Perdón si se ofenen por el lenguaje y por favor corrijanme si me he equivocado el alguna cosa con respeco al fic.


Disclaimer: ya lo saben Inuyasha no me pertenece; pertenece a Rumiko takahashi,
excepto ,claro, los personajes creados por mi dentro de la historia, esta historia está hecha sin fines de lucro solo para diversión y entretenimiento de los lectores y mia. Prohibo el plagio de esta historia.

algunas aclaraciones:

Blablabla Palabra desconocida explicada al final del fic

—"blablabla"—Pensamientos de los personajes

—blablabla—Personajes hablando

—O.Ó¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,O.Ó —Cambio de tiempo ya sean unas horas o del sengoku a la era actual


El Remedio Milenario.

By KaItOsCaRlEt PF

ஜ ஜ CAPITULO 1 ஜ ஜ

De noche en la era del sengoku Kagome se encontraba despierta pues hace unas horas que Inuyasha se había ido a encontrar con la miko de barro, Kikyō, y pesar de haber aceptado que Inuyasha se encontrara con ella esto a Kagome no la dejaba conciliar el sueño pues tenía un raro presentimiento sobre esta noche.

—"Inuyasha, ¿Qué estas haciendo?"—Se preguntaba Kagome mientras veía que su reloj marcaba las 10:00pm.

—Inuyasha—Suspiró la joven viendo las estrellas.


Inuyasha se encontraba recargado en el árbol Goshinboku con la miko muerta en sus brazos; el Han'yō había corrido a abrazarla al verla y lo preocupó el hecho de verla mas pálida y mas fría de lo normal, además de las pequeñas ojeras que se asomaban bajo sus ojos.

—"Naraku ya me las pagarás, aunque me quede poco tiempo en este mundo"—Pensaba Kikyō mientras abrazaba al Hanyou—Inuyasha tengo que irme, después nos veremos—Kikyō se alejó de los brazos de Inuyasha y empezó a correr adentrandose en el bosque.

—Kikyō—Suspiró nuestro Han'yō favorito dandose la vuelta para marcharse al campamento en donde se encontraban sus amigos.

Se tardaría un poco pues aunque todavía faltaban algunas horas para que se despertaran, faltaba mucho trecho todavía para llegar al campamento; la Shinidama Chuu de Kikyō lo habia guiado a un lugar muy apartado esta vez. De pronto gracias a sus sensibles orejas captó algunos ruidos extraños cerca, así que decidió segirlos hasta llegar al lugar de donde provenían...el pozo devora huesos.

Cuando llegó notó que algo o alguien se quejaba dentro y decidió acercarse un poco a ver de que se trataba, pues no recordaba que Kagome hubiera viajado hacía su mundo.

—Auch—Se quejó la criatura dentro del pozo mirando a su alrededor.

—¡¿Qué hago en este lugar?!—Grito la extraña criatura alertando a Inuyasha quien estaba a unos pasos de el pozo y al oir semejante grito se había puesto en posición de defensa tomando la empuñadura de Tetsusaiga esperando a cualquier movimiento por parte del extraño.

—De seguro fue mi hermanita para molestarme otra vez; siempre ella y sus mañas, pero ya verá cuando la encuentre—Refunfuñaba la criatura soltando un gruñido.

Los movimientos dentro hicieron que Inuyasha desenvainara a Colmillo de acero preparandose para atacar. Unos minutos después salio una extraña criatura con expresion enojada y haciendo un gran esfuerzo para asomarse cayó sentada en el suelo causando un despliege de tierra.

—¡Me va a oir!—Gritó la extraña ojiazul pero cambiandoo su semblante furioso al oler a alguien mas y volteó para ver a Inuyasha con expresión de duda.

—¿Quién carajo eres tu?—Preguntó el de pelo color plata previniendo los desastres que causaría si aquella criatura de extraño vestuario fuera una enemiga pues debía reconocer que su poder era un poco alto.

"Y ahora que lo pienso sus ropas son parecidas a algunas que he visto en el mundo de Kagome, ademas eso que tiene en el cuello no es un Kotodama no Nenju"—Pensaba escéptico el ambarino sin apartar su mirada de la criatura quien lo miraba con una ceja arriba y una abajo, como si estuviera tratando de asimilar algo.

—¡¿Qué tanto me ves?!—Preguntó exasperado por la escutriñadora mirada de aquella extraña. Después de oír esto, la extraña criatura de pantalones militares relajo el frunce y se lo quedo mirando incrédula.

