SMILE FOR YOU AND ME

Los brazos de Red rodeaban su cuerpo impidiéndole moverse pero lo que realmente le hizo quedarse estático fue algo humedeciendo su hombro. Tardo unos segundos en darse cuenta de lo obvio: Red estaba llorando.

Su cuerpo se estremeció. Con lentitud levanto los brazos rodeando la espalda y la cintura del moreno. La situación era totalmente desconocida, normalmente era el quien acababa en brazos de Red llorando u haciendo algún otro tipo de berrinche.

"Eres un histérico" eran las palabras que en más de una ocasión le había dedicado el maestro pokemón y el por supuesto siempre reaccionaba lanzándole algo a la cabeza. Sintió sus propias lagrimas recorrerle las mejillas, los sollozos contenidos del otro se le metían en la cabeza resonando en sus oídos.

Apretó su abrazo sintiendo sus piernas empezar a fallarle, las sentía como si fuesen de mantequilla. Finalmente llego el punto en el que no pudo sostener el peso de ambos y acabaron cayendo al suelo quedando arrodillados el uno frente al otro.

Green se mordió los labios con fuerza, llegando incluso a notar el sabor metálico de la sangre en sus labios, tenía que aguantar, debía ser fuerte por Red. Cerró los ojos respirando profundamente y escondiendo la cabeza en el cuello del moreno.

El abrazo de Red fue relajándose a medida que los minutos pasaron haciendo que la opresión en el pecho del castaño también disminuyese, nunca se hubiese imaginado esta situación y no quería volver a sentirla, las lágrimas de Red se le habían estado clavando en el pecho como si cada una de ellas fuese una aguja.

-Has estado llorando- Dijo el moreno, no era una pregunta si no una afirmación y para contrastarla le paso el dorso de la mano por la mejilla quitando los restos de lágrimas. Su cara seguía impasible pero esta vez una ligera sonrisa adornaba su cara surcada de lágrimas y sus ojos rojizos- eres un histérico.

-¡Idiota!

Fue el grito que dio antes de lanzarse de nuevo a sus brazos dejando salir esta vez sus lágrimas sin ningún pudor. Red era así, podía haber estado a punto de llenar una piscina de lo que había llorado y luego darle la vuelta al asunto.

Entre todas esas lagrimas Green se juró que nunca volvería a dejar que llorase, aunque tuviese que cargar con todo el peso del mundo a sus espaldas nunca dejaría que esos ojos volviesen a llenarse con lágrimas.

Y mientras le repetía lo mucho que le amaba una y otra vez sus lágrimas fueron cesando hasta quedar solo leves sollozos acompañados de un "te amo" constante.

El normalmente inexpresivo rostro del moreno mantuvo la pequeña curvatura de sus labios sin soltar al líder de gimnasio, normalmente el castaño lloraba por los dos y ahora no era la excepción. Cuando sus lágrimas se habían agotado y no era capaz de llorar más, Green seguía llorando por él.

-Te amo.

Fin