Bueno antes que nada quiero aclarar que esta historia y todo el concepto en cuanto a ella se refiere no es solo mío, pertenece tanto a mi inventiva como a la genial capacidad creativa de Myri_Weasley28, la empezamos un par de años atrás como parte de un reto y ahora he decidido publicarla acá y retomarla porque eso de que las historias se queden en el olvido no se me da.
No, esto no quiere decir que dejaré mis demás historias de lado.
Sí, juro que voy a actualizar pronto, tengo escritas varias páginas pero, ¡Oigan! Las musas no son como la pizza que se marca el número, se hace el pedido y 30 min después llegan.
Sin más que decir, salvo, espero disfruten
AD LIBITUM
Capitulo 1
Planes, peleas y sorpresas
Era una cálida noche de otoño, lo que resultaba bastante extraño a esas alturas del año, pero en esos momentos el tiempo no era el único que había estado actuando raro y era la menor de las preocupaciones de los cuatro chicos que se encontraban sentados solos frente al fuego; esos chicos eran: Ron y Ginny Weasley, Hermione Granger y Harry Potter, y al contrario de lo que podría parecer a primera vista ellos no son simples chicos comunes y corrientes, al menos no para los parámetros normales, ellos son magos y en estos momentos, se encuentran en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería discutiendo sobre un asunto sumamente importante para su futuro y el de casi toda la comunidad mágica.
Llevaban ya un buen rato comentando acerca del asunto y aún así no lograban ponerse de acuerdo sobre qué era lo que debían de hacer, pero… ¿Qué es eso tan importante de lo que hablan? ¿Quieren saberlo? ¿Sí?... entonces escuchemos:
-¿Es que no lo entienden? hacer eso sería algo sumamente peligroso- opino una chica de revuelta cabellera castaña- ¡Podrían cambiarlo todo!
-Hermione entiéndelo tú ¿Cómo quieres que te explique que lo hemos pensado cientos de veces y que esta es la mejor solución que se nos ha ocurrido?- contesto un poco fastidiado un chico de cabello color negro azabache y ojos verdes.
-Además sabemos de sobra que no debemos de intervenir en ningún asunto del pasado ¿No creerás que no aprendimos nada de la última vez o sí?- apunto el chico más alto de todos cuyo cabello era de un color rojo intenso- Vamos Herm, acéptalo, es lo mejor…
-No lo sé chicos, aún no estoy convencida de esto… debe existir otra forma.
-Tengo una idea- dijo hablando por primera vez una bonita pelirroja- no tiene caso seguir discutiendo por qué no vamos a llegar a ningún lado así que ¿Por qué no vamos y le decimos de una vez a Dumbledore lo que han pensado los chicos y que él nos de de una vez su opinión? Después de todo sea lo que sea que vayamos a hacer debe de contar con su aprobación ¿No?
-Tienes mucha razón Ginny, vamos a ver a Dumbledore para que les saque esta ridícula idea de la cabeza a estos dos.
Harry y Ron intercambiaron una mirada de derrota, sabían perfectamente que cuando se le metía algo en la cabeza a la castaña era muy difícil (por no decir imposible) que la hicieran cambiar de opinión, tendrían que contarle su idea a Dumbledore antes de tenerlo todo perfectamente bien planeado, porque para eso necesitaban de la ayuda de su amiga, ahora solo les quedaba rogar porque él la aceptara; les había costado mucho trabajo que los dejaran entrar a la Orden y muchísimo más convencerlo de que estaban listos para llevar a cabo su primera misión, y no pensaban fracasar bajo ninguna circunstancia, tenían que llevarla a cabo costará lo que costará.
-De acuerdo, vamos- el moreno se puso de pie y se dirigió hacia la salida
Ron, Hermione y Ginny lo siguieron por los desiertos pasillos del colegio hacia la oficina de su director, esperaban que no estuviera ocupado, cosa que normalmente sería raro a esa hora de la madrugada pero desde que la guerra se había intensificado ya no quedaba lugar para cosas normales, llegaron al despacho del profesor Dumbledore y tocaron la puerta:
-Adelante- contestó una apacible voz del otro lado de la puerta.
