Hola, aquí mi nuevo fic que espero les guste :D
Antes de que el cura pudiera decir su sermón la novia ya se había ido corriendo. Los invitados quedaron anonadados, todos preguntándose qué demonios había sucedido para que se fuera así, como alma que lleva el diablo. Algunos sabían lo que había sucedido, lo mismo de siempre, la novia acabó huyendo. Ginny miró a Luna, esbozando una media sonrisa.
-"Otra vez Luna, me pregunto cuándo llegará el día donde podrá dar el sí, sin echarse a correr"
-"No te preocupes Ginny, llegará el día. Pienso que no ha encontrado el que le convenga, es todo" – reflexionó la rubia, todavía vestida de dama de honor. Las dos observando cómo su amiga se alejaba corriendo por las calles de Londres.
-"Pues me pregunto a donde está este dichoso hombre." – contestó Ginny, regalando su ramo de flores a Victoire, su sobrina.
-"¿Alguien sabe adónde va?" – preguntó Harry, pasando su brazo por los hombros de su esposa, Ginny.
-"No sabemos, pero apuesto que este a su trabajo para las 10 mañana"- contestó Charlie, el esposo de Luna.
Matt, el novio estaba sentado sobre un banco en primera fila de la iglesia. Los padres de la novia tratando de brindarle consuelo. Los padres del novio, ofuscados se la pasaban despotricando contra la novia, quejándose de su falta de respeto y maldad por haberse burlado de su hijo. Matt era un muchacho muy alto, con el cabello moreno rizado. Era bien guapo pero esto no impidió que la novia saliera corriendo. Después de cinco meses, Matt le había pedido matrimonio, ella aceptó muy contenta.
Matt conocía muy bien el problema de su novia, el temor que le tenía al compromiso, pero esperaba que esta vez fuera a funcionar. Como decían a la tercera iba la vencida, no fue así. Él era el tercer prometido que tenia y no se había casado con ella. Pero la amaba tanto, desde la primera vez, lo había seducido con su manera de hablar las cosas de frente, su deseo de siempre cultivarse y estar atenta a los problemas de sus amigos. Se había enamorado como un idiota de Hermione Granger.
Harto de los intentos de consuelo de sus ex suegros, tomó su chaqueta y se fue hecha una furia de la iglesia. El cura seguía ahí plantado con su biblia, no sabiendo que hacer. No necesitaba anunciar que la boda se había cancelado, los invitados ya se habían dado cuenta por si solos. El señor Granger, un hombre de cuarenta anunció al cura que ya no lo iban a necesitar, ya que su hija se había ido. Molly y Arthur Weasley estaban conversando con la señora Granger, la boda no había acabado como se lo imaginaban. Los señores Granger creían que esta vez su hija había encontrado su mitad pero no parecía. No sabían lo que le daba tanto miedo a su hija en el matrimonio, habían tratado de hablar con ella. Pero no habían encontrado el problema.
-"Otra boda fallida Tom"- lamentó Jane Granger.
-"No te preocupes cariño, nuestra hija acabará por casarse con el hombre que le conviene, verás. "- contestó Tom, acariciando la mano de su esposa, esperando que lo que acabara de decir fuera cierto.
Meses después
-"Draco, quien te puede entender. Estos artículos que escribes son una verdadera ofensa para nosotras. Como esperas encontrar una mujer que te pueda soportar"- se quejó Pansy, harta por el comportamiento de su amigo.
-"Pansy, esto es la purísima verdad. Lo que escribo es por experiencia propia, vosotras las mujeres no son unas santas. Todo el día se la pasan criticándonos, pero acaso se han preguntado cuál eran sus defectos."- contestó el rubio, saboreando su taza de café.
Pansy rodó los ojos, su amigo no tenia salvación. Se preguntaba como hacía para soportarlo, pero era su amigo, su hermano. Blaise, su marido de 2 años se reía cada vez que leía una de las crónicas del rubio, pretextando que tenía una manera muy divertidísima de exponer sus pensamientos.
-"Si pero esto explica porque no te comes ni una rosca Draco, a pesar de todo tu dinero y de lo guapo que eres."- señaló la morena.
-"Esto no es cierto, me casé una vez no te lo olvides" – se defendió el rubio.
-"Ah sí, y donde está tu esposa querido"- preguntó con sorna.
-"Casada con otro"- farfulló Draco.
-"¡Eso es!" – se exclamó Pansy cuando al mismo tiempo una bruja de los sesenta se acercaba del rubio para golpearlo con el Prophet, insultándolo al pasar, llamándolo 'insolente'. Pansy trató de contener la risa, mientras Draco maldecía en baja voz.
