Normalmente me colocan al lado derecho, en una amplia y blanca habitación, donde parece que la soledad se hace 100 veces más funesta, estoy encerrado, tanto en este cuarto como en mi propio cuerpo, el cual es solo una jaula pequeña, maltratada, frágil y muerta. Todos los días, desde aquel, mi rutina consiste en mirar al techo, el cual me parece cada atardecer más opaco, al como mi esperanza y mi ser. Siento la mano de mamá Fin apretarme la mano con fuerza, esperando una respuesta, si solo supiera que eso es lo que intento a cada hora, cada minuto y cada segundo.

En este estado he visto el mundo como nunca antes, vi por primera vez a papá Su llorar, mientras abrazada a mamá Fin ¿Por qué será que nos sentimos tan miserables e inseguros cuando nuestra figura paterna rompe en llanto? También los vi discutir como nunca antes, con gritos con insultos, y hanatamago labrar hasta que sus gritos fueron callados por una enfermera. Sé, que desde hace mucho, dejaron de ser los mismos de antes, puedo sentir como ese amor se extingue como una débil flama.

Veo a Ladonia pasar días enteros a mi lado, hablándome de lo molesto que era tener un hermano como yo, que mi inmadurez era inigualable, que mi presencia era una molestia y que, el día en que despertara me golpeara por haberle abandonado por tanto.

Mis tíos nórdicos me vienen a ver cada dos días, apoyan a mis padres, se los agradezco tanto, tío Den siempre trata de animar a Ladonia, es capaz de tirarse por un sexto piso si eso le hace reír, se los agradezco, de verdad, es lo mejor que pueden hacer por mí.

También han venido muchas más naciones a verme, dándole el apoyo a mis padres, trayéndome regalos y flores que estoy seguro, se han ido marchitando por el paso del tiempo.

Hasta el idiota de Inglaterra me viene a ver regularmente, cuando estuvimos solos en el cuarto me pidió disculpas, por haberme abandonado, por sus descuidos, por no haberme reconocido, incluso por las fallas en la arquitectura de "mi territorio" que sellaron mi caída para llegar a esta condición. Se siente terriblemente culpable y por un momento, muchos años antes creía que, el día en que el llorara, me reiría en su cara hasta el cansancio, ahora, que podía sentir sus sollozos y el temblar de sus manos me doy cuenta de mi equivocación, que él, a pesar de todo, es una de las personas más importantes en mi vida.

Nadie sabe que yo oigo todo lo que dicen, que sufro incluso el triple que ellos, que ruego a dios sanarme, lo peor es que lo único a lo que me puedo aferrar es eso; la recuperación. Si en algún momento quise con toda mi alma ser un país, hoy no quiero ser nada, ni una micronación, un simple humano que por lo menos, tiene la opción de morir, de liberarse, de descansar, de salir de esta jaula. Como un inmortal, estoy condenado a vivir por siempre en este estado, viendo un techo blanco que se deteriora, escuchar llantos, risas nostálgicas. Aunque este en una parálisis total, estoy vivo, pero que no daría por no estarlo.

Notas: Hetalia no me pertenece. Fic inspirado en una canción de Kaai Yuki, bueno, solo un poquito, no tengo el nombre de la canción, pero es realmente buena, nada que decir, es solo un pequeño fic que desde hace muuucho pensé en escribir, muchas gracias a quien se dio el tiempo de leerlo n_n

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