Bueno, antes de comenzar quiero decir que la historia de este fic está basada en un anime y videojuego llamado "Amnesia", el cual obviamente no me pertenece, ni la historia ni los personajes. Lo mismo para Metal Fight Byeblade, no me adueño de nada.
"Bla bla bla bla" = Diálogos
"Bla bla bla bla" = Pensamientos
Espero que les guste y dejen reviews ^-^
Forgotten
I: Amnesia
"La amnesia (Ἀμνησία amnesia, olvido) es un trastorno del funcionamiento de la memoria durante el cual el individuo es incapaz de conservar o recuperar información almacenada con anterioridad." (De Wikipedia)
Ella despertó. Parpadeó un par de veces, y otras dos veces más, Sus manos tocaron la suave sábana de la camilla en la que estaba dormida, movió la cabeza y luego se impulsó con los brazos para levantarse. El movimiento la mareó y tomó una gran bocanada de aire. "Esto es… una enfermería." Se dijo a sí misma en la mente. En la pared de su derecha había un reloj y un calendario al lado. Cuatro de agosto.
"¡Ya despertaste! Siendo honesta estaba un poco preocupada, de un momento a otro ya estabas tirada en el piso. ¿Qué te paso?" Dijo una chica con cabello azul claro, Ella la miró de arriba abajo. Llevaba una blusa blanca con azul, una chaqueta roja encima y un par de shorts. Tenía una rara expresión en el rostro que parecía de alivio e incertidumbre al mismo tiempo. "¿Quién es esta chica?" Pensó ella.
"¿Me estas escuchando?" Preguntó la chica caminando hacia ella y acercando una silla de plástico para sentarse y estar a su altura. "¿No sabes que te pasó? Bueno, no importa, ahora vendrán a buscarte, sólo quédate aquí y relájate, ¿okay?". La chica del pelo azul salió rápidamente como decidida a hacer algo más importante. Ella volvió a acostarse y decidió ver el techo. "Blanco" pensó.
"Uhmm.. me pregunto quién te vendrá a buscar" Una figurita salió de la nada, flotando en el aire. Parecía un niño pequeño. Llevaba un abrigo blanco con detalles azules en el cuello y las mangas, un pantalón corto igualmente blanco y zapatos tenis, pequeños al igual que él. Tenía el cabello rubio con un tono anaranjado. Ella lo miró sorprendida y espantada preguntándose de donde había salido y por qué rayos estaba volando. Una mano sobre su boca y otra en su pecho, como tratando de calmarse ella misma por el susto. "¿Qué está pasando"?
"¿Q-que es…?" Su voz estaba entrecortada y un poco ronca, y le sonaba poco familiar. "¿Por qué estoy aquí?"
La puerta de la enfermería se abrió chirriando y dejó pasar a un muchacho de cabello verde oscuro y con ropa extraña. De repente el niño ya no estaba. La mirada del muchacho que acababa de entrar mostraba confusión y un poco de enojo, no parecía una persona amigable. Caminó hasta quedar cerca de ella y se inclinó para mirarla a los ojos. Ella se alejó con un pequeño saltito, un poco confundida por sus movimientos rápidos y seguros. Le daba escalofríos.
"¿Cómo es eso de que te desmayaste?" Preguntó él un poco demasiado agresivamente. El chico inclinó la cabeza unos cuantos grados a la derecha y la miró fijamente como examinándole el cuerpo. "¿Estás bien?" Ella no le respondió.
"¿Quién… es… el…?" Era lo único en que podía pensar. Ella tampoco sabía nada. Nada. "A caso… ¿conozco a esta persona? Yo nunca…" Él le frunció el seño y se alejó de ella unos cincuenta centímetros, dándole espacio. El chico suspiró. "Me dijeron que te llevara a tu casa, ¿bien? No me importa si prefieres que cualquier otra persona te acompañe, pero por lo menos responde"
La puerta volvió a hacer su sonido y entró corriendo otro chico de cabello rojo levantado por un tipo de bandana azul con el símbolo de algo parecido a un caballo. Además tenía una larga bufanda cuyos extremos iban hacia atrás.
"¡Madoka! ¡Te despertaste!... No sabes… todo lo que me preocupé… yo….."
"¿Qué haces aquí Ginga?" Preguntó el chico del pelo verde.
"¿M-Madoka? ¿Me llamo Madoka? ¿Por qué no… recuerdo mi propio nombre? ¿Por qué no….. no puedo….. recordar…. nada?
