Xfin acabaron los examenes!!! (pa mi) animo a todos q yo ahora stare mas aca!! spero muuuuuuuuuuuuuuxos reviews pliiiiiiis :D

Esta historia…va a tener de to!! No sean desconsiderados q solo es el segundo fic!!!

Aunq quizas la historia no sea tan buena como la otra…sean buenos y comenten

Tipica historia q busco pro no encuentro como yo la quiero T-T Empecemos!!

*Oneechan significa hermana mayor


Capítulo 1: el inicio

La historia que os voy a contar sucedió hace muchos años y se remonta hasta nuestros días:

Era se una vez, en un tiempo muy, muy lejano, cuando aún se creía en las brujas y los magos, hadas y duendes,… cuando las personas creían en la magia que existe en nuestro mundo, existieron cuatro grandes magos que fueron elegidos por la propia madre naturaleza para proteger a los seres vivos de la Tierra e incluso de ellos mismos, obtuvieron diferentes artes otorgadas por la doncella: el primero obtuvo los poderes de la tierra junto con el poder de transformarse en cualquier animal y comunicarse con ellos además de convocar a la madre naturaleza; el segundo obtuvo sus poderes del aire por lo que obtuvo el poder de teletransporte, invisibilidad y volar, la magia del tercer mago provenía del fuego y la Diosa le otorgó el poder de curación, ya que el fuego es vida, algo que no debemos olvidar, también le otorgó con el don de invocación de aliados y la habilidad con espadas; el último mago tenía el poder del agua y con ello el de la visión, conocimiento y la habilidad con el arco además de la habilidad recomunicarse mentalmente con sus compañeros, una forma de entenderse sin palabras.

Poco a poco la Diosa les fue proporcionando con diferentes utensilios y poderes menos intensos a lo largo de su vida ya que esta, junto a la maga de agua, vio la destrucción del mundo y de toda la vida.

Avisó a sus queridos aliados y estos se entrenaron arduamente, pero la Diosa no había considerado un factor vital para la batalla… el amor, los guerreros se habían enamorado, y cuando llegó la hora de la batalla descubrieron que se trataba de un brujo que había sido totalmente absorbido por la oscuridad. Lucharon durante días sin descanso contra los súbditos de aquel 'nuevo rey oscuro', protegiéndose unos a otros y cuando finalmente llegaron a él este les tendió una trampa que nadie había previsto, una ilusión.

La Diosa, madre y mujer, protege la vida, y las dos mujeres del grupo se encontraban embarazadas de pocos meses sin saberlo, la doncella no pudo evitar querer protegerlas y dejó a los muchachos expuestos al hechizo, que empezaron a luchar entre si cegados por la oscuridad de sus corazones, los celos.

Las jóvenes magas no podían soportarlo, no conseguían sacarles de ese estado y pidieron a la madre naturaleza ayuda, solo quedaba un remedio, sacrificar sus vidas y las de sus hijos para matar al mago y así romper el hechizo, las chicas, que no conocían las noticias de su estado, no dudaron un instante y se sacrificaron antes de que la Diosa pudiera detenerlas.

Para cuando los magos volvieron a ser ellos mismos se encontraron con las tumbas de las chicas, la doncella les contó lo sucedido, también supieron que el dolor causado no había servido más que para posponer la tragedia ya que el mago oscuro había salido de su cuerpo antes de su muerte y se dirigía a otro cuerpo para reencarnarse.

La Diosa hizo un conjuro más con las pocas fuerzas que tenía, sus queridos 'hijos' volverían a reencarnarse en un futuro muy lejano, cuando el mal amenazase otra vez se encontrarían todos de nuevo. Y así la madre naturaleza se dispuso a dormir durante más de 1000 años esperando…

-¡Onee-chan! ¿Pero que les pasó a los magos que aún estaban vivos?-preguntó una niña de doce años con cara triste

-Espera María, no seas impaciente-dijo una chica de pelo negro largo mientras continuaba la lectura- Los magos que sobrevivieron no podían dejar de vivir sin considerar el sacrificio que hicieron sus amantes por ellos, así que dedicaron el resto de su vida a enseñar a jóvenes magos esperando a que su momento llegara para así volverse a reunir con sus prometidas en la siguiente vida, su segunda oportunidad. ¡Vaya! Aquí dice que hasta crearon una escuela de magia… 'La corda Doro" ¡Anda! ¿No se llama así una escuela de por aquí? La de…-no pudo continuar ya que al despegar sus ojos amatistas del libro pudo observar como su pequeña audiencia se encontraba llorando silenciosamente-¡Oh, chicas! Os llevo leyendo este cuento desde hace mucho y seguís llorando igual

-Si sabéis que vais a acabar así no deberíais pedirle a Tomoyo que os lo leyera, ¡qué gastamos mucho en clínex!-dijo una chica de pelo castaño corto recién llegada con una sonrisa intentado animar a sus compañeras

-Pero,…pero,… ¡Sakura-onee-chan! Ese cuento es taaaaaaan romántico-dijo otra chica con estrellitas en los ojos mientras acababa con un suspiro que fue acompañado por el de sus amigas.

