Disclaimer: No. 6 no es mío. Sus personajes tampoco. Ya está.
Extensión:491 palabras.
Advertencias: Spoilers del final de anime.
Resumen:Si del otro lado del muro estaba el infierno, querían verlo con sus propios ojos.
Del otro lado del muro.
Más de alguien quizá recuerda que, hace ya un buen tiempo, se exhibió una película ambientada en un desierto. El personaje principal era un aventurero que buscaba antiquísimas ruinas egipcias y que, después de muchos contratiempos y penurias, termina su vida sepultado por la fuerza de una enorme tormenta de arena: todo un badend de esos que, la mayoría de los espectadores, prefiere ignorar. La escena de la tragedia— de esa monstruosa tormenta de arena— se repite en No. 6, pero ya no en los cines: cientos de abejas toman el lugar de la tormenta y revolotean por todos lados, escarbando por aquí y por allá en la fresca carne humana que, en un par de segundos, queda reducida a carcamal.
La gente tiene miedo y se esconde. Grita y llora, como nunca antes había podido hacerlo: No. 6 no daba permiso al descontento o al miedo. Rebuscan por todos lados un buen escondite, pero poco pueden hacer, ya que las abejas salen de sus entrañas, ansiosas de unirse al torbellino dorado de la muerte. Al rato puede oírse una canción que marca el principio del fin: las abejas se van con el fluir del viento, mientras los sobrevivientes se asoman para oler la fragancia ajena.
El muro se ha roto: ya no hay pared y No. 6 ha dejado de ser el Edén.
Continúan observando mientras esperan algo: quizá el Ministerio de Seguridad Pública anuncie toque de queda, piensan los más viejos mientras otros, más pesimistas, creen en primera instancia que hubo alguna especie de atentado terrorista. Aún así, nadie dice ni hace nada al principio: la ciudad les ha enseñado a que, cuando algo parece demasiado peligroso u oscuro, lo mejor es callar y no pensar, pues las autoridades siempre hacen algo al respecto.
Deciden aguardar un par de minutos más (por si acaso), pero nada sucede. Nada viene de ese exterior— del que el gobierno les ha asegurado que es sólo un nido de ratas, basura y enfermedades— por lo que esa gente (la misma que nunca piensa) ha decidido moverse, al notar que la ciudad ha resuelto (por primera vez en muchos años) ignorar lo que hacen sus hijos: ya les ha advertido lo suficiente como para que tengan en consideración que allá afuera hay todo un infierno, del cual los habitantes de No. 6 ni siquiera tienen conocimiento (cosas como la biblia— o cualquier otro libro sagrado similar— han desaparecido mágicamente en el transcurso de los años, sin que nadie se quisiera dar cuenta de ello).
Aún así, osan imaginar que afuera hay algo similar pero, si del otro lado del muro estaba el verdadero infierno, esta vez no querían que se les contara una versión trastocada del otro lado, sino que deseaban ver lo que hubiera ahí con sus propios ojos.
Por eso, todos comenzaron a caminar en una misma dirección, sin saber que la gente— del otro lado del muro— hacía lo mismo.
Fin drabble: Del otro lado del muro
Por: Nana Walker
N/A: Muchísimas gracias por leer. Comentarios, críticas constructivas y sugerencias son bien recibidas.
Bye bye y cuídense miles.
