Bueno¡¡¡¡aquí llego de nuevo!!!! Para fastidiaros con otro nuevo fic. Esta vez será uno más largo de lo acostumbrado (o eso pretenderé XD). Todo esto comenzó debido a un trueque
que hice con RukiaU. Ella me hacía un fic YonIta (Sigo esperando pedazo de mala persona) y yo le hacía a ella un NaruSasu lemon. Lo cierto es que pretendía concevir una historia que durase un ONESHOT pero me llegó esta idea a la cabeza y fui incapaz de quitármela de encima. Así que: Aquí teneis.
Disclaimer: Nada me pertenece, menos la historia. Que la creé yo y solo yo. Los personajes son cortesía de Masashi Kishimoto, el cual ha creado una pedazo serie y se esta haciendo de oro (El muy...)
Advertencias: Bueno empecemos: UA (Universo Alternativo) Yaoi (Amor entre hombres) Het (Amor entre ambos sexos) Lemon (Sexo[Mucho)
Parejas: Sólo para preveniros que luego no quiero sorpresas. NaruSasu (Si Naruto será seme), YonIta (No me puedo resistir [para los que no lo sepan: YondaimeXItachi) SaiSaku, NejiHina, ShikaTema, KakaIru, SasoDei (Rulzzzzz) Unas pocas insinuaciones de GaaNaru y SaiNaru.
En fin Ruki. Aquí me tienes. Ahora tienes que seguir con "El problema de Itachi".
¡ESPERO QUE OS GUSTE!
Prólogo: Recuerdos Lejanos
Los sonidos de los aviones despegando y aterrizando no llegaban al interior del aeropuerto gracias a los fuertes cristales insonorizadores que protegían a las persona en su interior. Estas a penas se percataban de ese hecho debido al incesante trajín de maletas, retrasos y carreras que llevaban de un lado a otro. Tampoco es que los anuncios del estilo: "Atención señores pasajeros el vuelo Alfa 735 con destino Hawái va a efectuar sus salida por el muelle 2" dejasen oír mucho y más si los turistas hablaban entre sí.
-¡Ah, qué bien¡Por fin en Konoha!- dijo un hombre de unos 27 años echándose el largo pelo negro hacia atrás de forma creída. Muchos de los viajeros que allí facturaban su equipaje se le quedaron mirando con los ojos como platos al reconocerle. Ese hombre pálido de largos mechones azabaches y ojos negros con ojeras escondidos detrás de unas gafas de sol era el famoso actor Itachi Uchiha.
Itachi estiró los brazos con infinito gusto mientras esperaba a alguien que iba más atrás cargado con un maletín, una maleta mediana y dos el doble de grande. Sus cabellos azulados se movían al compás que él, crenado el efecto de péndulo.
-Itachi, podrías ayudar un poco para variar. No te morirás ¿sabes?- se quejó Sasuke dejando las dos maletas gigantes en el suelo.
-Te he dicho millones de veces que me llames nii-san, acentúa tu violabilidad (N/A¿Existe esa palabra?)- pronunció el mayor con una sonrisa autosuficiente en su bello rostro-. Además no tengo que arriesgar mi físico por dos maletas innecesarias.
Sasuke sonrió.
-¡Ah, bueno¡Si son innecesarias!- Dicho esto se fue, dejando al pelinegro con sus maletas.
-¿QUÉ¡Ototo-kun¡No me dejes solo!- Al ver cómo un grupo de chicas le miraba con ojos brillantes, agarró las dos maletas y salió de allí por patas alcanzando a su hermano en la puerta. Este se había quedado mirando a la nada.
A aquella ciudad le ligaban tantos recuerdos que no sabía ni cual empezar a recordar. Los coches iban y venían de un lado al otro, llenando la calle de ruido de motores y bocinas. Itachi dejó sus dos maletas en el suelo y miró a su alrededor, buscando un taxi.
