Primero de todo, este es mi primer fic. Así que piedad. . . Simplement tenía ganas de publicarlo. Llevo mucho leyendo pero no me he atrevido a subir nada. Sera un three shoot o algo asi, no creo que se me alargue más de eso, quizás un par más no lo se.

Naomi PoV, las PoV cambiaran :) . Se situa mas o menos cuando ambas compaginan trabajo y universidad. La vida de emily esta un poco jodida y naomi la anima.

No poseo nada de Skins, por mucho que me gustara. Nada es mio u.u

Miércoles libro

Naomi

Tenía la boca entreabierta, su respiración era pesada. Los labios secos y un poco agrietados. Sus ojos cerrados se veían cansados, debido a las ojeras. Su rostro pálido -eso era extraño, ya que soy yo mucho más pálida que Emily-. En general se la veía agotada. Pero en ese estado, con cara de niña pequeña aún. No lo pude evitar, mi mano se acerco a su mejilla y con mi pulgar rocé su piel. Me estremecí, todavía estaba caliente. Y de repente, Emily estornudo abriendo a su vez sus dos orbes marrones. Se podía apreciar todavía ese rojo de llorar ayer por la noche. Su cuerpo seguía en la misma posición que hacía varias horas: los brazos sujetos fuertemente a mi cintura y sus piernas entrelazadas con las mías.

-¿Cómo te encuentras?- me apresuré, sé que no era necesario pero preocuparme por ella era instintivo- Puedo pedir hora para el médico o si prefieres vamos a comprar lo que nos receto ayer el doctor de guardia por teléfono…-me empecé a estresar. Emily me miro con esa mirada que hiela, para que me callara.

-Me duele la cabeza, cállate por favor-su voz sonó rota. Eso me jodió –no la voz rota no, sino el que me callara-. Estaba con la cabeza apoyada en la almohada mirándome. Algo en mi rostro lo reflejó porque de golpe sus ojos se volvieron acuosos, llorando otra vez.

-Lo siento, no pretendía decirlo así, sabes que ahora sin ti…-tragó saliva, ahora sollozando, como si lo que fuese a decir fuera insoportable para ella- Joder, que lo siento. Que vaya puta mierda, que no sé por qué estoy así de… jodidamente baja.

Su cuerpo se convulsionaba, mientras a la vez buscaba mi protección. Coloqué su cabeza en mi pecho, acunándola y besando su cabeza. Meciéndola y susurrándole diversas sandeces, de esas que ella tanto aprecia, pero que necesito decírselas, necesito que lo sepa.

-Ems, está bien, solo estas enferma. Yo estoy aquí, no me voy, ya no me voy. Todos los recuerdos que te vengan, son pasados. No te dejaré. Escúchame –y se que lo hacía, poco a poco dejaba de sollozar, ahora solo lágrimas silenciosas- te quiero, todo y que estés cansada de escucharlo…

-No me canso, jamás podría –me arrebata la palabra. Siento su frágil puño dándome un golpe en el pecho.

-No me interrumpas –sonrió

-Joder, echaba de menos tu sonrisa ya…-lo decía de verdad, la echaba de menos. Ella sonríe más anchamente ante mí comentario. Sus lágrimas aún humedeciéndole las mejillas. Ya no me molesto en secárselas, se verá preciosa igual.

-Continúa, de verdad que necesito oírlo –ella sabía que luego se arrepentiría de portarse como una inmadura, pero de verdad que pocas veces la había visto así de baja.

-No puedo soportar verte así, se que todo te ha salido jodidamente mal y encima estas enferma…

-Joder Naoms, no me jodas. ¿Qué todo me ha salido mal?-escupió con sarcasmo- He perdido mi puto empleo. Mi madre por no hablarme, ni me mira a los ojos, no comparte habitación conmigo y mucho menos contigo. Y encima me he de medicar para la puta ansiedad durante dos semanas más.

Y era verdad, su madre prácticamente la había desheredado, ni la miraba a los ojos, tenía razón. Todavía me acuerdo cuan rota le dejo esa pelea en la cena de Noche Vieja. Ver como su madre echaba de su propia casa a su hija y a su novia me dolió a mí y todo

-No me interrumpas- repetí, de verdad que me sacaba de quicio su estado…- Quiero que la ciudad entera sepa lo increíblemente preciosa que eres. Que aún con toda esta mierda eres mejor que todos esos hijos de puta juntos. Que tu sonrisa sigue siendo deslumbrante. Que por mucho que te jodan, tu pelo brillará con la misma luz. Que estas por encima de ellos. Quiero que me hagas el honor de tener una cita, conmigo, esta noche. Que todos se mueran de envidia, que sepan el puto error que han cometido echándote de tus vidas. Porqué eres la que llena la mía y mis días.

