Waaaa últimamente publico fics muy seguidos! Pero no os emocionéis porque igual mañana me quedo sin inspiración otra vez... u.u
Bueno, este es el tan esperado GRAYLU ! Este fic es el regalito para Hikari Sumire :3 Espero que te encante *.*
Los personajes de Fairy Tail no me pertenecen a mi, sino al gran Hiro Mashima.
Disfrutad el fic!
Este también tendrá varios capis juesjuesjues
El plan para una de las mejores fiestas
Lucy se había quedado dormida en clase. Gray, quien estaba a su lado, había puesto el libro de la chica de pie para que el profesor no fuese consciente de que la chica se había quedado frita en mitad de la clase de historia. Solo cuando las campanas sonaron, esta se despertó y avergonzada, hundió la cabeza entre sus brazos mientras susurraba perdón a la nada.
Levy se acercó a ella para intentar animarla.
- Nee, Lucy… No pasa nada, casi nadie se ha dado cuenta.
- Levy-chan, me he quedado dormida… ¿Cómo ha podido pasar? Y el profesor… seguro que lo ha visto.
- No ha visto nada, Gray ha puesto el libro para que no se diese cuenta.
Lucy desvió la mirada hacia Gray, quien estaba peleándose con Natsu. Por alguna razón, ellos dos se habían tenido que sentar juntos y desde entonces, hablaban mucho más. Antes, Lucy solo tenía un buen amigo y ese era Natsu pero ahora, también estaba Gray.
La verdad era que nunca había pensado que pudiese llevarse bien con el chico pero ahora que había pasado tiempo con él, podía comprobar que tenían muchas cosas en común. Y que no era tan frío como todos pensaban.
Lucy se levantó y se dirigió lentamente hacia donde estaba Gray.
- Oye Gray, gracias por lo del libro.
Este se giró para mirarla directamente y con una sonrisa le dijo que no importaba y que no era necesario que agradeciese nada.
Era la hora del almuerzo y todos se sentaron juntos pero Erza le pidió a Lucy que comiesen juntas. Se fueron a un lugar apartado de todos.
- Lucy, sabes que dentro de poco es San Valentín, ¿no?
- Hmm, sí.
Erza se quedó sorprendida, esperaba una respuesta un tanto más entusiasta. Poder regalar chocolates a todos los que te importan y sobretodo… a "esa" persona especial, era motivo de estar animada y esperar ansiosa este día. Pero Lucy no estaba ni emocionada ni ansiosa. Parecía como si simplemente le diese igual.
- ¿Harás chocolates?
Lucy casi se atraganta con el trozo de su obento que estaba comiendo. Nunca había hecho chocolates. Nunca había sentido por nadie más que mera amistad. Nunca había pensado en nadie de esa forma.
- No.
La respuesta fue seca y dejó a Erza más que sorprendida, decepcionada. Sabía que Lucy quería en demasía a todos y cada uno de sus amigos pero siempre había pensado que Natsu era especial para ella. Aunque también debía decir que últimamente ya no estaba tan segura de eso que hasta antes había creído que era una realidad tan firme como la existencia del mismísimo Sol. Ahora, Gray y ella se habían unido mucho. Ahora, Gray ocupaba el asiento al lado de Lucy que anteriormente había sido de Natsu. Erza se preguntó si era posible que también hubiese sustituido el lugar del Dragneel en el corazón de la chica.
Descartó esa idea rápidamente. No podía ser posible, Lucy siempre había tenido esa sonrisa especial para Natsu, había sido paciente y aunque se pasase el día diciendo que era un idiota, ella le había seguido todas y cada una de sus bromas.
Además, estaba Juvia. Juvia estaba total y completamente enamorada de Gray. Erza conocía a Lucy demasiado bien como para saber que era incapaz de dañar a alguien intencionadamente. Y si se diese la casualidad de que estuviese interesada en Gray, intentaría olvidarse de él para evitarse la posibilidad de hacer sufrir a Juvia.
Lucy, viendo como Erza se había quedado mirando a la nada. Llamó su atención varias veces hasta que consiguió que esta saliese de sus pensamientos y regresase a la realidad.
- Perdona, Lucy. He estado pensando que no tienes por qué hacer chocolates para alguien a quien ames, puedes simplemente hacer chocolates para todos tus amigos.
