Muy buenas todos mis lectores, me ausente nuevamente por cuestiones académicas, pero bueno ya estoy de regreso, también me dio chance de pensar en cómo incorporar las armas que utilizaran sus OC y fue que dije "pues hagamos una historia dedicado a esa y después continuamos con la original pero ya con las armas listas" y bueno aquí está la primera de tantas.
Capitulo1. La Espada de los Vientos.
Bosque Arcoíris.
Karin había el estado caminando en el bosque durante un tiempo, sin embargo, aun cuando vivió toda su vida en la villa de san Andrés, nunca tuvo la oportunidad de salir y conocer a fondo el bosque, parecía que daba vueltas en círculo hasta que la noche hizo acto de presencia y no le quedo más remedio que buscar un lugar en donde quedarse, vio una cascada que desembocaba en un arroyo, la brisa podía sentirse fresca debido al roció del agua, se acostó sobre el césped y cayó en un profundo sueño.
"Donde estoy…? Que es este lugar…? No se suponía que estaba en el bosque?...que hago en lo que parece ser un…templo"
Karin veía a su alrededor, columnas de mármol con grabados de líneas verticales, un piso solido del mismo material y estatuas que asemejaban caballeros clavando la espada en el suelo sujetándola de su empuñadura, mientras las incógnitas invadían su cabeza, una mujer misteriosa apareció en la entrada del templo, de tez blanca, pelo largo lacio rojizo, ojos azul como un lago, y un cuerpo atractivo pese a la armadura que portaba ella de color morado con líneas doradas, dejando ver que era una caballera de muy alto rango, en su mano portaba una espada de color purpura, pero desprendía un aura del color del arcoíris, su empuñadura con joyas dejaban ver el hermoso ornamento que combinaba con el filo de la hoja, la hermosa mujer tenía una mirada llena de culpabilidad y arrepentimiento mientras apretaba el puño en el cual sostenía la espada.
"Mi ambición…mi codicia, forjaron esta arma maldita, debo impedir que caiga en manos equivocadas, debo ocultarla al menos hasta que alguien digno de ella aparezca y debo darme prisa, ellos ya me están buscando"
Karin intento hablarle a la chica, sin embargo esta le ignoraba, se acercó a ella por detrás posando su mano en su hombro, pero esta solo le atravesó, como si de un fantasma se tratase, al ver que no podía escucharla ni tocarla, se limitó a seguirla, la chica aunque su paso era rápido, se veía insegura, llena de remordimiento, cuando se detuvo frente a la base de una de las estatuas del salón, por un momento se quedó pensando y solo dijo.
"Hazte cargo de ella"
Karin quedo sorprendida, le abría estando hablando a la estatua? O será que esas palabras iban para ella? Acaso la chica sabia de su presencia aun siendo un sueño? Mientras más preguntas se hacía Karin, la chica puso su mano en medio de la base de la estatua, una parte de ella se sumió y la estatua comenzó a moverse hacia el lado izquierdo haciendo temblar el lugar, cuando termino, unas escaleras de piedra normal aparecieron, las mismas iban hacia arriba, la chica comenzó a subir a paso veloz mientras Karin la seguía de cerca, ambas quedaron frente a una gran puerta que era custodiada por dos estatuas y sus espadas entre cruzadas, la chica dijo unas palabras y las estatuas se movieron quitando las espadas y en fundándolas nuevamente, la puerta se abrió por si sola y detrás de ella se podía ver lo que parecía ser una cámara llena de tesoros, monedas de oro, plata, joyas, diamantes, y en el fondo, se encontraba la estatua de una mujer, la cual asemejaba a la chica teniendo los brazos extendidos y bajo esa estatua, se encontraba una tumba, la chica se acercó abrazando su espada, cuando llego a la tumba, hizo una reverencia y puso la espada en las manos de la estatua.
"Aquí descansaras, hasta que alguien digna de ti, pueda portarte como es debido, sin que la codicia, avaricia y sus egoístas propósitos, te puedan cegar y llevar por el mal camino, me arrepiento de haber sido la autora de esta arma y cargare con el peso de mi culpa hasta el fin de mis días o hasta que alguien te use para lo que realmente fuiste creada…erradicar al mal sin caer en el"
La chica se acerca a la tumba poniendo una de sus manos en ella, su mirada era triste y nostálgica, se podía ver que quien estuviese dentro, ella le guardaba cariño y respeto, y sentía que por su culpa quien descansaba dentro de ella, había encontrado el final de su vida.
Dando unos pasos hacia atrás hizo una última reverencia en forma de despedida, se dio la media vuelta y se dirigía hacia la puerta, Karin sabía que ella no podía verla ni tocarla, pero su corazón dio un brinco, cuando la chica la miraba fijamente, Karin se movía de lado a lado y la mirada de la chica le seguía como si supiera de su presencia, la chica movió los labios como si tratase de darle un mensaje, después de eso todo se desvaneció quedando una completa oscuridad.
Karin se encontraba sola, rodeada de oscuridad y en el vacío, intento hablar, pero fue en vano, no tenía voz, no podía ni siquiera escuchar su propia voz en su mente, entonces comenzó un susurro que a medida se hizo más y más fuerte.
"Oscuridad…Caos…Destrucción"
La voz se hacía más fuerte y molesto, aun cuando Karin se tapase los oídos, la voz se podía escuchar claramente, sentía que en cualquier momento la locura la iba a invadir, cerró los ojos intentado el pedir ayuda pero no tenía voz y aun si la tuviese nadie podría escucharla gritar en la oscuridad.
La voz se había detenido, ya no se escuchaba absolutamente nada, únicamente su respiración y latidos del corazón el cual estaba acelerado debido a la presión y temor que sentía en ese momento, al abrir los ojos, se vio tirada en el piso, levantando la mirada observo que se encontraba en villa de san Andrés, las casas estaban destruidas, la villa estaba en llamas, el piso estaba teñido de un rojo escarlata y a su lado estaban cadáveres de lo que parecían ser sus aliados o guerreros, intento levantarse pero, un dolor punzante en su abdomen evitaba que se moviera llevo su mano hacia donde sentía el dolor y sintió algo húmedo, reviso y era sangre que goteaba de una herida muy profunda, repentinamente, una figura con una túnica negra que tenía un botón dorado en forma de dragón en el cuello apareció frente a Karin, ella trato de empuñar la espada pero el dolor no se lo permitía, la figura se agacho sujetando el rostro de Karin y le susurró al oído.
"El tiempo, está cerca"
Acto seguido, abrió su túnica y Karin pudo notar una armadura totalmente negra sin ningún otro color visible, únicamente negra y oscura como el alma de quien la portaba, desenvaino su espada y ataco a Karin con ella.
Pegando un grito al mismo tiempo que despertaba, haciendo eco por todo el bosque nocturno, el sudor recorría su frente, su corazón latía como si quisiera salirse de su pecho, esa pesadilla había sido muy real, mientras intentaba calmarse, sintió que algo toco su hombro y al revisar, vio a la figura con túnica que había visto en su pesadilla, no le basto más de un segundo para reaccionar y levantarse rápidamente para desenfundar su arma.
"Quién eres? Acaso quieres pelear? No dudare en desenvainar mi espada contra ti"
Pese a que Karin trataba de ser valiente, las imágenes y experiencia que tuvo en sus pesadillas, la hacían temblar, pero no dejaría que él lo supiese.