-Profesor…
-¡Ah! Son ustedes chicos ¿No creen que es un poco tarde para que estén despiertos? Recuerden que mañana tiene clases y no querrán hacer enfadar a Minerva ¿cierto?
-Claro que no profesor pero teníamos que hablar con usted…
-Y dígame, señorita Granger ¿Qué es eso tan importante que no puede esperar hasta mañana?- pregunto sonriendo Albus Dumbledore mientras se preguntaba qué era lo que habían tramado esta vez esos chicos.
-Bueno pues es que Harry y Ron creen que…
-… Ya tenemos la solución al problema que nos dejo señor- intervino Harry- y nos gustaría que nos diera su opinión.
-En realidad queremos saber si a usted le parece bien profesor porque nosotros no logramos ponernos de acuerdo.
-Entiendo señorita Weasley. Buenos, pues siéntense y cuéntenme de que se trata
Los chicos se sentaron mientras el director se acomodaba detrás de su escritorio, el que comenzó a relatarlo todo fue Harry:
-Vera señor lo hemos estado pensando por mucho tiempo y llegamos a la conclusión de que lo único que podemos hacer para debilitar a Voldemort ahora es destruir los horcruxes, usted sabe que los hemos estado buscando y que, hasta ahora hemos localizado dos de los cuatro restantes, nos falta buscar el verdadero medallón pero Draco ya se encuentra trabajando en eso; sin embargo, cada vez hay mayores indicios que nos hacen suponer que tal vez no fueron siete si no seis los horcruxes que elaboro; así que, creemos importante corroborar la existencia del séptimo Horcrux antes de continuar la búsqueda.
Dumbledore había estado escuchando hasta ese momento muy atento su relato, tenía mucha curiosidad por saber hacia donde pretendía llegar Harry y ahora tenía una idea.
-¿Y cómo, exactamente, pretenden confirmar eso?
Los chicos se voltearon a ver entre sí como preguntándose quién sería el que le informara sobre el plan al director, y así se quedaron callados un rato hasta que, finalmente, haciendo uso de todo su valor de Gryffindor el pelirrojo hablo:
-La forma más segura de hacerlo es regresando al momento exacto en que se supone que Voldemort creó su último Horcrux.
-¿Lo que usted me quiere decir, señor Weasley, es que pretenden viajar en el tiempo, dieciséis años atrás, hasta la noche en la que Voldemort casi muere?- pregunto con una expresión de fingida sorpresa Dumbledore, sin duda esos chicos nunca dejarían de sorprenderlo.
-Por favor profesor dígales que lo que pretenden hacer es una completa locura- pidió preocupada Hermione.
Albus se quedo perdido en sus pensamientos por un rato, era cierto que; por un lado, Hermione tenía razón: era una completa locura, pero por otro lado, él venía dándole vueltas en la cabeza a esta idea por un tiempo y si aún no se las había planteado era solo porque le preocupaba la reacción que Harry hubiera podido tener pero ahora que era él quien la planteaba las cosa cambiaban; sin embargo, aún quedaba una duda ¿Dejar o no que lo hicieran?
-Señor…- la voz de Ginny Weasley lo saco de sus pensamientos- ¿Podría decirnos qué piensa?
-Creo, señorita Weasley, que lo que han dicho Harry y su hermano es la justa solución a nuestros problemas.
Hermione se quedo estática, no podía creer lo que acababa de escuchar ¿Dumbledore apoyando un plan que con el más mínimo error podría cambiar todo el curso de la historia? Eso no podía ser cierto, habría esperado cualquier cosa menos eso…
-Sin embargo- prosiguió el director- si van a ser ustedes los que hagan ese viaje quisiera dejar muy en claro que hay ciertas condiciones que deben de cumplir
Tres de los cuatro chicos asintieron vehementemente.
