Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, aunque la historia si.
Lo que está escrito "entre comillas" con los pensamientos de la gente.
Lo que está escrito en cursiva son conversaciones telefónicas o en la lejanía.
La história está escrita en tercera persona.
.-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-...-.
CAPÍTULO 1. ÚLTIMO DÍA DE MI VIDA DE MIERDA.
La vida nunca había sido fácil para Jacob Black. Siempre había sido un niño muy introvertido y tímido, lo que no le había ayudado mucho a hacer nuevas amistades. Desde el colegio, había sido un chico muy estudioso, ya que no tenía amigos, se dedicaba a estudiar, lo que le había ayudado a terminar el instituto un año antes. Con diecisiete años fue a la universidad y, de nuevo, todo aquello lo le fue grande y no consiguió hacer ningún amigo. Su único amigo fue el pez que tenía en su habitación en el campus y, durante el último semestre de universidad, ocurrió lo que él llamaba el milagro. Una chica apareció en la puerta de su habitación. Se habían equivocado al otorgarle cuarto y le había tocado allí. Alice. La mejor y única amiga que había tenido en la vida. Grácias a ella, su vida fue mucho más fácil.
- Aun no me puedo creer que hoy nos graduemos. - dijo Alice, una chica bajita, morena y de grandes ojos azules. Era muy estilosa y guapa, por lo que la gente no entendía que se pasara el día entero con Jacob, el rarito de las gafas de Harry Potter y gordinflón que no se relacionaba con nadie.
- Ni yo. - dijo Jacob, sintiéndose saturado entre tanta gente. - Quiero irme.
- Pero si tienes que dar el discurso de graduación.
- Por eso mismo. - dijo, mirando a su alrededor, en busca de algún lugar donde esconderse. - No quiero estar ahí arriba delante de todos. Seguro que se ríen de mí.
- ¿Por qué iban a hacerlo?
- Es lo que han hecho durante los últimos seis años. - dijo, bajando la voz. La gente estaba muy cerca y no quería que le oyeran.
Jacob había conseguido licenciarse en economicas y en derecho en apenas seis años.
- Envidia. - espetó Alice, enlazando su brazo en el de Jacob y comenzando a andar hacia el campo de futbol, donde se celebraría la ceremónia. - Tú sube ahí, lee ese pedazo de discurso que has escrito y luego nos vamos a beber unos chupitos hasta que caigamos al suelo.
Jacob rió. Aun no se creía que tuviera la suerte de tener una amiga como Alice. Cada día daba gracias a que los incompetentes de la universidad la asignaran a su habitación.
Tras el discurso, Alice subió al escenario en busca de Jacob y se lo llevó hacia el coche. Sin cambiarse de ropa ni nada, fueron hacia el restaurante que regentaban los padres de Alice y allí comieron los dos juntos.
- ¿Que piensas hacer ahora? - preguntó Alice, cuando ya estaban comiendo el postre.
- Supongo que volveré a casa y buscaré trabajo.
- ¿Por qué no te vienes conmigo a Nueva York?
- Qué? - exclamó, sorprendido.
- Tenemos allí un apartamento en el que ahora vive mi hermano. Podríamos vivir los tres allí mientras buscamos trabajo. - dijo, comenzando a sonreír. Solo con pensar en ello, ya se divertía. - Haremos fiestas en casa, beberemos muchos mojitos, nos llevaremos a una tía distinta cada noche a casa.. Solo de pensarlo, ya me pongo cachonda.
Jacob escupió el agua que tenía en la boca del ataque de risa que le dió. Nadie en la universidad entendía como era que Alice nunca se liaba con ningún chico y los rechazaba a todos. Jacob era el único que conocía la verdad. Alice prefería a las chicas, aunque siempre decía que si aparecía un hombre que realmente la mereciera, tal vez pensaría en cambiarse de acera.
- Veo que estás tan emocionado como yo. - bromeó Alice, tendiéndole una servilleta a su amigo. - ¿Que me dices? ¿Te vienes a Nueva York conmigo?
- No se, Alice...
- ¿Piensas volver a ese pueblo, en el que las únicas hembras que hay son vacas? - dijo, haciéndole reír de nuevo. - Que si te va eso, yo no digo nada.
- No digas tonterías, Alice. - dijo, sonriendo. - Aunque seguramente tendría más suerte con una vaca que con una mujer.
