Disclaimer: Soru Ita (mejor conocida como Soul Eater) es propiedad intelectual de Atsushi Okubo y sus respectivos autores y distribuidores. Yo no poseo ningún derecho sobre la serie, por lo que no me pagan haciendo esto.
Advertencia:
Pues debo decir que soy muy muy fan de la pareja que hacen Soul y Maka juntos. Espero que les agrade. Me he inspirado en un fanart de esta pareja que me pareció maravilloso, así que espero que les guste mi concepto.
Por cierto, esto no tiene nada qué ver con la obra de Jane Austen: Orgullo y Prejuicio. Cuando lo mostré para que me lo betearan, lo primero que me dijeron era que si había adaptado la idea de Austen y la verdad es que no es cierto xD simplemente que el título me pareció muy acorde a lo que he escrito.
Sin más, os invito a leer.
Orgullo y Prejuicio.
Original e inédito
Por Onmyuji. Anteriormente Hidari Kiyota.
Prejuicio.
Se encontró a sí misma completamente ida, dejando que el aceite en el sartén se quemara sobre la hornilla de la estufa con fuego. Su cabeza daba vueltas lejos, muy lejos de ahí. El huevo que sostenía en su mano y con el que se suponía que haría el omelette, resbaló de su mano y se estrelló finalmente contra el piso.
Reaccionó de súbito luego de que escuchó el golpecillo. Estaba apenada a pesar de encontrarse sola en la cocina luego de que Soul no viera la hora de levantarse y Blair huyera a pasear por ahí sin dar señales de vida. Frustrada, Maka se inclinó hacia el suelo y recogió la cascarilla del mismo y luego acercó una servilleta y limpió.
Se concentró vehemente en olvidar lo que había estado pensando. Ya casi. Un poco más. Listo. Había olvidado su distractor inicial. ¿Qué había pensado? ¡No lo recordaba! Se sentía orgullosa de sí misma, tenía una excelente habilidad para olvidar, así como para aprender.
Estaba satisfecha. Simplemente era cuestión de ir a la nevera, tomar otro huevo y regresar a donde se había quedado. ¡No tenía por qué recordar que estaba pensando en hacer sashimi para Soul...!
En ese instante, la chica de ojos verdes paró en silencio y esperó. ¿No se suponía que había olvidado qué era lo que le había distraído? Con apuró, corrió hasta la nevera y tomó un par de huevos. Sólo era de hacer un omelette y largar lejos de la vista de Soul. No era tan difícil eso, ¿Verdad? Sólo así, Soul no se molestaría en indagar qué era lo que tenía... Aunque tampoco tenía deseos de hacérselo saber, sólo por quedar en ridículo con él.
"Maka... ¿Ya está el desayuno?" Y entonces su cabeza quedó en blanco. De pronto, olvidó lo que hacía frente a la nevera, a pesar de tener lo necesario para su omelette en la mano. Entonces lo vio, apareciendo en la cocina, tallándose un ojo. "¿Qué rayos haces gastando electricidad enfrente de la nevera?" Preguntó él, sin quitarle la vista de encima.
"Estoy... ¡Sacando huevos para hacer omelette! ¿Qué no ves, baka?" Apuntó Maka casi al instante, señalando el par de huevos en sus manos. Soul frunció el ceño, obviando lo que era evidente y se dio la vuelta, ignorando a su shokunin como si no la hubiese visto.
"Haz eso pronto, Maka. Tengo hambre." Concluyó Soul sin voltearse a verle, dando media vuelta en dirección al baño. Maka se quedó ahí, congelada y sin desvanecer la sonrisa desquiciada que le adornaba el rostro.
Era increíble cómo podía actuar de una forma tan extraña cuando Soul la atrapaba infraganti en medio de sus pensamientos. Se recordó que no tenía por qué sonrojarse o sorprenderse tanto. Después de todo, Soul y ella eran compañeros de equipo. Ella era el shokunin y Soul la guadaña que empuñaba. ¿Cómo podía estar mal pensar en el bienestar de su compañero si daba la casualidad de que no servía como técnico si no era empuñándolo a él?
Sin querer, vino a su mente un viejo recuerdo que había prometido echar a su baúl de recuerdos para no despertarlo jamás. Era un viejo álbum de fotos que su mamá conservaba desde que era novia de su padre, donde salía el mismo abrazando a su madre, ambos haciendo con las manos la señal de la victoria.