-Muy bien ya que estamos de acuerdo les ruego que vayan a sus habitaciones a descansar y que mañana al termino de las clases vuelvan a mi oficina acompañados por el señor Malfoy para terminar de hablar sobre esto. Buenas noches chicos.
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-No puedo creer lo que acaba de pasar- soltó Hermione una vez que salieron del despacho del director, lucia realmente molesta- ¿Cómo es posible que apoye una cosa así?
-Vamos Hermione ya deja esa actitud de "Ya verán como terminan jodiéndose por ser tan estúpidos" y acepta de una buena vez que nosotros tuvimos una buena idea y que tú estás equivocada.
Harry y Ginny intercambiaron una mirada de preocupación, si se pudiera desaparecer en Hogwarts ellos ya estarían muy lejos de esos dos en esos momentos pero como, lamentablemente, no tenían esa opción se prepararon para la explosión que vendría a continuación. Después de escuchar las palabras de Ron la cara de la castaña se había vuelto de un rojo intenso y su mirada denotaba total furia:
-Así que piensas que lo único que me preocupa es tener la razón ¿eh?- pregunto con una voz suave pero cargada de ira contenida.
-Pues realmente seria una novedad que no te preocupara tener todas las respuestas…
Pero la chica ya no quería seguir oyendo, estaba harta de esos despliegues de humor de Ron y, sobre todo, no iba a soportar que insinuara que lo que más le importaba a ella era tener la razón
-¿¡ACASO TE HAS PARADO A PENSAR POR UN SEGUNDO QUE SI ESTOY TAN RENUENTE A QUE LLEVEN A CABO ESE PLAN ES POR QUE ESTOY PREOCUPADA POR USTEDES PEDAZO DE IDIOTA?
-Yo nunca insinué que tú no te preocuparas por nosotros…- el pelirrojo lucia un poco intimidado ante aquella amenazante postura de la castaña.
-¡PUES! ¿QUE CREES RONALD WEASLEY? ¡YA NO ME INTERESA NADA DE LO QUE TU CREAS O DEJES DE CREER DE MI!
Terminando de decir estas palabras la chica salió disparada por el pasillo dejando a Ron en medio de este con una expresión algo difícil de descifrar en su rostro.
Harry y Ginny se miraron realmente preocupados, había presenciado cientos de peleas entre ellos pero algo les decía que ésta sería diferente. Ron seguía ahí, plantado en medio del pasillo sin saber qué hacer. Después de un rato viro a ver a Harry como en busca de consejo.
-Creo que esta vez has sido tú el que se ha pasado- opino el moreno.
-Lo sé Harry, lo sé, realmente yo no quería decir ninguna de esas cosas pero ya me conocen simplemente se me salió ¿Creen que este muy enojada?
-Pues te puedo asegurar que si mi novio me hubiera dicho esas cosas yo estaría sumamente cabreada hermanito, así que mejor te vas preparando mentalmente para lo que te espera, porque Hermione sí que es muy difícil de convencer.
-Gracias por todo tu "apoyo" Ginny- dijo sarcásticamente Ron- no sé qué haría sin tus buenos consejos.
-Creo que será mejor que vayas por ella y trates de arreglar las cosas hoy…
El pelirrojo asintió y sin decir ni una palabra más camino por el pasillo por donde se había ido su novia para encontrarla y pedirle perdón.