"Tranquila, soy yo, Irvin, escuche gritos de auxilio y vine tan rápido como pude, nunca imagine que serias tú la que estuviera despertando a medio bosque"
Irvin dejo ver su rostro, a lo que Karin libero un suspiro de alivio y cayo arrodillada al suelo por haber sentido tanto temor y temblor en sus piernas, Irvin se acercó y le pregunto qué era lo que tenía, porque estaba desesperada gritando ayuda y había tenido esa reacción con él.
"Es una larga historia realmente…pero te la contare, quizás tú puedas ayudarme"
Irvin se sentó al lado de Karin, quien comenzó a relatar el sueño que tuvo a principio de la chica, después el susurro que casi la volvía loca y por último, un encapuchado misterioso de armadura negra que le había dicho que el tiempo está cerca, que abra querido decir con eso? Se preguntaba ella misma, Irvin al escuchar su historia, no mostro ningún tipo de reacción, como si ya hubiera pasado por eso, o quizás porque ya sabía lo que sucedería.
"Bien, realmente no se mucho acerca de eso, solo tengo algunas bases, se llaman sueños proféticos, son como premoniciones de lo que puede pasar en un futuro y a la vez pudiste tener una epifanía, una revelación que te será útil en el futuro, dime algo, leíste el libro que te di?"
Karin negó con la cabeza, que no lo había hecho, tomo el libro que estaba a su costado y lo abrió para leerlo, pero se llevó una sorpresa al enterarse de que no había nada escrito, salvo un poema y una ilustración con unas cuantas palabras, el rostro de Karin reflejaba dudas al respecto de que podía significar o que era eso.
"No siempre estaré yo para darte las respuesta sabes?...solo te diré que esas páginas aunque parezcan inútiles y confusas, son la clave de los sueños que acabas de tener, solo reflexiona y encontraras la respuesta, a veces tienes que cambiar de lugar para poderte encontrar, en ocasiones solo basta con eliminar, no lo vayas a olvidar"
Acaso Irvin intentaba darle una pista a Karin de lo que debía ella hacer? El no parecía muy interesado en darle una respuesta directa, prefería que ella se quebrase la cabeza pensando, ya que tenía razón, no siempre estaría el para ayudarla, Karin vio el libro y se sumergió literalmente en él, comenzó a leer el poema.
"Viento, tu que eres libre y eres el agitador de las hojas, que tiemblan de éxtasis al sentir tus caricias, traspasando todo obstáculo, no hay nada ni nadie que pueda cortar tu camino"
Como era de esperar, Karin no entendió nada, parecía una simple oda al viento, nada más, no tenía nada de extraño, cuando levanto su mirada para preguntarle a Irvin, él había desaparecido, y su voz hizo eco en el bosque.
"Encontrar, Eliminar, Cambiar Lugar, no Olvidar"
Aun sin entender lo que decía, se sentía más aliviada y tranquila, tanto así que de inmediato Karin se quedó dormida sobre el césped.
Bosque Arcoíris- Villa de los Anuran
La noche termino, el sol se hacía presente poco a poco sobre la copa de los arboles más grandes del bosque, en una pequeña villa, un joven Anuran se preparaba para salir de cacería, con su arco, sus flechas, una daga, y una piedra bendita que le regalo el Sabio de la aldea, que decía daba prosperidad en la caza.
El joven Anuran de piel verde oscura, salió de su casa con una fría y seria mirada que parecía no aceptar vacilación alguna, sin perder más tiempo, camino hacia la entrada de la villa para encontrarse con un grupo de compañeros cazadores.
En su trayecto, veía a los niños anuran jugar con arcos y flechas de juguete, los niños al verlo, se acercaron a él con gran emoción, como si se tratase de alguien importante.
"César, César, ya saldrás de caza de nuevo? Traerás un gran festín esta vez no? Me prometiste que me traerías también una mascota no rompas tu promesa."
"Oye, no lo desconcentres con eso, él tiene que estar ciento por ciento concentrado en su misión, ya que el Gran Sabio personalmente se la encomendó, no tiene tiempo para lidiar con nuestras absurdas peticiones"
El pequeño anuran bajo la mirada ante las palabras de su amigo, pues el tenía razón, el sabio de la aldea era la persona de más alto prestigio y la más importante, una palabra suya era de ley absoluta para todos los demás residentes.
El joven cazador, puso la mano en la cabeza del niño de piel celeste el cual levanto su mirada para verlo, el joven le regalo una sonrisa sin palabras, dándole a entender, que cumpliría la promesa que él había hecho, después de eso, siguió caminando hacia la entrada de la villa y vio a su grupo listos para partir.
"Vaya, vaya hasta que el líder de cazadores nos honra con su presencia jajá, nos estábamos preguntando cuanto tiempo más te tomaría el llegar ante nosotros"
"Hey, ten más respeto hacia el líder, tenemos suerte de que hayamos sido elegidos para ir a esta misión que el sabio de la villa le dio personalmente, trata de comportarte como un cazador serio y deja tus bromas para después"
"Ehh…pero que estirado eres, si sigues así, tus arrugas se harán más grandes y tu piel parecerá un valle de rocas jajá"
Ambos cazadores estaban vacilando el uno al otro, el líder César, con una voz grave pero tranquila, les dijo que parasen en se mismo instante, a lo que ambos anuran cerraron la boca e hicieron reverencia ante él, sin decir nada más, con un movimiento de mano, les indico que lo siguieran, mientras tanto César seguía recordando las palabras y la misión que el Sabio le había encargado el día anterior.
Recuerdo día anterior.
"Gran Sabio, César líder de los cazadores y patrullaje, se hace presente a su presencia, es todo un honor el que personalmente me haya solicitado"
César estaba temblando, aunque parecía ser un personaje fuerte y riguroso, el solo hecho de estar frente a tal autoridad, le daba temor el hacer algo que pudiese arruinar todo, frente a él estaba un Anuran más viejo, en su piel rojiza y un atuendo asemejando a la aristocracia, denotaban los años de su vida, aunque su cuerpo era viejo, parecía tener una gran vitalidad todavía.
"Si, gracias por venir, quería pedirte que el día de mañana, salgas a una expedición a patrullar cerca de las cascadas, hay se encuentra algo de lo que estoy interesado"
"Las cascadas arcoíris? Con todo respeto Gran Sabio, pero en ese lugar no hay gran cosa, a lo mucho son cangrejos del valle que son tímidos, no veo que pueda haber que le interese, porque debería ir?"
César al darse cuenta de sus palabras, y de eso último, se dio cuenta de que había cuestionado a su líder, una gota de sudor recorrió su cabeza y se arrodillo suplicando perdón, no era de esperarse, en su cultura, cuestionar lo que dice el Sabio de la aldea, puede llegar a ser considerado traición y lleva al exilio total, el Sabio se acercó, y con una cálida sonrisa le dijo que se pusiera de pie, que no era necesario el que se degradara de tal forma.
"Entiendo perfectamente tu punto, cierto es que hoy no hay nada de valor en ese lugar, pero el día de mañana sin duda algo estará y confío plenamente en ti y tus habilidades, para que puedas cumplir esta petición quizás egoísta para mi"
César al escuchar sus palabras, se levantó e hizo nuevamente una reverencia hacia su Sabio, le prometió que pase lo que pase, cumpliría con su misión, llevaría a sus mejores cazadores y encontrarían eso de *valor* que el Sabio quería.
