Mi Última Carta

Ya casi es hora, hora de que mi mundo se torne negro del todo.

Negro como la noche, o como el carbón, no se, pero supongo que deberé de acostumbrarme puesto es lo único que veré.

Voy a extrañar despertar y ver ese bello naranja del amanecer, que también nos daba las buenas tardes al anochecer.

Ese azul del cielo que creaba sueños, sueños de alcanzarlo y volar por el, o de superarlo e ir más allá de este, y ver que hay.

Ese verde que pintaba de esperanza los jardines, y te hacía creer que todo es posible, que todo podía florecer.

Ese marrón tierra que te recibía al caer para ayudar a levantarte, y luego dejaba su marca para que que aprendiera a de tus errores.

Pero más que a ellos, esos rojos y rosas que te hacían ver el amor, que te daban miedo y valor a la vez, y que te daban otro motivo más para despertar de aquel negro de la noche.

Grandes amigos, los extrañaré y en mi última carta les digo que jamás los olvidaré, por más oscuro que vea, mi mundo no se volverá negro cuando ya no pueda abrir los ojos.

Mi mundo tendra color, por que más allá de verlos en la vida como grandes amigos, hay que sentirlos, y yo se que estarán alli.