Mientras tanto, por un oscuro sendero que iba a parar a una enorme reja con sendos cerdos alados a los costados, caminaba un joven ataviado con una túnica que le cubría, con una capucha, hasta la cabeza…
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Iba con paso desgarbado, con la cabeza gacha y si hubiera sido posible verle la expresión del rostro… sería una expresión de tristeza indudablemente; el susurro de su capa al rozar el suelo iba acompañado de una ligera nube de polvo que cesó en cuanto el chico se paró justo delante de la imponente reja… lo que siguió fue un susurro pero de palabras en lengua extraña que provocaron el inmediato traqueteo de unas cadenas, las cuales impedían el paso más allá de la verja de hierro forjado…
Con el paso libre y lanzando de nuevo el sortilegio de protección al castillo siguió avanzando, no cambió en nada su postura; pensaba… le habían asignado una tarea muy importante, utilizaría sus conocimientos en el arte de la magia negra y la facilidad de investigar cuanto pudiera, y quisiera, acerca de su familia y el círculo de mortífagos más allegados a ellos… no era mucho pero fue todo cuanto pudo ofrecerle a Dumbledore… eso y su lealtad absoluta desde que… desde que le había salvado la vida a…
- ¡Maldición Draco! ¡Deja de pensar en eso! ...En… ¡En ella!- se recriminaba con crueldad el joven, como si estuviera cometiendo algún delito…
De hecho eso era no un delito en sí, pero traicionaba la amistad de dos personas que, hasta ese momento, se la habían ofrecido junto con su apoyo y total confianza… por eso estaba triste, sentía que le estaba fallando a medio mundo; por eso no podía concentrarse de lleno en su tarea más importante; por eso no sabía ya que hacer….
Sus pasos le guiaban de memoria, era casi noche tras noche el mismo camino de regreso: sólo, en penumbras… como su alma; miraba a un lado y se encontraba con el quieto y fantasmal sauce boxeador; volvía de frente la vista y se imponía ante él su hogar… quizá el único al que haya pertenecido desde siempre, con sus grandes puertas de roble, miles de ventanas e innumerables torres; miraba hacia el otro y un haya hacía contraste con la lisa y tranquila superficie del lago negro.
Pero algo más había atraído su atención: ahí, bajo aquel frondoso árbol se encontraba alguien… no, no, no… él sabía perfectamente que no era cualquier alguien: era ella. Sintió una extraña calidez que se le extendía desde el estómago hasta las extremidades; sentía un enorme impulso de ir a ver que hacía, estar con ella aunque fueran sólo unos engañosos y fugaces segundos de su compañía… estaba mal, lo sabía de sobra…
-"Draco no empieces, ella… es tu amiga, sí, tu amiga… y tu amigo es SU novio, aunque a veces sea medio estúpido, se quieren y… y… ¡POR ESO ESTÁS COMO ESTÁS! ¡TRISTE! ¡FASTIDIADO! ¡DERROTADO!"- volvía a agredirse mentalmente, queriendo sacar de ese modo lo que sentía…y que sabía era imposible sentir.- Ve con ella…no, no puedes… sí, sí puedes, eres su amigo y vas a ver por qué está ahí, sola a las horas de la noche…
Fue la mejor excusa que pudo darse para no sentir ese burdo sentimiento de culpa que lo ahogaba cada vez que pensaba en ella de aquella forma tan intensa, no correspondida…
Sin pensárselo dos veces echó a andar por un camino que la luz de la luna le dibujaba en el césped, invitándolo a seguir sus deseos… Cada vez se acercaba más, y más… y la escuchaba… "¡Oh no!" pensaba el rubio…y efectivamente: ella estaba llorando. Cómo le dolía verla llorar… quería ayudarla, apoyarla en lo que hiciera falta, después de todo y aunque le doliera, era su amigo… su mejor amigo.
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Corría entre esos muros de piedra, aquellos que antes la hacían sentir protegida, como en casa, ahora la asfixiaban… quería irse, estaba triste, destrozada… ¿Cómo había podido pensar así de ella? ¿Acaso la tenía en ese concepto tan…tan superficial y materialista?
- N-No, él n-no- se decía con la voz cortada, y ya no sabía si era por el llanto o por la punzada que sentía a un costado del diafragma- no puede pensar eso, ¿cómo?... ¿Por qué?...
Era tarde, de hecho ya muy tarde, pero eso poco le importó, veía cada vez más cerca las enormes puertas de roble, era lo único que quería en ese momento, salir… huir, esa decepción le dolía, quizá era demasiado exagerado pero para ella no, era lo peor que él, que Ron, su Ron pudiera pensar… qué equivocado estaba, ella sólo quería lo mejor para él.
