Una imagen ha quedado grabada en mi para siempre, una horrible imagen que nunca podré borrar.
La cruel imagen de Usagi-san parado delante de la puerta del hotel, con su rostro lleno de lágrimas de coraje, gritándome por alguna razón la cual todavía no descubría.
La verdad no entendía porque estaba tan molesto ni que estaba haciendo yo en ese lugar desconocido, hasta que vi quien se encontraba al lado mío.
Usami Haruhiko estaba completamente desnudo al lado mío con una triunfante y retadora sonrisa.
En este momento me encontraba solo, llorando con una horrible jaqueca y con solo unas sábanas cubriendo mi cuerpo en un hotel lujoso. No lograba comprendía que había pasado, y no quería comprender lo que había sucedido.
Lo único que recordaba de la noche anterior era que estaba en un bar en una reunión de unos compañeros de la Universidad, no me había sorprendido ver que Usagi-san había llegado a recogerme, el siempre insistía en pasar por mí a cualquier lugar en el que yo estuviera.
Listo, es todo, lo siguiente que recuerdo fue desertar gracias a unos gritos que hacían que no pudiera soportar el dolor de cabeza que tenía debido a los tragos de anoche.
-¿Usagi-san?- murmuré confundido, abriendo lentamente los ojos. Me encontraba en una cama con sábanas de una tela que yo sabía costaban más que la casa de mi infancia, en una habitación de paredes color salmón y un peinador que sospechaba era de madera fina, pero no pude preguntar que hacía ahí porque enseguida enfoqué a Usagi-san en la puerta
Su mirada mostraba lo profundamente herido que estaba, apoyaba una mano en la puerta de la habitación porque parecía que de otro modo se derrumbaría ahí mismo hecho pedazos. No puedo recordar lo que gritaba exactamente.
"¿Cómo pudiste? ¡Yo confiaba en ti! ¡No puedo creerlo! ¿Por qué? ¿Por qué, Haruhiko?"
La última pregunta si la recordaba, y fue cuando noté que alguien estaba a mi lado entre las sábanas.
La sonrisa de Usami Haruhikp y la situación en la que nos encontrábamos fue suficiente para saber que había sucedido.
Mi corazón se detuvo por un instante. Él y yo habíamos…
Usagi-san salió por la puerta a paso veloz, y yo grité, tomando las sábanas para cubrirme y corriendo detrás suyo, ignorando la migraña que tenía.
-¡Usagi-san!- sabía que estaban cayendo lágrimas por mi rostro, pero no me importaba, estaba desesperado.- ¡Espera, Usagi-san!
Pero pude notar como entraba al elevador y desaparecía de mi vista. Acto seguido, escuché la voz del hombre con el que menos deseaba hablar.
-Vaya Misaki, parece que estamos solos otra vez, dio Haruhiko, tomándome por los hombros y acercándose a mi rostro, pero yo lo empuje con todas mis fuerzas y corrí a la habitación. Probablemente todos los otros huéspedes estaban escuchando lo que pasaba, pero poco me importaba en ese momento. Tomé la ropa de Haruhiko y la aventé con odio fuera de la habitación.
-¡Vete de aquí! ¡Lárgate! –grité, con más furia hacia mi mismo que hacia él y cerré la fuerta de golpe, para después tumbarme en la cama y llorar.
-No sé que pasó.- susurré sollozando.- No sé que pasó…
"Usagi-san, por favor, perdóname."
Ya no sabía y prefería no pensar. Nunca me había sentido tan traicionado, el ser que más he amado en mi vida estaba en un hotel con mi hermano mientras yo me preocupaba por él. Lo único que quería en estos momentos era morir.
No me cabe en la cabeza como Misaki fue capaz de hacerme esto, de traicionarme de una manera tan vil. Tan solo fui un pasatiempo para él, o tal vez simplemente fui un juguete, un muñeco del que algún día se cansaría y se desharía de él.