-¡Taxi!- gritó levantando la mano. Todos los coches pasaban de largo incluso con el actor haciendo aspavientos con los brazos mientras daba saltitos en la acera. A Sasuke le apareció una gotita de sudor en la frente y miró hacia otro lado-. JODER- gritó Itachi enfadado-¿Es que no hay transporte público libre en esta ciudad o qué?
Nada más decir esas palabras un coche negro y moderno se paró justo frente a él. Mientras el Uchiha mayor lo miraba como fuese un extraño ser de otro planeta, la puerta del conductor se abrió y de ella salió una brillante cabellera rosa.
-¿Buscan transporte caballeros?- preguntó con una radiante sonrisa. Sasuke se la devolvió y se acercó a ella.
-Veo que recibiste mi mensaje, Sakura- comentó el peliazul sin borrar la sonrisa de su rostro y dejando la maleta en el suelo. El pelinegro puso los ojos como platos.
-Omg… ¿Esta es la pequeña Sakurita?
Una venita apareció en la frente de la pelirrosa y se dirigió al actor con mirada furiosa.
-¿"Pequeña Sakurita"?- preguntó con sus hermosos ojos verdes fijos en él. Itachi retrocedió un paso.
-Es obvio que ya no lo eres. Menudo cambiazo.
Sakura suspiró, intentando relajarse. Se dirigió al maletero y, con la ayuda de los dos Uchiha, metieron las maletas en él. Luego se subieron al coche y la Haruno arrancó, dirección a la mansión Uchiha.
-Y bueno¿qué tal tú?- preguntó Itachi a Sakura con verdadero interés, girándose en el asiento del copiloto para mirar directamente a la joven.
-Pues…estoy en 4º de medicina, trabajo como camarera y doy clases de King Boxing- respondió cómo si nada atenta al semáforo en el que se había parado.
Tanto Sasuke, en el asiento trasero, como Itachi fliparon en colores al oír a la chica soltar esa retahíla con tal naturalidad. Cuando Sakura aceleró los dos se echaron un poco hacia atrás debido al movimiento.
-Perfecto. Muy bien Sakura- la alabó Sasuke con una sonrisa. Su hermano mayor se giró en su asiento para mirarlo como si estuviese mal de la mollera.
-Pero entonces ¿cuándo respiras, comes y duermes?- inquirió con vocecita graciosa.
La pelirrosa lanzó una sonrisa de circunstancias a Sasuke a través del retrovisor. Este se la devolvió con cara del tipo: "Es así, no intentes cambiarlo".
-Por cierto, Sasuke- llamó la chica cambiando de marcha y sin quitar la vista del frente, atenta al tráfico (N/A: Para ser conductor de primera…)
-Dígame, doctora- contestó Sasuke con una sonrisita.
La risa mal disimulada de Itachi llenó el coche de la pelirrosa. Esta volvió a dirigir su mirada al Uchiha menor, ignorando por completo al moreno.
-Quería decirte que tienes una forma muy curiosa de cumplir tus promesas.
Él no le respondió. A decir verdad ni siquiera se inmutó por lo que había dicho. Se encogió de hombros y empezó a mirar por la ventana con los pensamientos puestos en el ya archiconocido pasado.
FLASHBACK.
Como cada día, Sasuke se dirigió al bar dónde normalmente se reunía Sakura, Sai, Naruto y él. Se sentó en la misma mesa de siempre, quitándose las gafas de sol y sintiendo cómo las chicas de siempre le miraban con una mezcla de adoración y deseos nada sanos…al menos para él. Tosió levemente. Había estado más de una semana enfermo durante la cual Sakura no había dejado que nadie le visitase. Eso incluía a su rubio favorito.
Justo esos pensamientos pasaban por la mente del atractivo moreno cuando un borrón naranja y amarillo se abalanzó sobre él haciendo que sus brazos rodeasen su cintura y su cara quedase justo en el hueco de su cuello.
