Hola. Este es mi primer fanfic para Osomatsu-san y decidí hacerlo de mi pareja favorita KaraOso/OsoKara. Además de que es la primera vez que publico un fanfic, pues a pesar de escribir desde hace tiempo, mi trabajo me mata la inspiración y me absorbe mucho tiempo. Debido que tendré más tiempo libre decidí publicarlo. Espero sea de su agrado.

Advertencias: Muerte de un personaje, tortura, OCC

Los Ninis son propiedad de Akatsuka Sensei, yo solo los uso con fines de entretenimiento.

Espero que sea de su agrado.

Mi nombre es Karamatsu Matsuno, soy el segundo hijo de la familia Matsuno, actualmente tengo 23 años y trabajo como detective en la Policía Metropolitana de Tokio, mi área son homicidios y personas desaparecidas. La razón por la que me convertí en detective fue para encontrar a mi hermano mayor, que fue secuestrado por Tougo y a quien todos dieron por muerto.

Nuestra familia tuvo la mala suerte de conocer a Tougo hace trece años cuando se hospedo por un tiempo en nuestra casa, al principio era una persona amable, solía darle dinero a nuestra madre para las cosas básicas que se necesitaban en el hogar, nos hacía regalos costosos y nos daba dinero para malgastar en dulces, pero Osomatsu descubrió la forma en la que obtenía el dinero, él era un ladrón, le amenazo para que mantuviera el secreto e incluso lo involucro en sus crímenes, al final nosotros lo descubrimos y por eso decidió llevarse a nuestro hermano, afortunadamente logramos salvarlo y fue encerrado.

Desde entonces nuestra familia vivió en tranquilidad, pero hace seis años mi hermano desapareció sin dejar rastro, dimos aviso a la policía y comenzaron con la búsqueda nosotros también lo buscamos desesperadamente durante un mes, no teníamos noticias y empezaba a afectar en la salud de Choromatsu y mamá que fueron hospitalizados. Al mes y medio obtuvimos respuestas, pero no fue lo que imaginábamos, ese día sólo papá y yo estábamos en casa, la policía tenía noticias respecto a la desaparición de mi hermano, hace una semana habían encontrado el cadáver de un joven con la misma complexión que mi hermano y cerca del lugar se encontraban sus pertenencias, cuando dijeron eso me sentí inmensamente destrozado, quería llorar, quería gritarles que dejaran de decir mentiras, que Osomatsu estaba vivo, que hicieran bien su trabajo, pero sólo me quede callado conteniendo las lágrimas, escuche toda su historia, el cuerpo del joven que habían encontrado estaba irreconocible, con las pocas herramientas que tenía la policía llegaron a la conclusión que se trataba de un joven de 17 a 19 años, la causa de muerte ara desangramiento por 13 puñaladas que perforaron su corazón, pulmones, estomago e hígado, después de muerto su cuerpo fue quemado y abandonado ceca de Aokigahara, se nos pidió que fuéramos para reconocer el cadáver o más bien para dar por muerto a Osomatsu Matsuno, mi padre me pidió que lo acompañara, si bien ahora no éramos tan cercanos con nuestro padre, no planeaba dejarlo solo en un momento como este, aunque me estuviera muriendo por dentro. Llegamos a la morgue, a mi padre le enseñaron las pertenencias y le dejaron ver el cuerpo de mi hermano, me senté en una de las sillas de la sala de espera con la cabeza gacha, estaba completamente ido, quería encontrar a Osomatsu, pero no de esta manera, quería volver a verlo, quería abrazarlo, quería que entrelazáramos nuestras manos que encajaban perfectamente, quería besarlo y decirle cuanto lo amaba, porque, en algún momento traspasamos la línea del amor fraternal y nos convertimos en amantes, sentía que me desgarraba por dentro y mi respiración se cortaba, uno de los policía toco mi hombro y me pregunto si quería ver el cuerpo de mi hermano, me dieron ganas de mandarlo al demonio, pero sentí que debía hacerlo, me acobarde en el último momento, estaba por salir de ahí pero algo me llamo la atención, a pesar del estado del cuerpo uno de sus brazos estaba casi intacto, observe esa mano a la cual le habían borrado las huellas dactilares, era una mano muy parecida a la mía, pero la de Osomatsu era un como casI delgada y fina , en cambio esta mano era gruesa y fuerte como la mía, solo Jyushimatsu y yo teníamos las manos así, debido a que practicábamos deportes, esta persona no era Osomatsu, pero alguien hizo que pareciera que era él. Le dije a mi padre y lo único que conseguí fue un golpe en mi mejilla que me mando al suelo –Entiendo cómo te sientes, pero es inútil aferrarse a estúpidas esperanzas, Osomatsu está muerto y tienes que aceptarlo- fue lo que me dijo mi padre, su voz estaba quebrándose y todo su cuerpo temblaba, solo estaba conteniendo sus ganas de llorar. Él se fue y dijo que le daría la noticia a mi madre y a mis hermanos, pero yo sabía que Osomatsu no estaba muerto y si nadie más me creía yo me encargaría de buscarlo, cuando pedía información la gente solo me miraba con compasión, -Sólo es un pobre chico que no puede aceptar la muerte de su hermano mayor-. Irónicamente la única persona que creyó en mi era Iyami, al hombre que solíamos molestar cuando éramos niños, a pesar de todo él también quería a mi hermano así que entro en la policía para esclarecer su desaparición. Nos informaron que el principal sospechoso era Tougo El Ladrón, no tenía mucho tiempo que salió de la cárcel y ya había cometido al menos otros dos asesinatos, en ese momento me llene de desesperación, Osomatsu estaba vivo y estaba como prisionero de Tougo.

Después de salir de la preparatoria, me esforcé en mis estudios para poder convertirme en un detective, algunos me llamaban genio, pues termine la carrera en la mitad de tiempo, pero solo era esfuerzo, pues no tenía tiempo que perder, mientras más tiempo pasaba, mi hermano más tiempo pasaba con ese monstruo, y sin que me diera cuenta pasaron seis años, la relación con mis hermanos se fragmento, pues era el único que trabajaba y ellos aún no sabían qué hacer con sus vidas, no los culpaba el shock fue demasiado grande, estuvieron en depresión por tres años, en ese tiempo se hicieron demasiado dependientes mí y de mamá, menos Ichimatsu que se hizo más huraño y cerrado con el tiempo, ellos necesitaban avanzar y para ello necesitaban a su hermano mayor, al igual que yo, por eso debía darme prisa y encontrarlo.

Espero haya sido de su agrado.

La siguiente parte será narrada por Osomatsu

Gracias por leer