Fin del Recuerdo
Bosque Arcoíris.
El grupo de anurans guiados por César, habían llegado a la cascada arcoíris, en su camino, él les explico que el Sabio le dijo que encontrarían algo de valor cerca de ellas, todos tuvieron sus dudas al respecto, como con César al principio, pero eran órdenes del Sabio, no podían cuestionarlo, al pasar unos arbustos encontraron algo, y claro nada más y nada menos que a nuestra protagonista, comenzaron a hablar entre susurros.
"Oye, que eso no es?"
"Pero que hace alguien así aquí?"
"Era esto lo que el Sabio busca?"
Entre los susurros, César que se veía firme y calmado anteriormente, paso a tener una mirada de furia y odio al ver a Karin acostada sobre el césped, comenzó a acercarse a ella, sus pasos no denotaban vacilación alguna, iba con intenciones de dañarla, hasta que sus compañeros lo detuvieron.
"Pero que estás haciendo?, capaz y eso sea lo que el Sabio busca, trata de calmarte"
"Si, no dejes que tus explosivas emociones te lleven a cometer un error, recuerda que el Sabio dijo que aquí habría algo de valor y esa humana es algo nuevo en esta área"
César quien estaba furioso, respiro profundamente y dejo escapar el aire de su boca, les ordenó a sus compañeros que se hicieran cargo ellos, que sus emociones podrían volver a traicionarlo, les ordeno que la ataran de pies, manos, y vendaran sus ojos, por si despertase no viera el camino que conducía a su aldea.
Sus compañeros no perdieron tiempo, sacaron sus sogas, y le ataron de pies y manos, poniéndole una venda en sus ojos, mientras que uno de ellos la cargaba en sus hombros.
"Estamos listos César, regresemos con el Sabio y contémosle al respecto, algo tiene que ver esta humana si tanto interés tiene en ella"
Sin decir nada, César levanto su mano dando la señal para pasarse a retirar.
Aldea de los Anuran.
César y sus compañeros llegaron a la aldea con Karin en hombros, los residentes, miraban con asombro, otros con miedo y algunos otros simplemente no les interesaba lo que pasaba, el grupo estaba cerca de la ubicación del sabio, pero César los detuvo.
"Denme a la humana, se la entregare personalmente al Sabio"
El grupo, no esperaba tal reacción de él, no estaban seguros de sí entregarle a Karin, puesto que con verla al principio, tenía intenciones de asesinarla.
"No es que no confiemos en ti César pero, como puedes asegurarnos de que no aras algo con ella? Quiero decir, al principio caminaste sin vacilación con intención de dañarla, y ahora de buenas a primeras pides que te la entreguemos?"
César bajo la mirada al escuchar sus palabras, la reacción que tuvo al principio, era más que razonable el que ellos pensaran que podía dañarla, sin embargo, tenía una misión que cumplir y el sabía que las misiones y las emociones, nunca van mezcladas.
"No los culpo por desconfiar de mí, si estuviera en su lugar también objetaría lo mismo, pero el Sabio me pidió que le trajese lo que él consideraba de valor, y en esa área no había nada de valor, salvo esta humana que es nueva, la misión que me encomendó es más importante"
El grupo de cazadores se veía los unos a los otros, aunque aún tenían sus dudas, ellos lo conocían bien y siempre daba prioridad a las misiones dictadas por alguien de un rango mayor, sin decir nada más, le entregaron a Karin en sus brazos, César les dio las gracias por acompañarlo y por confiar en él y se puso en marcha hacia donde el Sabio se encontraba.
César había llegado al estanque donde el Sabio lo había citado el día anterior, el mismo estaba sentado meditando, César iba presentar su respeto, pero antes de decir alguna palabra, el Sabio le dio la bienvenida.
"Veo que tuviste éxito en tu misión César, estoy muy complacido y feliz principalmente, porque no te dejaste llevar por tus emociones, al menos no del todo"
"Me disculpo Sabio, al principio casi tengo un estallo de furia, de no haber sido por mis compañeros, hubiera fracasado vergonzosamente"
César bajo su mirada llena de vergüenza, al dejar que sus emociones casi tomaran control de él, el Sabio al verlo tan decaído, puso su mano en su cabeza y le dio las gracias, por haber hecho tan buen trabajo, sus palabras animaron a César y cuando estaba a punto de irse, Karin despertó.
"Eh…? Porque sigue todo oscuro?...porque no puedo mover mis pies y manos?! Que está pasando!? AUXILIO! AYUDA!"
El Sabio, con una mirada, le indico a César que le quitara las vendas de los ojos, lo cual hizo y Karin quedo cegada por la luz del sol tan intensa, una vez que se recuperó, vio delante de ella al viejo Sabio.
"Un momento…un Anuran? Dónde estoy? Que es este lugar? Acaso…acaso me acaba de secuestrar?! No! Por favor soy muy joven para trabajar de esclava, déjeme ir por favor!"
Sus gritos de ayuda y desesperación, golpeaban el corazón de César como si esas palabras fueran un amargo recuerdo para él, sacando su daga y poniéndola en su cuello para amenazarla.
"Guarda silencio, escoria humana, estas en presencia del Sabio de la aldea, solo porque él me pidió que te trajese sigues con vida, de lo contrario tu cuerpo hubiera servido de fertilizante para el bosque"
Karin estaba asustada al ver la daga que amenazaba su cuello, aunque parecía muy simple, podía ella sentir como cortaba su piel sin siquiera aplicar presión en ella, el Sabio se acercó y le pidió a César que enfundase la daga y se retirara, pero antes que la liberara de sus ataduras.
De mala gana, César obedeció la petición del Sabio liberándola de sus pies y manos, hizo una reverencia ante el sabio para luego retirarse, no sin antes lanzarle una mirada amenazadora a Karin.
Cuando César se retiró, Karin sintió un escalofrió recorriendo su espalda, esa mirada no denotaba vacilación en lo que había dicho antes, estaba llena de odio no solo hacia ella, si no hacia los humanos en general, el Sabio suspiro pesadamente y le pidió disculpas en nombre de él, mientras la ayudaba a levantarse.
"Te pido una disculpa sincera por el trato que acabas de recibir, y con respecto a tus preguntas, estas en la aldea de los cazadores Anuran, me llamo Serino y soy el Sabio y Líder actual de la aldea, y tampoco has sido secuestrada, estas aquí porque requiero de tu ayuda"
Es enserio? Primero me secuestra y ahora quiere le brinde mi ayuda? es lo que pensaba Karin en ese momento al escuchar la explicación del Sabio, quien al ver la mirada de Karin supo de inmediato que después de aquel acto y trato, no la culpaba que desconfiara de ella.
"Pero antes que respondas, quiero mostrarte la aldea, y comprendas que nosotros no somos tan malos, acompáñame"
Karin aun con dudas al respecto, al ver el comportamiento tan sereno y amable del Sabio, acepto seguirlo, pero aun así tenía su mano cerca de su espada por si tenía que empuñarla en un momento rápido.
Caminando por la aldea, se veían a todos los residentes muy alegres y contentos, como era la costumbre de su especie, niños jugando con arcos y flechas de juguete, las madres cuidando de ellos mientras platicaban, y los varones afilando flechas, sus dagas y probando diferentes lianas para fabricar cuerdas para sus arcos, aunque parecían una pacífica villa, tenían alto conocimiento en cacería.