- Si… Supongo que eso podría hacerlo…
- ¡Y dárselos en la fiesta que montaremos!
- ¿Cómo? ¿Una fiesta?
- ¡Sí! Levy, Mira y yo llevamos organizándola como un mes. Será una fiesta elegante. Se hará en la noche de antes a San Valentín ya que este año cae en viernes. Habrá comida, bebida, buena música y lo pasaremos genial. Y cuando de la medianoche, todos darán sus chocolates. Seguramente habrá más de una confesión y ¡todo será romántico!
Lucy no había visto a Erza tan animada nunca. Se la veía muy entusiasmada y eso le dio la sensación de que ni aunque quisiese podría rechazar su oferta de ir a la fiesta.
La miró y se dio cuenta de que estaba sonrojada y pensó que quizás esta sería la ocasión en la que Erza por fin le diría a Jellal todo lo que sentía.
- Está bien, iré.
Erza se lanzó a darle un abrazo pero acabó tirando los obentos de ambas al suelo. En mitad del abrazo, Erza miró el desastre que había provocado e hizo una mueca.
- Vamos, aún queda tiempo. Te compraré un bollito para comer.
Erza se levantó primero y le tendió la mano a Lucy para ayudarla a levantarse. Caminaron durante un largo rato en dirección a la cafetería. Lucy estuvo pensando en lo ilusionada que estaba ahora por ir a la fiesta. Haría un montón de chocolates para todos sus amigos, iría a la peluquería y se pondría un precioso vestido… De pronto se paró en seco y Erza, extrañada, hizo lo mismo. Lucy se acababa de dar cuenta de que no tenía ningún vestido bonito.
- Lucy, ¿qué pasa?
No tengo ningún vestido.
- ¿Qué? ¿Cómo no vas a tener ningún vestido?
- Pues… que no lo tengo…
Erza sabía que no podía acompañarla a irse de compras, ni ella, ni las demás porque estaban demasiado ocupadas organizando las miles de cosas que aún les quedaba por preparar para la fiesta. Estuvo pensando durante un momento en una solución con la que todos saliesen ganando y como en unos dibujos animados, sintió como se encendía una bombillita encima de su cabeza. Podría decirle a Lucy que le pidiese a su mejor amigo que la acompañase. Así, si Natsu y ella volvían a pasar tiempo juntos; Lucy se daría cuenta de lo muy enamorada que estaba de él y le haría un chocolate. Erza se frotó las manos en su cabeza. Era la mejor haciendo planes malévolos y celestinos. Solo Mira podía igualar sus capacidades.
A la salida, Lucy se dirigió hacia Natsu. Erza le había dicho que le pidiese que la acompañase a su mejor amigo. Ese era Natsu , ¿no? Conforme se iba acercando a este, sus dudas aumentaban. Hacía bastante tiempo que las cosas no eran lo mismo entre ellos dos.
Unos cuantos meses atrás, se trasladó una nueva chica a su instituto a las pocas semanas de empezar el curso y fue asignada a su clase. Por este motivo, se vieron forzados a reubicar de nuevo todos los asientos. Pero, hubo disputas entre un par de chicos y el profesor decidió hacer un sorteo. Lucy quedó separada de Natsu. Cuando vió su papelito con el número once, estuvo buscando con la mirada a la persona que tuviese el mismo número que ella pero en aquella búsqueda vió como Natsu le sonreía de una manera muy afectiva a la nueva chica y ella solo sintió un gran pesar. ¿Acaso a él no le dolía nada no poder sentarse a su lado como siempre? ¿Es que era la única que deseaba estar a su lado por siempre? Por lo visto así era. Lucy sintió una mano posarse en su hombro y vió como esa persona colocaba al lado de su papel, otro que tenía el once escrito en él. Ella alzó la vista para ver a su compañero y suspiró aliviada al ver que era Gray. Podría haber sido mucho peor, Gray y Natsu pasaban mucho tiempo juntos "peleando". Aquello hacía que ella se hubiese acostumbrado a su presencia y saber que compartiría asiento junto a él, era una buena señal de que no todo iba tan mal. Natsu iría muchas veces a hablar con su mejor amigo. Y al lado de este, estaba ella. Todo encajaba. El problema estuvo en que se equivocaba. Natsu pasó de estar todo el tiempo con ellos a estar algún que otro rato. Lissana había ocupado todo su espacio. Siempre tenía algo que hacer con ella, siempre habían quedado para hacer algo, siempre tenía algo de lo que hablarle a la chica. Poco a poco, fueron perdiendo el contacto de mejores amigos que habían tenido hasta el momento, fueron olvidándose de hablar en cada descanso. Dejaron de llamarse cada tarde. Natsu dejó de acompañarla cada día a su casa. Prácticamente se podría decir que pasaron de ser los mejores amigos a ser tan solo meros compañeros de clase.