-¿Sigues leyendo poesía? Cada día te superas, cada día me quitas un pedacito más de mí. –me susurró contra mi pecho. Paso un largo minuto. Yo seguía acariciándole la cabeza, ella solo suspiraba. Pero ahora sacó su cabeza escondida de entre mi pecho y me enfrentó, sus grandes ojos mirándome directamente, todavía llorosos. Me estremecí un poco. Sabía que el hecho de que su hermana hubiera sido engañada recientemente le recordaba a mi engaño.

-Quédate conmigo. –pero me perdonaba. Estaba escrito en su cara, en la forma que su corazón volvía a latir. –No es una pregunta Naoms, quédate conmigo. –su ahora cálida mirada aún fija en la mía. Un poco dubitativa por eso.

-Hoy no libro, lo sabes. Miércoles… -libraba todos los jueves, pero no los miércoles. Cada miércoles noche me venía a buscar a mi trabajo. No es que sea yo la que siempre la acuno y la reafirmo. Ella lo hacía en todo momento sin darse cuenta. Un miércoles -hará un par de semanas- llovía a mantas, a Emily le acababan de diagnosticar ansiedad, por todo lo sucedido supongo, y ella vino a buscarme al trabajo con un paraguas para que no me mojara al llegar al coche. Es como todas las veces que me destapo por pesadillas de ella dejándome, Emily simplemente me vuelve a tapar y pone mi mano en su pecho. Su calor me daba serenidad, quería a Ems a pedazos. Y ahora me pedía que me quedara. No era como si no la hubiera entendido, solo que yo también necesitaba de ella que me lo pidiera.

-Quédate conmigo. –obviando mi respuesta y repitiendo la suya –Siempre.

Entonces vi su punto. Lo rogaba de verdad.

-Para siempre-concluí esa conversación.

Pasado un cuarto de hora Emily reía, flojo pero reía al fin y al cabo. Su sonido envolvía nuestra habitación, era ronco pero a su vez harmonioso.

-Echaba aún más de menos tu risa ¿pero de que te ríes ahora?

-No te he respondido a tu apuesta propuesta para la cita de esta noche-Emily sonreía por lo bajo – ¿Tanto te distraigo?- joder, claro que me distraía.

-¡Oh mierda! ¿Pero vendrás verdad? –afloje la presión de mi brazo para verla a los ojos, pero Emily instintivamente se volvió a aferrar a mí. Supongo que aún estaba melancólica.

-No dejes de aguantarme Naoms- prácticamente implorando –por favor.

Emily se acurruco más debajo de las sabanas, contra mi pecho pero mirándome fijamente. Quería que leyera su mirada. Agradecimiento y ahora, por fin tras media hora más, serenidad. Estaba calmada. Su respiración se había vuelto acompasada. Esta vez fue ella quien se aparto de mí, aflojando el abrazo, colocó su cara frente a la mía. Sus labios rasposos por la enfermedad vírica se posaron sobre los míos. Sus manos, sujetando mis mejillas bajaron divagando por mi cuerpo, resiguiendo mis curvas hasta pararse en mis caderas. Cada célula de mi ser se estremecía a su contacto.

Emily se giró, dejándome debajo. Separo sus labios de los míos y se sentó sobre mis caderas, en mi regazo, ayudándome a incorporarme con ella. Ahora las dos sentadas apoyo su frente contra la mía y me dio un morreo con todas las de la ley. Profundizó el beso, su lengua febril no cesaba. Mientras, sus manos vagabundeaban a lo largo de mis muslos. Yo no podía hacer nada más que respirar agitadamente y sofocarme. Sonreí en su besó y con mis manos en su espalda la eché hacía atrás. Una vez estirada sobre su espalda y yo encima suyo la bese de nuevo, Emily con sus manos rápidas me agarró la camisa por los bordes y me la saco sensualmente por la cabeza, mis pechos ahora descubiertos. Paso su mano por mis pechos, resiguiendo su contorno y rozando mis pezones, ahora erectos ante su tacto.

La atmosfera había pasado de triste y espesa a jodidamente sensual.

Ahora soy yo la que le quita la camisa que usa para dormir, quedando las dos en iguales condiciones. Me acerqué para besar su cuello mientras ella estimulaba mis pezones son sus dedos. Bajó una mano agonizantemente y la situó en mi vientre, garabateando sin sentido alguno sobre mi piel y poniéndome exageradamente cachonda. Sus dedos se acercaban peligrosamente a mi centro. Yo besaba su punto de pulso en el cuello. Arqueó su espalda, exponiendo sus pechos, me incline y hice mi camino de besos hasta su pezón derecho, lo rodeé con la lengua y luego lamí y succioné. Se arqueó todavía más. Noté sus manos enredándose en mi pelo, aprobando mis acciones. Pero de repente se giro, quedé yo nuevamente debajo. Me beso furiosamente para después encargarse de mis pechos. Mientras succionaba mi pezón izquierdo, el derecho lo masajeaba con su mano. Sentí como con su mano libre me quitaba el culote y trazaba círculos en mi clítoris. Me convulsioné, no paraba de darme nuevas sensaciones. Su dedo juguetón no paraba de estimularme. Se alejo de mis pechos para acercarse a mi lóbulo, mordisqueándolo y susurrando:

