NADIE, SOY YO

Por Clarisce


Ficha del fanfic

Categoría: Hurt/Confort - Family

Recomendado: +15

Serie Basada: Boku No Hero Academy - Manga

Personajes Principales: Endeavor/Momo Yaoyorozu

Estado: En proceso.

N° Capítulos:1/…


Sumario:

He tenido esta historia clavada en la cabeza desde hace rato, tanto así que he querido sacarla de mi sistema. Sí, no es común (como todas mis historias) pero por favor, no la juzguen antes de leerla. No es un fanfic típico en el que los protas se gustan o quieren locamente desde un inicio, es una historia en la cual, su desarrollo dictará lo que es (sea lo que sea que piensen uno del otro).

Acerca del fanfic:

La historia trata de un hombre que intenta superar su pasado y al tratar de forzar el perdón de quienes dañó, termina forjando una amistad que lo llevará a perder todo lo que quiso recuperar, a diferencia de su contraparte, que acabará encontrando alguien que tal vez quisiera llegar a conocer.

Disclaimer: Aclaro que ninguno de los personajes usados en esta historia son míos. Le pertenecen a Kōhei Horikoshi, un talentoso japo con una historia increíble llamada "Boku No Hero Academy". En caso de haber un personaje original (O.C.) se dará la debida nota.


Nota: No al plagio por favor, copiar una historia que no es tuya y ponerla en otro sitio bajo tu nombre es plagio. Si ven mis obras en algún lado sin mi permiso ni mi nombre... avisen y/o denuncien al autor, gracias ^^


NADIE, SOY YO

Capítulo 1 – Todo sobre Shoto


— No todo se perdió —intervino el extraño en la oscuridad.

— Creo que eres optimista —señaló su acompañante.

Pero sí, tras un mal movimiento económico la familia Yaoyorozu tuvo fatales dificultades con sus bienes, el contador influyó en malas decisiones, llevando algunos de los negocios fuera del mundo de los héroes a la bancarrota. Ahora todo se debate en conservar lo que ha quedado de las empresas en riesgo que están a punto de perder.

Momo pronto se entera del problema, su madre le ha pedido que no divulgue nada, mientras intentan resolver el cómo sobrellevar las malas noticias en su medio social. Por su parte, la muchacha y joven promesa decide en secreto ayudar, a pesar de que nadie en su entorno la quiere involucrar más de lo que debe, ¿qué hacer?

— ¿Yao—momo? —preguntó Tsuyu a la ya distraída joven.

— Ah, lo siento —se disculpó con una expresión de pena.

— Parece que tienes la cabeza en otro mundo —intervino otra de sus compañeras a lo lejos.

— Sí, es por… esto de los internados, pienso un poco en casa.

— Es difícil estar aquí todo el tiempo —concluyó Uraraka apareciendo— extraño a mi familia, con los exámenes y festivales ha sido muy difícil estar en contacto —confesó sin querer.

— Sí —afirmó Momo con intenciones de desviar la atención.

La clase ni si quiera había comenzado y eso les daba oportunidad de hablar entre ellas, quizás en esta ocasión más de lo que esperaban salía a la luz, era un año difícil, más porque terminarían pronto con la escuela y deberían elegir un internado preparatorio para su trabajo real como héroes, después de todo no muchos pueden darse el lujo de iniciar su propia agencia como tal.

La pelinegra tenía en mente el lugar donde haría su internado, con su situación actual no podía permitirse nada que el dinero alguna vez podía darle, quizás alguna de sus amigas también haya pensado en llevar a cabo una pasantía con un héroe profesional antes que iniciar su propio camino. En lo personal quería alguien que pudiera sacar todo su potencial, al mismo tiempo que fuera un modelo a seguir.

La belleza no lo era todo pero por lo general las mujeres heroínas hacían mucho trabajo de modelaje o tal vez debería pensar en hacer como Uraraka, optar por un héroe profesional rudo. Al menos así estaría lejos de esas dichosas pasarelas y del foco de las cámaras, después de todo si quisiera ser modelo, no estaría en U.A.

Miró de reojo a su compañera, quien sonreía para quitar la pena de los ojos de sus demás amigos al compartir sus emociones.