-¡Sasuke-teme, dattebayo¡Te he echado mucho de menos, bastardo!- la voz chillona, el olor a ramen y su para nada discreto saludo, como que les estaba mirando todo el condenado bar, le hicieron vez a Sasuke que el que se había tirado sobre él era su adorable kitsune. Un leve sonrojo acudió a sus mejillas. Todas la mujeres les miraban pensando cosas raras pero para nada erróneas ya que, efectivamente, él y Naruto eran pareja.
Antes de que ninguno de los dos pudiese reaccionar a tiempo, Sakura quitó al rubio del regazo del moreno cogiéndole de la oreja y chillándole en ella.
-¿Qué te he dicho sobre tirarse encima de Sasuke-kun mientras no está recuperado del todo?
El pobre Uzumaki intentaba liberar su oreja de esa bestia parda que tenía por amiga, con dos lagrimones cayéndole de los ojos.
-Itaeeeeee ¡Sakura-chan¡Eso duele, dattebayo!
-Así es como me gusta Sakura: bestia y abusona en todo momento .
La incorporación de una cuarta voz en la conversación hizo que Naruto y Sakura se separasen, esta última mirando a Sai con obvias intenciones.
-Un capón…te mereces un buen capón- susurró la chica arremangándose el jersey rosa que llevaba puesto.
El moreno se sentó a un lado de Sasuke mientras que el rubio se sentaba frente a él. Sakura ocupó el lugar que restaba mirando al moreno que tenía frente a él con cara de odio.
-Sakura…-le reprendió el otro moreno clavando en ella sus profundos ojos negros.
La chica frunció el labio de forma mona y se cruzó de brazos, dolida. Naruto sonrió. Si es que Sasuke podía con todos…pero no con él. Sonrió aún más. Seguro que esa noche el moreno querría tomarse la revancha después de una semana en inactividad. Pero no podría con él…nunca podía. Era demasiado… ¿Cómo denominarlo? Demasiado ukil.
Miró a Sasuke, este le devolvió la mirada. No cabía la menor duda. Con esa mirada le estaba pidiendo a gritos un buen polvo. Se quitó esos pensamientos de la cabeza. Si seguía así se iba a excitar antes de tiempo. Le dedicó su típica sonrisa zorruna, él le devolvió una arrogante a la cual le tenía totalmente acostumbrado.
-Bueno, Sasuke-teme. ¿Cómo te encuentras hoy, dattebayo?- le preguntó el rubio con doble sentido.
-Creo que me has pegado algo porque hoy me siento bastante…juguetón.
Menos mal que era moreno y el rubor no se le notaba demasiado…porque si no…
-Aparte quería hablaros de una interesantísima llamada que he recibido hoy a primera hora.
Sus tres compañeros se inclinaron para oír más.
-Cuenta Uchiha-bastardo- indicó Sai. Sasuke, acostumbrado a sus provocaciones no le hizo ni el menor caso y se dirigió especialmente a Naruto y Sakura.
-Era mi hermano.
Los otros dos miraron a Sasuke entre la sorpresa y la alegría.
-¿Itachi-san?- cuestionó Naruto. El Uchiha enarcó una ceja, divertido.
-¿Acaso tengo otro hermano, usuratonkachi?- respondió preguntando y con una gran carga irónica. Naruto se enfurruñó y miró a otro lado.
-¡Hace siglos que no le vemos!- exclamó Sakura, ignorando por completo el intercambio que se traían sus compañeros-. ¿Cómo está¿Qué tal su trabajo?
Sasuke levantó una mano para parar las interminables preguntas de la pelirrosa.
-Bien. Pero me propuso algo- el moreno tomó aire. Ahora venía lo difícil. La azulada mirada de Naruto se volvió a clavar en la suya, animándole a continuar. Agradeció interiormente ese ánimo-. Me propuso ir a vivir con él para poder ir a alguna universidad buena.
Sakura abrió la boca cómo si fuese un buzón de correos, Naruto puso los ojos como platos y Sai miró al Uchiha con evidente envidia.
-Te odio, Uchiha-bastardo.
El nombrado le miró con superioridad.
-Eso ya lo sabía. Hago todo lo posible para que me odies.