"Como puedes ver, solo somos una pequeña aldea que busca vivir de una manera pacífica de las bendiciones que la naturaleza nos brinda, los Anuran tenemos una estrecha relación con ella, así como cazamos o talamos árboles, dejamos que vivan y plantamos el mismo número de talados, todo era armonía y serenidad hasta que…"
Karin veía a su alrededor mientras escuchaba al Sabio, en efecto los residentes no parecían tener malas intenciones, ni tampoco la miraban con odio o como si no fuese bienvenida, la saludaban y los niños corrían a su alrededor como si fuera una residente más.
Cuando escucho que el Sabio hizo una pausa larga, vio que el mismo apretaba sus puños en símbolo de impotencia y rabia, alguien tan sereno y amable, también tenía sus momentos de frustración e ira, cuando el Sabio se calmó, hablo nuevamente.
"Hace ya un tiempo...hubo un desertor de la villa, igual de habilidoso en la caza que César, el cazador que te trajo aquí a la villa, cada año se hace una competencia para ver quién será el nuevo líder de caza, a decir verdad, César no era el favorito de muchos ya que habían levantado acusaciones contra él, que después resultaron ser falsas, el culpable fue su principal competidor, Dionisio…los ancianos y yo al enterarnos de lo que había hecho, le prohibimos el seguir la competencia, dándole la victoria a César, pero él no fue un buen perdedor, enojado atento contra mí y los ancianos, pero el grupo de cazadores lo detuvo y expulso de la aldea, antes de irse, juró vengarse de nosotros…es por eso que necesito tu ayuda"
La voz del Sabio se notaba débil, apagada, llena de tristeza, pese a que intentaron asesinarlo, él amaba a cada uno de sus residentes ya que para él todos eran sus hijos e hijas, Karin quien escuchó atentamente la historia del Sabio, bajo su mirada tratando de ocultar su mirada la cual casi desbordaba como una cascada, esa última parte le había llegado al corazón, pues ella en parte hizo lo mismo con sus padres antes de dejar la villa donde creció.
"Entiendo…si eso es verdad, entonces no hay que permitir que lleve a cabo su venganza, le ayudare en todo lo que este a mi alcance sin duda alguna"
El Sabio al escuchar sus palabras, le regalo una cálida sonrisa y con su apacible voz un gracias de todo corazón, Karin estaba pensando en cómo podía serle de ayuda, pero sus pensamientos se vieron irrumpidos por el Sabio.
"Como tú me ayudaras, yo te ayudare, veo que en tu costado tienes un libro, y en él hay un mensaje oculto que te es imposible descifrar me equivoco?...préstame el libro y yo lo descifrare por ti, será mi forma de darte las gracias"
Como sabia del libro? Y como sabia del mensaje oculto? Karin vio al Sabio con sorpresa e incredulidad, el Sabio le regalo otra sonrisa y saco el libro entregándoselo, pidiéndole que le resolviera lo más rápido posible.
"Gracias, lo resolveré lo más rápido que pueda, ahora que confías en mí y en nuestra aldea, la misión que quiero encomendarte es que vayas, y desarmes a la banda de Dionisio, se encuentran bajando la aldea al lado de un lago conectado con una escalera en espiral, por favor, no le digas a César, sus emociones podrían llegar a traicionarlo, aparenta ser fuerte, pero en realidad él no quiere herir a nadie"
Karin asintió con la cabeza y sin demora, puso rumbo hacia donde le había dicho el Sabio, creyendo ambos que estaban solos, una sombra se movió entre los arbustos que estaban cerca de donde estaban ellos.
Bosque Arcoíris- Campamento Enemigo.
Karin había llegado al puente de madera que el Sabio le menciono, un lago cristalino yacía abajo, y a la distancia se podían ver lo que parecían ser tiendas de acampar y guardias Anuran patrullando, solo que estos tenían la piel oscura y su mirada parecía perdida.
La misión era sencilla, desarticular a la banda, sin embargo suena más fácil decirlo que hacerlo, ella estaba sola y aun siendo guardiana eterna, no tenía posibilidades de salir ilesa frente a un gran grupo de mercenarios, mientras pensaba en un plan, el grito de los mercenarios se hizo presente dentro del campamento.
"INTRUSOS! TENEMOS INTRUSOS! TODOS LOS GUARDIAS Y HECHIZEROS DESPLIEGUENSE EN LA ENTRADA DEL CAMPAMENTO Y ERRADIQUENLOS! NO DEJEN QUE SE ACERQUEN A DIONISIO HASTA QUE CONSIGA EL ARMA!"
Al escuchar el revoltijo del campamento, se acercó a ver que estaba sucediendo, quien o quienes se habían atrevido a lanzar un ataque frontal sabiendo que estaban en desventaja? Al ver al responsable, su sorpresa se hizo presente, César y cuatro de sus compañeros estaban luchando contra todo el campamento.
"Ataquemos! No dejaremos que un grupo de marginados y desertores lastimen nuestra pacifica aldea! Desármenlos y tómenlos como prisioneros!"
Varios mercenarios y hechiceros aparecieron en la entrada del campamento, armados y dispuestos a erradicarlos, el grupo de César atacaba desarmándolos a todos y cada uno de ellos, evitando tomar sus vidas, como el líder lo había ordenado.
César dejaba ver sus dotes de líder, seguro y confiado de sí mismo y dispuesto a comandar a su grupo hacia la victoria, sin embargo, el sobre valorarse más de lo que uno es, tiende a llevarnos a un resultado fatal.
Un hechicero apareció por la espalda de César lanzando un conjuro mágico que impacto de lleno en su espalda, destruyendo su armadura por la parte de atrás y dejándolo herido pero no de gravedad, Karin al ver que estaban perdiendo, actuó de inmediato desenfundando su espada mientras iba al campo de batalla.
Pese a querer ser valiente, sus piernas temblaban al igual que sus manos no podía sostener bien su espada, el hechicero que estaba frente a ella se burlaba mientras cargaba su hechizo para atacarla, César al verla aun con su voz casi apagada no tuvo piedad con sus palabras.
"Que haces aquí escoria humana? Esta es nuestra pelea, los tuyos no tienen cavidad en estas tierras…lárgate de aquí y déjame a mí y a mi gente lidiar con nuestros problemas, tu nunca entenderías lo que es perder a un ser querido"
Esas palabras tajantes dieron justo en el blanco, bajo su mirada mas no su espada, y le contesto nuevamente.
"No sé qué problema hayas tenido…no sé qué pasado tengas pero lo que si te puedo garantizar, es que se lo que es perder a alguien quien estuvo a tu lado tanto tiempo…no soy una residente de la villa, pero tu si lo eres al igual que ellos, si murieses aquí, no sería lo mismo? No perderían a alguien que quieren?...hay cosas que no podemos evitar, la muerte natural es una de ellas…pero si podemos evitar la muerte de alguien salvándolo en el campo de batalla"
Sin decir más, Karin levanto su mirada y sus ojos rojos brillaban como si un fuego ardiente hubiese sido encendido en ella, apretando la empuñadora de su espada, se abalanzo contra el hechicero, quien lanzo hechizos hacia ella, pero no tuvo problemas en evadirlos, cuando estuvo frente al lista para maniobrar su espada y tomar su vida de un tajo, únicamente golpeo su cabeza con la empuñadura de su espada haciendo que el hechicero cayera inconsciente.
