La primera vez que Arya lo vio fue cuando deambulaba por las calles de King's Landing, ella caminaba por las calles abarrotadas de personas, con su ya acostumbrado disfraz de niño, con aguja amarada a un lado de su cinturón y su espada de entrenamiento al otro, ella estaba perdida y a la vez no lo estaba, se podía ver la fortaleza roja por cualquier parte de la ciudad pero aun así no tenía la menor idea de cómo entrar sin ser vista y regañada por su padre por salir sin permiso, estaba caminando por las calles mientras pensaba en una forma de eludir a los guardias, tan perdida estaba en sus pensamientos que no noto cuando chocaba con él, de repente ambos cayeron al piso, Arya sobo su cara por el dolor del impacto y el su rodilla, y entonces él dijo con voz infantil -¿te molestaría ver por dónde caminas?- con tono enojada a lo que ella responde igual de enojada -¿yo?, fuiste tú el que necesita unos de esos vidrios para ojos- a lo que él responde con tono asustado –demonios- y empieza a palpar el piso mientras estaba agachado, como un loco y ella le pregunta -¿Qué te pasa?- y el responde -es que ya uso uno de esos, que se llaman lentes por cierto, no sé dónde están, y sin ellos no veo nada- entonces Arya pudo ver más claramente a el otro, no pudo ver su cara ya que estaba todo cubierto con una capa sinople con esquinas violetas con capucha, pero por debajo de esta se veían ropas de estos mismos colores, Arya pudo ver que a menos de tres pasos de él estaban sus vidrios para ojos pensó "es solo otro tonto niño rico consentido como Joffrey, debería dejarlo donde esta", pero cuando vio que en el piso donde estaba buscando aparecieron gotas de lágrimas y lo hoyo sollozar, entonces decidió apiadarse de él, tomo los lentes y se los acerco y dijo –los encontré- entonces el los tomas y dice –gracias- entonces se pone de pie y se quita su capucha para ponerse los lentes y levanta la cara.
(Esta canción es perfecta para oír durante la escena: watch?v=4hQoGQHvQ1s)
Arya se quedó completamente asombrada, ya le habían parecido guapos otros chicos pero ninguno como el, era uno o a lo mucho dos años mayor que ella, su cabello era de un color muy inusual, entre plateado y dorado, y por detrás de sus lentes se veían unos ojos de un muy intenso color violeta, lo más extraño de él era que si tuviera enfrente un espejo estaría segura de que su expresión de sorpresa era igual a la que él estaba poniendo, estuvieron mirándose a los ojos durante al menos 3 minutos completos, ella perdida en su violeta y el perdido en su gris, hasta que el finalmente pregunto con voz entrecortada -¿te conozco de alguna parte?- mientras se agachaba para recoger un libro que iba leyendo y ella responde en un tono de confusión –no, pero a mí también me dio esa impresión- y él dice -bueno yo soy…- entonces una voz dice –Erys, ven ya tenemos que irnos- entonces el voltea a ver dónde había dos jóvenes, un hombre y una mujer, ambos se parecían mucho a él con el mismo cabello y ojos y también ambos traían puestas capuchas que tapaban la mayoría de su cabello, ambos debían tener más o menos la edad de Robb y Jon, entonces él se voltea hacia Arya y dice –bueno ya tengo que irme, gracias otra vez- entonces camino hacia los dos jóvenes, y ella continuo su travesía hacia la fortaleza roja, pero antes de que se perdieran completamente de vista se voltearon a verse por una última vez, Arya no comprendió lo que le ocurría pero sabía que conocía a ese chico de alguna parte, no supo como eludió a los guardias pero para cuando se quiso dar cuenta ya estaba en su habitación sentada en su cama, esa noche tuvo un sueño muy extraño.
Ella estaba a la sombra de un árbol, no sabía exactamente por qué pero estaba muy exaltada por sus venas corría tanto el miedo como la emoción, colgó un escudo en una rama de árbol, el escudo tenia dibujado un arciano sonriente, ella tenía puesta una armadura pero estaba quitándosela a toda velocidad, entonces de repente oyó una voz que decía alto, y detrás de ella apareció un caballero con armadura negra y con un dragón tricéfalo dibujado de rubíes sobre su pecho y un yelmo en forma de dragón, entonces ella dijo –no te acerques más- mientras desenfundaba una espada a lo que el caballero responde –no te pretendo hacer daño, pero el rey exige su presencia, tendré que escotarlo de regreso al torneo- a lo que ella responde -¿sabes que no te resultara fácil verdad?- a lo que él responde desenfundando su espada –lo suponía- y ambos empiezan a chocar sus espadas, una vez que ambos están seriamente agotados por el combate cuerpo a cuerpo ambos en perfecta sincronía de un solo espadazo le quitan al otro su yelmo, ambos se abalanzan contra el cuerpo del otro y sus caras quedan a unos centímetros de distancias, solo entonces abren sus ojos para ver los del otro, en ese momento ambos quedan perplejos, al reconocerse el uno al otro, pero fue más que eso sentían como s ya se conocieran desde antes, desde mucho antes.
Entonces despertó, a la mitad de la noche en su alcoba, su sueño no tenía sentido pero aun así sentía como si su corazón y su piel ardieran en ese momento, toda esa noche no pudo dormir, preguntándose confundida si alguna vez volvería a ver a ese extraño chico que se topo en la calle, y más confundida aun al preguntase por que se preguntaba eso.
