Muy bien y aquí vamos con una nueva historia! creo que el titulo las alertara sobre que trata XD Esta vez de acuerdo a su votación en mi fic pasado este será un GoldenQueen, espero que les guste, está situado en la temporada 4 justo después de que Regina va en busca de Robín a NY solo que para esta historia los detalles serán algo diferentes sobre todo el asunto de Gold, aquí no estará sufriendo por su corazón, ni Emma será el oscuro, además no existió nada entre él y Cora… y bueno no las entretengo mas y a leer!


-ella está embarazada – eso fue lo que salió de su boca luego de que ella lo mirara con confusión tras negarse a regresar a StoryBrooke.

Miles de pensamientos le pasaban por la cabeza pero más que nada lo que Robín noto fue esa mirada… esa mirada que no podría olvidar desde ese momento, era una mirada de decepción luego de enterarse de las nuevas noticias.

Cuando fueron al bar la charla no vario mucho.

-tu solo seguiste adelante… -suspiro Regina, se podía notar la decepción en su voz.

-estuvimos de acuerdo en seguir adelante – se excusó.

-si… lo sé y lo entendería si hubieran pasado años… pasaron dos meses Robín! –casi grito.

- eso no es justo… lo que paso no fue culpa de ninguno de los dos y mi pobre hijo… -agacho la cabeza –el cree que su madre está de vuelta y Zelena no seguirá con el hechizo de glamour, perderá a su madre de nuevo…

-con una poción de olvido se solucionaran las cosas, perderá tiempo pero eso sería lo mejor, el no recordara nada después de Zelena.

-gracias.

-de nada… ahora podemos irnos?

-Regina tenemos que hablar de nosotros. –intento tomarla de la mano pero ella se alejó de inmediato.

-no hay nada que hablar Robín, tendrás un hijo con ella… y lo siento pero no estoy bien con eso, eres bienvenido a volver a StoryBrooke con ella si lo deseas pero… el tú y yo ya no existe más.

-Regina…

-dos meses Robín… lo siento pero no lo entiendo, tal vez lo nuestro no estaba destinado después de todo, debería de saberlo… yo soy dueña de mi propio destino y ahora mismo quiero estar sola.

Al volver al departamento Zelena ya la esperaba con una sonrisa burlona.

-y bien? Nos vamos? –dijo Zelena para provocarla.

-tú te quedas querida… querías a Robín?... bueno eres bienvenida a quedártelo.

-ohhh arruine tu felicidad? –mientras hacia una mueca.

-mi felicidad no es un hombre, vamos Emma regresemos.

-no me pueden dejar aquí! –grito Zelena.

-ohh pero lo haremos querida, disfruta tu estadía. –le guiño el ojo.

-Regina… estas segura? –cuestiono Emma.

-lo estoy, Robín y yo hemos hablado.

-Zelena estará bajo mi supervisión, no podrá hacer magia. –respondió Robín.

-no, yo no quiero quedarme aquí!- seguía gritando Zelena.

-me temo que si querida… querías a Robín, una familia? Ahora la tienes, adiós –decía con una sonrisa, para luego dirigirse a Robín seria - asegúrate que Roland tome esto, así olvidara todo…buena suerte Robín.

Esa fue la última vez que Robín la vio, lo que no vio fue que al cruzar la puerta Regina casi se derrumba y fue Emma quien la sostuvo y notara como ella luchaba por no soltar un grito y sin poder evitar que las lágrimas la invadieran.

Al volver a StoryBrooke Regina se encerró en su mansión, no quiso saber nada de nadie, excepto Henry que era el único al que le permitía visitarla de vez en cuando, empezó a beber hasta quedarse dormida, a visitar la madriguera del conejo más a menudo, coquetear con extraños a los que disfrutaba hacerles creer que pasaría algo para luego abandonarlos.

Ya habían pasado más de seis meses y Regina estaba segura que en esos días Zelena había dado a luz al hijo de Robín, después de semanas se estaba recuperando, asistía al trabajo, bebía menos pero aún seguía sufriendo por lo ocurrido, decidió cerrar el ciclo de Robín con una noche más en la madriguera del conejo.

Al llegar ahí acaparo la mirada de los presentes, la reina lucía un vestido negro corto entallado que dejaba ver sus bien torneadas piernas y sus envidiables curvas, el escote era sumamente generoso, labios rojos y cabello suelto, tras beber por unos minutos el efecto del alcohol se empezaba a notar, varios hombres se acercaron a ella, sin embargo uno a uno fue despachando.