"Así como tú no quieres tomar vidas, yo tampoco quiero, evitemos las bajas innecesarias, de momento tú ya no estas apto para luchar, tu espalda está herida y tus compañeros están exhaustos, deja que yo me encargue del resto, ustedes diríjanse a la villa, yo me encargare de Dionisio como el Sabio me lo pidió"
César era orgulloso, y no iba a dejar que una herida como esa lo detuviese, pero al ver a sus compañeros exhaustos, tuvo que dejar el orgullo de lado y tomar la decisión que era más conveniente, retirarse aún por mucho que le doliera, sus compañeros al ver su expresión caída, gritaron al unísono un NO.
"No líder, no nos iremos, como usted dijo, esta es nuestra tierra y debemos luchar por ella"
"Así es, enserio cree que un ejercicio como este va poder más que nosotros? Con todo respeto, se equivoca"
"Vamos líder, yo apenas estoy calentando, lo bueno esta más adentro del campamento"
"Luchemos hasta el final, si hemos de morir, moriremos luchando"
César al ver el entusiasmo de sus compañeros, a duras penas conseguía levantarse, una vez de pie, tambaleo un poco pero mantuvo el equilibrio y después miro a Karin.
"Ya los escuchaste humana, ellos no se irán y si no lo hacen, yo tampoco, so alguien orgulloso y terco, y no dejare que un humano libre mis batallas y menos en mis tierras, dejare que me ayudes, ya que has demostrado tu valía como guerrera"
Karin sonrío al ver la actitud decidida de los cinco, ella anteriormente tenía miedo, pero ahora debía superarlo pues había una razón para ello, no permitiría que perdiesen a alguien tan querido para ellos ni respetado.
Se adentraron el campamento mientras más entraban, más mercenarios y hechiceros salían, pero al ser desarmados o quedar inconscientes, el resto soltaban sus armas y se rendían de inmediato, Karin amenazo a un mercenario con la punta de su espada obligándole a que le diera información del paradero de Dionisio.
"El…el jefe se encuentra al fondo…a la izquierda…cerca de unas ruinas…esta con su pareja Muriel…es todo lo que se lo juro!"
César sabia de que ruinas estaba hablando, y su mirada se tornó lúgubre al darse cuenta de cuál era el plan que él estaba tramando.
"Quiere…quiere el arma que se encuentra en esas ruinas…debemos impedirlo! Si llega a obtenerla…tendrá el poder absoluto…"
La herida de César se abría mas y más con cada combate que libraba, la pérdida de sangre era bastante, pero su espíritu de lucha y su terquedad, le evitaban retroceder.
Se dirigieron a las ruinas que se encontraban al fondo, y vieron a un Anuran y una Tortuise corriendo hacia el interior de las mismas, Karin corrió intentando alcanzarlo, pero apenas estaba frente a la entrada, el Anuran sonrió y una explosión se hizo presente en la entrada tapándola por completo.
"Esa explosión…abra sido el quien provoco el de la mina? Fue el mismo?! Agh! MALDICIÓN! Hay alguna otra forma de entrar? Alguna entrada secreta o algo?!"
Karin lucia desesperada, el grupo de anuran se vio los unos a los otros y todos negaron con la cabeza, nadie conocía una entrada más que la que acababa de explotar, en eso César con la poca fuerza que le queda, le pidió a sus compañeros que le acercasen a la pared al lado de la puerta, pone su mano sobre la pared y la parte donde coloco su mano se hunde, mientras que a su lado una puerta secreta aparece con unas escaleras que daban hacia abajo.
"Hace tiempo…el Sabio me conto sobre estas ruinas…aquí abajo esta resguardada el arma que Dionisio quiere obtener…nadie conoce esta entrada salvo yo, los ancianos y el Sabio…y ahora ustedes"
Karin sintió un deja vu, esas dos acciones le recordaron al sueño que tuvo sobre la chica misteriosa con porte caballeresco, las ruinas son el templo, el botón secreto, y la puerta corrediza como lo fue la estatua al igual que las escaleras, solo que estas iban hacia abajo, un sonido de dolor saco a Karin de sus pensamientos y volteo a ver a César, la herida se abría mas y más, si seguía así, él podría morir.
"Ya luchaste suficiente, es hora de que te retires y regreses a la villa para que puedan atender tus heridas, con este pasadizo secreto, me enfrentare a Dionisio y Muriel, evitare que consigan el arma y los llevare ante ustedes"
César no parecía estar muy de acuerdo con su plan, pero el dolor que le causaba su espalda, era mayor, dejando escapar un suspiro pesado, acepto el retirarse de mala gana, deseándole suerte en su combate, parece ser que el odio y la ira que sentía hacia Karin se habían disipado en ese momento.
Sus compañeros cargaron a César entre los cuatro y se lo llevaron tan rápido como pudieron de regreso a la aldea, Karin vio la entrada secreta de las ruinas, tomando un gran respiro y dejando escapar el suspiro, se adentró en ellas.
Ruinas Arcoíris.
El aire era frio, como era de esperarse, la humedad de las paredes y agua goteando de las estalagmitas hacían del ambiente frio y algo desolado, lo único solido que había eran las escaleras hechas de piedra, ya que al final de ellas, todo era lodo y agua estancada, el sol se hacía presente sobre un techo que tenía partes faltantes, se podía escuchar las gotas chocar con el agua que estaba repartida en diferentes partes de las ruinas, Karin camino a paso lento para no resbalar y caer, mas delante pudo divisar un puente de madera con agua cristalina sobre él, con un paso más rápido se dirigió hacia el puente y una vez en él, tomo algo de agua para limpiar sus botas, mientras lo hacía miro a su alrededor sintiendo un aire de familiaridad.
"Esta lugar es muy fresco, pero demasiado húmedo para mi gusto, sin mencionar que esta todo lleno de lodo y agua estancada, menos mal que no apesta, ahhh…pero en cierto modo se me hace conocido, se parece al lugar de mi sueño, solo que este lugar es más simple y no es como el de mi sueño…pero muchas cosas si hacen referencia a él…será acaso este el lugar?"
Mientras se perdía en su mente, una risa a lo lejos la hizo regresar a la realidad.
"Jajajaja! Por fin! Tengo el arma y el poder absoluto es mío!"
Karin corrió tan rápido como pudo por todo el puente de madera hasta el final, pasado el puente, dando la vuelta a la izquierda, al final del puente se conectaba con un piso de piedra y más delante a mano izquierda, estaba un altar y detrás una gran gema de color verde brillante, sobre el altar ella estaba viendo a Dionisio y Muriel juntos, riendo con un cristal en la mano de Dionisio.
"El arma, el cristal arcoíris por fin es mío! Con su poder me vengare de esos ancianos de la villa que osaron exiliarme, los hare arrepentirse de haber tomado esa decisión jajaja!"
"Oh Dionisio, mi gran amor, por fin lo has conseguido, siempre supe que estabas destinado a la grandeza y el tener el poder absoluto"
Karin en cierto modo se decepciono al ver que el arma de la que tanto hablaban, no era ni cerca de lo que ella había imaginado, como un cristal podía tener tanto poder? Dejo de lado un momento su decepción, y desenfundo su espada, gritándole a Dionisio para llamar su atención.
"Oye tú! Dionisio, baja ese cristal, antes de que yo haga que lo bajes"
Dionisio al ver tal amenaza, solo comenzó a reírse, el creía tener el poder absoluto, una amenaza viniendo de alguien como Karin o de cualquier otro, le daría lo mismo pues sus poderes sobrepasaban todo.