—"creo que ya se donde estoy"—Pensaba la rubia mientras adoptaba un frunce serio y se levantaba con un poco de esfuerzo del suelo, en lo que la de ojos azules se levantaba del suelo Inuyasha pudo notar como unas orejas negras se asomaban sobre su cabeza

Al levantarse la ojiazul tomo una pose arrogante de brazos cruzados y dijo en actitud de superioridad—A ti que te importa tonto—Este comentario fue un golpe para el gran orgullo del cual el ambarino era poseedor este saltó sobre la rubia quien lo esquivó con maestría, pero no escapando de caer sentada graciosamente tras haberse tropezado con una roca causando la estridente risa burlona de su adversario quien se acercó tratando de cortarla con su espada pero de nuevo fue esquivado.

—¿Piensas matarme?, por que si así lo quieres ven de una vez ¡inútil!—Y así se dio comienzo a una extraña pelea en la que uno utilizaba una espada gigante y otro sus garras, para defensa y ataque.

O.Ó¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸¸,O.Ó

—Qué bien dormí—Se levantaba bostezando la miko de pelo azabache quien a pesar de haber dormido unas escasas cinco horas había dormido como un tronco; al desperesarse se dio cuenta de que a unos metros, se encontraban sus amigos preparando la comida y se sorprendió un poco al no ver a Inuyasha reposando en un árbol o molestando a shippo asi que decidió peguntarles.

—Buenos días chicos, ¿Saben donde está Inuyasha?—Claro, aquel falso tono de felicidad que habia deseado saliera de su boca nunca lo hizo pero sus amigos afortunadamente hicieron caso omiso a ello.

—Buenos días Kagome—Dijo el pequeño Shippo saltando a los brazos de la miko.

—¿Cómo está señorita Kagome?—Pronunció el monje libidinoso, recibiendo un codazo por parte de la exterminadora al ver que la dulce miko bajaba su cabeza un poco.

—No te preocupes Kagome, ya volverá de todas maneras él se puede cuidar muy bien—Trato de alentar a su amiga. La linda miko se sentó en silencio respondiendo algunas veces a los comentarios y preguntas que hacian sus amigos al tratar de aliviarla.

—"Ese perro tonto, ya verá cuando lo vea"—Pensaba el pequeño zorro mientras veía como su madre adoptiva servía con aparente alegría la comida a todos.

De repente se escucho un sonido proveniente de los arbustos que tenían a su lado, esto causó que todos se pusieran alerta y prepararan sus armas para atacar a lo que sea que viniera de alli.

—¡Entregenme los fragmentos de la perla!—Gritaba un ogro saliendo de los arbustos.

—¡Hiraikotsu!—Gritó la exterminadora lanzando el boomerang gigante el cual atravesó el ogro por la mitad pero sorpresivamente este se volvió a unir dejando perplejos a los buscadores de la perla.

Se escucho un grito proveniente de la miko de ojos azabaches mientras una de sus flechas atravesaba el monstruo como si de mantequilla se tratase dejando perplejos a sus amigos quienes permanacían como espectadores viendo como el ogro era purificado con eficacia.

—Eres sorprendente Kagome, lo hiciste de un solo movimiento—Dijo Shippo feliz abrazandole las piernas.

—Señorita Kagome, déjeme decirle que en realidad a mejorado mucho con el arco—Dijo el ojiazul con una sonrisa mientras iba acercando su mano "maldita" hacia la parte posterior de la exterminadora.

—¡Monje Miroku!—Gritó muy enojada la exterminadora pegandole al ya nombrado fuertemente en su cabeza.

—Pero Sanguito, ¿Porqué me pegas?—Decía un monje muy adolorido sobándose instintivamente el chichon en su cabeza. Todo lo sucedido fue observado ante la atenta mirada de sus dos acompañantes quienes estallaron en carcajadas arrancándoles una sonrisa a el monje y la exterminadora al ver como su amiga reía gustosa.

De repente en los arbustos se escucharon algunos ruidos los cuales los alertaron de nuevo esperando otro atacante pero se asombraron al ver salir de los arbustos a un Inuyasha lleno de moretones y rasguños, en verdad muy magullado. La miko al verlo en tal estado se acercó rápidamente al albino y haciéndolo sentarse procedió a curarlo, pero esto no fue lo que mas les sorprendió a todos los presentes sino el hecho de que...¡el Han'yō no se había quejado!

