Frío...

El aire es frío...

Es Otoño y ya se comienzan a sentir las heladas brisas del invierno.

No sopla con fuerza, pero aún así se resiente en la piel ya que, junto con la oscura y hórrida atmósfera de esta "Ciudad Maldita", te provoca escalofríos que recorren tu cuerpo mientras tus articulaciones se entumen...

Y, sin embargo, aún hay oportunidad para que la vida continúe...

2 de Noviembre de 1998... Domingo…

Cómo gatos en la noche, un par de jovencitas corren entre las penumbras buscando refugio. Armadas hasta los dientes, ellas se mueven por en medio de la calle ya que temen ser sorprendidas por "esas cosas" que han invadido la ciudad sumiéndola en la muerte y la desolación solamente en cuestión de horas.

Una detrás de la otra, ambas tienen sus armas listas en caso de que se necesiten. Traen consigo un par de linternas y baterías pero no las usan ya que no saben cuanto tiempo más van a estar en la ciudad y prefieren guardarlas para después. Además no las necesitan; Debido a que muchas de las lámparas del alumbrado público habían sido destruidas o dañadas desde un par de días antes en muchos lugares de la ciudad, ellas, forzosamente, tuvieron que adaptarse a la espesa oscuridad que cubría a la ciudad entera cosa que lograron en pocas horas.

Pero ellas no son maquinas...

Ellas habían avanzado ya 3 manzanas sin toparse con ninguno de aquellos "monstruos" cosa que, más que relajarlas, hacia que estuvieran aún más tensas dado que era muy sospechoso que no se les hubiera aparecido ninguno en todo ese tramo. Pero, cuando se encontraban a unos metros de llegar a una intersección, Kykio, la chica que venia al frente, vio una silueta.

De inmediato y sin avisar, ella se detuvo en seco ocasionando que Rin, la chica que venia atrás, chocara violentamente con ella, cayendo las dos al suelo.

—¡Eres una tonta!– Le gritó Kykio a Rin mientras la golpeaba en la nuca–.
—¡Y yo por qué!... ¡Si tu fuiste la que se detuvo sin avisar!.
—¡Acaso crees que me voy a poner a decirte todo lo que voy a hacer para ver si me das permiso...!

Con la palma de su mano, Rin le tapó la boca a Kykio quién protestó insultando ininteligiblemente a la otra chica que le respondió con un sonoro "¡Shh!" mientras le señalaba un punto al frente de ellas.

A un par de metros de ellas, aparentemente sin haberse dado cuenta de la presencia de las ruidosas chicas, se encontraba una persona sentada en cuclillas con la cabeza entre las piernas y con sus brazos cruzados encima de las mismas. Como movidas por un resorte, ambas se incorporaron tratando de no hacer ruido ya que querían asegurarse de que aún se "encontrara vivo"...

Con las armas listas para ser usadas, y temerosa, Rin, la menor de las dos, encendió la linterna que tenia unida a su rifle M11 iluminando a la silueta, que resultó ser un niño. Las dos caminaron hasta que se situaron al alcance de un brazo de él. Kykio, algo aliviada, le comenzó a hablar al chiquillo que aún se encontraba en aquella posición.

—Niño¿Estás bien?– le decía mientras le tocaba la cabeza suavemente–.
—¿Crees que se encuentre bie...?
—¡AARRRGHH!

Rin no alcanzó a terminar la frase ya que se vio interrumpida por el horrible grito que su compañera lanzó. Ella, quién entró en pánico, soltó su rifle para ir en ayuda de su amiga a quién podía ver a través de las sombras que se revolvía tratando de soltarse de "algo"...

De inmediato, Rin recuperó su rifle y golpeó a "lo" que sujetaba la mano izquierda de Kykio para después encender su otra linterna, la cual llevaba en el cinturón, y así saber quién o que estaba atacando a su amiga. Cuando la encendió, ella recibió una impresión que casi le detiene el corazón...


Dudas, comentarios o felicitaciones por lo de kykio favor de remitirlas a mi correo donde un chihuahueño mentalmente incompetente les hará una cirugia cerebral con una piedra. MMV Chihuahueño Productions Ltd. All Rights Reserved.