— Yaoyorozu —dijo Todoroki, estaba sentado atrás de ella.

— ¿Pasa algo? —volteó para verlo, al mismo tiempo estando algo curiosa por la intervención de su compañero.

— Hablemos después de clase, ¿quieres? —sus ojos la seguían en todos sus movimientos, ella sonrió y luego lo vio parpadear para apartar la mirada.

La conversación más suave que habían tenido en el día y era para decir sólo eso, ¿será que por fin se había animado a preguntarle si podían salir? Momo no pudo evitar tomar sus mejillas y cubrirlas, estaban algo rojas con la sola idea.

— "Actúa natural, naturaaaal" —pensaba sin imaginar que sus compañeras la observaban también.

Al no poder evitar la vergüenza tan sólo se preparó para ser bombardeada con un millón de preguntas, para su mayor suerte el maestro Aizawa llegó, suspiró aliviada viendo cómo las curiosas amigas que tenía se retraían.

Aunque… quitó sus manos de sus mejillas pensando en una de sus mayores preocupaciones, una nueva neblina de tristeza se asomó en su ánimo, la clase seguía su curso, pero aquel ánimo bajo era imposible de olvidar, ¿cómo ayudar a su familia? ¿cómo intervenir sin ser una molestia? ¿Podría si quiera hacer algo?

Para mayor suerte, Aizawa no tenía humor de repartir preguntas al azar, por lo tanto la clase pasó rápidamente, Momo salió del salón dirigiéndose a la cafetería, quizás para encontrarse con su compañero.

A lo lejos podía verlo sentado, suspiró e inmediatamente fue notada, sin tener necesidad de llamarla, ella fue acercándose, dejó sus libros y algunas cosas sobre la mesa y vio que Shoto también tenía libros ahí, no las apartó pero las sostuvo algunas entre sus manos hasta que él se diera cuenta.

— ¿Y bien? —inició la conversación.

¿Cuál era su situación? Desde hace un par de años más o menos ya tenían un trato más cercano, nada que pudiera indicar ser pareja pero podía decirse que por ese camino iban, Momo se avergonzaba por cualquier detalle que él tenía, tan sólo estar a su lado era suficiente, no creía que este sentimiento pudiera llevarla a este punto, estar nerviosa como ansiosa.

— Tengo la tarde libre, recuerdo que tenemos un paseo pendiente y como perdí la apuesta que hicimos, decides a dónde ir.

Sí, ahora recordaba la apuesta, Midoriya y Bakugo pelearon nuevamente en el gimnasio, en esta ocasión fue una pelea de práctica, inevitablemente y por los constantes retos, sus compañeros empezaron a llevar una cuenta secreta de victorias y derrotas de estos dos. Siendo Momo, una de las que nunca intervienen, llevada a ese asunto por sus demás compañeros, sin pensar que terminaría apostando contra Todoroki, quien en su caso pensó que sería interesante participar, tal vez con la idea de que podría compartir otro momento con su compañera.

— ¿Te digo un secreto? —dijo Momo, se agachó en la mesa y comenzó a hablar por lo bajo.

— ¿Sí? —se agachó también para escucharla.

— No estaba ahí para ganar algo, sólo quería hablar contigo —dijo Momo y sonrió casi satisfecha de confesar su pequeño crimen.

— Ya somos dos —la acompañó con una discreta sonrisa también.

No esperaba que fuera tan espléndido, Momo quedó prendada de aquel momento, no despegaba su mirada de lo feliz que se veía su compañero, su sonrisa la iluminaba, aunque tal vez debería guardarse sus emociones y conservar estos momentos lo más que fuera posible.

Al final, si lo que tenían no pasaba de ser una breve atracción de compañeros podrían arruinar una bella amistad, no podía arriesgar algo que hacía saltar su corazón, ¿dónde podría encontrar alguien que la mirara con la dulzura de un ángel?

— Deja que te invite al cine, la próxima vez pagas tú, claro —agregó animoso Todoroki.

— Me conscientes demasiado —contestó divertida, al mismo tiempo iba a decir algo pero fue interrumpida por su teléfono. Por un momento pensó en ignorar el sonido, no paraba de sonar, así que decidió tomar la llamada—. Disculpa —miró a Shoto por un instante antes de tomar su teléfono— ¿sí? —su sonrisa fue borrada, la seriedad de la joven se hizo notar, pronto ella se disculpó para tomar sus cosas e irse de ahí.