-Yo siempre imagino a Sakura y Tomoyo como las heroínas trágicas, podríamos hacer una obra de teatro y quedarían muy bien, la tragedia del final también podríamos hacerla en el cole-saltó otra lo que provocó un extraño escalofrío en las dos chicas

-¡Chicas! Ya es hora de acostarse-dijo una señora mayor entrando al estudio donde se encontraban las chicas-todas las que sean menores de catorce a desfilar-dijo con una sonrisa señalando la puerta

-Siii…señorita Keinter-dijeron las pequeñas con desgana mientras se marchaban

-Y ustedes jovencitas,-empezó a decir mientras se colocaba las gafas-ya son consideradas lo suficientemente mayores como para acostarse tarde, pero no más de las doce, ¿entendido?

-Siii señorita Keinter-dijeron las dos riéndose, la mujer se marcho y Sakura puso una silla al lado de Tomoyo para sentarse, las dos juntas observaron otra vez el título que había en la portada del libro 'La magia de los elementos', no había autor, pero al igual que las pequeñas a ellas les encantaba releer esa historia siempre que podían y se la sabían a la perfección, solo sabían que existía una copia más de ese libro pero su paradero era desconocido.

Mucha veces de pequeñas habían jugado a ser las heroínas del libro pero siempre que llegaban a la parte del sacrificio se ponían a llorar y era muy difícil calmarlas, incluso ahora, a sus dieciséis años, temblaban al llegar a esa parte (aunque lo lograban disimular).

Vivían en un orfanato, un gran edificio algo viejo pero con un jardín enorme lleno de flores, sus padres habían muerto en un incendio de un centro comercial, nada interesante, no tenían relativos o amigos que ellas supieran ya que llegaron allí con dos años, nadie se interesó por ellas, cuando llegaron al edificio se hicieron amigas debido a la tragedia que las unía y se cogieron mucha confianza. El presidente del orfanato las había criado como a sus propias nietas, las tenía mucho cariño y a su muerte les heredó a las chicas el libro que tanto les había gustado.

Eran muy guapas pero algo antisociales y difíciles de manejar para aquellos que no las conocían de pequeñas o en profundidad (como al nuevo presidente del orfanato, el joven Josh, sobrino del difunto), además, su poco interés por la moda no ayudaba y la gente 'huía' de ellas por incidentes inexplicables. Sus gustos también podrían considerarse extraños: mientras que a Tomoyo le gustaba jugar a ser adivina con el tarot, a Sakura le encantaba poner 'maleficios' con muñecos de buduj a sus compañeros de clases los cuales no dejaban de incordiar a las estudiantes.

Aún así tenían las dos un cuerpo esbelto y bien formado ya que las habían apuntado a un circo cercano con la intención de que conocieran a personas con su carácter o peculiaridades, pero sin mucho éxito en amistades, se dedicaban a hacer acrobacias por el orfanato y a andar por la cuerda, hacer malabarismos y saltar en las colchonetas haciendo graciosas piruetas, jugar con diábolos y saltar en el trapecio. Se divertían en su mundo de fantasía y ganaban dinero por sus espectáculos, único momento donde podías contemplar la belleza de las jóvenes en todo su esplendor con el maquillaje y las ropas del circo ya que, cada vez que salían, tenían que ponerse unas gafas de pasta que no permitía distinguir quienes eran en realidad y Tomoyo llevaba dos gruesas trenzas mientras que Sakura llevaba un gorro poco apreciado por el sector masculino. Aún así su fama empezaba a notarse, 'las bailarinas mágicas' podías observar en carteles en las calles, 'Amatista y esmeralda les hechizarán con su espectáculo' seguía el anuncio. La idea había sido del director, al que realmente habían cogido cariño por su estrafalaria personalidad, parecida al de su querido 'abuelo'.

-¿Vamos a andar por los jardines?-dijo Tomoyo cortando el silencio entre las dos mirando los ojos esmeralda de la castaña

-Claro

Se dirigieron a su lugar favorito, un paisaje típico descrito en los cuentos de hadas descritos en sus libros, un pequeño lago con un sauce llorón a su lado, nenúfares flotando en el agua y un montón de flores se extendían en los prados de su alrededor. Una pequeña banca-columpio blanca colgaba del árbol y terminaba con este bello paisaje matorrales y arbustos en flor. Las chicas se sentaron y se pusieron a discutir sobre trivialidades mientras, sin que se dieran cuenta, el paisaje empezaba iluminarse con luces blancas y anaranjadas dándole un aspecto mágico.

A las doce se dirigieron a dormir como les habían mandado, al día siguiente era lunes y tocaba escuela, para horror de las dos.


Este prologo m gusto + como m salio :D

Sean buenos y comenten