Disclaimer: El universo de Crepúsculo no me pertenece, ya que es propiedad de Sthepanie Meyer. La trama es mía al igual que algunos personajes creados por mi. Y el fic es sin ánimo de lucro, sólo para entretener a los lectores.
EL CANTO DEL FENIX
Iba conduciendo por la carretera que va a La Push, iba a ver a mi padre. Ya era muy tarde, pero tenia que verlo, estaba enfermo y tenia que ir a visitarlo. Aún a pesar de que Sue Clearwater estaba con él, no pude ir más temprano múltiples cosas inesperadas me hicieron tardar más de lo que pensé.
Mi mirada vigilante veía las curvas en las cuales cientos de veces he pasado, conozco bien el camino, si tuviera que manejar con los ojos cerrados, lo haría sin dificultad. Sin embargo al tomar la primera curva y la más peligrosa de todas, sucedió lo inesperado. Pisé el freno y se fue hacia adentro, sin disminuir en absoluto la velocidad. Por el contrario gané más velocidad y la curva se acercaba peligrosamente, traté de buscar la manera de poder rescatar el espacio entre la carretera y el barranco, pero no pude. La fuerza y velocidad impidieron que pudiera maniobrar a tiempo.
La camioneta nueva, que acababa de comprar, se iba al barranco y yo con ella dentro.
El primer impacto fue brutal, choqué contra el volante y sentí como a pesar de la bolsa de aire, mis huesos crujían al romperse. No fue todo, al dar vueltas la camioneta, mi cuerpo como muñeca de trapo, giraba sin control, rompiéndose más huesos, el dolor era insoportable. De esta no saldría con vida.
Al llegar el fondo del barranco, yo ya iba medio muerta y con mucho dolor. Por fin la camioneta quedó quieta y un silencio de muerte se apoderó del solitario lugar. Era más que seguro que moriría. Sin embargo tenia que luchar, tenia que sobrevivir, pues mis hijos quedarían sin su madre.
Con horror pensé que no encontrarían mi cadáver hasta mucho después y las lágrimas brotaron de mis ojos. No quería morir, pero sabia que había llegado mi hora, no estaba nada bien, yo sabia la verdad, nadie que hubiera visto el accidente hubiera apostado a que me salvaría. Lloré de angustia y preocupación, con dolores tan terribles que mis lágrimas solo aumentaban mi dolor.
Al fin, no sé si pasó mucho tiempo ó solo un minuto, porque el tiempo se detuvo para mi. El dolor empezó a desaparecer, traté de moverme, pero no lo logré, quise gritar, pero lo único que sucedió fue que tosí sangre. Me recosté de nuevo esperando la muerte, ya no quedaba nada por hacer y era imposible un milagro. Mis oídos fueron perdiendo el sonido a mi alrededor...era el fin.
Y luego volvió con más fuerza el dolor, que se concentraba en mi brazo, luego en el otro. Vagamente creí escuchar voces, no me importó, para mi era la transición al otro lado, lo que hubiera en la muerte, lo descubriría pronto. Y...el dolor aumentó. Sin poder creerlo aumentó a grados inimaginables.
Espero les guste la historia, porque estara cardiaca. Y con muchas sorpresas. Porfis comenten, ya saben que no les quita ni un minuto y a mi me harán feliz.
Besos
Bella Cullen H.