"Estoy aquí porque Hikaru fue a mi salón, me avisó y me contó lo que pasó." Dijo el que parecía responder al nombre de Ginga. "Madoka, no te golpeaste la cabeza ni nada, ¿cierto?" Volvió a decir el tal Ginga mirándola a los ojos fijamente, se arrodillo para quedar a la altura de la camilla y le tomó la mano a Madoka, ella se sentó y también lo miró tratando de buscar algo de familiaridad en él, pero no encontró nada.
"Oye, me estoy molestando, deja de poner esa cara de miedo. ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué no estás diciendo nada?" dijo el otro muchacho.
Madoka suspiró en su intento de decir algo pero no pudo. ¿Qué iba a decir? No conocía a estas personas, ¿estaba soñando?
"Kyoya no seas así, ella acaba de despertarse, ¿Qué no ves? Debe estar medio dormida todavía, ¿cierto Madoka?"
"Gin-Ginga…" Madoka pensó que el chico era buena persona.
"Madoka, ¿qué te parece si vamos al hospital? Puedes tener algo, y así podemos prevenir cualquier cosa que pase." Finalizó Ginga. Por alguna razón le gustaba escucharlo decir 'Madoka' cada vez que hablaba, si bien no se acordaba de su nombre, podría quedarse con éste, ¿no?
"Estoy de acuerdo" Dijo el que parecía llamarse Kyoya.
"¡No, no, no, no, no!" Madoka siguió el sonido de una voz. Era el niño, miró hacia su izquierda y derecha, no encontraba al niño volador y comenzó a entrar en pánico. Hsta que sus ojos fueron hacia arriba. Ahí estaba él, observándolo todo.
"¡No vayas al hospital, diles que solo debes descansar, ¿sí?"
"Sí" dijo Madoka asintiendo rápidamente con la cabeza siguiendo las órdenes de este extraño ente aparecido.
"Entonces que esperamos, vamos al hospital." Dijo Kyoya a punto de voltearse y salir de la enfermería.
"No" dijo Madoka en voz baja pero en tono decidido. "Creo que sólo necesito descansar" Forzó una sonrisa hacia esos chicos que al parecer sólo se estaban preocupando por ella. "Si ellos son mis amigos… ¿Por qué no hay nada en mi mente que me recuerde a ellos?" Madoka se entristeció, deseaba poder hacer memoria, pero por alguna razón nada llegaba a sus pensamientos. "Solamente llévame a mi casa, por favor"
Kyoya la miró extrañado, esta no era la Madoka de siempre. Pero pensó que para mañana todo volvería a la normalidad. Despues de todo, la pobre acababa de tener un colapso en plena clase de educación física. "Okay, ¿entonces por qué no nos fuimos antes? Tienes toda esta actitud rara…."Kyoya suspiró. "Mira cámbiate ese uniforme y vámonos de aquí rápido."
La escuela en la que estaba era un lugar completamente ajeno, el camino a la casa de Madoka tampoco se le hacía parecido, no lo conocía. Ginga y Kyoya iban delante de ella metidos en una conversación de algo que no supo descifrar. "¿Se supone que debería participar? ¿hablar con ellos?"
"Madoka" Llamó Ginga. "Dile a Kyoya que la próxima vez que nos enfrentemos yo voy a ser quien gane.
"Seguro que sí" Dijo Madoka con una sonrisa y no dijo más. Ambos muchachos la miraron un poco raro, como si esperaran que dijera alguna otra cosa. Madoka bajó la cabeza avergonzada. "¿Cómo se supone que debo actuar? ¿Quién es Madoka? ¡¿Quién soy yo?!" Retomaron el ritmo de la caminata y ella los escuchó hablar de algunas personas, de cosas que pasaron en el pasado involucradas con esas personas, un tal chico Benkei y un pequeño Kenta, de una tal Hikaru y otras personas con otros nombres que no pudo retener en su memoria. Todo pasaba demasiado rápido, no tenía tiempo de digerir información, que había pasado, que estaba pasando. La idea de que esto era un sueño estaba muy lejos de ser cierta ahora porque nada se sentía más real que el frio que estaba sintiendo en las piernas esa tarde de agosto. "Hace frio"
"Tienes razón, Madoka" dijo Ginga
"No es normal que haga tanto frío en esta época" dijo Kyoya sin quitar la mirada de adelante.
Caminaron hasta llegar a un lugar con un gran letrero que decía 'B-Pit'. A Madoka le parecía una tienda o algo así.
"¿Por qué paramos?"
"Um… Madoka…¿No vas a entrar?" preguntó Ginga con una mano extendida hasta el lugar del letrero.