Abrió la puerta y sin mirar si había o no cerrado bien siguió su camino, las lágrimas le empañaban la vista y las que no lo hacían le resbalaban por el rostro, sentía que el aire helado de la noche las cristalizaba.
Pronto se encontró bajo aquel árbol junto al lago, aquel que, si pudiera hablar, contaría la biografía completa de una amistad, de tres amigos… y de dos parejas. A pesar de su dificultad para ver, sus pasos se guiaban solos, ese camino lo había recorrido tantas y tantas veces durante ya siete años que no le costaba ningún trabajo llegar a él, aún con los ojos cerrados.
Se dejó caer sobre el pasto, húmedo y frío, abrazó sus piernas como si así pudiera compensar un poco del cariño que él, con sus palabras superfluas, crueles y sin sentido, le había quitado… ¿Por qué demonios siempre tenía que salir con las mismas estupideces?
- ¿Por qué Ron?… ¿Por qué?- volvía a preguntarse…eran tantas las veces que se había preguntado lo mismo desde que había salido corriendo de su lado, que ya había perdido la cuenta…
Lo único que ella quería era que estuvieran bien, eran sus amigos, los únicos y más importantes que tenía y a él… a Ron lo amaba más que a nada en el mundo desde hacía años; quería protegerlo, esa maldita misión en el tiempo podría salir mal, estaba segura de ello, no "podría": iba a salir mal… tenía un mal presentimiento.
No quería pensar en las consecuencias…si alteraban aunque fuera un poco el transcurso de la historia todo saldría mal, ¿Cómo Dumbledore había aprobado semejante cosa? Por primera vez estaba bastante molesta con el profesor, no concebía que los estuviera apoyando en ese disparate, no quería que nada malo les pasara…sobre todo a él.
Le dio un escalofrío al pensar que si cometían un error, al regresar, nada sería como antes… habría muertos que no tendrían que estarlo, vivos que deberían estar muertos, algunos quizá ni existirían… ¿Y si al regresar Ron o Harry o Ginny estaban muertos? No, no podían arriesgarse, no quería que se arriesgaran, habían pasado por mucho, sí, pero esto se salía del límite de lo cuerdo y seguro.
Fijó su mirada en aquel profundo lago, imaginó lo helado que se podría encontrar y le pasó por su excelso cerebro la idea fugaz de que quizá era la oportunidad perfecta de aventarse y librar al mundo de su presencia, aquella que solo servía para imponer autoridad o superioridad… como muchos pensaban… como él creía.
Entre todas las cosas que más le dolían de momento, estaba la de pensar que en ese mismo instante, allá afuera, había un mago sin escrúpulos matando a diestra y siniestra; le dolía pensar que quizá podrían haber sido los últimos minutos en la compañía de la persona que más quería y ahí estaban, no juntos, al contrario: peleados; le daba coraje y una inmensa tristeza saber que se estaban dando ese lujo cuando quizá, mañana por la mañana, él o ella podían amanecer muertos.
Otras cuantas gotitas de agua salada remarcaron el camino que, otras anteriores, ya habían surcado… Escuchaba el sonido de la suave brisa con la mirada clavada en el lago y de pronto sintió la presencia de alguien a su lado… ¿Quién? Su corazón le latió a mil por segundo más no quería voltear… ¿Por qué había salido a esas horas? Quizá no estaba tan equivocada y sería ella quien no se levantase por la mañana…
Apretó los ojos con mucha fuerza, en su mente se dibujaría la última imagen: Ronald… sonriéndole… abrazándola… acariciándola… besándola.
- ¿Hermione?- preguntó la voz de Malfoy, esa que antes fue fría y sin nota de otro sentimiento que no fuera el odio, desprecio o el asco… esa que ahora sonaba preocupada y triste… sí, triste.
