Nota: bueno lobalunallena aquí esta, este es que ya había subido, pero para que se entienda, es el de El corazón de un hombre…la sonrisa de un rostro, espero que te guste la continuación :D

Disclaimer: Los personajes de Alicia en el País de las Maravillas no me pertenecen. Este fic sólo tiene el propósito de entretener, no pretende fines de lucro ni hay violación intencionada del copyright.

El corazón de un hombre…la sonrisa de un rostro

La reina aun recordaba ese día. . .El día en que Alicia partió del Submundo, el día en que libero de el mal a su reino. . . El día. . . En el que rompió el corazón de uno de sus mas queridos súbditos. . .El día en que rompió en pedazos el corazón del sombrerero loco.

Aun recuerda la pequeña lágrima que vio en su mejilla segundos después de que Alicia se marchara. . .

-sombrerero. . .- le dijo la reina.

-estoy bien, eso. . . Eso, creo - tartamudeo el hombre mirando al vacío.

La reina sabía que todo ahora seria diferente, que quizás Alicia le devolvió el brillo a su reino, pero se llevo mas del que trajo al irse. . . Se llevo la ilusión de muchos, se llevo el corazón de un hombre, la felicidad de cierto gato, la locura de una liebre parlanchina, y la sonrisa de su rostro. La reina igual sabia que no podía obligaría a nada, aun que intentaba una y otra ves repitiéndole que era su decisión, ella nunca entendió.

No pudo hacer nada más que ver como se deshacía en el aire. . .desapareciendo de la vista de todos los presentes. . . Yéndose, quizás, para siempre.

-quisiera hacer algo por ti mi querido y amado amigo- volvió a decir la reina.

-le aseguro que me encuentro bien su majestad, no es necesario que haga algo por mi- respondió seriamente el hombre de cabellos rojizos.

En sus verdes y brillantes ojos lograba ver su desesperación, en sus opacos labios las ganas de gritar, y en su serio rostro la intensidad de dolor que sentía. La reina sentía un nudo en la garganta, y al ver a su fiel amigo sufrir, impotencia.

-aun así, creo que no es necesario preguntarte- dijo la reina seriamente.

El hombre aparto la mirada y se concentro en la ventana a un costado de ellos, no quería mirarla a los ojos, por que al ver esos ojos cafés un recuerdo le venia a la mente. . .Alicia.

-yo solo quiero estar solo- dijo con vos trabada el hombre, parecía que las lagrimas estaban a punto de soltarse como lluvia.

La alfombra roja iluminada por la luz que atravesaba el cristal llenaba el opaco y triste ambiente. Los sillones de diferentes tonos de cafés combinaban con el rojo sangre que había casi en cualquier lugar.

-¿Que me sucede majestad?- dijo aun mas serio- . . .desde que ella se fue. . . Ya nada tiene sentido, y siento que me he vuelvo mas loco de lo que ya era antes-

-eso me pregunto yo - respondió con vos dulce -y estoy de acuerdo con que la repentina ida de Alicia nos a afectado. . .lo único que podemos hacer es esperar, esperar a que ella vuelva, y tratar, tratar de seguir con nuestras vidas-

Hubo silencio, ninguno de los dos hablo. Ellos estaban en el castillo rojo, por mas raro que parezca, así era.

Cuando el sombrerero rompió el silencio, fue cuando sus zapatos se fueron caminando por el pasillo.
La reina se quedo sola, viendo como su amigo se iba por el oscuro pasillo. Suspiro y volteo para la ventana. Ahí, afuera de la gran fortaleza carmín, se encontraba el desierto rojo, que, aun que su nombre dijera que era rojo, solo era un desierto común.

-Alicia, por lo que mas quieras, si me escuchas. . .no le rompas el corazón al sombrerero. . .-una lagrima escurrió suavemente por su blanca piel, recargada de todo el dolor que sentía, y aun que su rostro se encontraba sumiso. . . Por dentro gritaba-Alicia. . .- pronunciaron sus negros y suaves labios, apenas como susurro. Una nueva lágrima brotó de sus ojos, y empezó a llorar en silencio.

La ida de Alicia rompió el corazón de un hombre, quito la sonrisa de un rostro, la locura de muchos...y lo maravilloso a este país...

...

Alicia abría los ojos casi tan pronto como un rayo, y se sentaba en su cama jadeando, tenia gotas de sudor en la frente, enseguida tuvo tiempo prendió una lámpara que estaba a su lado derecho.

Suspiro- a...solo fue un sueño...-

O no?...