-parece que necesitas compañía… -se sentó a su lado Keith el que había sido el antiguo sheriff de Nottingham en el bosque encantado.

-te quedaron ganas de ser rostizado? –cuestiono burlona mientras se llevaba a la boca un trago de tequila.

-sabes, tu y yo hubiéramos podido funcionar Regina –se acercó más y con una mano le acaricio la pierna.

-si fuera tu yo no haría eso.

-y porque no? Vamos Regina estas sola… ambos somos atractivos –le volvió acariciar la pierna, esta vez subiendo más arriba de su falda.

-te lo advertí… -con un movimiento de manos salió volando golpeándose contra la pared. –el ex sheriff se levantó dándole una mirada de odio y alejándose de ahí.

No muy lejos de ellos un Gold también herido los observaba, desde que Belle lo había dejado por Will se había alejado del mundo, de vez en cuando iba a la madriguera del conejo sin embargo no conversaba con nadie.

Luego de unos minutos Regina estaba ebria, George el cantinero le había dicho que era suficiente, sin embargo la reina se negaba a irse.

-le pediré un taxi, señora alcaldesa. –le dijo el cantinero.

-no te atrevas… y lo digo enserio George –decía casi arrastrando las palabras.

-yo la llevare. –se acercó el ex sheriff a susurrarle al cantinero.

- no creo que sea buena idea. –contesto el cantinero.

-tu cierra la boca y déjamelo a mí. –decía casi amenazando.

Cuando Regina ya casi caía de lo ebria que estaba, sintió unos brazos que la levantaban.

-vamos su majestad es hora de llevarla a casa.

-qué?... –respondía con dificultad frunciendo el ceño al tratar de identificar quien la sostenía.

-andando, vamos… -seguía diciendo la voz masculina.

Regina con dificultad daba pasos lentos mientras que el hombre la sujetaba de la cintura, cuando salieron del bar, el ex Sheriff la recargo en su auto mientras abría la puerta.

-ya casi vamos a casa amor – abrió la puerta y cuando la tomo de la cintura para meterla al auto aprovecho para besarla, Regina volteo su cara pero el hombre lo siguió haciendo recorriendo su pierna con su mano hasta llegar a su intimidad, ella se quejó y trato de apartarlo pero estaba muy ebria para ello, por lo que él solo la empujo dentro del auto provocando que se golpeara la cabeza, cuando Regina reacciono y trato de mover su mano para convocar una bola de fuego, el hombre la acorralo con un arma. –ni si quiera lo intentes cariño - el ex sheriff estaba sonriendo cuando una fuerza desconocida lo saco del auto golpeándolo contra el auto que estaba aún lado.

Regina se reincorporo sin saber lo que pasaba y salió del auto viendo a un Gold parado y observando como el hombre se levantaba con dificultad, la borrachera sin dudas se había casi ido.

-si no quieres morir, te sugiero que corras muy muy rápido. –dijo con firmeza.

No tuvo que repetirlo cuando el tipo se fue corriendo de ahí, Regina aun lo miraba sorprendida.

-gracias –dijo apenada.

-parece que necesitas llegar a casa, puedo llevarte si quieres.

Regina dudo un poco, aun le tenía rencor por lo sucedido con Zelena, sin embargo acababa de salvarla, si él no hubiera intervenido no quería imaginarse lo que hubiera ocurrido.

-está bien –respondió seria y lo siguió a su auto.

Mientras Gold manejaba observaba a Regina, sin duda era una mujer muy atractiva –y que te llevo a casi morir por unos tragos de más? –cuestiono mientras seguía manejando.

-supongo que lo mismo que a ti te lleva ir a la madriguera del conejo.

-Robín? –pregunto serio.

-y supongo que Belle?. –Gold no dijo nada más, Regina noto que a pesar de todo él era alguien que estaba sufriendo de la misma manera que ella.

Al llegar a casa Regina se disponía a salir del auto cuando un mareo la detuvo, al recargarse en el auto para evitar perder el equilibrio se tocó la cabeza y justo en el nacimiento del cabello por su frente se tocó una herida que no había percibido antes.

-auuu –se quejó al tocarse.

-qué pasa? –Gold salió del auto y se acercó a ella. –creo que tienes una cortada ahí… necesitas que te vea bien así puedo sanarte.

-no es necesario.

-solo te curare.

Regina hizo una mueca pero abrió la puerta para luego con un ademan dejarlo pasar a la mansión.

Ahí se dirigieron a la sala y Regina se sentó en un sofá, Gold se sentó en la mesita de centro para estar frente a ella, le retiro el cabello con sumo cuidado hasta que observo una pequeña cortada ahí, estaban tan cerca el uno del otro que podían sentir el aliento, Gold puso la mano sobre la herida y después de un destello de luz Regina estaba curada.