Lejos de enojarse y soltarle una buena bofetada por haberla asustado así, su primer impulso fue abrazarlo y llorar más de lo que lo había hecho durante las últimas horas ahí sentada, con la mirada perdida…
- ¡D-Draco!- logró soltar entre sollozos- ¡ Oh Dra-co!
Al joven le preocupó en exceso el estado de Hermione… tenía seguro que quería ayudarla, pero… ¿Cómo?, se sentía tan mal de tenerla así, abrazada a él y llorando de esa forma, pero tenía que ser quien le diera fuerza, no se podía caer ahora que ella lo necesitaba, ahora que estaba así…
- Tranquila nena, ¿qué tienes?- preguntó tratando de disminuir la preocupación de su voz.
-R-Ron… ¿P-Por… por qué-é él-l?- a Hermione le costaba pronunciar las palabras a causa del llanto, pero le dolía tanto…
- ¿Ron?- preguntó asustado el rubio cuando hubo entendido lo poco que la chica había podido decir- ¿qué le pasó a Ron?
- N-Nada…na-nada, p-pero- y se soltó a llorar de nuevo con mucha más fuerza.
Y por primera vez Draco cayó en cuenta del por qué Hermione estaba así… No podía creer que le hubiera hecho algo, no otra vez… no lo soportaba, era su amigo, sí, pero no podía verla llorar así…y menos por él.
- Ya, ya Herms… tranquila, ¿quieres que entremos?- pero la chica negó con la cabeza apoyada en su pecho, ¡Cómo le encantaría tenerla así!, siempre…- está bien, quedémonos un rato más pero solo un poco, no quiero que te enfermes, ¿de acuerdo?
- S-sí, gr-gracias.
Con eso, se sentaron en la hierba, hacía más frío que antes pero el rubio no lo notaba, la tenía abrazada, ahí, los dos solos, ¿qué más podía pedir?...bueno, sí, sólo una cosa…
Hermione seguía triste, le agradecía a su ahora amigo que se quedara con ella y que la apoyara. Se habían dado cuenta lo buena persona que podía llegar a ser, además a él le debía su vida, siempre le estaría agradecida. Ahora la cuidaba, la ayudaba, la apoyaba, era uno de sus mejores amigos, tal vez el mejor, ¿quién lo iba a imaginar hasta hace apenas unos meses? Era increíble, y sin embargo ahí estaba, cuando más lo necesitaba…
- Gracias Draco- volvió a agradecer la castaña y ya más claramente, había dejado de llorar pero la tristeza seguía ahí.
- De nada Herms, ¿ya más tranquila?
- Sí, gracias de nuevo, hace un frío de los mil diablos pero te quedaste conmigo, realmente no quiero ir adentro.- soltó un poco acongojada todavía.
- Ya, no te preocupes, no puedes estar sola a estas horas y menos aquí afuera… Y… ¿me podrías decir por qué estabas así de triste?
Hermione volvió a perder la vista en las aguas del lago… ¿por qué siempre pasaba lo mismo? Eran novios y era imposible que se siguieran peleando, pero es que Ron…
- Hm.… pues, fue por… Ronald y yo peleamos de nuevo- respondió con un leve dejo de tristeza, ya no quería ponerse así por cada tontería que su novio soltara, eran demasiado frecuentes pero a veces la hería de verdad.
El chico de ojos grises ya lo imaginaba, sintió una punzada de enojo, no sabía si quería escuchar el por qué de su pelea, no le gustaba nada que Ron hiciera estupidez y media y desperdiciara la oportunidad que tenía con Hermione… oportunidad por la cual él daría lo que fuera…
- ¡Ah ya!- exclamó por fin, tras un breve silencio- y… ¿qué te hizo ahora eh?- intentó disimular el tono molesto de su voz pero sin conseguirlo demasiado.