Corrió al baño mientras seguía escuchando a la otra persona hablando, su madre había tenido un episodio de cansancio crónico, por ello fue hospitalizada, necesitaba irse de inmediato. Enviarían a alguien para recogerla y llevarla de inmediato. No hacía falta decir que se preguntaba a cada momento si estaría bien, al mismo tiempo pensó en su pequeña y fallida cita, tendría que cancelarse a causa de esta situación.

Hasta que llegara su transporte debía avisarle a su compañero de esto, caminó con poco ánimo por el pasillo hasta que la tensión hizo que estuviera a punto de llorar, apoyó su cuerpo en una pared y respiró hondo para que nadie se preocupara si la vieran.

Levantó la mirada y vio frente a ella al joven que tanto había querido alcanzar, parpadeó un par de veces para ver si evitaba verse llorosa.

— ¿Pasó algo?

— Todoroki, siento mucho cancelarlo —dijo conteniendo su tristeza y mostrando su seriedad exitosamente.

— Si hay algo que necesites, escríbeme o llama, estaré ahí para lo que sea —levantó su brazo y posó su mano sobre el hombro de la joven—. No tienes que fingir conmigo, sea lo que sea, háblame —se apartó de ella como si no quisiera hacerlo y caminó lentamente en dirección contraria.

No, no podía hablarle de sus problemas, ¿qué le diría? Su situación era vergonzosa, una familia al borde de la quiebra, su madre hospitalizada, sus negocios y bienes a punto de ser rematados o vendidos. No había algo si quiera decente que pudiera decir de sí misma, salvo que es una buena alumna y que tendría que trabajar más duro que otros para, si no es salvar, al menos evitar la pérdida total del prestigio de su familia.

Fuera de allí, en la ciudad, una brisa fuerte se avecinaba, Hawks había decidido hacer un patrullaje de rutina, podía ver claramente un par de crímenes a ser evitados, pasando así unos momentos hasta que descansó en lo alto de un edificio, sentado en el borde mirando el horizonte, todavía había luz que tocaba su rostro.

Luego de un par de minutos, le interrumpió su teléfono, rápidamente lo buscó para encontrarlo en uno de sus bolsillos, contestó la llamada, y ¡oh sorpresa! Se trataba de Endeavor, estaba un poco alegre.

— ¿Qué pasó? —preguntó como si no le interesara.

Endeavor le comentaba de algunos problemas que habían dejado pendientes, además, quería platicar un asunto, para él difícil. No quiso darle más detalles por teléfono, tan sólo le pidió que fuera a su agencia al terminar su turno.

¿Qué podría ser? Se preguntó el joven quitándose sus gafas para limpiarlas, ¿habría tenido un nuevo problema con su hijo? Después de todo tenerlo bajo su tutela podía ser algo problemático si no podía avanzar en su relación o en su deseo de acercarse a él como imaginaba.

Hasta que al final se dijo que era su culpa por haberse involucrado en la vida de los Todoroki.

La tarde pasó y así también el tiempo de su turno. Aterrizó en la azotea del edificio de la agencia del iracundo pelirrojo para encontrarse a primera vista con él.

— ¿Qué tal? —saludó Hawks—. No pareces feliz.

— Shoto no ha querido hablar conmigo, hoy teníamos pendiente revisar unos informes y lo ha ignorado por completo. Llamé a su teléfono pero no contesta. Últimamente he pensado que ya no le interesa estar en la agencia, me preocupa su futuro.

— ¿Te preocupa su futuro como héroe Nº 1 o te preocupa como tu hijo? —preguntó su compañero poniéndose a su lado.

Endeavor cruzó los brazos, tal vez no se había preguntado eso tampoco, ¿qué era lo que le molestaba de su actitud? Era posible que no supiera nada de su hijo hasta ese momento, era una lástima. Desviando su mirada y moviendo con incomodidad sus hombros, como si quisiera negarse a responder por no tener una idea de cómo hacerlo.

— Podrías hablar con él.