- ¿Por qué dices eso?
- ¿Es que no me ves? - dijo Jacob. Tenía más que asumido que era feo, aunque Alice nunca le vería así.
- Deja de decir tonterías de una vez y vamos a bebernos unos chupitos. - se levantó de la mesa y cogió a Jacob de la mano, haciendo que se levantara de la silla.
- Pero si son las cuatro de la tarde.
- Y?
- Que es muy pronto.
- Mejor. - rió.
Alice fue a despedirse de sus padres y llevó de nuevo a Jacob hacia el coche. Condujo durante un par de horas, hacia la ciudad vecina, donde habían los mejores locales de copas del condado de Orange. Cuando llegaron, detuvo el coche en el aparcamiento del club más popular y comenzó a maquillarse dentro del coche. Jacob la miraba incómodo. Odiaba la multitud. Sentía que todos le miraban y se reían de él, aunque Alice siempre le decía que se dejara de tonterías, que la gente tenía mejores cosas que hacer que mirarle a él.
- Bueno, ya son las seis y media. ¿Te parece una buena hora para ir a hacer unos chupitos? - dijo Alice, mirándole.
- No sé, Alice. Ahí hay mucha gente.
- Y qué? Tu vienes conmigo y yo voy contigo. Es lo único en lo que debes centrarte.
- Tienes razón. - dijo, cogiéndo aire. - Vale. Pero no podemos beber mucho. Después tenemos que coger un coche.
- Aguafiestas. - murmuró Alice. Jacob sonrió.
Ambos salieron del coche y fueron cogidos del brazo hacia la puerta del local, donde había una larga cola. Alice le estuvo hablando a Jacob de todas las cosas que harían cuando estuvieran en Nueva York, dando por hecho que él también iría. Realmente, Jacob se lo estaba pensando. Nada ni nadie le esperaba en su pueblo y sus padres entenderían que quisiera ir a buscarse la vida en Nueva York.
- Ya verás como Emmett nos lleva por los mejores locales de Manhattan. - continuó diciendo Alice. - Y... bueno... también le diré que te diga donde está la biblioteca.
- ¿Para qué?
- Te gustan las bibliotecas, no?
- Bueno... Son lugares tranquilos... Pero si vivimos en un apartamento, ya no será lo mismo que vivir en el campus.
Alice sonrió y abrazó a Jacob. Este se sorprendió, como siempre que Alice tenía una muestra de cariño hacia él. Aun no se acostumbraba a que lo hiciera.
- Alice.
- Si?
- La gente nos está mirando.
- Y qué? - dijo, alzando la vista. - ¿Es que no puedo abrazar a mi mejor amigo?
- Claro que si, pero...
- Que les den. - dijo, volviendo a abrazarle con fuerza.
Jacob sonrió. Pensó que tal vez si que era buena idea el plan de Alice. Pensar en él por una vez en la vida y marcharse a Nueva York, como siempre había soñado. Ser un magnate de Wall Street. Ser un tirunfador.
Esa noche, Jacob, se lo pasó mejor que nunca. Siguió el consejo de su amiga e ignoró a todo el mundo. Muchos chicos intentaron ligar con Alice, lo cual no le sorprendió, era guapísima y bailaba muy bien, pero ella les ignoraba y seguía bailando con Jacob, lo que muchos de los pretendientes no entendían. Con lo hermosa que era Alice y que prefiriera estar con ese chico grande y gordinflón, con unas gafas que le quedaban pequeñas en esa cara tan redonda.
En cuanto llegaron al campus, en taxi, porque iban demasiado bebidos como para conducir, fueron directos a dormir. Ya tenían las maletas hechas y la decisión tomada. En dos días, se marchaban a Nueva York.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Hola hola. Nuevo fic.
Este lo estoy escribiendo sobre la marcha. Me llegó la inspiración y pensé, escribe ya antes de que se te olvide. Sé que tengo pendiente otro fic por terminar, pero como últimamente me estoy portando bien y voy actualizando regularmente, pues la cuelgo ya.
Reconozco que la idea no es muy original mía. He recordado ciertas series y telenovelas y seguramente os recuerden un poco a ellas. Pero serán detallitos.
Como voy escribiendo el fic sobre la marcha, podeis comentar y yo seguiré vuestras propuestas.
Espero que os haya intrigado lo suficiente como para seguir leyendo.
Besitos!
