Hola bienvenidos a mi primer (y único) fic. Algunos de los que estén releyendo esta historia notaran unas cuantas diferencias en el formato (mayúsculas, etc). También quiero aclarar que ellos son Seniors ahora (estudiantes de tercer año de preparatoria). Lo aclaro porque al inicio había puesto que eran de primer año.
Winx club no me pertenece, le pertenece a Rainbow y a Iginio Straffi.
NOTA: 1.-Como la caricatura es de Italia decidí utilizar apellidos italianos.
2.-Esto es un AU (Universo alterno).
Azares del destino
Capitulo 1:
Sorpresa indeseada
Se tapo la cabeza con la sabana apenas escucho su ruidoso despertador.
-¡Aaahhh, cállate!-grito mientras le lanzaba una almohada, inmediatamente el despertador cayó. ¡Como lo odiaba! Pero sabia que debía agradecer a su papa por regalárselo ya que anteriormente era muy difícil despertarla. Se rió ante el recuerdo, su padre prácticamente tenia que arrojarle agua para que despertara.
Se levanto mientras daba un bostezo, se puso a hacer su cama para después meterse a bañar. Bajo prácticamente corriendo debido a lo tarde que se le hacia.
-Otra vez tarde, Musa. Y eso que te compre ese despertador, que por cierto se oye en toda la colonia, ¿y aun así no puedes despertarte temprano?- Le reprendió su padre mientras le servía.
-Lo siento. Es solo que no me acostumbro, tu sabes que no soy madrugadora, papa- Se defendió mientras trataba de cortar su hotcake. Su padre la fulmino con la mirada.
-¿no estas acostumbrada?, ¡Musa, ya estas en tercero de preparatoria!, ¿y no estas acostumbrada?- Su padre hizo un gesto que provocó que Musa se pusiera a reír-¡Musa Valenti, no te burles de mi!
-Lo siento, es solo que…-miro su reloj que marcaba las siete y media-¡oh, no llegare tarde!- Tomo el último pedazo del hotcake y se lo llevo a la boca.-Ya me voy, adiós papa-dijo con la boca llena mientras salía de la casa.
-Adiós-Su padre se quedo viendo en la dirección en la que había salido su hija-Esta niña nunca cambiará.
Musa llego corriendo a la escuela, ya era el colmo tener que caminar pero era peor tener que correr sobre todo cuando estaba a punto de llegar tarde.
-¡Llegue a tiemp…!-Musa no pudo terminar la oración ya que tropezó con alguien. Musa cayo al suelo-¡Ouch, oye fíjate por donde caminas!- miro hacia arriba y se topo con quien menos esperaba y quería. Se trataba de Riven Benedetti, no era que tuviera algo en contra de el, de hecho ni se hablaban solo eran compañeros de clase, pero nada mas. Se podría decir que su primer encuentro no fue muy bueno y Musa aun lo recordaba.
Musa se encontraba caminando por los pasillos, se fijo en uno de los carteles gigantes que decía "Bienvenidos estudiantes nuevos", aunque ella no era nueva, por desgracia cuando volvió a fijar su vista en el camino, tropezó con alguien.
-¡Ouch!, ¡oye fíjate!- Dijo mirando a la persona con quíen había chocado. Se trataba de un chico, alto, su cabello era de un color magenta y sus ojos eran de color amatista y a pesar de que el uniforme de hombres era de manga larga, claramente se podían notar sus músculos y esto no paso desapercibido por Musa.
El chico frunció el ceño-Lo siento-dijo con tono frió y sin emoción. El tenia que ser nuevo, Musa lo recordaría, después de todo se encontraba en esa escuela desde primero de secundaria. Al ver que no hacia nada, ella misma se levanto.
-Tu eres nuevo, ¿verdad?- El solo asintió.-Veo que no eres de muchas palabras- Silencio.- Hola, ¿aunque sea puedo saber tu nombre?-Silencio otra vez- Oye, contesta, es de mala educación ignorar a la gente-Le reprendió.
-Lo siento, no tengo tiempo para esto. Adiós- Dijo y sin mas se fue.
Musa lo miro molesta.
-Que frió, aunque no esta mal- Susurro Musa para después volver a su salón.
Se estremeció al recordar el tono frió que había utilizado, recordaba haberse sentido en el polo norte, nunca se hablaban solo compartían una que otra palabra, sin mencionar que si no fuera por el profesor ella nunca hubiera sabido su nombre.
A Riven también se le vino el recuerdo, lo primero que vio fue su cabello largo y de color negro-azulado, su piel pálida como la nieve y sus ojos azules, parecía una muñequita de porcelana, aunque cuando le grito sintió que era su madre, era rara.
-Ah, Riven, lo siento pero llego tarde- Dijo Musa mientras se levantaba y se metía al salón.