— No es abierto, como tú —señaló la verdad.

— ¿Ah sí? Bueno, quizás necesitas acercarte de otra manera, ¿has probado conociendo su entorno? Quiero decir, si vas a llamarme para resolver tu vida paternal por lo menos podrías poner un poco de esfuerzo en saber quiénes son sus amigos, qué hace en su tiempo libre o si necesita algún tipo de ayuda.

— No quiero intervenir de esa manera…

— Haz un intento por integrarte en su vida o por conocer a sus amigos, podrías dar un paso grande con él, ¿no crees?

— Suena bien —admitió el gigante pelirrojo— pero será complicado si Shoto lo sabe. Ese muchacho sólo conoce la rebeldía, si se trata de mi.

— ¿Y?

— ¿Y qué? —preguntó Endeavor sin saber qué más añadir.

De nada, Hawks, eres un gran consejero —emuló la voz de su contraparte, así como gestos airados.

— Ya cállate y vamos a trabajar, tengo unos expedientes abajo que necesito que revises —volvió al modo "héroe" y soltando sus brazos cruzados, le dio la espalda a su compañero para caminar de vuelta a su oficina.

Haciendo como si no hubiera pasado nada, siendo cortante y además pidiendo su consejo sin si quiera dar las gracias, ¡nada como otro día en la vida de Enji Todoroki! Pensó Hawks siguiendo a su compañero con las manos atrás y silbando una melodía despreocupadamente.

Después de todo, ¿qué podía averiguar de la vida de su hijo que no supiera? Ha tenido el mismo círculo de amigos desde que ingreso a U.A., tenía los mismos hobbies, no salía demasiado, tal vez… ¿tendría una novia? Pensó Endeavor, tal vez era eso, ¿lo habrá dejado plantado porque tenía algún plan con una chica? Quién imaginaría que su hijo antepondría tales cosas a su deber.

En su interior un pequeño torno de enojo se dejó ir a lo loco, ¡debía ser eso! Pero averiguaría todo lo relacionado a ese asunto y de ser perjudicial para su crecimiento como héroe le pondría el "ALTO" que necesitara. Nada debía intervenir en su carrera, lo principal era llegar a la cima, aunque no quiera en ese momento, esa debía ser la meta... porque para ello había sido criado.

Por su parte el menor de los Todoroki todavía seguía en su salón, había tenido una hora extra y con Aizawa pisando sus talones no podía ni usar su teléfono ni salir de allí hasta terminar la tarea que le habían dado.

Tomó uno de sus lápices y jugando con él lo sostuvo contra su mejilla mientras veía por la ventana, una tarde soleada, hubiera sido bueno salir con Yaoyorozu, no pudo evitar sonreír levemente. Era atractiva pero su físico nunca fue un motivo para salir con ella sino su personalidad, activa, interesante, bondadosa, ¿qué más? Ah… inteligente y sincera. Giró su cabeza, el salón seguía vacío, quizás decir todas esas cosas en su mente lo hacían sentirse vulnerable, tanto que si alguien estuviera cerca de él mientras pensaba eso no podría sostenerse a sí mismo de la vergüenza.

Soltó el lápiz para luego fijar su rostro en los deberes terminados, su mente volaba nuevamente, estaba preocupado, Momo nunca había rechazado una salida, ¿será que veía a alguien más? Se preguntó. No, no lo creía, ella era lo suficientemente clara para no ser la clase de persona que cae en el dilema del juego doble.

— ¿Todavía hay alguien? —dijo Shinsou encontrando el salón con Todoroki aún en él.

— Esperaba al maestro Aizawa —contestó sin prestarle atención.

— Con que el muchacho prodigio, ¿eh? —sonrió y apoyó su cuerpo contra la puerta cruzando los brazos.

Shoto no contestó y movió su rostro en dirección contraria a él, no quería sentirse invadido, aunque ya lo hacía con su sola presencia.

— También busco al maestro Aizawa.

— Me alegro que estén llevándose bien —dijo apareciendo tras Shinsou.

El maestro pelinegro caminó a paso lento delante de ellos, como si fuera a dar una clase pero se detuvo para mirarlos por turnos.

