¡Buenas! Qué poco tiempo ha pasado desde la última vez… Supongo que tendré que volver a decir lo mismo de antes: escribo sobre el manga, eso explica, por ejemplo, que no especifique más sobre Pride (Lo único que puedo decir es… que está en todas partes) porque sólo ha aparecido una vez (eso sí puso a Envy de puta pa' bajo). Quiero decir que Sloth no es como la mayoría pensáis, etc. Todo ese cortejo que se inventaron para el anime.
Aparte, por supuesto, FMA no me pertenece. Eso estaba claro antes ¿no?
Va a ser una serie de drabbles cortitos sobre FMA que en realidad sólo van a tener algo que ver entre sí: en todos habrá una cosa verde. De ahí el título. Pueden ser de amor, o de risa, o de risas y lágrimas, de dolor, de depresión, de autocompasión… según se me vayan ocurriendo. Probablemente no sean todos más que soberanas tonterías. Y si teníais pensado dejarme un review para confirmármelo, no os molestéis: ya lo sé. Espero sinceramente que os llevéis una impresión "decente" de esta sarta de chorradas.
MOCOS
-¡Aaaat- chuuús!
Otro más. El suave repiquetear de la incansable gota de la tubería al estrellarse contra el suelo era interrumpido por una salva de estornudos que parecía no tener fin. Por suerte sólo le iba a durar un día. Veinticuatro horas. Puede que menos. No entendía cómo los estúpidos humanos podían soportar algo tan irritante una semana entera.
Los mocos, el dolor de cabeza… le hacían perder la paciencia, sinceramente. Podía aguantar niveles de dolor inimaginables para esas mosquitas muertas, pero debía admitir su derrota. Estaba noqueado.
Y probablemente tuviese mucho que ver que Lust hubiese muerto. Porque, ¿quién se iba a encargar de seguir con el plan en marcha? Wrath no podía. Tenía que seguir jugando a ser dictador. Gluttony sin supervisión era peligroso ¿a cuántos se comería? Necesitaba la directriz de alguien paciente… como Lust. Mejor no pensar en Sloth. Tenía demasiado trabajo atrasado. Tampoco Pride.
¡Maldita sea! Tendría que estar fastidiando al mequetrefe, no sepultado bajo una montaña de pañuelos empapados. Tampoco ayudaba que estuviera en ese lugar húmedo y oscuro, precisamente. Podía mirarse en el charco. Como Narciso: en el mundo sólo cuentan la belleza y la juventud… mira Narciso; mira en el agua…
"Red and Green
Should never
Be seen"
Malditos versos. Pero era cierto: con esa cara congestionada, sus rasgos abotargados, se veía horriblemente feo. Como un pecado.
-¡Aaaat-chuuús!
Sólo unas cuantas horas más. Sólo era cuestión de horas.