Con todos estos recuerdos fluyendo por su mente, Lucy sintió inseguridad. ¿Y si le decía que no podía acompañarla? Últimamente nunca tenía tiempo para nada, ni para nadie. Nadie que no fuese Lissana. ¿Qué haría si decía que no? Se quitó esa idea tonta de la cabeza, Natsu diría que sí. Y más si era para acompañarla a algo como eso.
- Natsu.
El chico estaba hablando con Lissana otra vez y no fue consciente de que Lucy le hablaba hasta que esta le dio un pequeño empujón para llamar su atención.
- ¡Lucy!
- Natsu, ¿podemos hablar un momento?
El chico se quedó extrañado, el tono de Lucy era muy serio y pensó que quizás había ocurrido algo malo. La siguió por el pasillo hasta que ella se echó levemente en una de las ventanas abiertas.
- Verás, no sé si Erza o las demás te habrán avisado sobre la fiesta que van a hacer.
- No, nadie me ha dicho nada aún.
Pues las chicas están organizando una celebración para el día de San Valentín. Como cae en sábado, ese viernes haremos por la tarde/noche una fiesta a la que estamos prácticamente todos invitados. Supuestamente es para estar todos juntos cuando den las doce y San Valentín sea oficial.
- ¡Claro que iré! ¿Lissana lo sabe también?
Una de las cejas de Lucy se crispó mientras sentía como todo su cuerpo se tensaba. ¿Acaso era mucho pedir una conversación con Natsu durante cinco minutos sin que saliese el nombre de Lissana?
- No lo sé, cuando vuelvas pregúntale y si no se lo han dicho puedes invitarla si te apetece. Pero eso no es todo lo que te quería decir, también te quiero pedir un favor.
- Dime.
- Este fin de semana es el anterior al de San Valentín y como la fiesta es en plan formal, me preguntaba si te importaría acompañarme este sábado a buscar un vestido ya que no tengo ninguno.
- ¿Este finde? Va a ser que no puedo… Lo siento Lucy… Le había prometido a Liss ir con ella a comprar unos regalos para un amigo suyo…
¿Lucy? ¿Desde cuándo Natsu le llamaba así y no "Lu"? Apretó sus puños con fuerza. Se había convencido con que Natsu le dedicaría algo de tiempo pero se había equivocado de nuevo. Prefería acompañar a Lissana a comprarle un regalo a un amigo suyo, que acompañarla a ella a buscar un vestido para la fiesta a la que había estado ansioso por ir simplemente porque podría llevarse a su Liss. Lucy pronunció el apodo con asco en su mente.
La chica susurró un "no pasa nada" y se fue a la clase con lágrimas contenidas. Cuando llegó empezó a recoger sus cosas y guardarlas en su mochila, ansiosa por irse cuanto antes y poder dejar que toda la tristeza que intentaba contener con todas sus fuerzas, saliese.
Cuando ya estaba en la puerta del instituto a punto de irse notó como alguien pronunciaba su nombre bastante cerca y se giró buscando a esa persona. Gray la miraba bastante serio.
- ¿Qué te pasa, Lucy?
Lucy pensó en decirle que no le pasaba nada pero entonces fue consciente de la humedad en sus mejillas. Estaba llorando. Intentó limpiarlas con las manos ineficazmente ya que no podía dejar de llorar.