"¿Ah?"
"A tu casa" le dijo Kyoya, parecía tener suficiente de la actitud de Madoka.
"Ah, sí. Gracias por acompañarme. Adiós"
"Oye pero si no te encuentras bien, nosotros podemos…"
Ginga fue interrumpido por Kyoya que lo tomaba del brazo y lo halaba para que se fueran. Cuando ya lo había arrastrado bastante lejos Ginga se despidió con la mano y Madoka hizo igual.
Madoka entró al lugar y se sorprendió al ver unos raros artefactos. Había una hoja impresa con letras grandes que decía 'Beyblades a mitad de precio'
"¿Beyblades? Yo… recuerdo haber escuchado eso en la conversación de Ginga y Kyoya." Pensó Madoka mientras una imagen de Ginga y Kyoya hablando apareció en su mente.
"Sí, beyblades"
Madoka volvió a oir la voz del niño-fantasma-espíritu-hada-algo que al parecer no quería dejarla en paz. Lo buscó con la mirada y lo halló detrás de ella. Se volteó para verlo de frente.
"Tienes una tienda de Beyblades, bueno, es de tu papá, pero él no está aquí ahora así que te encargas de ella. Pero parece que te olvidaste de eso, al igual que parece que te olvidaste de mí."
"Dime, ¿Qué debo saber? ¿Quién soy yo? ¿Por qué no recuerdo nada?" Madoka le habló al niño como si fuese su única esperanza, la respuesta a todas sus preguntas.
"Ya, ya, pero no estés tan desesperada, me pones nervioso." El niño se aclaró la garganta y continuó. "Mira, mi nombre es Yu, no soy de este mundo y bueno pues yo te conozco porque me encontré con tu alma por alguna razón. No te acuerdas de nada de lo que pasó antes del primero de agosto y he estado contigo por cuatro días desde entonces. Entonces, en vez de tus recuerdos, estoy yo. Y no me puedo ir porque estamos unidos a un nivel espiritual y bla, bla, bla…"
"Ehh… no entiendo, pero… ¿vamos a poder salir de esto? ¿Por qué me dijiste que no fuera al hospital? Dijo Madoka mientras buscaba un lugar donde sentarse.
"Por aquí, por aquí" le indicó Yu a Madoka unas escaleras, ella las bajó y se acomodó en un sofá, lista para escuchar.
"Te dije que no fueras al hospital porque tu pérdida de memoria se puede arreglar si interactúas con las personas alrededor de ti, así podrás de a poco ir recuperando tus recuerdos, en cambio si te hospitalizas vas a estar sola y no podremos salir de esto nunca. Vamos a lograrlo si damos nuestro mejor esfuerzo, ¿de acuerdo?"
"Está bien haré todo lo que pueda, no puedo seguir así"
"¡Ese es el espíritu!" Dijo Yu dando vueltecitas en el aire. "Oye, estos Ginga y Kyoya hablaban como si fueran rivales y compañeros de equipo a la vez, ¿no lo notaste? Y también hablaban de cosas que habían hecho con personas que parecían amigos."
"Hey mira esto" Dijo Madoka notando un pequeño objeto azul claro puesto sobre una mesa con otras cosas irreconocibles. Era una pequeña computadora con un montón de datos raros, un montón de información sobre un montón de beyblades de un montón de personas.
"Dice… Pegasus y es el beyblade de Ginga, Saggitario que es de un tal Kenta, Leone es el de Kyoya, Aquario le pertenece a una tal Hikaru, y otro Aquario a una chica llamada Mei Mei, Bull es de un chico Benkei, Virgo de un tal Chao Xin, y así también hay otros mas…" Madoka dio un enorme suspiro que hizo que Yu se pusiera un poco triste.
"No te frustres, haré lo que pueda para ayudarte… además, mira, yo también tengo un bey"
"¿Ah, si? Muéstramelo"
"¡Prepárate para conocer a Flame Libra!" Yu le mostró su bey a Madoka y ella lo tomó con la mano, miró el pequeño objeto y le dijo a Yu que era muy bonito, sólo porque no sabía que mas decir. Luego se acostó en su cama y durmió hasta el día siguiente.
"Oye Ginga, Madoka estaba bastante rara, ¿crees que esté bien?"
"No sé Kyoya, pero espero que para mañana se sienta mejor. Quiero que todos vayamos al viaje".
ACLARACIONES:
Esto es un AU, existen los beys pero van al colegio también.
Yu es de otro mundo, está en entrenamiento para convertirse en hada (kawaii).