-¿Quieres saber que haré ahora?-su voz era ronca, su mano no paraba de trazar círculos en mi clítoris y su aliento caliente chocando contra mi oído. Perdí noción de donde estaba, ahora era de Emily y de nadie más, nunca había pertenecido a nadie que no fuera ella. La boca de mi estomago empezó a notar esa sensación, yo temblaba y no lo podía evitar.

-¿Quuee-qu-que haa-haras…-largo silencio, donde solo se oían mis gemidos- Ems?

Ella seguía mordiendo mi lóbulo. –Voy a penetrarte, entraré dentro de ti en menos de…-noté como introducía un dedo y golpeaba mi punto g una vez. Yo no podía hacer nada más que gemir, noté como un segundo dedo daba con mi interior y con su pulgar volvía a rozar mi clítoris. – ¿Notas eso Naoms?- joder, ¿cómo no notarlo? –No pararé hasta que llegues.

Curvó sus dedos en mi interior y siguió con mi centro, me iba a correr en breve y ella lo sabía por lo que me pidió que abriera los ojos.

-Nai, abre los ojos. Quiero verte cuando llegues, cuando haga… – y saco su mano de mi humedad y agarro ambos lados de mi cara. Entonces –Esto- juntó su centro junto al mío y los movió al mismo ritmo, haciendo que rozasen, haciéndonos rozar. No pude aguantar más placer y empecé a convulsionarme. Me abrace a ella y la miré directa a los ojos. Me sacudió una ola de placer, Emily me sostuvo todo el tiempo que fue capaz hasta que caí sobre mi espalda y ella encima de mí.

-Quería que supieras que te lo agradezco-Emily reseguía con su índice la curvatura de mis caderas –Gracias.

Mi respiración se había suavizado. Todo y tener unas ganas desesperantes de hacerle el amor a mi chica estaba exhausta. Me había pasado toda la noche despierta, comprobando que estuviera dormida. No quería que de disculpara, así se lo hice saber.

-Ems, no agradezcas nada. No me debes nada

-Ahora si me debes algo…-dejo sonar puntos suspensivos, literalmente.

Emily nos tapó con el edredón y se acurrucó dejándose abrazar por mí. Respiró profundamente en mi pecho. Yo le acariciaba el cabello y lo besaba.

-Hoy te iré a buscar al Starbucks.-trabajó en Starbucks hace 5 meses. Todo para pagarme la puta carrera de Políticas.

Sonreí y Emily conmigo –No te rías ¿estarás a las 5 lista o me harás esperar?

-Ems cariño, creo que hoy podemos hacer una excepción- mi chica ronroneó ante tal iniciativa que estaba tomando. –No pienso dejar que vengas hoy. Te necesito al cien por cien para nuestra cita, descansa. Quédate hoy en casa, yo te traigo los apuntes de Panda de la universidad.

-Naoms, deberíamos vestirnos, y tu ducharte –menuda manera la de mi novia de zanjar conversaciones "importantes".

-¿No te me unirás verdad?

Emily saltó fuera de la cama, sacó dos pastillas de sus capsulas, una para el catarro y otra para la ansiedad, y se las tomo dando un sorbo del botellín de agua para resacas que teníamos.

Me marché a ducharme. Al bajar me encontré con un café y un par de tostadas. Emily llevaba una bufanda beige suave alrededor del cuello, un jersey marrón chocolate –cómo sus ojos, no puedo evitar sonrojarme ante ella- y unos pitillos tejanos con unas botas bajas marrones.

-¿Naoms, me llevas a casa de JJ?-empezó mientras colgaba el teléfono-Dice que hoy también tiene clases y me puede acercar.

Finalicé mi desayuno y agarre a Emily de la mano. Al llegar a casa de JJ me dio un beso en la mejilla y susurró

-Te quiero. Gracias, esta noche te espero a la salida del trabajo.

Mi novia era fantástica.

-Te esperaré, lo sabes.

-Lo sé-me dio un suave beso en los labios y salió del coche. Nos costaba demasiado despedirnos. Me costaba estar lejos de ella. Y desde que perdió, perdimos, a nuestro hijo yo tenía la necesidad de cuidarla más que nunca.

.

.

.

~Bueno gente, ni idea de cuando subire algo mas. Tengo un monton de cosas por leer(no, no sobre skins, sobre Platón y Filosofia u.u) Asi que puede tardar mucho

Review(decidme que tal y que corregir!)! Motivadme vamos...