-Veo que te has tropezado con Riven…por segunda vez- Musa miro molesta a la persona que había hablado. Se trataba de una chica más o menos de su estatura, su cabello era largo hasta la cintura de un tono rubio, si piel era un poco más morena que el de ella y sus ojos los tenia de un tono avellano.
-Déjame en paz, Stella- Stella Da Ponte, su mejor amiga desde el cuarto grado. A pesar de ser la hija del dueño de las Empresa Da Ponte, Musa nunca le hablo por su dinero a diferencia de otros que siempre se le acercaban solo para que ella pagara todo lo que ellos quisieran, desde ese entonces se volvieron las mejores amigas.
-Si Stella, déjala en paz, de seguro su padre volvió a mojarla de nuevo- dijo una chica apareciendo. Tenia su cabello pelirrojo, era blanca y de ojos azules.
Stella comenzó a reír- Si tienes razón, Bloom- Bloom Vivaldi, era otra de las amigas de Musa. Se hicieron amigas en sexto año cuando Bloom accidentalmente se perdió en la escuela y Musa fue a buscarla.
Musa fulmino a sus amigas con la mirada, ¡se estaban riendo en su cara! Estuvo a punto de gritarles, pero luego reflexiono sabiendo que eso no funcionaria. Inhalo profundamente y después hablo.
-De hecho esta vez no me arrojaron agua- Dijo con orgullo. Sus amigas dejaron de reírse y la miraron sorprendida, era la primera vez que Musa no se despertaba de esa manera.
-¿Enserio?- Preguntaron al mismo tiempo. Musa asintió con orgullo.
-Entonces este es el apocalípsis- se oyó una voz masculina detrás. Stella volteo casi por inercia al reconocer la voz y se le fue encima a la persona que había hablado.
-¡Brandon!- grito emocionada Stella. Brandon Macabelli, el novio de Stella y amigo de Musa y Bloom, aunque también era el mejor amigo de Riven, a nadie le molestaba solo a Musa. No es que no le gustara que Brandon fuera su amigo, lo que le molestaba era que cuando todos salían Riven iba también, pero ellos no se dirigían la palabra, o mas bien EL no le dirigía la palabra a ella, por que cada vez que Musa intentaba entablar una conversación el solo la ignoraba. No era extraño que Stella perdiera la cabeza cuando el estaba cerca, de hecho ya era costumbre.
-Stella, amor ¿Cómo estas?- le dijo Brandon a Stella con tono meloso.
-Bien si tu lo estas- Bloom los miro con ternura y Musa puso los ojos en blanco.
El timbre sonó indicando que ya tenían que empezar las clases. Todos se fueron a sentar, Musa se encontraba en un lugar al lado de la ventana, Stella se encontraba atrás de ella, Bloom adelante, Riven estaba a su lado y Brandon se encontraba detrás de este.
La clase transcurrió como siempre, de repente Musa vio como un papelito aterrizaba en su escritorio, volteo a ver hacia atrás y vio que se trataba de Stella. Volvió a girarse y abrió el papelito con cuidado de que el profesor no se diera cuenta. Lo leyó.
No me terminaste de decir que paso con Riven
Musa gruño para si misma, sabia que Stella no pararía. Busco una pluma, escribió en el papel y se lo volvió a pasar a Stella.
¿Otra vez con eso, que quieres que te diga?, no hay mas solo tropecé con el y ya, que por cierto se me hizo un grosero porque no me pidió disculpas
Musa oyó a Stella reír y se arrepintió de haber respondido.
El papelito volvió a pasar.
Que se me hace que te gusta ¿verdad?
-¡¿Qué?!- todos voltearon a ver a Musa, Bloom la miro asustada, Riven molesto mientras que Stella y Brandon tuvieron que taparse la boca para evitar reírse.
-¿Señorita Valenti, quisiera compartir algo con la clase?-le pregunto el profesor. Musa se mordió la lengua, ¿ahora que excusa se le ocurriría?
-Eh…yo…este…es que, estoy en desacuerdo con algo que leí en-en el libro-titubeo, el profesor la miro pensativo por un momento.
-Espero que la próxima vez se guarde sus opiniones a menos de que sean importantes-el profesor volvió a escribir en el pizarrón. Musa volteo a ver a Stella molesta mientras que esta le sonrió inocentemente.
Que rara es, pensó Riven.
El timbre volvió a sonar indicando que las clases ya habían terminado. Todos se fueron prácticamente corriendo. Ya al salir del salón Stella comenzó a reírse de nuevo.
-Si hubieras visto la cara que pusiste-Le dijo a Musa entre risas. Musa frunció el ceño.
-Por tu culpa me regañaron, ¿que tal si hubiera sido peor?-le cuestiono.
-Pero no fue peor- le respondió Bloom.
-Dije "Que tal si…"- Musa miro su reloj-Oh, tengo que irme adiós chicos-le dijo a los demás.
-Adiós-dijeron al mismo tiempo, menos Riven.