"Vaya, vaya mira lo que tenemos aquí, una humana me sorprende verte aquí, pero me sorprende más, que los ancianos de la aldea o los cazadores te hayan perdonado la vida, recuerdo que todos ellos odiaban a los humanos, debo admitirlo, los de tu especie no tienen corazón a la hora de tomar vidas, les da lo mismo si son niños o ancianos, no discriminan a nadie, y eso es digno de ser admirado, sin embargo eso quedo en el pasado ahora, con mis nuevas fuerzas podre tomar control de la villa, después de la región y al final del mundo jajaja"
Por esa razón, era que César odiaba a los humanos? Abran atacado la aldea con anterioridad y el sentía impotencia de haber visto todo y no poder hacer nada? Ese razonamiento parecía lógico con el empeño de llegar a ser líder y querer luchar hasta el final por la aldea, Karin sacudió su cabeza y volvió a mirarlos nuevamente.
"Yo no soy así, y lo demostrare deteniéndote en este mismo instante"
Karin tomo impulso y se lanzó contra Dionisio, quien la esperaba con una sonrisa en su rostro, con un movimiento rápido horizontal, mueve la espada hacia el cuerpo de Dionisio pero no pudo impactar y se vio obligada a retroceder.
"Jajaja! Lo ves? Soy invencible! Tengo el poder del cristal arcoíris en mis manos, tu ni nadie puede hacerme daño, pero si no quieres creerme inténtalo, atácame tanto como gustes"
Ella no lo creía, realmente ese pequeño cristal que resplandecía como el arcoíris era tan poderoso? Si le daba capacidades defensivas absolutas, como serían las de ataque? Ella no podía hacer un movimiento en falso o podría ser su fin.
Al ver que Dionisio no atacaría, acepto la invitación de atacar cuanto ella quisiera para comprobar su efectividad, poniéndose en guardia e impulsándose de nuevo ataca con su espada nuevamente el cuerpo de Dionisio, pero con el mismo resultado, ataque tras ataque, Dionisio se reía de los esfuerzo de Karin al intentar dañarlo, Karin retrocedió nuevamente, creía que era verdad y el cristal lo había hecho invencible, pero noto algo raro en la pareja de Dionisio, parecía cansada, exhausta como si hubiera usado bastante energía, fue entonces que se dio cuenta.
"Bueno…supongo que es cierto, eres invencible gracias al poder del cristal…pero antes de que me mates y compruebes tu poder absoluto, permíteme hacer mi último ataque al menos para morir con mi dignidad de guerrera"
Dionisio no tuvo problemas en aceptar el último deseo de Karin, ataco con su espada nuevamente a Dionisio, pero en el último segundo, cambio su dirección de ataque hacia Muriel, golpeándola con la empuñadura de la espada en la cara, haciendo que ella cayese inconsciente
"Como te atreves!? Maldita humana! Ahora conocerás el poder del cristal arcoíris MUERE!"
Dionisio blandió su espada contra Karin, pero ella bloqueo sin problema el ataque con su espada, entonces comenzó a reírse en voz baja y a hablar mientras dirigía su mirada a Dionisio, quien estaba perplejo al ver que su ataque había sido bloqueado con suma facilidad.
"Je…jeje…jejeje, así que eso era, ese tan poderoso cristal es solo eso…un cristal, tu realmente no tienes poderes absolutos ni de defensa ni de ataque, la defensa te la daba ella con un escudo mágico, tu eres como los otros Anuran…no…tu eres más débil que ellos"
"No…No…NO! Es- Es imposible! NO PUEDE SER! EL CRISTAL DEBIA DARME PODER ABSOLUTO ASÍ LO DICE LA LEYENDA! ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO"
"Adivina…si está pasando, ten dulces sueños"
Al terminar la frase, con la empuñadura de la espada, golpea la cabeza de Dionisio quien cae de espaldas sobre el piso, y deja caer el cristal resplandeciente arcoíris, al verlo recordó nuevamente el aura que despedía el arma que la chica portaba en su sueño.
"Este color…me recuerda al sueño que tuve sobre la chica y esa espada que brillaba del mismo color que lo hace este cristal, estoy viviendo puros deja vu que me querrán decir…?"
Karin sostenía el cristal en sus manos mientras reflexionaba lo que había visto desde que entro en las ruinas, en eso uno del grupo de César llega apresurado y exhausto de tanto haber corrido desde la villa hasta donde se encontraba Karin, ella al escuchar su voz, se dio la vuelta y le pregunto qué estaba haciendo en ese lugar y como se encontraba César.
"César está bien…esta fuera de peligro, aunque perdió mucha sangre no podrá salir a cazar por un tiempo, pero el verdadero motivo del que este aquí, es porque el Sabio me dijo que te entregase esto por cierto…eso que tienes hay es el cristal arcoíris?! Y veo que derrotaste a Dionisio y su pareja, vaya justo como el Sabio había dicho"
El anuran saca el libro que Karin le había entregado al Sabio antes de que fuese a por la misión, abrió el libro y las páginas que estaban en blanco ahora tenían el mensaje cifrado.
"Eh? Ah sí, le pude quitar el cristal a estos dos pero, realmente no tiene nada de especial, es solo un cristal como cualquier otro, no tiene nada de poderoso, salvo su extraño resplandor de arcoíris y espera, acaso el Sabio ya sabía que yo me haría cargo de ellos?."
"Bueno, no lo sé realmente, pero cuando regresamos a la aldea para que trataran las heridas de César pregunto por ti, y le dijimos que estabas enfrentándote a Dionisio y Muriel, después dijo que tú eras la única que podía hacerle frente y que cuando tuvieras el cristal en la mano, obtendrías lo que estás buscando, creo que lo dijo por el contenido del libro"
Karin estaba algo sorprendida de lo que él estaba comentándole, si es cierto lo que el Sabio decía, entonces estaba más cerca de conseguir lo que buscaba, el saber realmente quien es ella, puso su mirada en el libro y leyó el mensaje cifrado.
"Agitador de los cielos, viento tu controlas a voluntad más sin embargo, libre aun es, no hay obstáculo en tu camino, todo traspasas es tu destino"
"El Sabio me dijo, que la ilustración representaba a un guerrero y el arma que empuñaba es una de las armas legendarias que tanto eran buscadas, tan grande es su poder, que podría equipararse al de los dioses, siempre y cuando su portador fuera digno de liberar todo su potencial"
"Bueno, gracias por tomarte la molestia de venir hacia acá, puedes llevarte a estos dos? Quiero estar un rato a solas en este lugar si no te molesta"
El joven anuran sin decir palabra, saco un par de sogas con las cuales ato a Muriel y Dionisio juntos para llevárselos arrastrando por el piso hacia la aldea de cazadores dejando a Karin sola en las ruinas arcoíris, mientras pensaba en su sueño sintió un temblor que sacudió las ruinas, algunos trozos de piedra se desprendían de las paredes y con ellas, algo de maleza, que dejaron al descubierto un orificio con la forma del cristal, se acercó con el cristal y lo coloco lentamente en ese lugar pero nada había sucedido.
Justo cuando Karin pensó que había sido un perdía de tiempo, un temblor volvió a sentirse, el altar donde se encontraba ella, comenzó a moverse hacia donde se encontraba la joya de la pared, dejando a su vista otras escaleras que iban hacia abajo, Karin por un momento dudo el bajar, pero después de ver todo lo que había pasado, todo parecía como si la estuviesen guiando.