— Bueno, me informaron que como la clas terminarán pronto sus cursos obligatorios, necesitarán apoyo e información para sus internados en agencias permanentes. Como no tenemos suficientes maestros, quise designarlos como encargados —caminó hacia Todoroki y le dejó unos documentos en blanco, fue hacia Shinsou e hizo lo mismo, volviendo a su lugar— revisen lo que les entregué, es una guía, por favor, lean con cuidado y repártanla a sus compañeros. La necesitarán lo que reste del año.

— Un minuto —interrumpió Shoto— ¿eso quiere decir que tendremos medio año trabajando juntos?

— En serio —decía con fastidio Shinsou.

— Sí, y ya dejen de hacer berrinche, esto no es opcional —dijo Aizawa sin quitarles la mirada severa que tenía sobre ellos.

— ¿Me hizo esperar para decirme que tengo que trabajar con él? —añadió Shoto, no se sentía muy atraído a la idea, quizás se encontraba molesto.

— En fin —ignoró la pregunta— se les entregará cada mes una nueva guía para estudiantes, les pido que no las pierdan, podrían tener un llamado de atención por parte de la escuela, y no queremos eso, ¿verdad? —preguntó sabiendo la respuesta.

Luego de informar este detalle, Aizawa se fue dejándolos solos, tal vez no quería escuchar más de sus pataletas, estaba muy cansado para eso.

Shinsou suspiró para hacer su cabeza levemente para atrás, miraba con desinterés el techo, Shoto por su parte podía vérsele tomando sus cosas para guardarlas en su mochila.

— Nos vemos mañana para coordinar esta tontería —citó al joven prodigio, como había mencionado.

— Más vale que aparezcas, no quiero esperar a nadie más. Si no estás para cuando terminemos la clase, ignoraré el asunto y haré las cosas por mi cuenta —determinó Shoto.

— ¿Andas muy enojado? No creo que sea por esto, ¿qué te irrita tanto? —preguntó curioso.

— Nada que te importe —contestó terminando de guardar sus cosas para pasar por su lado sin si quiera mirarlo.

— Vaya, vaya.

Acercándose casi al portón de salida encendió su teléfono para encontrarse con 14 llamadas perdidas de su padre, eso sí era para irritarse, ¿qué querría el viejo? Se preguntó con el ceño fruncido, se detuvo y miró por un instante los mensajes, no buscaba nada que le dijera su padre sino esperaba que Yaoyorozu le diera una señal de vida, se había ido en un estado que hacía que se preocupara.

La pobre tal vez tenía un problema que no quería compartir y él atorado con Aizawa y el irritante chico de la clase C.

Miró la hora y vio que tal vez no le daría tiempo de visitar la agencia de su padre y explicarle lo sucedido en la escuela, por ello prefirió irse a casa sin pensarlo; comer algo, dormir un poco, sería perfecto.

En otra parte, sus pensamientos eran correspondidos, Momo pensaba en lo que estaría haciendo y cómo se sentiría Shoto luego de la cita fallida, apretó las manos levemente, ¿por qué seguía llamando a esa salida una cita fallida? No tenía sentido, no eran pareja ni nada que se le pareciera, sólo amigos.

— Hija —le habló su madre.

La joven acudió al instante, pronto se sentó al lado para poder escucharla mejor, tomó su mano y la acarició con ternura.

— Despertaste, ¿estás bien? —preguntó muy preocupada.

— ¿Quién me trajo a casa? —contestó reconociendo su habitación.

— La gente de la oficina ayudó a traerte, creo que hicieron bien, estaba tan preocupada —cerró sus ojos agachándose un poco para ocultar su rostro— ¿por qué no te detuviste? —preguntó Momo todavía sin mostrar su rostro, posiblemente tenía lágrimas en ellos.

— Estamos quebrados —confesó— ¿qué querías que hiciera? No puedo quedarme sin hacer nada para salvar lo poco que tenemos.

— Madre, por favor —regañó la joven ahora sí mostrando el rojo de sus ojos— déjame hacer algo, puedo dejar U.A. y ocuparme de los negocios, permíteme tomar tu lugar, hacer algo para recuperar nuestro patrimonio.

