Hola. Bueno que decir esperó les guste esto que salió.

Es la extraña continuación de Mentiras

Unmei no Akai Ito.

Prólogo.

En Japón existen varias leyendas muy curiosas, románticas y oscuras, llenas de enseñanzas para las nuevas generaciones. Tan parecidas pero diferentes a las de mi país.

Una de estas historias cuenta sobre un hilo rojo atado en el dedo meñique de dos o más personas que tarde o temprano están destinadas a encontrase. Este hilo rojo, supuestamente, viene con las personas desde que nacen y jamas puede romperse o cortarse. Esta historia abarca a todo tipo de lazos, ya sea padres, hermanos, amigos o cualquier persona, pero siempre con mucho más énfasis en el verdadero amor, o mejor dicho, el compañero o compañera de vida que selecciona el destino de antemano.

Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias.

El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.

El destino es la fuerza sobrenatural que actúa sobre los seres humanos y los sucesos que éstos enfrentan a lo largo de su vida. El destino sería una sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar.

Los sonidos de las aves sumado a los muchos y constantes murmullos que ocurren entre los distintos cambios de clase invadían por completo su sentido auditivo. Llevando a un lado aquella bolsa donde guardaba sus pertenencias y caminando a pasos largos y rápidos, contestando los saludos de las personas que la conocían con una sonrisa, esquivando a los demás alumnos con gracia y maestría para llegar a su objetivo. Parada frente a aquel edificio enorme dio un suspiro y entro. Saludo al guardia de la entrada y se adentro aun mas ah donde estaban las estanterías de libros, llegó al final y miro las escaleras para subir a los pisos superiores, subió hasta la ultima planta, la sala de lectura, que como siempre estaba vacía, busco con la vista su objetivo, una ventana abierta.

Dejando sus cosas en una mesa cualquiera se dirigió a la ventana, saco la cabeza mirando hacia el techo.

-¡Mas te vale bajar por tu cuenta!- anunció con voz fuerte- ¡Créeme si me haces subir allá arriba no te voy a bajar como la otra vez, al contrario te aventaré de patadas de ese techo, así que no me provoques!- informo sonó para recibir como respuesta una risa juguetona.

-¡Inténtalo! ¿Si es que puedes?- respondió la voz con clara burla.

La chica frunció el ceño y miro hacia abajo, logrando que la altura le provocará un poco de vértigo, sin embargo guardo la compostura, se saco sus molestos zapatos de tacón para salir del edificio y lentamente y con algo de dificultad subir al tejado de la biblioteca encontrando al causante de aquella mala imagen que se estaba creando.

Llego sana y salva al techo, recuperando el aliento, busco con la mirada al chico causante de que por tercera vez en el mes este en la azotea de la biblioteca.

-Dime ¿Quieres convertirme en tu niñera a pesar de tus ya veinte años?- le pregunto al chico que yacía acostado boca arriba mirando al cielo azul

El joven castaño de facciones asiáticas, cabellos alborotados, piel blanca, y unos hermosos ojos azules, miro por el rabillo del ojo a la chica para después sonreírle.

-No serias una mala niñera- contesto pícaro.

La chica suspiro. Sus cabellos negros como la noche se revolvieron con el soplo del viento, sus ojos de color café claro trataban de encontrar como retomar el enojo que tenia con el chico.

-Me perdí mi clase de Leyes por ti- reclamó- al menos ten la decencia de recompensarme y vamos a comer- dijo mientras se sentaba a un lado del joven.

-¿Quien te aviso?- pregunto con cierto deje de tristeza.

-Me hablo el rector, ¿Puedes creerlo? ¿El rector de la Universidad me hablo? Enserio, deja de causar problemas.

El chico sonrió y del bolsillo de su pantalón saco una joya de color rosa y se la enseño a la chica.

-¡No inventes!- exclamo- por esta piedra es que perdí mi clase- dijo con indignación

-Si no es la que busco... ¿Puedes?

-Supongo ni tendré opción- contesto mientras se levantaba.

-Gracias Angie- hablo el chico mientras también se reincorporaba para poder bajar del techo.

-Ángeles para ti niño-dijo con burla

El joven sonrió ante aquellas palabras y asintió.

-entonces, señorita Ángeles, ¿me concedería el honor de ir a comer conmigo?- preguntó caballeroso.

-Solo si tu pagas Kaito- contestó alegre.

Encuentro. Es la reunión de dos o mas personas en un determinado tiempo, lugar y circunstancia.

La amistad es la relación afectiva entre dos personas y uno de los vínculos interpersonales más comunes que la mayoría de los seres humanos tienen a lo largo de su vida.

Mi nombre es Ángeles Garcia Tovar, estudio derecho en una de las Universidades mas prestigiosas de México y también soy una agente especial de la INTERPOOL. Mi meta actual, atrapar al mago ladrón 1412 del cual soy amiga.

¿Quiero conocerlo? ¿Quiero saber que hay detrás de esos tristes ojos? ¿Quiero conocer que mas ocultas Kaito Kuroba?