Los Merodeadores siempre han sido mi tema pendiente. Y ciertamente, yo no puedo imaginármelos de otra manera.

Nota: James/Lily y Remus/Sirius. Remus siempre será el responsable, obsesionado con la limpieza y no saltarse las reglas enamorado de Sirius; James siempre será el que está colado por Lily Evans y no sabe ya qué hacer para lograr su atención; Sirius siempre será el más bromista, encantado con hacer rabiar a Remus para tenerlo cerca; y Peter siempre será el más tímido, el reservado.

Para terminar, viñeta dedicada a Pandora's Little Helper, Gracias por todo lo que estás haciendo por mí.


01. Cosquillas

James aprovecha el silencio del dormitorio, ese inusitado silencio, durante varios minutos, antes de que el resto de los Merodeadores irrumpan violentamente en su intimidad. Piensa en Lily Evans, esa chica que parece resistirse al encanto Potter, ése al que ninguna mujer le hace ascos.

Pero caerá, piensa sonriendo, Como que me llamo James Potter que Lily Evans será mi esposa, la madre de mis hijos.

- ¡Atención! – exclama Sirius al irrumpir en el dormitorio de forma escandalosa, golpeando violentamente la puerta – Cornamenta, ¿a qué no sabes a quién acabamos de ver en los pasillos…?

- Sirius… - advierte Remus dirigiéndose a su baúl.

- ¿A quién? – pregunta intrigado.

- ¡Lily Evans!...

- …¡con Snape! – finaliza Peter mientras Remus niega lentamente con la cabeza - ¿Te lo puedes creer? Y ella estaba, ¡sonriendo!

- ¿Qué? No puede ser… ¡Maldito Snape!

- ¿Y qué haces aquí parado? – pregunta Sirius divertido - ¡Ve a por la mujer que amas!

- ¡Sí! Chicos me voy, pero cuando vuelva seré el nuevo novio de Lily Evans, y no quiero que me abráis hasta que no sea así… - grita mientras sale de la habitación.

- Entonces me temo que no le abriremos hasta que Dumbledore se jubile – murmura Remus concentrado en ordenar su baúl, el cual luce perfectamente ordenado en comparación con los de los demás integrantes del dormitorio.

- Lunático, eres tan positivo cuando te lo propones… – ironiza Sirius acercándose con una sonrisa de oreja a oreja a la cama de Remus en un silencio sepulcral.

Peter, tumbado boca arriba en su cama, observa la escena divertido. Mortalmente interesado en ver cómo molestará Sirius esta vez a Remus, pero clavando su mirada en distintos puntos del dormitorio, para cuando llegue el momento, saber dónde encontrar lo que necesita y poder huir de allí.

- ¿Quieres hacer el favor de quitar tus apestosos pies de mi cara, Sirius? – pregunta Remus cerrando los ojos con fuerza y tensando el cuerpo cuando siente los pies de Canuto en su nariz.

La nueva estrategia de Sirius ya ha empezado.

- Lunático, Lunático – lo regaña como a un niño pequeño desde la cama de Remus, moviendo los dedos de los pies para mayor irritación de su amigo -. ¡Qué vamos a hacer contigo…!

Remus se incorpora y su cuerpo tiende a tensarse en posición de lucha, con la varita en alto, irritado, frustrado, cansado pero encantado. Peter se levanta del cálido confort que le ofrece la cama y abandona el dormitorio en silencio tras haber cogido sus pertenencias, murmurando un delicado fue más original cuando vertió nata montada en los calzoncillos de Lunático.

-Prepárate, Sirius Black – reta amenazadoramente Remus -. Porque de ésta no te libras, hoy has terminado por cansarme…

Sirius rueda los ojos, divertido. Por fin se han quedado solos, por fin puede disfrutar de ese pasatiempo sin el cual no puede vivir: ver hasta qué punto puede molestar al más responsable de sus amigos.

- Vamos, Remus – sonríe complacido por la reacción de su amigo, le encanta verlo así, resignado a sus bromas -. Siempre haces lo mismo, ahora es cuando yo me acerco lentamente a ti, repitiéndote que no te atreverás a hacerme daño y termino haciéndote cosquillas, te ríes y contraatacas con más cosquillas mientras tu varita cae y termina bajo la cama de Peter, ambos nos reímos y terminamos tirados sobre tu cama con agujetas en las mejillas y el abdomen. Entonces suspiramos como si acabáramos de echar un buen polvo, y tú te levantas irritado porque tienes que volver a hacer la cama.

Remus quiere contestar, pero para cuando quiere darse cuenta, Sirius está cerca, y él ya ha bajado la varita. Gran error, Remus, siempre haces lo mismo.

Las cosquillas no tardan en llegar, y todo lo que Sirius ha pronosticado, se ha cumplido.

- ¿Dónde…?

- Bajo la cama de Colagusano – interrumpe Sirius desde la cama con el pelo desordenado y aire casual, después de una buena sesión de cosquillas.

Remus lo mira y sonríe, se agacha cerca de la cama de Peter y recoge la varita. Dirige una mirada de reproche a Sirius y aprovecha una pequeña distracción de éste para relamerse los labios, se ve tan hermoso ahí tumbado, con la túnica arrugada, despeinado, natural. Muy Sirius Black.

- ¿Qué? – pregunta él con una sonrisa cuando se siente observado - ¿Te gusta lo que ves, Lunático?

Remus sonríe a su vez y, con un toque de varita, Sirius es movido por una fuerza sobrenatural y comienza a hacer la cama manualmente.

- Eh, ¡eso no vale!

- Sí, me gusta lo que veo, Canuto.


Espero opiniones!

Un beso!