— Escúchame bien, no te permito que intervengas en el asunto de los adultos. Perdimos todo a causa de inversiones mal hechas, los negocios externos que teníamos también desaparecieron pero no quiero que termines hundida en problemas como nosotros, tu padre todavía se encuentra fuera del país buscando inversores entre nuestros amigos. No pierdas la fe en nosotros.

— ¿Cómo puedes decir eso? —contestó Momo desalentada.

— Vamos a resolverlo, ya lo verás —volvió a decirle su madre mientras entrecerraba sus ojos— sólo… espera —dijo volviendo a dormir, los medicamentos la hacían estar un poco adormilada.

Soltó poco a poco la mano de su madre para tomar una postura firme frente a ella, con su sombra sobre la mujer que tanto le había dado se prometió hacer todo para ayudarla, dando la vuelta fue corriendo hasta el estudio de sus padres, buscaría documentos, archivos de posibles inversores, lo que fuera, encontraría un inversor o alguien que pudiera simplemente apoyar sus empresas hasta que pudieran ser sostenibles nuevamente.

Todos esos documentos revueltos no le daban ninguna pista, muchos de ellos tenían la información que ella buscaba, en otros era sólo gente que contaba con un capital limitado, entre otras cosas también había algunos héroes profesionales.

— Todoroki Enji… —susurró Momo viendo el expediente entre posibles inversores.

No podía si quiera pensar en ello, ¿cómo había llegado ese papel a la oficina de sus padres? Lo soltó de inmediato, lo menos que quería era intervenir en un asunto tan delicado de los Todoroki, ¿qué podría decirle a su compañero? ¿Con qué cara le diría que buscaba el apoyo de su padre para reponer los negocios de su familia?

Lo soltó y se rascó la cabeza porque todavía se sentía irritada por el asunto, ¿qué podía hacer entonces? Su madre le dijo que no hiciera nada pero no hay hija que se quedara quieta mientras el desastre devoraba a su familia.

Pasaron un par de días hasta que Hawks nuevamente pasó por la agencia de su compañero flameante, al no encontrarlo en su oficina supuso que estaría haciendo algunos patrullajes, después de todo faltaba un par de horas para su descanso.

El encargado lo dejó pasar fácilmente, al fin y al cabo, ¿quién detendría al héroe alado? Se paseó por la oficina para finalmente sentarse sobre su escritorio, era alto, de buena madera, por lo menos, haciendo a un lado su carácter, tenía buen gusto para muebles, pensaba Hawks. Y mientras sus manos jugueteaban con los adornos sobre la mesa se encontró con varios expedientes, ¿sería posible?

Endeavor no estaba muy abierto a recibir nuevos residentes, tan sólo quería tener a su hijo bajo su ala pero estaban unos cuantos más allí, posiblemente quería abrirse un poco a la posibilidad o tal vez sólo necesitaba más mano de obra durante sus patrullajes.

— ¿Qué tenemos aquí? —tomó una carpeta marcada con unos post-it de color rojo.

Sorprendido ojeó y pudo ver el rostro de una muchacha, cabellera negra, indicaba que ella no había postulado para su agencia pero que… ¡¿qué?! Se sobresaltó, ¿qué era eso? No era sólo un expediente, era un documento de investigación, hojeó un poco más hasta encontrar la frase "posible relación con Todoroki Shoto" y fue cuando supo las verdaderas razones por las cuales Endeavor había pedido su información.

Hawks suspiró y apretando con sus dedos levemente el inicio de su nariz se dio un par de golpes en la frente. Endeavor sí había tomado su consejo pero lo llevó a un extremo realmente estúpido, así como investigar a su hijo de manera que pudiera molestarlo.

— ¿Qué haces aquí? —dijo el pelirrojo recién llegado, podía notarse la irritabilidad subiendo de poco al ver a Hawks sobre su escritorio revolviendo sus cosas.

— ¿Cómo es que puedes transformar un simple consejo útil en una manera para que tu hijo te odie tan rápido? —preguntó enseñándole el expediente con el Post-it rojo.

— Ya lo viste, deja de actuar así —simuló apartando su mirada de él para ir y quitarle el documento.

— Por lo menos no hiciste nada estúpido como intervenir en la vida de la… —se detuvo y vio como Enji se notaba, no es que nervioso sino algo incómodo— ¿qué hiciste? —frunció el ceño.

