Hey! Como andan?
Aquí traigo un one-shot Winterwitch.
Sinceramente nunca había echo algo así... Así que espero que les guste! ñ.ñ
Ahí estaba el, sentado en el sofá de lino color gris, sin siquiera dar un parpadeo. Observa fijamente aquel acuario que estaba posado en una mesa metálica. Veía como los coloridos pececillos nadaban uno detrás del otro, quizá un macho tras una hembra intentando seducirla con sus exagerados movimientos.
«Eres un peligro. Eres un monstruo» pensó el.
—No lo eres. —musitó Wanda que lo observaba desde el arco de la sala.
James la observo, y así se quedó por unos segundos, observándola como de costumbre.
Ella camino hacia el, y a cada paso que daba, el hombre de cabello largo sentía un sin fin de emociones en su interior, un montón de chispas encenderse en lo mas profundo de su ser, y esas sensaciones le encantaban.
Una sonrisa de satisfacción ilumino el rostro del hombre; Wanda devolvió la sonrisa e hizo a un lado un mechón de cabello que cubría parte de uno de los azules ojos de James.
Tenían casi dos años de vivir juntos y a pesar de eso, James, también conocido como Bucky aun tenia repentinos pensamientos de que era un monstruo, ambos en algún momento habían pensado que eran unos monstruos, pero eso no era verdad, solo lo pensaban, no lo sentían.
Lo que si era verdad y lo sentían, era que tenían muchas cosas en común. Ambos estaban destinados a ser el uno para el otro, ya no serian individuos por separado, estaban juntos y eso nada lo cambiaría nunca, mucho menos ahora. Y como dicen "Siempre hay un roto para un descosido".
El hombre se puso de pie y se acerco a un librero, tomo una cámara instantánea que había ahí y sin que ella se diera cuenta tomo una de las que serian una de sus fotografías favoritas. Hizo que la chica parpadeará a causa del flash.
James soltó una risa mientras tomaba la reciente fotografía en sus manos y la agitaba.
Sonrió con encanto al observarla. Wanda le ofreció una picara sonrisa, esa sonrisa que a el le fascinaba.
A James le encantaba tomarle fotografías a Wanda, tenia un montón de ellas, de alguna manera quería que ella estuviese feliz, asi que el se la pasaba haciendo cualquier tontería para hacerla reír. Al final de la noche, a la castaña le dolían las mejillas de tanto sonreír para las fotografías.
Por un momento, reino el silencio, los dos estaban con la mirada fija en el suelo.
El estaba de pie con la camara y la foto en manos.
Ella estaba sentada, con las piernas cruzadas, con una de sus manos recargada en el respaldo del sofá. Luego la llevo a su cabeza y deslizo sus finos dedos entre su larga cabellera.
Wanda suspiro y levantó su mirada hacia el, con una peculiar sonrisa digna de ella.
—Sera niña. —Wanda sonrió, a el se le ilumino una sonrisa aun más hermosa. Las comisuras de ambos se ondearon. El se acerco a su chica con grandes pasos y se arrodillo ante ella para estar a la altura de su vientre, el cual acaricio con delicadeza.
—¿Como la llamaremos? —pregunto Bucky lleno de felicidad y con sus ojos cristalizados.
—Umh... Sol... —medito por unos segundos la mujer—. Si, Sol. —afirmo acariciando su vientre mientras lo observaba. Estaban a tan solo cuatro meses de conocer a su pequeña.
—¿Sol? —pregunto James antes de depositar un beso en el vientre de Wanda. Ella lo tomo de la mano y lo invito a sentarse a su lado.
—Si. —giro hacia el, y luego observo por la ventana que estaba tras ellos, justamente observo hacia el sol—. Por que el sol nos iluminá a todos por igual, sin importar que; no hace distinción alguna... El sol es como el amor, y todos tenemos derecho al amor. —Wanda acaricio la mejilla de su amado. El se acerco para besarla.
Ahora estaba seguro que no se necesitaba sentir dolor para sentirse vivo.
