Nueva historiaa!
que fuerte, no tenía pensado subirla hoy xDD
pero por cierta primita... lo haré. no quiero que luego se me queje ¬¬
eenfin, ya se que hace un tiempo hice un One-Shot sobre Natsumi y Roccoco, y realmente me gustaban como pareja, pero Natsumi me pega más con otro chico que... bueno, ya lo vereis.
por eso, y gracias a alguna recomendación en unas decisiones de mi querida Señorita Sharp, he creado mi nueva O.C, Kyaria Akemi.
en el fic habrá distintas parejas que espero que no os disgusten demasiado, y tambien la participacion de alguna de mis .
bueeno, me despido por el momento.
espero que lo disfruteis y que os guste!
En la isla Liccot, estaba atardeciendo.
A pesar de lo hermoso que era todo por allí, junto al río no todo era felicidad.
Una joven pareja discutía.
La chica, con el pelo castaño cayendo rizo por su espalda, intentaba mantenerse serena, pero el chico, de piel oscura y pelo azul, no pretendía relajarse.
- ¿Cuando pensabas hablarme de el?
- Te he dicho que no creía que podría volver a sentir algo por el.
- Pero lo has hecho. ¿Como me haces esto? es como si me hubieras utilizado.
- ¡No! créeme, Roccoco, no te utilicé. Jamás podría utilizarte. Solo que...
- ¿Qué, Natsumi?
- Yo... ya no te quiero.
Roccoco bajó la cabeza. No podía creer que aquello estuviera pasando. Pero esa era la realidad.
- ¿Que ya no me quieres? di mejor que nunca me has querido. Yo solo fui un reemplazo temporal.
- Piensa lo que quieras. Pero yo ya no puedo estar contigo.
Natsumi se dio la vuelta y se dispuso a irse.
- ¿Y te vas a ir así? ¿Dejarás el equipo después de todo lo que ha pasado? ¿Me vas a dejar a mí?
- si. Lo siento. Pero me vuelvo al Inazuma Japan.
El chico se quedo ahí de pie, junto al río.
No sabía en lo que pensar.
Maldita isla.
Natsumi había empezado a estar rara desde que habían llegado.
¿Quien seria ese chico?
Roccoco sentía rabia por haber sido utilizado de aquella manera. Y ni siquiera sabía a quien había suplantado todo ese tiempo. Pero lo descubriría.
La rabia dejó paso a la tristeza.
Se sentó en la orilla del río con la cabeza baja.
¿Por que Natsumi le hacia esto?
El le había dado tanto... que ingenuo había sido...
Creía que ella le quería, y solamente lo había usado.
Rodeó sus rodillas con los brazos y hundió su cabeza en ellas.
¿Qué iba a hacer ahora?
El la quería.
Y de repente, debía olvidarla. Pero no podía.
Natsumi lo era todo para el.
Pero claro, ella ya había perdido el interés en su relación.
Dos lágrimas se deslizaron por su rostro.
No quería llorar por ella, pero le había hecho daño.
Aquella noche, en la playa, habían tenido su primer beso.
Ahora se daba cuenta de que para ella no había significado nada.
- Oye, ¿estás bien?
Una hermosa voz femenina lo sacó de inmediato de sus pensamientos.
Levantó la cabeza lentamente y la miró.
Era una chica preciosa, con el pelo violeta oscuro largo hasta la cintura, y unos preciosísimos ojos ambarinos.
Era toda una belleza de chica, la verdad. Pero Roccoco no veía hermosura en aquellos momentos. No podía.
¿Por que esa chica le estaba hablando?
- Eh... ¿que?
- Te he preguntado si estabas bien.
- ... si, si... estoy bien.
La chica se fijó en sus ojos, e inmediatamente sacó un pañuelo de seda de su bolso.
Se puso de puntillas frente a el, y le tendió el pañuelo para que lo cogiera.
- Toma, límpiate.
- Yo... ¡yo no estaba llorando!
- ¿Y quien ha dicho que estuvieras llorando? solo te he dicho que te limpiaras.
