Shinji-kun... siempre tan obstinado... hasta para morir lo era.

Cuando le vi en ese callejón, afectado por dos disparos, todavía tenía fuerzas para levantarse, no sé cómo podría, como he dicho... era obstinado

Pero ni su obstinación podía combatir contra su final... a los pocos segundos cayó desplomado, contra la acera, no pude creérmelo, ¡no podía morir!, ¡no en ese momento!, me acerqué corriendo para hacer lo que pudiera... hasta con desesperación le quité una Pluma Crepuscular a Minato para que siguiera vivo, se la acerqué con lágrimas en mis ojos, intentado que reaccionara, pero nada, ni se iluminaba, no funcionaba, ¿funciona si te mata una sombra pero no si te matan con un arma humana?, era ilógico...

Shinjiro todavía movía la mano, su gesto fue quitarme la pluma de las manos y tirarla por ahí

-¿Qué haces llorando?... je... no jodas... ¿tanto me echarás de menos?... venga, dame un descanso-

Mientras decía esas frases me secaba las lágrimas, hasta que su mano cayó de nuevo, ya sin vida, inmóvil, no pude hacer nada más que quedarme paralizado, faltaba menos de quince minutos para que la Hora Oscura finalizara, y mis compañeros me alentaban a que me fuera, pero no, les dije que cuando pasara esto, llamaría a la policía y haría ver como si el asesino hubiera escapado; Mitsuru le encontró lógica y se marchó

Tras marcharse el grupo, pude desquitarme y llorar como nunca había llorado, abrazado a Shinjiro con cariño, aunque estuviera frío, yo quería seguir dándole calor, le apretaba con los brazos, hasta esperaba a que llegara a soltar algún "¡Ay, me aprietas!"… bueno, siendo él, habría sido un "¡Mierda, suéltame!", y tras pensarlo un rato, le di un pequeño beso en los labios, quería pensar como hubiera reaccionado en ese momento si lo hubiera sentido... lo mismo me habría pegado un puñetazo de los suyos y se hubiera ido con cabreo a otro lado, si me hubiera hecho eso no me hubiera importado, eso seguro; así me mantuve durante diez minutos

Llamé a la policía pasado tan solo unos pocos segundos de que la Hora finalizara, no tardaron mucho en llegar, seguía abrazado a él, y me costó soltarlo, no quería separarme de él, pero, con resignación, le solté

Mientras se llevaban el cadáver solo podía pensar una cosa... Los que lo hicieron, ME LAS PAGARÁN