-Pero¿para vivir para siempre?
Esa pregunta había salido de los labios de Naruto el cual miraba a Sasuke más firmemente y seriamente de lo que había mirado a nadie jamás. Ese simple gesto bastó para que a Sasuke le revolviesen los remordimientos. Sabía que se iba a encontrar resistencia por parte de sus amigos y, sobretodo, por parte de su zorrito. Pero…esa mirada…
-Compréndelo, Naruto- le pidió el peliazul de forma desesperada. Era su último recurso. No quería perder esa oportunidad, pero le dolía separarse de él-. Es mi gran oportunidad.
Naruto explotó.
-Lo comprendo. Pero¡no lo acepto, dattebayo!- exclamó con rabia contenida. Se fue del bar con todas las miradas fijas en él. Sasuke suspiró, hastiado.
-Ese dobe. No puede hacer un mutis silencioso como todas las personas normales y corrientes…- rezongó por lo bajo levantándose. Estaba dispuesto a seguir al Uzumaki. Al menos debía explicarle los motivos de porque aceptar esa propuesta. Se despidió cordialmente de Sai y Sakura y salió de allí pitando. La pelirrosa clavó un codo en la mesa y dirigió sus ojos verdes a los negros de Sai.
-Recuérdame que nunca tenga pareja.
FIN FLASHBACK.
-Ya hemos llegado.
El anuncio de Sakura sacó a Sasuke de sus pensamientos. Ese recuerdo era tan vivo que parecía un recuerdo reciente. Nada más lejos de la realidad, hacía cuatro años que eso había ocurrido. Cuatro. Se decía rápido pero denotaban un gran periodo de tiempo.
Se bajó del coche, aún circunspecto mientras Itachi se desperezaba y miraba la mansión por primera vez en seis años.
-Vaya. Esto sigue igual de viejo que la última vez que lo vi.
Sakura sonrió.
-Entre todos contratamos a alguien para que la limpiase y la mantuviese intacta. Desde que Sasuke-kun se fue nadie ha vivido en ella- comentó sacando las maletas con ayuda de Itachi-. Lo cual quiere decir que tampoco hay comida, así que os toca comprar- cerró el maletero-. Cómo comprenderéis yo no pensaba usar parte de mi mínimo sueldo que gasto para la universidad y las clases en dar de comer a dos bakas como vosotros.
Itachi la miró, dolido.
-Eso es un golpe bajo, Sakura.
La pelirrosa se dirigió a la puerta de conductor.
-Se siente. Haber nacido más hábiles- dijo mirando a Itachi fijamente-. Mañana por la noche hay una fiesta de disfraces para celebrar el compromiso de Shikamaru y Temari. ¿Vendréis?
Al Uchiha mayor le brillaron los ojos.
-Siiiiiiii. FIESTAAAAA- gritó Itachi como un poseso. Sasuke le miró como si estuviese loco.
-De verdad, Sakura, no creo que sea una buena ide…
No pudo terminar la frase, Itachi se lo prohibió tapando su boca con la mano.
-Sakura no hagas caso a mi ototo-baka. Iremos. Yo me ocuparé de que este introvertido y borde de pacotilla vaya disfrazado- miró a su hermano con un brillito malvado en los ojos. Por un momento Sakura y Sasuke habrían jurado que sus ojos se volvían de un brillante color rojo sangre-. Y creo que tengo una ligera idea de que disfraz llevará.
Sasuke se encogió del terror mientras Sakura le miraba con compasión.
-No… cualquier cosa menos ese.
-Kukukuku estarás monísimo, Sasu-chan.
Sakura huyó con el coche a velocidad de vértigo y Sasuke tragó saliva. Que Kami le ayudase.
Pobre Sasuke. A veces me da pena y todo (Muy pocas, a decir verdad).
En el próximo capítulo aparecerá Naruto, una embarazadísima Hinata y se descubrirá el motivo que impulsó a Itachi a probar suerte en el cine e irse de Konoha.
¿A que me dejais reviews? .