Las escaleras tenían un color diferente a las anteriores, este color era blanco aunque estaban desgastadas aun así se podía notar el color, cuando llego al final de las escaleras, pudo notar una parte de las ruinas que se diferenciaban de las anteriores, estas parecían estar en un mejor estado, unas columnas blancas un poco deterioradas y algunas faltantes, le recordaban al sueño que había tenido, pero su sorpresa apenas comenzaba.
Camino un poco más asombrada de lo que parecía ser el templo que diviso en su sueño, mas delante pudo confirmarlo, era el mismo templo de sus sueños, las estatuas de caballeros a un lado de las columnas solo que escondidas, y un extenso pasillo que conectaba con una puerta y dos estatuas con espadas entre cruzadas, las mismas que había visto.
Acelero su paso, la emoción comenzó a invadirla, detrás de esa puerta podría estar oculta el arma real, el arma que había visto en su sueño, cuando estuvo frente a la puerta, trato de recuperar el aliento y decir las palabras que la chica había dicho en su sueño.
"Ventus Inter Aquilonem et iudicium"
Al terminar la última frase, las estatuas comenzaron a moverse, enfundando sus espadas nuevamente, la puerta se abrió y un brillo enceguecedor apareció haciendo que Karin se cubriese con sus manos, cuando pudo ver, se dio cuenta de que era la misma cámara del tesoro que había soñado, pero había una diferencia, y es que la estatua de la chica, no estaba, solo estaba lo que parecía ser una tumba.
Giro su vista hacia la derecha y vio la misma pintura la levanto, y debajo estaba el mismo botón que la chica uso para activar un mecanismo, lo presiono pero nada sucedió ni se escuchó nada.
"Que extraño, casi todo es idéntico a mi sueño, el templo es el mismo solo que más deteriorado, y la estatua de la chica no está, además no escuche que algo se activara al presionar el botón, será que hay trampas ocultas?"
Karin camino lentamente y con cuidado en la cámara de tesoro, pues no confiaba que dicho sitio estuviera sin trampa alguna, a paso lento pero seguro, Karin llego hasta la tumba que la chica había tocado antes de retirarse, la estatua de la chica seguía sin aparecer, no había rastro de ella, por un momento pensó que alguien ya vía entrado y se había llevado el arma junto con la estatua.
Como última esperanza, saco el libro esperando poder hallar algo en el que pudiera serle de utilidad en ese momento, leyó en voz alta la inscripción que tenía bajo la ilustración de la espada, creyendo que así, podía suceder algo.
"El Viento es mi guía, es quien me conduce en mi vida, no dependo de su voluntad, porque soy tan libre como el, me guiara hacia el brillo del arcoíris donde yace el cielo dormido"
Al terminar de leer, levanto su mirada hacia la tumba pero nada había pasado, soltando un suspiro de decepción cerro el libro y cuando estaba a punto de pensar en otra posible solución, escucho un mecanismo activándose, atrás de la tumba, una parte del suelo se abría, y la estatua de la chica salía lentamente, abrazando la espada que había visto en su sueño.
Cuando salió por completo, la estatua movió sus brazos y sostuvo la espada en sus manos pareciera como si se la estuviese entregando a Karin.
Apenas toco la espada, a su mente llego lo que parecía ser un recuerdo, pero más bien parecía un fragmento del sueño del cual ella no había visto, vio a la chica después de abandonar la cámara del tesoro donde había dejado la espada.
"Bien, ya está oculta, ahora nadie más que el elegido por ella, podrá acceder a la cámara y poseerla, debo irme antes de que me lleguen a encontrar…"
La chica abandono el templo, pero fuera de él, una persona cubierta por una túnica negra le estaba esperando, ella no parecía sorprendida, más bien parecía que lo estuviese esperando.
"Así que, si me seguiste hasta aquí no? Es una lástima que hayas llegado hasta aquí y hayas fracasado, el arma ya está guardada y tú no podrás acceder a ella"
El entunicado no decía palabra alguna, solo estaba de pie frente a la chica mirándola fijamente, cuando trato de dar un paso hacia delante, inmediatamente hizo retroceder su pie, mirando al suelo vio lo que parecía ser un corte hecho por una espada.
"Ni se te ocurra pisar este templo entendido? Si es necesario me quedare aquí, a custodiarlo aun después de muerta para evitar que gente como tú, trate de obtener la espada y la use para sus fines egoístas"
Al escuchar sus palabras, la persona misteriosa, chasqueo sus dedos y de los alrededores del templo aparecieron mercenarios de todo tipo de raza, pero se notaba algo diferente en ellos, su mirada estaba perdida, como si no tuvieran alma.
"Tch, siempre has sido un maldito, los mataste y ahora los revives como tus marionetas? Eres un ser de lo más despreciable y odiado, pero si lo que quieres es pelear, entonces enfréntate a mi uno a uno o tienes miedo?"
Ante la amenaza de la chica, la figura misteriosa chasqueo nuevamente los dedos y los mercenarios atacaron al mismo tiempo, la chica solo suspiro cerrando los ojos y antes de que se acercaran a ella, sus cuerpos habían sido rebanados sin ningún problema, cuando volvió a abrirlos, la figura misteriosa había desaparecido.
"Tal vez te hayas ido por ahora, pero sé que regresaras…y para cuando lo hagas, alguien ya tendrá el arma y la usara para lo que verdaderamente debe ser usada…erradicar a tipos como tu…incluyendo si eres un guardián eterno corrompido…"
El fragmento del recuerdo había terminado, y Karin había regresado a la realidad, mientras recobraba el sentido, vio a la chica del sueño y del recuerdo que acaba de tener parada al lado de la tumba.
"Parece ser que la espada te ha elegido, no pareces una mala chica, sin embargo veo que te falta bastante por aprender"
Karin estaba atónita, tanto fue su asombro que dio un brinco hacia atrás y se tropezó cayendo de sentón al verla, sin embargo la chica seguía con una mirada muy seria mientras se acercaba a ella.
"Mi nombre es Zaeri, apodada la caballera de los vientos y ex líder de los primeros guardianes eternos, al igual que creadora de esta espada o para nosotros los caballeros Estoque"
"Tu…tu sabes quién soy? sabias que vendría aquí? Cómo? Porque? Cuando?"
Zaeri sin decir nada, se acercó a la estatua que sostenía la espada, una vez que la tuvo, dirigió su vista a Karin.
"Se quién eres, desde que saliste de aquel cristal, el estoque te había elegido para ser su portadora, pero no te había revelado nada hasta ahora, pues no estabas lista para enfrentar la prueba que el arma tenía preparada para ti"
Karin se levantó mientras escuchaba la explicación de Zaeri, pero no entendí a que se refería con prueba, y Zaeri pudo notarlo ya que en su mirada y rostro se reflejaba.
"Existen diferentes tipos de armas, cada una con una prueba diferente que debe pasar para ser digno de ella, cada prueba es diferente centrándose en la debilidad del corazón de la persona, la prueba se toma de manera implícita como lo que sucedió arriba en las ruinas arcoíris, fuiste valiente y justa al enfrentarte a los enemigos, es por eso que el arma te dio la pista final para que la encontrases"
"Pero espera un segundo, si lo que dices es cierto, y tú fuiste la creadora del arma, no se supone que habías regresado al cristal puesto que ya estaba todo bajo control? No entiendo eso"
"Cierto es, que mi cuerpo se fusiono en el cristal, yo soy una proyección que emite la espada, cuando la fabrique le transferí parte de mis poderes y con ello mi conciencia, pero es solo temporal, después desapareceré y tu tomaras posesión de ella, ahora arrodíllate, como lo haría un caballero"
Aunque la explicación le parecía algo irracional a Karin, a la vez tenia lógica, si ella había impregnado la espada con su poder, eso quería decir, que ella obvio estaría en ella, así que en parte le creyó a la explicación.