- Pues… digamos que a él y a Harry se les ocurrió un plan muy arriesgado para cerciorarse de que existía el séptimo Horcrux, ya sabes, el que no estamos seguros si Voldemort logró hacer o no y pues, el plan es regresar el tiempo hasta una o dos noches antes del asesinato de los padres de Harry, con un giratiempo…
"¡Vaya!" pensó Draco, sí que era arriesgado aunque una opción segura para investigar, además seguro que Dumbledore no lo permitiría ¿o sí? Y todavía no encontraba la razón de su pelea…
- Pero supongo que el profesor Dumbledore no lo permitirá y, aunque es buena idea, sigue siendo algo insensato y peligroso…- opinó el chico.
- ¡Já!- soltó la castaña irónicamente- pues estoy de acuerdo en tu último comentario pero te equivocas en el primero…
- ¿Cómo?- preguntó incrédulo- no me digas que Dumbledore aprobó semejante cosa porque no… ¿o sí?- agregó al ver la cara de su amiga.
- Tan lo aprobó que cuando quise convencer a Ron de que era algo muy peligroso, casi una locura, me echó en cara que sólo porque esta vez "la buena y grandiosa idea" no la tuve yo ¡me molestaba! ¿Has escuchado semejante idiotez?- bramó enfadada- y que "sería una novedad que no me preocupara tener todas las respuestas", ¿puedes creerlo?, que sólo me importa tener la razón y…y- se le quebró de nuevo la voz por lo que bajo la mirada como si el césped fuera lo más interesante en el mundo.
Draco, que no había interrumpido, ya sabía por qué se habían peleado… "¿Cómo podía pensar en eso cuando ella sólo se preocupaba porque no le pasara nada?" pensó enfadado, porque eso era, Hermione no quería que le pasara nada a Ron, y Harry y Ginny, pero sobre todo a Ron… y ciertamente, Hermione le confirmo sus dolorosas sospechas:
- No entiendo cómo puede decir tanta estupidez si lo único que… lo único que yo… que yo quiero es…-las lágrimas amenazaban con salir de nuevo, la voz se le quebraba más que antes- que…¡QUE NO LE PASE NADA!- gritó por fin, sentía tanta impotencia que su novio no pudiera entenderlo- yo no quiero que les pase nada, es muy peligroso, ¡Podrían pasar muchas cosas Draco!- dijo desesperada- no quiero que le pase nada a ninguno, ni a Harry, ni a Ginny, ni a Ron, ni a ti…
Draco sintió una sensación de calor que se le extendía por todo el cuerpo, había sentido como si un puñetazo se le estampara en la cara con ese último comentario… también se preocupaba por él… aunque fuera como amigos pero ¡Se había preocupado por él! Ante eso no pudo reprimir el impulso de abrazarla.
- Es que… te juro que si les pasa algo yo me muero Draco, ¡Me muero!, por eso le dije que era peligroso, no por hacerme la importante ni mucho menos, sólo quiero que estén bien, podemos buscar otra forma de averiguar lo del Horcrux- le dijo la castaña mirándolo, estaba muy preocupada- puede haber otra manera, Dumbledore necesita que vayamos a su despacho mañana a discutir lo del plan de regresar en el tiempo, pero prométeme que no lo apoyarás, no…¡no soportaría que pasase algo malo!
Y de alguna forma Draco sabía que la iba a apoyar, eso en definitiva era una locura, él tampoco permitiría ni soportaría que les sucediera algo malo por semejante plan…
Cuando por fin Draco logro convencer a Hermione de que regresaran dentro del castillo ya era demasiado tarde, la luz del sol empezaba a notarse por el horizonte cuando los dos chicos atravesaron las puertas de roble y doblaron en el pasillo que conducía a la torre de Gryffindor; Hermione iba un poco más calmada, sin duda el haberse podido desahogar con alguien había sido de gran ayuda, lo único en lo que pensaba ahora era en darse un baño para después bajar a desayunar y tener fuerzas antes de toparse con Ron… el problema era que él ya se encontraba ahí esperando.
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Espero señales de vida (:
