahora.
Natsu: ¿Y entonces qué piensas que quiere ahora, cubito helado?
Gray: Si tan sólo usaras un poco más tu cerebro de llamas podrías pensar en algo tú también.
Natsu y Gray hacieron una guerra de miradas, cuando Erza golpeó a los dos en la cabeza.
Erza: ¡Comportaos los dos!-exclamó una irritada Erza.
Natsu y Gray: ¡Aye!
Erza: Puede que tengas razón Gray pero eso sólo lo sabremos cuando Lucy nos los cuente. No creo que sea algo que de momento tengamos de qué preocuparnos.
En el despacho del maestro…
Lucy se sentó en la silla delante de la mesa del maestro y esperó que Makarov hiciera lo mismo y empezara el por qué la había llamado en su despacho.
Makarov: Lucy estoy el corriente de todo lo que ha ocurrido en el ataque de Phantom Lord. No volveré a dejar que alguien hiera a mis niños. No te sientas culpable, porqué es tu padre el responsable de todo esto y el consejo se encargará de hablar con él.
El maestro suspiró y empezó otra vez su discurso.
Makarov: Eso, pero no es el motivo por el que te hecho subir hacia aquí.-dijo el maestro gravemente.
Lucy lo miró preocupada, preguntándose qué tan importante era lo que le tenía que decir.
De pronto un sujeto musculado entró en la oficina y miró a la rubia preocupada que hablaba con el maestro del gremio.
Makarov: Irás con Laxus en una misión de rango S. Es de suma importancia la ayuda de una maga celestial. No quiero hacerte esto, pero no tienes ninguna opción. Mistogan, Erza, Mirajane y Gildarts no tienen permitido hacer esta missión. Por eso, Laxus es el único mago de clase S disponible.
Lucy intentó asimilar la información que le había soltado Makarov.
Lucy: ¿¡QUÉ!?-chilló.- Erza se encuentra en el gremio. ¡De ninguna manera me voy con ése pervertido!
Laxus soltó un gruñido molesto por la acusación de la rubia.
Laxus: Oye estúpida Blondy, si hubiera otra maga celestial no hubiera perdido el tiempo con alguien tan débil como tú-mintió el joven rubio.
Lucy: ¡Mi nombre es Lucy! Además, tu eres rubio también por si aún no te habías dado cuenta-le hizo una mueca.
Laxus: Como sea, chikie. Tsk-le gruñó y miró a su abuelo.
Makarov miró a los dos jóvenes.
Makarov: Iréis los dos solos y no se hablará más del tema.
Lucy tragó saliva y le preguntó:
Lucy: ¿Qué dice la misión, de todos modos?-dijo derrotada
Makarov: Por lo que sabemos un gremio oscuro se ha establecido en un pueblo del norte de Fiore y ha aparecido una extraña magia que se asemeja mucho a la magia del Mundo Celestial, pero no estoy muy seguro de ello. Es una misión de rango S. No es tan fácil como las que has hecho hasta ahora, sin contar la de la Isla Galuna.-el maestro dijo con preocupación en sus ojos.
Un cosquilleo recorrió la columna vertebral de Lucy y se tensó en pensar que lucharía contra un gremio oscuro y estaría a solas con un completo egocéntrico, arrogante y pervertido mago de clase S.
Laxus no desapercibió la inquietud de la joven maga y sonrió arrogantemente para sus adentros. Por lo que veo no será tan difícil enojarla o molestarla- pensó el joven rubio.
Makarov: Los dos partiréis mañana. Empaquetad todo lo que necesitéis para esta misión de 3 meses.
Lucy: ¿¡3 MESES!? ¡¿Estais todos locos?!-preguntó una asustada maga celestial.
Estúpida mujer…porqué tiene que chillar a todas horas.-pensó Laxus mientras frotaba sus adoloridas orejas.
Makarov: Así es. Laxus si puedes irte ahora, tengo que hablar con Lucy a solas.
Laxus se marchó malhumorado del despacho de su abuelo.
Makarov: Laxus puede ser egocéntrico, arrogante y un pervertido, aunque eso seguro que lo ha terminado sacando de mí.-dijo mientras una gota de sudor bajaba por el lado de su frente al estilo anime.- Pero antes no era así. Además, no creo que sea capaz de hacer daño a alguien de su propio gremio aunque su carácter puede hacernos tener opiniones equivocadas sobre él.
