Disclaimer: Estos personajes y escenarios y lo que sea que aparezca aquí no me pertenece, es propiedad exclusiva de J.K.R. Yo solo soy autora de la historia que aquí aparece.

Este fic participa en el minireto de octubre para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black


Despertó con una sensación plomiza en el vientre.

El moreno apenas era consciente de su entorno, una oscuridad absoluta lo envolvía. Más allá, a la derecha, solo escuchaba las respiraciones de sus compañeros de habitación. A su izquierda, por la puerta, podía notar como el crepitar de la chimenea se estaba apagando. Pero el ruido que lo despertó no tenía nada que ver con aquello. Tomó su y la encendió. Lumos.

Se puso en pie tocando el frio suelo con sus pies descalzos y, bajo el amparo de la luz azulada, registró toda la habitación, tratando de descubrir cuál era el origen de aquello, sin éxito aparente.

Debo tener algo en el oído.

Resolvió volver a acostarse y tratar de recuperar el sueño, pero el ruido no le permitía dormir. Finalmente se puso unas sandalias y se dirigió a la habitación común.

Segundos más tarde, un grito despertó a toda la torre de Ravenclaw. Había encontrado el origen del ruido que lo despertó.


Cuando tenía seis años se había quedado encerrado en un armario por error. Aquel sitio no tenía nada de especial y estaba seguro que sus padres aun tardarían unas dos horas en volver a casa.


-¡Terry!

-Creo que se ha desmayado.

El moreno abrió los ojos y notó que había mucha gente a su alrededor.

-¿Qué sucede? -preguntó confundido.

-Pues eso queremos saber nosotros –respondió Anthony-. Creímos que te habían atacado.

-Bueno -intervino Michael-, mejor cuéntanos que te ha pasado.


Antes de transcurrir un minuto pudo sentir como algo se deslizaba por su cabeza, por su ropa, se le iba metiendo debajo del jersey y entre los pantalones. Grito hasta que se le destrozó la garganta pero nadie acudía a su auxilio. Finalmente se dio cuenta que había pequeñas líneas finas encima de él y supo que no estaba solo en ese armario.

Arañas.

Y perdió la conciencia en el acto.


-Así que bajé aquí y vi… vi…

-¿Si? –inquirió Michael.

-Arañas

Y un temblor le recorrió la columna de arriba abajo, varias veces.

-¿Y?

-Pues… -no estaba claro si temblaba de miedo o de vergüenza, pero no era fácil admitirlo-. Les tengo fobia

-¿A las arañas?

El chico asintió, abatido.

-Venga Terry, no eres el único. Inclusive un Gryffindor como Ron les tiene miedo.

Y todos rieron ante tal declaración, relajando el ambiente.