-"Ves lo que quería decir Draco, si sigues así querido, ni una mujer va a poder fijarse en ti" – lamentó Pansy.
-"Y quién te ha encargado de encontrarme una pareja Pansy. ¿Que no tienes mejor que hacer?" – preguntó Draco molesto.
-"Draco solo te quiero ayudar, eres una buena persona y solo quisiera verte feliz con una persona que sepa apreciar tus cualidades y todos tus defectos. De verdad no entiendo porque te quedas solo Draco, puedes ser tan lindo cuando te lo propones."
-"Mira Pansy yo sé que solo quieres lo mejor para mí pero me las apaño muy bien solo. Además tengo una crónica que escribir en menos de unas horas." – dijo Draco levantándose para irse. Besó la mejilla de la morena, se fue del café con mucha prisa y Pansy sacudió la cabeza.
Andando en la calle, un hombre chocó con Draco casi haciéndole caer al suelo.
-"Mira a dónde vas imbécil"- gritó el rubio. El otro hombre se quedó mirándolo como si no hubiera notado que había chocado con él. Draco hizo una mueca de disgusto al notar en qué estado se encontraba el tipo. Olía al alcohol y además no tenía buena pinta, se trataba de un borracho pensó Draco con disgusto.
-"El amor es una infección, tome mi consejo y no se case, jamás"- dijo el hombre levantando un dedo y apuntándolo al cielo. Draco arqueó una ceja, esto podría ser un buen tema para su crónica. –"La muy astuta, tramposa me dejó me dejó plantado"- dijo el borracho arrastrando sus palabras.
-"Porque no te vienes a tomar una copa tío, te invito"- propuso el rubio, sonriendo.
-"Vale" – dijo el hombre.
Unos minutos después, Draco se encontraba en un bar con el hombre contándole sus desamores.
-"Es una verdadera histérica, se va huyendo como alma que lleva al diablo. Ya lo hizo tres o cuatro veces antes. Te seduce, te hace creer en sus palabras y luego te deja como si no fueras nada. Esta Hermione Granger solo jugó conmigo, nunca me amó"- lloriqueó Matt, Draco rodó los ojos. Como un hombre podía estar reducido a este estado de desesperación. Le daba nauseas, como le había hecho Hermione Granger para transformar este hombre en un llorón reflexionó Draco.
-"¿Hermione Granger?" – Draco alzó una ceja.
-"¿La conoce?"- preguntó Matt, tomando un sorbo de su cerveza.
-"No, no la conozco"- mintió Draco.
-"Es una Tramposa"- se quejó Matt, arrastrando sus palabras.
La plática que Draco tuvo con el hombre que se llamaba Matt le resultó muy interesante. Unas horas después ya había escrito su crónica que tenía que estar publicada para el día siguiente.
"Novia a la fuga" de Draco Lucius John Malfoy
Ayer se me ha acusado de estar demasiado crítico acerca de nuestras queridas amigas las mujeres. Esto me ha hecho reflexionar, y he sacado la conclusión de que sí, yo tráfico en los estereotipos femeninos. Pero como me pueden tirar la piedra cuando existen unas mujeres que hacen peor. Eso será el tema de mi crónica de hoy, las mujeres come hombres.
Hablo de esas mujeres que seducen y dejan a sus conquistas como si fueran vulgares objetos desechables. Estas mismísimas que se permiten juzgar a los que apuntan sus defectos, como soy yo por ejemplo. El mundo mágico está lleno de estas mujeres come hombres. En Irlanda se llama, Mitna, una mujer que seduce su víctima y después se lo come, si creemos en la mitología. En Francia, se llama "mangeuses d'hommes ", una que solo quiere conquistar y después de haber obtenido lo que quiere, pasa a otro amante. En el mundo mágico, una que conocemos todos no es ni más ni menos que Hermione Granger. Sí lectores, nuestro querido héroe nacional huye del sagrado compromiso, arrollando hasta los viejecitos en su paso. Después de haber huido como cinco veces ya, parece que nuestra famosa come hombres no haya acabado con sus conquistas, pues se casa próximamente con otro héroe nacional Ron Weasley…
Con unas manos temblorosas Hermione Granger leyó la crónica de Draco Malfoy, Ginny y Luna ayudándole a respirar después de leer todo el artículo. Hermione estaba al borde de la hiperventilación, este rubio descolorado se las iba a pagar. Había expuesto su vida personal para toda la población mágica, solo quería una cosa, venganza.
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