Gray se acercó más a ella y dejó que hundiese su cara llena de lágrimas en su pecho. La abrazó, rodeándola con sus brazos mientras ella apretaba la camisa del chico entre sus manos y dejaba que toda la pena se descargase. Estuvieron así algunos minutos. Los estudiantes que iban saliendo se quedaban mirando esa escena pero ninguno de ellos irrumpió. Cuando Levy se acercó dispuesta a preguntar por lo que ocurría, Gray negó con la cabeza pidiéndole que se fuese. La chica le hizo caso aunque no dejó de mirarles hasta que se vió obligada a doblar la esquina y, con ello, perderles de vista.
Cuando ella consiguió calmarse, él se ofreció a acompañarla a su casa. La primera respuesta de ella fue negativa pero al ver como él insistía, no tuvo más remedio que aceptar.
Caminaron en silencio. Lucy sabía que Gray tenía curiosidad por lo que le había pasado pero era demasiado respetuoso como para preguntarle por segunda vez. Ella quería contárselo, sabía que el la comprendería o al menos, la escucharía. Así que empezó a hablar.
- Sabes lo de la fiesta de San Valentín, ¿no?
- Sí, Mira me lo ha contado. Seguramente me pase por allí.
- Pues como es formal me he dado cuenta de que necesito comprarme un vestido ya que no tengo ninguno. Erza me aconsejó que se lo pidiese a mi mejor amigo. Por un momento pensé en Natsu y decidí pedírselo. La tonta de mi le separó cinco segundos de su Liss para pedírselo.
- Te dijo que tenía que acompañar a Lissana a comprar unos regalos para un amigo de ella.
- ¿Cómo lo sabes?
- Yo también le pedí esta mañana que me acompañase a comprar un traje. Y su respuesta fue esa, la misma que te ha dicho a ti.
- Últimamente solo tiene tiempo para esa chica.
Gray asintió dándole la razón. Hasta él mismo había notado como aquella chica absorbía todo el tiempo de su exmejor amigo. Ya nunca tenía tiempo para nadie más que no fuese ella. Llevaba como meses sin que jugasen a la play juntos o se fuesen a echar un partido con los colegas de siempre.
Él siempre había pensado que Natsu estaba muy unido a la rubia en "ese" sentido, pero parecía que se había equivocado ya que a ella también la había dado de lado. Sintió lástima por ella, él había perdido a su cómplice de juegos pero por lo menos podía seguir pateándole el culo de vez en cuando. Ella, quizás había estado enamorada de él. Y le había perdido.
Gray pasó el brazo por sus hombros y la acercó a él.
- ¿Qué te parece si vamos juntos? Al fin y al cabo, los dos tenemos que comprarnos la ropa para la fiesta y los dos no tenemos con quien ir.
Lucy miró asombrada al chico, quien había formulado la pregunta mirando al frente. Pero cuando sintió la mirada de ella sobre él, se giró para ofrecerle una sonrisa.
Ella pensó que era la mejor idea del mundo. Natsu ya no estaba para ella, pero ahora ella tenía a Gray. Y él la necesitaba a ella también. Era un buen trato. En realidad, era el mejor de los tratos que podría hacerse.
Lucy asintió feliz. Cuando llegaron a la casa de ella, él la despidió con la mano antes de irse camino a su casa.
Cuando estuvo cambiada de ropa, su móvil vibró.
- ¡Levy-chan!
- Vaya Lu-chan, se te ve animada.
- ¡Sí! Aunque…
Lucy le contó todo lo sucedido a Levy. Ella era una de sus mejores amigas y jamás le había ocultado nada.
- Y ahora estoy bien gracias a Gray.
- ¿Y me has dicho que Gray te acompañó hasta la puerta de tu casa?
- Sí. ¿Por qué?
- Él vive en el otro extremo de la ciudad.
Lucy se quedó sin habla. Natsu siempre le había acompañado porque vivían bastante cerca pero Levy acababa de decir que Gray vivía en el extremo opuesto a su casa. Lo cual quería decir que había hecho todo aquel recorrido porque estaba preocupado por ella.
Sintió esa calidez que empieza en el estómago y va extendiéndose por todo tu cuerpo. Gray sí que era un buen amigo.
Bueeeno y hasta aquí el primer capi!
ESPERARÉ CON IMPACIENCIA VUESTROS REVIEWS!
NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAP O FIC Y NO OLVIDÉIS QUE OS QUIERO UN HUEVO :*