Musa paso por un parque y dejo de caminar, ese parque lo conocía, antes iba ahí de pequeña. Cuando mama vivía, pensó. Musa había crecido sin una madre, ella había muerto cuando Musa tenía apenas cinco años por cáncer en la garganta. Recordaba que siempre la llevaba a ese parque, también gracias a ella a Musa le gustaba cantar, después de todo su madre era una cantante. Se quedo un rato viendo el parque mientras recordaba a su madre.
Una lágrima resbaló por su mejilla.
-Mama- susurro.
Musa llego a su casa y encontró a su padre haciendo la cena.
-Hola, papa- lo saludo.
-Hola hija, ¿Por qué tardaste tanto?
-Es que…tuve que hacer un trabajo-mintió. Musa corrió rápido a su cuarto antes de que su padre le hiciera mas preguntas. Al cabo de unos cuantos minutos volvió a bajar para cenar.
Su padre había hecho pasta.
-¡Papa esto sabe delicioso! -dijo.
-Agradécele a los libros de cocina- La corrigió su padre. Hubo un silencio repentino hasta que su padre volvió a tomar la palabra.
-Musa tengo que decirte algo- Musa lo volteo a ver, tenia un semblante serio.
-¿Qué paso, papa?-pregunto con preocupación.
-Escucha hija, yo…voy a tener que viajar por un tiempo en un viaje de negocios-le dijo al fin. Musa lo miro extrañada.
-¿Y como por cuanto te iras?
-Por tres meses- los ojos de Musa se abrieron de par en par.
-¡¿queeeeeeeee, tres meses?!-su padre solo asintió.
-pPro tranquila hija, no te quedaras sola, vas a quedarte en casa de un amigo mío, el tiene un hijo que va en la misma escuela que tu
-¡¿Qué, como que me voy a ir a casa de un amigo tuyo?!
-Musa no te pongas histérica
-¡¿Cómo no me voy a poner histérica si me vas a dejar en casa de personas desconocidas?!
-Yo lo conozco-dijo su padre un poco irritado.
-Oh, perdón, debí ser mas especifica, con personas que YO no conozco.
-¡Musa ya basta!- Musa se callo instantáneamente, sabia que cuando su padre se enojaba era por que se enojaba.-¡vas a ir a esa casa quieras o no!,¡¿entendido?!- Musa se limito a asentir, de verdad no se quería ir.
-Por lo menos dime cuando te vas ¿no?
-Me voy mañana-a Musa casi se le sale el alma al oír eso, no solo tenia que irse a casa de desconocidos sino que se iría mañana.
-Pero no estoy lista- rezongó.
-No te preocupes algunas de tus cosas ya las empaque, solo te falta la ropa y te recomiendo que lo hagas ya- Musa lo miro incrédula.
-¿Por qué?
-Por que te vas desde ahorita
-¡¿Qué?!
-¡Musa, ni una palabra mas, vas a subir y hacer tu maleta ahora y es una orden!
Musa gruño, termino de comer y se subió para hacer su maleta.
Al cabo de unas cuantas horas Musa bajo con dos maletas cargadas de ropa. Su papa las subió al carro y se fueron.
Llegaron a una casa, o más bien dicho mansión, dios, esa gente si que vivía bien. Cuando terminaron de bajar sus maletas, su padre toco el timbre de la puerta que no tardo en abrirse. De ahí apareció un señor alto, incluso un poco más que su papa, era de tez blanca, cabello castaño oscuro y sus ojos eran de un tono ámbar.
-Ho-boe, ¿Cómo estas?, que bueno que llegaron-dijo el hombre abrazando al padre de Musa.
-Eric, estoy bien y gracias por cuidar a Musa, te aseguro que no te traerá problemas, solo te advierto que es un poco difícil despertarla en las mañanas.
-Ay, no te preocupes eso le pasa a cualquiera incluso a mi, además estoy seguro de que esta señorita se sentirá cómoda aquí –dijo Eric viendo a Musa con una sonrisa la cual fue correspondida- Y no te preocupes, Riven te enseñara tu habitación- Musa temió lo peor al escuchar ese nombre, ¿acaso seria…?, no podía ser posible.
-¿R-Riven?-pregunto
-Si, Riven mi hijo- le contesto Eric.
-Hija, ¿estas bien?, de pronto palideciste- le dijo su padre viéndola con preocupación.
-Papa- se oyó una voz masculina acercarse- ¿Ya llegó la chica…?- a Riven se le murieron las palabras al ver de quien se trataba la "chica". Miro incrédulo y con el ceño fruncido a Musa.
A Musa casi se le salen los ojos al ver de que Riven se trataba y deseo que fuera una pesadilla.
-¡¿TU?!-pregunto histérica Musa.
¿Qué les pareció?, bueno, malo.
Júzguenlo ustedes.
Jaja bueno, este fue el primer capitulo de mi primer fic, espero que les haya gustado.
Si les gusto diganmelo por medio de un Review
Nos vemos.