—Inuyasha ¿Qué te sucedió? y ¿Porqué estas tan lastimado?—Exclamó con preocupación la joven sibila molestandose al no obtener respuesta por parte del Han'yō el cual abrió un poco la boca dando a entender que estaba mascullando algo

—Inuyasha ¿Porqué no me respondes?—Kagome ya se estaba desesperando al no oír algo por parte de su amado el cual se encontraba mirando hacía otro lado.

—"Feh esa maldita perra, ya verá cuando la encuentre"—Pensaba el albino tratando de levantarse con determinación, aunque le estuviera costando un poco, tal vez mucho, bien, en realidad le dolía cada centímetro de su cuerpo cosa que le dificultaba en demasía el pararse siquiera.

—¿A donde vas Inuyasha?, no he terminado de curarte—Dijo al ver que el ambarino luchaba por levantarse.

—¿Qué te pasa perro tonto?, ¿Porqué no le respondes a Kagome?—Exclamó recibiendo una mirada fúrica de parte de Inuyasha.

—Inuyasha, ¿Estás bien?, ¿Lo que sea con lo que peleaste te comió la lengua?—Preguntó el monje. Está frase lo hizo recordar la muchacha con la que horas antes había luchado cosa que lo enfureció así que con su velocidad habitual llegó a unos pasos del Monje y sucedió lo inevitable.

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—Inuyasha no tuviste que haber sido tan fuerte con él, ha pasado mucho tiempo y el monje Miroku no despierta—Regañó preocupada Kagome.

Hace algunas horas habían partido con el pobre y libidinoso monje el cual estaba desmayado desde que, para el resto del grupo, Inuyasha lo había golpeado sin razón.

—Inuyasha aunque sea, ¿Dinos por que lo golpeaste así?—Dijo un poco enojada con el Han'yō , la exterminadora que se encontraba cuidando del monje dormido en el lomo de su gata.

—Perro tonto, ¿Qué se subió a tu trasero?—Musitó en los brazos de Kagome el pequeño Yōkai pero Inuyasha no le dio la mas mínima importancia pues desde el punto de sus amigos , los cuales lo veían con gotas en la cabeza, parecía un perro tratando de encontrar algo con su olfato.

—"Esa perra tonta"—Meditaba el Hanyou sobre su creciente odio a la rubia que horas ántes lo había apaleado y lanzado con tal fuerza que lo hizo llegar al campamento en el que lo esperaban sus amigos.—"Maldita tonta, cuando llegue va a desear no haber nacido"—Pensó mientras gruñía mucho, demasiado para el gusto de sus asustados compañeros—"Esta espada lo único que hace es retrasarme"—Así sus compañeros fueron expectadores de como el Hanyou, cegado por la ira, dejaba en las manos de Kagome su espada y salía saltando a toda velocidad por los arboles.

—¡No!—Gritó Kagome con preocupación.

—Ese perro tonto a donde cree que va sin su espada—Dijo el kitsune con el seño fruncido mirando hacia donde se había alejado su amigo Han'yō.

—Lo mejor será seguirlo ántes de que cometa una locura—Sugirió el monje despertando de su gran letargo sentandose.

—Pero no creo que Kirara nos aguante a todos—Dijo un poco angustiada la exterminadora consciente de los estragos que podia causar su amigo de platinada cabellera sin la compañia de su espada.

—Tranquila Sango yo iré corriendo—Exclamó el Monje bajandose de la gata dejando espacio en ella para que se subieran el pequeño Kitsune y su amiga sacerdotisa.

—Vamos Kirara—Y así todos empezaron a perseguir al Han'yō quien sospechosamente se dirigía a la aldea de aquella vieja sacerdotisa cosa a la cual no le dieron la importancia necesaria.

Mientras dentro del pozo devora huesos se encontraba la criatura de pantalones militares con algunos rasguños pero su ropa estaba misteriosamente intacta.

—Maldito Inuyasha—Decía la anteriormente contrincante del albino mientras despertaba —"Hermana mía, mira que volver al mundo de el Han'yō y sus amigos"—Pensaba la ojiazul mientras veía al exterior del pozo y se encontraba con el bello azul del cielo, lo cual solo significaba una cosa.

"Oh no, que no sea lo que estoy pensando"—Se repetía una y otra vez la rubia degradada mientras escalaba dificultosamente por las paredes del pozo—Oh no—Fue lo único que dijo ántes de cerrar los ojosy apretar los puños hasta mas no poder cual volcán a punto de explotar, poco a poco sus heridas sanaron soltando un pequeño vapor rojo; cuando nuestra invitada estaba por explotar notandose como la vena en su frente se hacía cada vez mas grande y unas marcas al estilo Naruto furioso se notaban mas, ademas del pequeño humo que empezó a manar de ella, habló un poco para si misma.