Lucy: Entiendo que quieras defender a tú nieto, pero aun no puedo creer su comportamiento cuando luchábamos contra Phantom Lord. ¿Qué le ocurrió a Laxus? Has dicho que antes no era así. Debe haber tenido un pasado horrible.
Makarov: Laxus nació prematuramente y su salud era muy débil. Su madre murió en el parto y su padre loco por el poder implantó una lácrima en su ojo derecho para hacerlo más fuerte. Sólo quería que su hijo fuera fuerte, porqué estaba harto de que fuera un siempre débil, que no tenía nada de fuerza. Cuando su padre fue expulsado de Fairy Tail se volvió así. Des de ahora lo he criado yo mismo. No hables de ese tema con él. No se cómo se lo tomaría. A veces su temperamento le ha llevado a consecuencias poco gratas.
Lucy se sintió mal. Tenía un pasado muy parecido a Laxus, aunque no tan duro como el suyo.
Lucy: Voy a hacer lo que pueda para completar esta misión.
Makarov sonrió a su querida maga celestial y le deseó mucha suerte mientras la acompañaba hacia afuera.
Lucy se quedó petrificada en recordar a su equipo y en como tomarían las nuevas noticias.
Natsu: ¡Luce! Que tanto hablabas con el viejo.-dijo mientras corría hacia ella.
Erza, Gray y Happy lo alcanzaron poco después.
Lucy: Chicos…-dijo una preocupada maga de espíritus estelares.
Gray: ¿Qué ocurre Lucy?-preguntó preocupado el mago de hielo. Sabía que había algo más en todo esto.
Lucy: El maestro me ha dicho que tengo que hacer una misión de suma importancia de rango S de 3 meses.
Todos los del equipo Natsu: ¿¡Que dijo que qué!?
Natu: Qué bien Lucy^^ cuando partimos a hacerla? ¡Estoy encendido!
Erza: Tonto, al menos tiene que acompañarla un mago o maga de dicho rango. No te preocupes Lucy, yo te acompañaré.-dijo con determinación la maga en armadura, mientras ponía una mano sobre el hombro de su compañera para animarla.
Lucy: No es eso. Quiero que vengan conmigo, pero el maestro Makarov ha dicho que tengo que hacer esta misión con Laxus. Ése es el problema.-suspiró.
Todo el gremio: ¿¡QUÉ!?
Gray: ¡POR QUÉ TIENES QUE IR CON ÉSE TIPO! ¿Acaso no recuerdas como rechazó dar una mano durante el ataque de Phantom Lord? De ninguna manera voy a dejar que te vayas con ése maldito pervertido!-dijo quitándose las ropas.
Lucy: Gray…tus ropas.
Gray: ¡Porqué siempre me tiene que pasar lo mismo!-dijo y empezó a buscarlas por todo el gremio.
Erza: No veo por qué no puedo ser yo. Yo también soy una maga de rango S.
Natsu: ¡Yo también soy fuerte! ¡Puedo derrotar a Laxus aquí y ahora!
Laxus: Eso ya lo veremos.-dijo un divertido Laxus, quién miraba des del segundo piso la escena que montaba el equipo de Blondy-.
Erza: LAXUS! Yo también puedo acompañar a Lucy en ésta misión.-gritó irritada.
Laxus: No quiero ser rudo, pero ha sido decisión de mi viejo, Titania.-comentó arrogantemente.
Lucy lo miró de mala gana. Si Makarov decía la verdad, cosa que no dudaba Laxus había cambiado muchísimo.
Makarov se puso en el balcón del segundo piso.
Makarov: En ésta misión de rango S piden a Laxus y a Lucy. A nadie más-comentó el maestro a sus nakama.
Todos: Pero Lucy…
Makarov: Es la hora de dejar que Lucy muestre de que es capaz. Ella es fuerte. Confiad en ella.
De mala gana el Equipo Natsu se calló y desearon suerte a su querida Lucy.
Lucy se marchó a su casa para empaquetar sus cosas y después de escribir las nuevas noticias en una carta para su madre se fue a dormir.