Agitó la cabeza, tratando de olvidar aquello ¿Cómo se le ocurría pensar en eso? ¿Qué caso tenía despertar memorias de un hombre que era realmente idiota? ¡Todos los hombres eran idiotas! Siempre corrían detrás de una escoba con falda y curvas voluptuosas, como Blair. ¡Todos los hombres son iguales! ¿Por qué tenía qué molestarse en pensar que Soul podía ser diferente? ¡Eso era ilógico!
Se detuvo de nuevo, esta vez lejos de la nevera y más cerca de la estufa. ¿Cómo se ponía a pensar en esas tonterías? ¡Tenía qué hacer el desayuno! ¡No era que le agradase pensar en eso, pero tenía mejores cosas qué hacer! Soul era igual a su papá... igual a todos los hombres.
Entonces encaminó un paso hacia la estufa y paró. ¿Por qué estaba pensando en eso en lugar de preparar el desayuno? Si seguía perdiendo el tiempo, llegarían tarde a clases. Con apuro, reventó el par de huevos sobre la sartén caliente —la misma que tuvo que sacar de la llama para que enfriara un poco luego de que casi prende fuego a la casa— y apuró a cocinar.
¿Por qué de pronto pensaba y se resignaba a que Soul no la vería más que como una compañera que estaba plana como tabla de planchar? De pronto, esos se volvieron pensamientos recurrentes y molestos para Maka.
Y en el momento en que una de las yemas se reventó y escuchó la puerta del baño dejando salir a un veloz Soul que caminaba hacia su habitación, secándose la cabeza con una toalla, los pensamientos de Maka comenzaron a tomar un rumbo en particular. De pronto, esa extraña sensación de malestar se hizo presente y luego le golpeó una curiosa opresión en el pecho.
Rápidamente, dio vuelta al omelette y lo sirvió sobre un plato, con el corazón latiéndole con fuerza y corriendo apurado hacia su garganta y un sonrojo en las mejillas. ¿Por qué ese tipo de cosas no tenían nada de lógica para ella? ¿Por qué ese tipo de cosas no se entendían con la estúpida lógica científica?
"Maka... ¿Ya está el desayuno?" Y aquel grito, directo de la habitación de Soul, hizo que el corazón de Maka se apurara a huir con más fuerza hacia su garganta. No. Todo debía estar mal. Debía ser algún síntoma viral. No... Todo menos eso. No. No podía... No Podía Ser. Ella... ¡Estaba enamorada de Soul!
¡Por Shinigami-sama! ¡¿Qué había hecho ella para recibir tal castigo?
"¿Maka?" Le llamó Soul mientras aparecía a lado de una recientemente pálida y horrorizada Maka Albarn, quien tenía los ojos fijos en un punto invisible de la existencia frente a sí: la interesante pared de color crema. Ignorando plenamente su condición de estatua vegetal, Soul procedió a tomar su plato de las manos de Maka y se encaminó a engullirlo frente al lavaplatos.
La fórmula era sencilla: shokunin + buki + amor = desastre total y separación segura. Quiso Maka convencerse de que esto era un grave error, tratando de ejemplificar el error que su madre había cometido al enamorarse de su padre, de haberse casado con él tan joven... ¡Tenía tantas ganas de comenzar a preparar el almuerzo de Soul para esa tarde!
"Baka, baka." Se dijo Maka mientras bajaba el sartén de su mano y se daba un par de palmadillas en las mejillas. Si seguía así, terminaría siendo una mujer llena de prejuicios. Especialmente porque Soul no era exactamente igual que su papá... O al menos eso quería creer ella.
En silencio, ordenó la cocina con la rapidez que podía antes de huir vilmente fuera del pequeño apartamento.
Continuará...
PS. Aún faltan dos capítulos, es una historia cortita, pero a mí me ha gustado mucho escribirla. Espero que les agrade :D en dos días subiré el capítulo dos, así que estén pendientes.
Por cierto, shokunin es técnico o meister y buki es arma :3
Cualquier otra duda de vocabulario me dicen, ¿de acuerdo? :D
Nos estamos leyendo :D
Onmyuji.
