''Cuando sientas mi calor, mira dentro de mis ojos, es donde se esconden mis demonios, es donde se esconden mis demonios, no te acerques tanto''
Demonds- Imagine Dragons
Ahí estas nuevamente, sonriendo, provocándome, aunque no sepas quien soy ni siquiera me has notado, ni siquiera me has visto. Yo sin embargo no puedo dejar de fijarme en ti, tus movimientos y tus gestos desafían mis instintos, retan mi autocontrol. Estimulas mis deseos y mis sentidos con esos hermosos ojos, con ese increíble cuerpo.
Esta noche me decido, ya no aguanto, más tengo que acercarme a ti aunque solo consiga un roce o una mirada pero al menos quiero que grabes mi rostro en tu memoria que sepas que existo, que me recuerdes. Te he buscado por tanto tiempo, por todas partes que casi me doy por vencido. Pero aquí estas, como cada viernes en la noche, vienes y te pavoneas por todo el antro con gracia y confianza, esa que alguna vez te faltó, esa que algún día a mi me sobró y desde que te perdí ya no poseo. ¿Hace cuanto que no nos vemos, amor? ¿700, 800 años? ¿O quizás más? Ya no se, ya no lo recuerdo y ya no me importa, aquí te tengo frente a mí y no pienso esperar mas no puedo estar lejos de ti por tanto tiempo.
Al acercarme noto que me has visto y me fijo en tu rostro sorprendido y sonrojado porque sabes que es hacia ti que me dirijo, porque sientes esa conexión que no se rompió en tanto tiempo. Me detengo, respiro profundo, no sé cuándo ni cómo pero una de mis manos ya esta acariciando un mechón suelto de tu intento de moño y sigo hasta acariciar tu rostro y tus labios con las puntas de mis dedos.
-Mi hermosa Sakura- suelto en un suspiro, no lo puedo creer si eres tú, mi amor, mi hermosa flor de cerezo. Te sorprendes y alzas un poco tu mirada para fijarte otra vez en mí.
-¿Cómo sabes mi nombre?- Dices con cautela, se que te asusto un poco pero por la misma razón por la cual me acerque a ti, tú no puedes, ni quieres alejarte.
-Hay cosas que uno solamente siente- contesto suave y tranquilamente, mientras sueltas un suspiro en respuesta a mis caricias por tu rostro.
No debería acercarme, más eso es lo que hago, te rodeo con mis brazos, mientras debería irme lejos y no buscarte más. Luego de un rato sincronizando nuestros cuerpos con la música del lugar decides hablarme, lo que dices me hace sentir algo extraño dentro de mí.
-Sonara estúpido, pero siento que te he visto antes. ¿Ya nos conocemos?- finalizas mordiéndote los labios.
No sé si debería decirte la verdad o no, una vez te perdí por ella, una vez te involucre en un mundo donde los humanos no pueden estar. He vivido todos estos siglos lamentando mi grave error y aun así estoy dispuesto a mostrarte mis demonios nuevamente, enseñarte ese mundo que desconoces.
Sé que no me recuerdas. ¿Cómo podrías hacerlo? Pero por alguna extraña razón sientes ese innegable lazo hacia a mí, te atraigo como la luz a las polillas, pero estas terminan muertas.
Sería fácil ser egoísta y olvidarme de todo eso pero no puedes estar cerca de mi no soportaría perderte otra vez. Miro tu rostro aun esperas mi respuesta pero yo solo me inclino y te beso se que te sorprende pero no dudas en seguir mi ritmo luego de unos cuantos segundos nos separamos.
-¿No me dirás tu nombre?- te observo, aun mantienes tu ojos cerrados.
Es ahí donde mis recuerdos mas dolorosos y oscuros me atormentan, no quiero estar sin ti pero no puedo permitir que te hagan daño otra vez, suspiro, ya está decidido con un movimiento rápido, ya estas recostada en uno de los sillones del bar con expresión tranquila.
Te observo desde la sombras porque es lo más cerca que puedo estar de ti. En cualquier momento unos de tus amigas te vera y cuando despiertes ya no recordaras nada de mí.
Este es el adiós y no sé quién es más triste, si tú que no recuerdas nada, pero aun así sientes un vacio, o yo que lo recuerdo todo y cada vez siento que me consumo en esos pensamientos.