— ¿Acaso debo darte razones para actuar?

— Ok, escúpelo —dijo Hawks dándose leves palmadas en la frente.

— Posiblemente compré acciones en su empresa.

— ¿Que hiciste qué? —dijo casi en grito pero se contuvo—. Tú no quieres que tu hijo te odie, tú definitivamente quieres que te desprecie.

— Desde hace tiempo su padre me ha estado insistiendo con llamadas, todavía está en el extranjero, supongo. Pero su familia tiene graves problemas, no sólo financieros, posiblemente pierdan todo y necesitaban un inversor para tratar de reponerse, así que… puse algo de dinero en ello. Es la chica que mi hijo pretende, quería saber cuál era su situación y también necesitaba saber la dirección de sus intenciones. Si es la clase de persona que haría que él pierda su interés por su carrera, sería fácil quitarla del camino.

— ¿En serio? —volvió a mirar a Endeavor con muy poca credibilidad.

— No lo entenderías.

Claro que no iba a entenderlo, esto pasaba de ser un crimen a ser una razón por la cual su hijo podría incluso asesinarlo, intervenir en la vida amorosa de un adolescente que claramente lo odiaba, no podía dar ningún signo de ser parte de una relación sana.

— Necesito un trago —dijo Hawks para bajar del escritorio de Endeavor, puso su manos en sus bolsillos ignorando cualquier otra cosa que pudiera decirle su compañero.

— ¿Tú lo necesitas? —preguntó Endeavor intentando ser la persona con razón en estar molesto.

— Hablaremos luego, de preferencia luego de que se lo digas, no quiero estar en medio del asunto.

— Voy a verla hoy.

— ¡Por lo que más quieras! —giró su cuerpo violentamente hacia él— ¿Estás escuchándote? Esto es un crimen, no sólo contra tu hijo, también entre nosotros, no sé cómo creas que estás haciendo algo bien pero, en caso de que la muchacha no sea buena para tu "proyecto", porque eso es, tu hijo es un proyecto que has armado durante toda su vida, en caso de que ella no sea buena para él la apartarás amenazándola con retirar tu apoyo o vender lo poco que tiene la empresa de su familia, eso es demoniaco, Endeavor, te lo advierto, si no dejas de intervenir desde ahora, esto terminará mal y como tu amigo, no quiero que suceda.

— No haré nada de eso, sólo… quisiera estar más cerca de Shoto, él nunca quiere estar conmigo pero si la obligo a trabajar en mi agencia, veré más seguido a mi muchacho, quizás hasta se interese en mi legado. Si ella no es buena para él, lo sabré y no la chantajearé, ¿ok? Sólo quiero ver más seguido a mi hijo, además… —miró de reojo a su compañero, las alas de Hawks lucían agitadas— nunca escogería a alguien que no considerara digno —admitió de su propio hijo.

— ¿Ves? Esas son cosas que deberías decirle, no estos planes extraños donde intentas usar una chica como carnada para ver a tu pequeño retoño dar sus primeros pasos como héroe, ¿lo ves? Suena raro, muy raro. Definitivamente necesito una cerveza —añadió y saliendo de allí cerró la puerta tras de sí.

Podría ser sincero con su compañero pero sería difícil, rodeó su propio escritorio y girando su silla se sentó intentando relajarse, después de todo iba a recibir a la chica que su hijo pretendía, según los informes que le habían dado, ella y él habían tenido ocasionales citas, aunque no fuera su novia, era importante… muy importante ser parte de su vida aunque el involucrado no quisiese.

— Lo siento, Shoto —mustió por lo bajo, de entre todos esos papeles, se alegraba de que Hawks no hubiera descubierto el más importante de todos aquellos documentos, un pequeño informe médico— quiero conocerte antes de que pase cualquier otra cosa —hizo para atrás su cabeza— hijo…

x

xx

xxx


Fin de Episodio 1


Nota de la Autora:

Sólo quería comentarles que la portada del fanfic se encuentra en mi página de FB /StarlingShadow por quieren verla mejor :) gracias por tomarse el tiempo de leer y dejar sus reviews, un saludo a todos~