Se arrodillo frente a ella, su rodilla izquierda tocando el suelo, bajando la mirada y con la mano derecha apoyándose en la pierna derecha, Zaeri desenfundo la espada y dio un gran respiro, poniendo el Estoque en sus hombros mientras recita el código de caballería.
"Por el poder y título del que se me confiere, yo Zaeri, te declaro Guardiana Caballera oficial, lleva con orgullo y gloria el título que se te otorga, e imparte justicia a quienes la necesiten, levantad la mirada Guardiana"
Karin levanto su mirada, Zaeri le dijo que podía levantarse y recibir el Estoque de ella, acto seguido Zaeri se arrodillo y entrego el Estoque en manos de Karin quien lo sujeto con fuerza y le dio las gracias por concederle tan honor.
"Gracias, juro por el título que se me acaba de otorgar y por mi honor, que impartiré justicia aquellos que la merezcan"
Zaeri se levantó y con una sonrisa se dio la vuelta hacia la tumba que acaricio con su mano, su mirada paso de ser seria, a una llena de sufrimiento y culpa.
"No cometas el error que yo cometí, ten cuidado en quien confías, el que parezca de más confianza puede ser un traidor…si hubiera sabido eso tiempo atrás…él no hubiera muerto"
No sabía de quien hablaba, podía tratarse de alguien que lo veía como un familiar o de alguien quien se enamoró, pero no quiso preguntar por respeto, ya que ella sabía que había cosas que era mejor no saber.
"Gracias por el consejo, lo tendré en mente, por cierto hay algunas cosas que me gustaría preguntarte quisiera saber-"
Pero antes de que Karin pudiera terminar, Zaeri parecía desvanecerse poco a poco
"Parece ser que mi tiempo ha llegado, descuida, pronto encontraras respuesta a todas tus preguntas, cuídate mucho y te deseo suerte en tu viaje de descubrimiento…"
Antes de desaparecer, una luz enceguecedora apareció, cegando a Karin por completo, cuando recupero la vista, vio que la cámara del tesoro había cambiado, estaba deteriorada y vacía, la estatua de Zaeri cubierta de hierba y quebrada, no había rastros de las montañas de oro que se encontraban al principio, y la tumba que ella veía con tristeza estaba abierta, quizás unos saqueadores entraron antes o el tiempo hizo ese trabajo.
Karin vio la tumba y solo vio un fragmento de un cristal, no había nada más que eso, algo en su interior le decía que lo tomase, pidió disculpas a la estatua de Zaeri y tomo el cristal que se encontraba en la tumba, dándose la media vuelta para salir del templo de la caballera de los vientos.
Cuando llego a la entrada, se dio vuelta una vez más e hizo una reverencia en honor a Zaeri despidiéndose de ella, cuando se retiró, pudo escuchar en el viento una suave voz que le daba las gracias, Karin sonrió y se marchó del templo.
Bosque Arcoíris- Villa Anuran.
Cuando regreso a la villa anuran, todos los residentes la recibieron con los brazos abiertos, pues ella había sido la heroína de la villa, al encargarse del grupo de Dionisio y de el mismo, Karin sonrojada por las adulaciones dijo que solo era una petición que el Sabio le había encargado.
Y por arte de magia el ya mencionado hizo acto de presencia, junto con el grupo de cazadores y César que tenía unas vendas cubriendo todo su cuerpo.
"Estoy muy feliz de que hayas salvado a mi villa de la amenaza de la que Dionisio nos tenía advertidos, no sé cómo puedo llegar a pagarte"
"Oh, no es necesario Sabio, mire, pude encontrar un arma legendaria que se escondía debajo de las ruinas, todo gracias a que usted descifro el código de las paginas"
Karin desenfundo su arma, un brillo de arcoíris se hizo presente en todo el lugar capturando las miradas de todos los presentes, el Sabio se acercó y vio el arma más de cerca, su hermoso resplandor arcoíris era cautivante.
"Cuando yo era un niño…escuche al Sabio de aquel entonces y a los ancianos que relataban historias, hablar sobre una legendaria arma que daba resplandor de arcoíris, todos pensamos que era el cristal, pero todos estábamos equivocados…es una maravilla el verla en persona"
Karin vio a César y le pregunto acerca de su herida y su estado de salud, de igual manera le agradeció ya que su actitud tan hostil hacia ella, le abrió los ojos a lo que realmente ella quería ser, alguien que protegería a quienes lo necesitasen a costa de su propia seguridad.
"Esta herida no es nada, cuando me pusieron las vendas quería seguir luchando, pero el sabio me detuvo y dijo que tenías todo bajo control, y si el Sabio lo decía, entonces era verdad, supongo que no todos los humanos son tan despiadados después de todo"
Karin le dio un abrazo pero al no medir su fuerza, sintió que la herida de César se abrió nuevamente, se apartó y el tenía una mirada de sufrimiento que trataba de ocultar, ella le pidió perdón por haberlo lastimado, el Sabio se acercó poniendo su mano sobre el hombro de Karin.
"Bueno Karin, no creo que tu aventura haya acabado en este lugar, escuche que en Valle de los Reyes, está casi una misma situación que aquí, solo que no se trata de un simple desertor, dicen que van por un tesoro legendario que ha estado oculto por miles de años, te sugiero que vayas y puedas ayudarlos"
Karin había hecho el juramento de que quien necesitase ayuda, ella se las brindaría, y con su nueva arma, no habría nadie que se interpusiera en su camino.
El Sabio de la aldea así como los residentes, la invitaron a quedarse al banquete de triunfo que harían en su honor, lamentablemente Karin tuvo que declinar la oferta, ya que tenía que partir de inmediato al Valle de los Reyes, le pidió al Sabio que de favor le dibujara un mapa para poder llegar hacia ese lugar.
"Me anticipe a ello y le pedí de favor a César que lo hiciera para ti"
"Aquí tienes, eh…ehem, bueno es difícil para mí decir esto…pero gracias, el generalizar a todos los humanos fue un error que no volveré a cometer y tampoco nadie de la villa lo hará, hay algunos que tienen gran corazón como el tuyo"
Cuando le entrego el mapa, se despidió de ella con un apretón de manos, Karin corrió hacia la entrada de la villa y giro su vista hacia los residentes mientras alzaba su mano despidiéndose de ellos, después siguió corriendo hacia su siguiente destino.
"Ya veo porque la considero valiosa Sabio, sin duda alguna, ella lograra hacer grandes cambios en este mundo"
"Y no estará sola, algunos compañeros estarán con ella a su lado…solo espero que sea pronto…no le queda mucho tiempo a este mundo"
Bueno chicos y chicas, aquí termina el capítulo 1, pronto publicare más capítulos y bueno le daré prioridad a este y después continuare el original, de esa forma será más corto y le daré un final más rápido de lo previsto :3 así continuare otras que tengo atrasadas, nos estamos leyendo :D