—"Tranquilizate Coraline, tú puedes vamos, no te dejes descontrolar por ese estúpido...¡es tan exasperante! , como se atreve a golpearme ese Inútil"—Pensaba tratando de apaciguarse, algo que no estaba funcionando a juzgar por la liberación de energía demoniaca junto con el gran grito de fúria que provenía de la rubia.


Cerca de allí una sacerdotisa viajera escuchó el grito y corrió a ver que pasaba, pronto se sorprendió al ver a una Han'yō, denotada así por sus orejas, emanar tanto poder. Antes de siquiera respirar la Han'yō se había dado cuenta de la presencia de la sacerdotisa y clamando por saciar su sed de sangre con esa sacerdotisa se acercó a ella pero esta en un rápido movimiento formó un sello con sus manos al rededor de una flecha sagrada y poniendola en su arco...disparó.

Después todo ocurrió en camara lenta para Coraline, por un lado estaba la flecha con un potente poder sagrado y por el otro estaba ella petrificada; pronto sintió como una filosa punta le daba justo en el pecho clavandola en el arbol detrás de ella, percibió una fuerte energía que le nublaba cada uno de los sentidos, poco a poco su poder iba disminuyendo, su vida pasó delante de sus ojos de pronto se arrepintió por haber retado a su hermana y haberla hecho enojar, pudo percibir con el poco tacto que le quedaba el dolor, aquel que no se parecía a los miles de osuwaris por parte de su hermana cuando se enojaba; pronto dejó de sentir y se sumergió en un oscuro sueño.

—Vaya al parecer hice bien sellandola en ese arbol así no causará problemas—Dijo fijandose mas en la extraña ropa que utilizaba esa Hanyou

—Qué raro se viste, ademas tiene un Kotodama no Nenju, cuando llegue a la aldea le preguntaré a Kaede si fue ella quien le puso ese collar—Exclamó marchandose hacia su destino.

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—¿Qué le pasa a Inuyasha?, está un poco extraño—Musitó la sacerdotisa Kaede viendo como el Han'yō se encontraba moviendo sus orejas de un lado a otro con las manos entre su Haori y su espada, por fin habían logrado calmarlo cuando llegó a la aldea con su forma de demonio y fue sentado hasta conocer el centro de la tierra.

—No se, desde que llegó al campamento ha estado como loco, tiene una herida en el pecho que se veía muy mal cuando lo curé y además no ha hablado—Reclamó Kagome al ver como el Han'yō se tensaba de vez en cuando por algún ruido afuera.

—Kagome creo que deberías ver sus heridas, es obvio que por alguna razón se ha quedado mudo pues es muy inusual en el quearse callado—Exclamó la venerable.

—Tiene razón anciana Kaede—Diciendo esto se levantó dispuesta a cambiar los vendajes del Han'yō.

—Inuyasha dejame curarte—Le dijo al Han'yō quien parecía ido, ya no se movía, así que empezó a quitarle el haori descubriendo que las vendas no estaban y sus heridas ya estaban curadas.

De repente con un brusco movimiento Inuyasha giró la cabeza hacia la puerta de la cabaña, al verlo de esta manera todos los presentes vieron que alguien entraba...


Aclaraciones:

Kotodama no Nenju: Collar de dominación.

Miko: Saserdotisa.

Osuwari: Abajo.

Hiraikotsu: Boomerang gigante.

Shinidama Chuu: Serpiente cazadora de almas.

Goshinboku: Árbol sagrado.

Tetsusaiga:Colmillo de acero.

Haori: Chaqueta (o algo por el estilo) utilizada sobre el kimono.

Han'yō: Hibrido.

Yokai: Demonio


Bien, he corregido lo mas que he podido el fic, recuerden por favor que soy principiante y lo estoy haciendo sola. Si tienen algún tipo de duda, sugerencia y o comentario, por favor mandenmelo en un review, les aseguro que será escuchado y atendido.

Les informo que además en el transcurso del fic nesecitaré personajes; en el segundo capitulo dejaré los datos respectivos si quieren participar. Sin más me despido.

" El que hiere no sabe y el que sabe no hiere"

╭∩╮(︶︿︶)╭∩╮

¡FUCK YEAH!

Y Adios.

Ate.

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