Lo único que quería en estos momentos era olvidarme de todo, "Eso es" pensé "Tomaré para olvidar" pero la verdad no se sentía con muchas ganas ya que solamente lograría recordármelo más. No sabía qué hacer, estaba desesperado. Sabía que las llamadas de Haruhiko significaban problems, sin embarg, cuando escuché su voz mañana , jamás creí que al seguir sus indicaciones de ir directo al hotel donde se encontraba me encontraría con esa escena delante de mí.
La noche era tan larga y yo no quería volver a mi departamento, ya nada tenía sentido. La verdad es que estaba tan distraído mientras conducía mi rojo automóvil que no me di cuenta que excedía el límite de velocidad. Cada kilómetro que avanzaba más me recordaba a él y más aceleraba. Cuando me di cuenta de esto ya era demasiado tarde, Lo primero que sentí fue un gran estruendo sobre mi cabeza, después nada.
Pasaron los días y yo seguía sin saber nada de Usagi-san, cada momento que pasaba me sentía más avergonzado. Como pude llegar a hacerle esto. Él había visto miles de veces mi cuerpo desnudo pero esta vez fue la excepción, quería arrancarme la piel. Quería que todo esto fuera mentira.
Después del incidente en el hotel no fui capaz de regresar a su apartamento, no tenia el derecho de ir a parar mi nariz ahí. Estaba tan deprimido, no sabía que debería hacer y nadie me podía ayudar.
De pronto sonó mi celular y en aquella pequeña pantalla vie el contacto de mi amado Usagi-san. Una mescla de emociones invadió mi cuerpo pero me arme de valos y decidir tomar responsabilidad de mis acciones.
-A..Aló, U…U…Usagi-san?
Por lo que pareció una eternidad espere a que al otro lado de la línea él me dijera algo, pero cuando por fin habló no era él sino otra persona
-Buenas tardes, hablamos del Hospital T para informarle que el Sr. Usami Akihiko sufrió de un accidente automovilístico y se encuentra en el piso de cuidados intensivos.
No puede ser, no lo podía creer. Usagi-san, Mi Usagi-san gravemente herido y todo por mi maldita culpa, todo por el tonto capricho de querer ir con mis amigos a una tonta reunión a la cual ni siquiera tenía tantas ganas de ir.
-Señor, ¿sigue en la línea?
Los hombres del hospital me sacaron de mi ensoñación.
-Nos comunicamos con usted ya que es el único contacto que el sr. Usami tiene en su teléfono celular. Necesitamos que venga ya que nadie ha venido a verlo.
- Claro que sí, voy de inmediato. Gracias
Salí a toda prisa de aquel Manga Café de donde me estaba quedando y de inmediato me marché al hospital.
Lo primero que me dijeron cuando llegué fue que Usagi-san había recibido un fuerte golpe las costillas y tenía varias fracturas, además de estar inconsciente debido a un fuerte golpe en la cabeza. Suspiré de alivio.
-El Sr. Usami está inconsciente, pero puede pasar a su habitación.- me dijo la enfermera.- sígame, por favor.
Seguí las indicaciones de la mujer y al entrar a la habitación, mi corazón se encogió. Usagi-san se encontraba vendado de la cabeza, una pierna y en el torso. Una máquina indicaba su latidos, algo débiles pero estables, y se encontraba conectado a una bolsa de suero.
-Usagi-san…- caminé hacia él y tomé su mano.- Usagi-san, yo… tal vez no me escuches pero…- tragué saliva, ¡rayos! Nunca soy tan cursi, pero vero en este estado.- no sé si ahora me odias, pero, de ahora en adelante cuidaré de ti hasta que te recuperes Usagi-san ¡Es una promesa!
"Y también para demostrarte, lo realmente importante que eres para mí, Usagi-san."
Hola! Esperemos que les haya gustado este primer capítulo! Esperemos? Sí! Somos dos amigas que quisimos empezar este fanfic, somos estudiantes universitarias, así que tengan paciencia con las actualizaciones :'p
Si les gusto no duden en dejar un comentario! Nos vemos!~