Roccoco acepto el pañuelo a regañadientes y se limpio.
La chica sonrió satisfecha.
- ¿Tu no eres el portero del Little Giants? ¿el que ha ganado al Orpheus hace unos días?
- eh... si. Me llamo Roccoco.
- Yo soy Akemi.
- Encantado... ¿has visto el partido?
- Claro. En un principio iba para apoyar al Orpheus, pero la verdad, estuvisteis increíbles. Eres un portero impresionante.
- Gracias, supongo... ¿has venido a la isla solo por el Orpheus? no creo que sigan mucho aquí tras perder las semifinales.
- En realidad no he venido por ellos. Solo quería apoyarlos, hice buenas amistades en ese equipo.
- ¿Por quien has venido entonces?
- Inazuma Japan. ¡Que casualidad que sean tus próximos rivales! será un partido alucinante.
- ¿Japón? genial...
- ¿Qué pasa con Japón?
No sabía si debía hablar de aquello con una desconocida. Pero parecía una chica muy amable.
- ¿No conocerás por casualidad a una chica? se llama Natsumi.
- ¿Raimon? como para no conocerla. La conozco desde que era pequeña.
- Vaya. ¿Sois amigas?
- ¿Bromeas? es una hipócrita. Jamás me juntaría con ella.
El chico se mordió el labio. Hipócrita. Justo lo que el pensaba en esos momentos. Esa chica estaba empezando a caerle bien.
Aunque se sentía un poco mejor, volvió a bajar la cabeza mientras dejaba que las lágrimas brotaran.
La chica lo notó. Pero no sabía que hacer.
No conocía a ese chico de nada, y ya de por si no se le daba muy bien lo de consolar.
Supuso que lo más normal sería un abrazo, aunque no sabía si podría resultar violento.
Pero no lo pensó demasiado. Ese chico necesitaba ayuda.
Le rodeó el cuerpo con los brazos y apoyó la cabeza del chico en su pecho.
Roccoco se sorprendió, pero no dijo nada.
La verdad era que necesitaba alguna muestra de apoyo. Esa chica era muy amable.
Su tacto era muy confortable, y le tranquilizaba.
Tras un rato, el chico comenzaba a inquietarse, ya que Akemi no se movía, así que se separó de ella.
Akemi lo miró, comprendiendo. Sonrió intentando calmarlo.
- Se que no querrás, pero si te apetece puedes contarme lo que te pasa.
- No, no... Gracias. Estoy bien. Solo es un mal día.
- Está bien. No conviene hablar demasiado con una desconocida - sonrió-. Bueno, Roccoco, lo siento, pero se está haciendo tarde. Me tengo que ir.
- Claro, no te preocupes.
- Oye... si te sientes mal y te apetece hablar, o lo que sea, si quieres puedes venir a verme. Estoy siempre en la residencia del Inazuma Japan.
- Pues... gracias, lo pensare.
- Adiós, ya nos veremos. O bueno, en todo caso te veré yo a ti en el partido. ¡Adiós!
- Adiós.
La chica caminó deprisa hasta que se detuvo a unos pasos, se giró y le habló de nuevo.
- ¿Sabes, Roccoco? no se lo que te habrá hecho esa chica, pero es una estúpida. Eres un encanto. No deberías estar triste por una tonta. ¡Cuídate!
Y dicho esto, se fue.
Roccoco no salía de su asombro. ¿Como había sabido Akemi que se trataba de una chica?
¿Tan evidente era?
No quería pensar en eso.
Solo el pensar en Natsumi le destrozaba.
Pero le consolaba un poco el hecho de que podría hacer una nueva amiga.
No sabía si debía confiar tan pronto, pero esa chica parecía de confianza.
Debía pensar antes de actuar.
Después de todo, si iba a verla, se encontraría con Natsumi...
Observó el pañuelo de Akemi. Se le había olvidado devolvérselo.
Llevaba las iniciales K. I. grabados en hilo plateado.
Tendría que llevárselo…
.
.
.
Inazuma Eleven no me pertenece...
igualmente soñar es gratis xD