-gracias.

-no hay nada que agradecer…siento lo que paso Regina –dijo sinceramente.

-no quiero hablar de eso –respondió seria.

-si te sirve de consuelo estoy en la misma situación. –sonrió ligeramente –Robín fue un tonto.

-y Belle también? –dijo sarcástica.

-yo fui el idiota ahí, pero Robín… -resoplo y enseguida el silencio los invadió.

-quieres un trago? –de pronto cuestiono haciendo que se sorprendiera Gold.

-me encantaría.

Ambos bebieron, Regina en alguna parte de la conversación le reclamo lo que había hecho pero luego de que Gold insistiera que Robín era un idiota por haberla dejado Regina no pudo estar más de acuerdo con él; eran pasadas las tres de la mañana cuando ambos estaban ligeramente ebrios.

-salud! –dijo Rumple chocándole la copa, para beberse su contenido de un solo trago –creo que es hora de que me vaya.

-gracias por todo –se paró de su lugar para acompañarlo y se detuvieron en la puerta –por encargarte de ese tipo y curarme.

-bueno en cuanto al tipo creo que no hubieras tenido problemas de deshacerte de el apenas arrancara el auto, el solo te tomo desprevenida… y en cuanto a eso –le toco la frente –no fue nada.

-de todas formas gracias. –se acercó a darle un beso en la mejilla cuando Gold volteo su cara y el beso le rozo los labios, Regina no reacciono, solo se limitó a verlo sorprendida, el mismo Gold lo estaba, no sabía que le había llevado a hacer eso, sin embargo al notar que no se movía se acercó y le beso de nuevo, esta vez lentamente.

Regina seguía sin moverse y cuando Gold trato de introducir su lengua ella le dio acceso, Gold le tomo la cara y ella se alejó un poco.

-que estamos haciendo? –cuestiono Regina mirándolo aun en shock.

Rumple la volvió a besar y esta vez Regina le respondió – yo solo sé que quiero seguir y tú? –le cuestiono ahora besándole el cuello lentamente.

Regina se separó un poco, Gold creyó que era para indicarle que se fuera, sin embargo Regina cerró la puerta y volvió a su boca, esta vez tomando la iniciativa.

Siete meses después…

-estás de acuerdo? –cuestiono Emma en la oficina de Regina.

-qué más puedo hacer?

-si te niegas te apoyare.

-Emma… lo nuestro está más que olvidado, Zelena trae el brazalete, no puede hacernos daño… por mí no hay problema, será incomodo… pero evitarlos será definitivamente algo que hare.

-muy bien, vayamos allá entonces.

Ambas se dirigieron a la línea de la ciudad, Robín había llamado a Regina y a Emma pidiendo la oportunidad de volver a StoryBrooke, la vida en la ciudad nunca fue lo suyo y extrañaba a sus hombres alegres, cuando llamo a Regina esta le había colgado el teléfono sin siquiera escucharlo, sin embargo Emma había contestado y después de meditarlo estuvieron de acuerdo en dejarlo volver, siempre y cuando vivieran alejados de Regina.

Cuando llegaron pudieron ver que esperaban en una vieja camioneta, Regina suspiro al observarlos, Roland estaba enorme a como lo había recordado y esperaba ansioso, Zelena se veía demacrada y hasta un tanto descuidada en su arreglo personal, pudo ver que tenía en brazos a un bebe, Regina trago hondo y se sorprendió por lo que estaba sintiendo, lo que estaba observando le resultaba incomodo pero ella pensaba que sería algo doloroso, al parecer Robín había quedado en el olvido.

-lista? –cuestiono Emma.

-cuando quieras. –respondió seria mientras Emma lanzaba el pergamino permitiendo que pudieran observar el camino y a ellas.

Robín le dio una ligera sonrisa y se acercó a ellas –Regina… quiero agradecerte por esto.

-no tienes nada que agradecerme.

Sin embargo en cuanto la observo con detenimiento, los ojos se le abrieron de más. –Regina…estas embarazada? –cuestiono incrédulo.

-lo estoy… las cosas han cambiado mucho, bienvenido a StoryBrooke.


Que les parece la historia? Que creen que pasara? O.o XDD Ohh no pude evitar poner a Regina embarazada, juro que deseo tanto que pase en la serie XDDD y habrá pequeños flashback sobre lo que paso esa noche con Gold además de los siete meses después, espero sus comentarios para saber si debo continuar y que quisieran leer, saludos!